🚨12🚨

Anteriormente en el asesino de la carretera...

—Si, lo soy. —Lo acertó más a el, sintiendo como su cuerpo estaba frío y empapado en sudor. —Nadie podrá hacerte daño nunca más, Kacchan.

—No de-dejes que me-me regre-sen a esa... Jaula.

—Nadie va a encerrarte ni a tocarte, Kacchan. Yo te protegeré, con mi vida.

Eso logro calmar a Katsuki, entre llantos silenciosos y temblores. Volvió a quedarse dormido, Deku no iba a arriesgarse, lo ato a la cama, lo suficientemente para que no se escapara o intentará agredirlo pero, también algo suelto para que pudiera seguir aferrándose a él.

No sabía los detalles, pero se hacía a una idea de lo difícil que debía haber sido su pasado.

12. La ahijada

Todoroki regreso en sus pasos, dejando su escondite detrás de una lápida. Se sacudió las ropas y las acomodo, al romper el silencio la señora detuvo sus lamentos y berreos.

Miro a su derecha y esta se encontró con ese joven que no parecía darle descanso a su familia. Ya que era un insistente recordatorio de lo que había sucedido, las evidencias no eran suficientes para él. Al menos no las que había podido recaudar en cada interrogatorio que le hizo.

—¿De nuevo?—, la forma tan cansada y hastiada en la que gesticulo esa pregunta hizo que Shoto detuviera sus pasos. —¿Qué más puede obtener de mi para saciar su curiosidad?

—Lamento romper mi palabra, pero creo que está vez, de verdad encontré algo. Pero necesito que usted me ayude respondiendo unas pregunt-

—¿Sabe porqué carajo rechace los citatorios a la comisaría?—, la señora se levantó, con las lágrimas secas por el fuerte sol y el clima seco, así como también el hecho que ahora su corazón era inundado por todo, menos tristeza para poder seguir llorando en la tumba de su familia. —Porque estoy arta y cansada de tener esperanzas de que encontrarán ese desgraciado. Ya déjenos en paz.

—Se que está cansada de este bucle sin respuestas, pero por favor. Debe creerme cuando le digo que está vez, si podré dar con el responsable. —Termino de llegar a su lado, y se arrodilló dejando la caja de la comida favorita de sus hijos, Todoroki parecía alguien frío y sin sentimientos, pero era alguien detallista y sentimental.

Además de investigar cosas que le ayudarán a dar con el secuestrador de su amigo en las fuerzas, no dejaba de lado los pequeños detalles que hacen a las personas lo que son, seres humanos.

—Esta bien, —se limpio el resto de lágrimas con el pañuelo que el más alto le tendió, y dieron incio a retornar para salir del cementerio y, llegar a casa de la señora.

El recorrido fue silencio dentro del auto negro del oficial. Como Aizawa ordenó, se volvió a interrogar a todas las familiares y posibles personas que supieran algo para dar con el peliverde. La casa era en un área departamental, subieron en el elevador algo viejo y rechinante, hasta llegar al 4 piso.

Ya dentro del hogar de esa señora, espero que esta le proporcionará unas pantuflas de visitas para ingresar a su ya conocida sala. Cuando estuvo listo para comenzar la entrevista, con un plato de galletas caseras y te verde enfrente suyo, el timbre sonó avisando la llegada de alguien.

—Disculpeme, —se levantó y fue a abrir la puerta.

En su soledad, miro a su alrededor buscando algo. Al lado de la puerta de la cocina, en una esquina exactamente habían fotos enmarcadas en la pared y, sobre un mueble donde podrían guardar cosas de coser y textilería.

Algo dentro suyo se removió, se levantó colocando una mano en su rodilla, y llego hasta esa área que casi pasaba desapercibida en la casa. Tomo las fotos y se encontró con varios recuerdos felices, en los que sin falta estaba por lo menos uno de los hijos de la señora, los que fueron asesinados de forma tan grotesca y deprabada.

En uno estaban en un viaje en la playa, en otro en un parque de diversiones y festivales de Osaka. Al último fue uno que no había visto, lo recordaría. Cuando se vino a inspeccionar la casa en busca de evidencias, que dieran pie a una razon que enlazaran a las víctimas con el asesino de la carretera.

Una foto de campamento, los 3 hermnos estaban en esa foto. Con muchos niños más, en un bosque, sentados en gradas y de fondo un lago grande, y abasto de pinos. Repaso la mirada en cada pequeño, analizando, grabando los rostros en su mente.

—Lamento el retraso, es mi ahijada. Ochako, te presento a el detectives Todoroki. —La presentación hizo que dejará en su lugar el marco y regreso para dar un reverencia a la chica.

—Es un placer conocerlo, soy Uraraka Ochako. —Extendio su mano, es bicolor la tomo, aceptando el saludo. —Vine a visitar a mi tía, pero me alegra encontrarlo aquí hoy.

—¿A que se debe eso?

—Creo tener información de utilidad para usted, para que atrapé a ese malnacido. —Para ser dueña de una voz dulce, podía impactar con frialdad y lasividad.

—Ire por otra taza, para ti hija. —Se fue en busca de dicha cosa y los dejo solos.

Tomaron asiento y el silencio comenzo. No sabía exactamente Shoto como comenzar a interrogarla.

—¿Qué tienes para mí?

—Para empezar, no quería compartir mi propia investigación contigo, así que espero que lo agradezcas y le saques provecho. —Tomo su bolso, y extrajo de este una carpeta gorda, junto con una agenda azul con rojo, amarillo y blanco, de la marca de un súper héroe de ficción muy famoso. Estaba en malas condiciones, parecía haber estado enterrado bajo tierra. —Y esto también.

