⏳8⏳|PARTE 2|
⚠️¡ADVERTENCIA!⚠️
Contenido sensible para algunas personas se pide discreción.
Si no puedes o te desagrada el tipo de tema que se verá a continuación no leas ciertas partes del capítulo. Se tocaran temas como: violación, abuso físico, emocional y asesinato.
Yo ya cumplí con avisarte, ahora sigue leyendo si es que decidiste aguantar vara como dicen acá en mi cuidad.
Anteriormente en el asesino de la carretera...
Pero dudo que cualquiera merezca que tu familia de raíz abuse de ti, dejen que seas objeto de burla de esos desgraciados.
Nadie merece que lo usen como un pedazo de carne sin haber pecado algo que pese realmente. Yo tengo razones muy buenas para haber y hacer esas remodelaciones a esos que se hacen llamar humanos cuando son demonios, monstruos y fenómenos.
Tanto mi padre como mi madre tienen culpa de algo, aunque claro, la mayoría fue mía.
Por memitirselo y no haber hecho algo mucho antes...
Capítulo 8 |PARTE 2|: Las cicatrices en el asesino de la carretera.
Fui encontrado por mi único amigo de toda la vida. Para ser más exactos mi vecino, su nombre es Mirio. Se mudaron desde que yo era un niño de solo 4 años. Nos hicimos inseparable.
-¡¿Midoriya?!
Corrió hasta mi, teníamos nuestro propio sistema para dar con el orto. Yo nunca apaga mi localización del teléfono y el siempre tenía en notas mi correo electrónico y contraseña que use para mí cuenta de Google. Siempre teníamos que saber el paradero del otro, por la vida miserable que cada uno llevaba.
Aunque me sentía un poco hipócrita al solo dejar que crea que mi vida era miserable por los abusos en la escuela. Nunca deje que supiera lo que tenía que aguantar en casa.
Me ayudó a levantarme, gruñi de dolor y deja salir uno que otro grito cuando coloco mi brazo su lugar. Su madre era doctora, Mirio aspiraba a dedicarse a lo mismo.
-¿Qué fue lo que sucedió?
-No quiero hablar de eso...
Sin poder evitarlo recordé todo en una ráfaga de dolor y temor. Las imágenes impregnaban mis sentimientos de dolor, tristeza y desasosiego en irá, deseo de venganza y enojo. Me sentí impotente cuando el rubio me recargo en la pared de ladrillos detrás de mi y, cubrió mi desnudes.
-Tenemos que decirle a alguien, Izuku. Esto fue demasiado, estás sangrando demasiado. -El miedo y preocupación eran muy evidentes en sus palabras.
-Tengo que llegar a casa, lo haré pero llévame a casa. -Eso era claramente una mentira, si le decía algo a mi madre trataría de pedirle ayuda a mi padre, y eso es lo que menos busco.
El camino a mi casa fue doloroso, lleno de lágrimas y palabras de aliento de mi mejor amigo.
Con el dolor de mi corazón me desprendi de ese cable a tierra que me sostenía centrado y en mis cabales. Para poder entrar como pude, con mi ropa llena de lodo, olor pestilente y sangre en varios lugares visibles en mi cuerpo.
Cuando llegue a casa, pasaron cosas que harían de mi cargo de haber sido violado aún más pesadas y horripilante. Mi padre estaba en casa, había termino temprano y se encontraba en la sala descansando.
-Bienvenido, hijo...
La cerveza que sostenía callo derramándose en la alfombra. Se levantó y maldeci una y mil veces en mi mente porque el uniforme de la escuela fuera de colores tan ligeros. La sangre era evidentemente notable entre mis piernas.
-¿Quien fue?- por un instante creí que estaba preocupado por mi, pero la mirada de cinismo y locura en sus iris disiparon esa esperanza.
Lo cierto es que mi padre no había podido ponerme una mano encima por la presencia y intervenciones de mi amada madre. Pero ahora que no estaba, y me hallaba solo frente suyo, borracho, con la cólera saliendo por cada parte de su poros; esta vez no creía que pudiera librarme de lo que parecían ser... Celos.
-¡¿Quien fue el que le permitiste tener tu cuerpo antes que yo?!-, se urgió sobre mi, sin poder evitarlo retrocedi como presa ante un depredador.
Mi cuerpo termino cediendo, el dolor y ardor en mi parte posterior termino por vencerme. Busque caer en mi costado, ya que todo lo que fuera espalda y más allá, abajo aún seguí débil y con un terrible dolor.
Muy apesar de todo lo que sucedía mi cuerpo era el que más sentía y tenía presente en ese instante. La sangre aún seguí deslizandose entre mis piernas, provocando un ardor constante. Gruñí, llegando a mi límite de aguantar en dolor en silencio.
-¡Responde!-, a horcadas se metió entre mi, su rodilla mucho más grande que mis pequeñas piernas, alertando cada lado de mi ser.
Comencé a negar, mi casa de gorro debe de ser una de fotografía para las películas de terror, solo que este miedo era peor que cualquier suceso para normal.
-¡Nadie, realmente nadie entro!-mi grito fue firme y desesperado, me sentía tan mal conmigo mismo por haber llegado a eso extremos.
-¿Entonces porque estás sangrando como una mujer?-, el escalofrío que penetró en mi columna por el tono tranquilo de su voz fue aún más atemorizante que los gritos de desquició que daba antes.
Prefiero que grites, no sonrías así... No me mires como si todo estuviera bien, no con esos ojos vacíos llenos de cinismo... Por favor
-Uti-uti...
-Izuku, solo cálmate y dilo de una sola vez.
-Utilizaron una botella de vidrio, no el cuello de esta... El cuerpo y por eso... Debio-debio haber...-, las lágrimas y sollozos me interrumpían, su mirada pareció suavizarse un poco, párese ocupado por sopresa-. Desgarrado venas de... Mi interior...
-Entiendo...-, parecia más aliviado de lo que esperaba, se alejo un poco y se sentó frente a mi en el piso de la entrada de casa. -Vamos, tengo que curarte y luego llevarte al hospital.
El cambio en su aura, voz y forma de enfocarme me desorientaron. Aún temblando, llorando y abrazándome a mi mismo mi padre, Hisashi Midoriya me tomo entre sus brazos fuertes, y me llevo al sótano donde teníamos todo para preparar a los muertos de la funeraria.
Mi padre fue delicado, y cuidadoso con casa paso que daba. Las escaleras no fueron tan dolorosas, lo que podría decir que me hizo pasar por más sufrimiento, ese día, fue la curación de mi trasero.
Me ordenó bañarme en seco sobre una camilla, mientras están sentado una de esas camas metálicas dónde ahora yo confecciono a mis obras de arte, debajo coloco un cojín para que no lastimara aún más mi ano desgarrado por la violación que pase. Tuvo cuidado y me limpio con algodones algo húmedos para que no rasparan mi interior o abrieran venas que ya comenzaban a sanar. Puso crema, antidesinfectante, me dijo que tomara unos analgésicos para el dolor.
De camino al hospital, me compro mi helado favorito y me dijo que todo estaría bien. Por un momento creí que todo terminaría, que todos mejoraría al llegar esa tarde a casa y ver cómo mi padre por una extraña razón, comenzaba a ser mi amado padre cuando yo tenía 5 años. La doctora que me reviso, me mandó hacer análisis de sangre, mi padre le entrego una muestra fecal mía antes de bañarme a seco en casa. Todo fue rápidamente pasado a laboratorio y, cuando menos lo esperábamos teníamos los resultados.
Dijeron que en los análisis salió la droga que hicieron para inmobilizarme, rastros de tinta que usan en las etiquetas de las botellas de alcohol. Teníamos pruebas suficientes para ademandar a esos malditos, también entregaron mi uniforme ese día. Para la policía, testifique, mi padre también y le dije a Hisashi que Mirio también sabía de esto y me encontró en el callejón por eso pude llegar a casa. Él también dió testimonio sin peros, él quería que todo acabará para mí y lo que sufría en la escuela.
Llegó el si del juicio, en mi ropa encontraron muchas cosas interesantes como una mancha de la suela de los tenis del mismo número de uno de los hermanos. Pero como eran de familia remunerada, de la alta sociedad y con contactos en la política. Fueron acusados como: inocentes.
Luego de pasar por todo ese trauma, creí que mis padres decidirían mudarnos, o como mínimo cambiarme de escuela. Pero no fue así, por un tiempo todo estuvo tranquilo. Iba a la escuela, regresaba, salía con Mirio debes en cuando a jugar en nuestros patios, al arcade o su habitación. Y luego comenzó todo de nuevo...
Mi padre comenzó a abusar de mi, diciéndome que ahora están en deuda con el por salvarme ese día. Por ayudarme, curar mi cuerpo, y tratar de meter a esos desgraciados a la cárcel. Me tocaba cuando mamá no estaba, hacía todo lo posible para salir antes del trabajo para recibirme cuando llegará de la escuela. Primero fueron cosas inocentes, hacer que yo lo tocará y él a mi.
Pasar sus manos por todo mi cuerpo, besarme, dejar marcas en mi pecho, jugar con mis pezones, y luego... Comencé a negarme, a retirarlo lejos de mi. Y comenzó a ser agresivo, a forzarme a hacer cosas que no debería pasar entre un padre y un hijo. Muchas veces no me estímulo cuando me violó, o me desgarraba la garganta por obligarme a mamarsela.
Tarde que temprano me cansa, me pregunte: ¿Porqué debería seguir aguantando todo eso?. ¿Que había hecho para merecerlo?, ¿Cual era la condena que pagaba de mi vida pasada? ¿Que ganaba con no ponerle un alto a mi sufrimiento?
Tenía tantas dudas, y quería disipaer todas, sobre todo las que se referían a ¿Cómo sería vivir siendo libre de tanto abuso de mi cuerpo? Estaba vagando entre dudas, parecía un zombie todos los días. Cómo si fuera una rutina, vivir en automático sin tener posesión de forma real de mis acciones, no podía sentir mi cuerpo.
Era como ver en tercera persona lo que otra hacía, y no podía intervenir. Tenía que ir al otro lado, pero para ello me di cuenta que... Debía detener todo. Ver la oscuridad que tenía a un lado mío, como otro yo que deseaba salir, para que yo poseyera de nuevo mi cuerpo, mi vida.
Una noche soñe con la sombra de una persona, tenía mi misma estatura y figura. Solo tenía boca, sus ojos eran una espesura que compartía con todo lo demás que eran sus brazos, piernas y torso.
Le pregunté:
-¿Quién eres? ¿Dónde estamos?-, alzó su brazo en mi dirección, para luego decirme con una voz idéntica a la mía, pero con un sentimiento que había escuchado en el tono de hablar de mi padre cada que teníamos una plática sobre los cadáveres que violaba.
-No huyas... Te mantendré a salvo-. Comenzó a acercarse, al igual que desapareció entre la oscuridad a mi alrededor-, entre mis brazos.
Luego la oscuridad comenzó a arremolinarse sobre mi, ví una luz roja como la que proyecta la luna de sangre cada tantos años. La nube y espesura de la penumbra entro por mi boca, nariz y orejas. No dolía, solo sentía una inmensa energía que aceleró mis latidos, cuando por fin toda ingreso en mi. Desperté, agitado, pecho subiendo y bajando con desesperación, latidos en la garganta y sudor que me empapaba toda la ropa de dormir. Mire el reloj, eran casi las 3 de la madrugada, la noche del diablo le dicen.
No entendí como, pero había despertado algo en mi, que logro que regresará y tomara el timón de mi cuerpo. Podía sentirme de nuevo, no era como si viera todo desde otro ángulo. Con valor, y aún el corazón a tope, sonando en mis oídos. Fuí a la cocina, tome un cuchillo, los guantes de papá del sótano, esos negro que usa para las disecciones. Entonces había por fin pasado al otro lado.
Lo que prometió en ese suelo protegerme, cumplió con su palabra y entonces acabe con todo. Fue mi primera disección, y la única donde desaparecí todo el cuerpo por completo. Que puedo decir, teniendo todo lo necesario para diseccionar, separar, cortar, desmembrar, derretir y incinerar un cuerpo entero. Fue fácil hacer como los magos, y desaparecer el cuerpo de mi padre.
¿Que si me arrepiento de algo?
De que mi sed de sangre, y la diversión, euforia que sentía al creerme dios con el cuerpo de ese degenerado no acabará solo con él. Porque la siguiente, fue mi madre, no pude evitarlo. Aún no sabía cómo detenerlo... Detenernos. Solo que a mi madre la preserve conmigo siempre, me quedé con sus dientes que tengo resguardados y los comillas siempre cuelgan conmigo. Son unos lindos aretes, ¿No crees?
A lo mejor tu podrías también ser una buena pieza de joyería para mí, solo si pasas mis expectativas y consigo ganarte cariño. Así que... No me decepcciones, Katsuki Bakugo.
~
Adelanto del próximo episodio...
-¿Esa es tu historia?
-Yo le digo... Antes de la metamorfosis, pero si, en tus términos eso es-, se acercó a mi, la sangre en sus manos no sabía de dónde provenían pero me ponían aún más intranquilo. -No tengas miedo, no son de ninguno de tus camaradas... Aún no consigo tener uno de esos especimenes, tu eres el primero. Siente especial, Kacchan.
•Nota de aurora•
Lamento mucho haber dejado de proyecto por tanto tiempo, pero de verdad que era muy difícil para mí mantener dos historias a la vez, sobre todo cuando una era sacada totalmente de mi y otra que próximamente los sería.
Lo vuelvo a retomar con la intención de volver a publicar en ambas novelas, ya que me tocó un bloque de materias muy relajado en este semestre de la universidad. Y siento que en este mes, podría avanzar mucho ambas partes de los FANFICs, sobre todo este.
Sin más que decir, de verdad lo siento muchísimo. Pero aquí está, este es el pasado de Izuku, y creo que ya se imaginan que paso luego de matar a sus dos padres, también lo que pasó con esos hermanos que fueron el detonante del rumbo que tomo su vida.
Sin más, me retiro Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas ✨♡(˃͈ દ ˂͈ ༶ ) ¡fuera!
PD: ahora nos llamando familia pequitas en tiktok, lo siento es que descubrí que habían muchas familias llamadas trebol, y además es más adorable porque somos simps Deku aquí ✨💚♡(˃͈ દ ˂͈ ༶ ).
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top