Se levantó, fue a dónde estaba antes, admirando los recuerdos de sus medios hermanos. Y regreso con el cuadro que el fijó con tanto ahínco.

Le tendió las 3 cosas en la mesa de en medio. Todo acomodado para que el se diera el gusto de revisar, pero por las rencorosas tonalidades con las que comenzó todo aquello, espero a que ella le diera el visto bueno para proceder.

—Te recomiendo que empieces viendo la foto, luego leyendo las páginas que marque del diario y por último, analiza las anotaciones. —Para ser mucho más joven que Katsuki, tenía una imponente personalidad, sería y seca. Pasiva agresiva con un toque de amabilidad por su cara aniñada y chillona voz.

El heterocromatico se aclaró la garganta acompañado de un movimientos de hombros, con ello busco asentarse de nuevo en su papel de detective lineal que nada lo perturba.

Termino de escanear esa fotografía, deparando en todo, el paisaje, el nombre del lugar, y por último los niños. Entrecerró sus párpados y acercó más la imagen a sus pupilas.

—¿Acaso ese es?-

—Si, así es. —Le arrebato el rectángulo de metal para sacarlo de su prisión de cristal. —Año 2010, vacaciones de verano en el campamento rayos del sol en las afueras de la ciudad vecina, las cuales están desiertas de seguridad y están interconectadas con todas las que rodean nuestro pueblo.

—¿Entonces tú crees que la razón por la que fue detrás de tus hermanastros y mi colega fue porque se conocieron en el campamento?—, la pregunta salío tan rápido de su boca sin tropezones, que hizo que la castaña le diera un gesto de sopresa santurrona al ver, que el hombre enfrente suyo no era tan inútil como creía.

—Tu lo dijiste, —aun con la foto entre su mano, delineó la foto. La vio ir de un lado a otro, con lentitud sus caramelos por el ancho y largo de la fotografía, hasta que un leve gesto le hizo darse cuenta que había visto algo nuevo. —Un lugar vacío, al lado del asesino.

Se la tendió de nueva cuenta y miro dicho lugar.

Era cierto, un lugar libre, al costado derecho del peliverde. Había una mochila amarilla chillona, envés de una persona. Parecía estar apartando ese lugar para alguien, y tomaba una de las azas de la maleta como si fuera la mano de alguien. Se veía triste, y impaciente por salir corriendo de ahí.

—Ahora el diario, —la mujer lo arrastro fuera de su análisis mental, abriendo el pequeño cuaderno multicolor—. Portada, propietario: Izuku Midoriya, 5 años.

Leyó la primera hoja, ganándose el desconcierto de ese niña de la misma edad que el asesinó de la carretera.

¿Cómo había conseguido ese diario?

Fue lo que Shoto se pregunto, desconfiando más que otra cosa. Era demasiado buena para su edad, con grandes pistas que un policía especializado, reconocido, con experiencia y graduado con honores en la mejor escuela del país; no había dado ni buscando debajo de las piedras.

—¿De dónde lo sacaste?—, la forma en que lanzo esa preguntó puso en modo defensa a la chica, —¿Cómo es que una niña pudo dar con toda esta información?

—No puedo decirte cómo, ni dónde saque está información. —Fruncio sus cejas, cerrando la libreta sacando un ruido acuoso. —Si no puedes confíar en mi, seguiré sola y por mi cuenta como hasta ahora.

Se llevó los dedos a el tabique de la nariz. Pensando, escucho con párpados cerrados como Uraraka recogía todo para largarse.

—Esta bien, —los sonidos pararon de repente, —por favor, prosigue.

—Página 68 en adelante.

El mayor obedeció y comenzó a leer.

Querido diario es el primer día que no dormiré en casa.

Estoy en un campamento de verano, mamá convenció a papá para que me dejará venir.

Estaba muy feliz por venir, pero al ver que mis vecinos también vendrían toda mi felicidad por salir de casa, desapareció.

Paso página viendo todo en orden en ese día.

Querido diario, hoy fue un día grandioso. Un chico llegó, es genial y divertido. Me recuerda a Mirio-senpai. Se parecen... Bueno más o menos.

Nadie quería acercarsele porque todo el tiempo tiene una cara molesta y les da miedo. Lo aislaron, igual que a mí. En la comida me arme de valor y le hable.

Al principio era muy gritón y me daba algo de miedo, pero luego me di cuenta que no era como todos decían.

Es mi ahora amigo, creo que no podría ser tan malo este lugar si él está conmigo. Kacchan es tan genial, quiero ser como él.

¿Kacchan?, ¿Quién se llama así?

Internamente rio levemente, por la inocencia del antiguo Midoriya. Ahí fue donde entendió, que algo había pasado para que, ese inocente niño hubiera acabado dónde está. El inicio de su deformación, fueron los hermanastros que lo molestaron y violaron.

Lo corrompieron, y él solo estaba cobrandose todo lo que le hicieron.

—Esto no me lleva a nada, —siguió leyendo más hojas, más días, y solo eran narraciones de Izuku sobre cómo jugaba con ese tal Kacchan y este lo defendía cuando se metían con ellos, desde muy pequeños los hermanos habían hecho de las suyas para corromper poco a poco, el niño que alguna vez fue Midoriya Izuku.

—Creeme, sigue leyendo. —Lo alentó, Ochako saco una cajetilla de cigarros de su bolso, encendió uno y le dió una calada. —No lo siento si no fumas.

Aún leyendo, saco de su bolsillo interno del saco un cigarro electrónico. Era más sano, con las personas y con el ambiente. Quitó la tapa trasera y la frontal, lo atrapó entre sus labios delgados y Inhaló.

Dejo que la chica se deleitará con los aros de humo eléctrico, que podía sacarlo por su nariz, y hasta conseguir burbujas de estás.

—Presumido, —una sonrisa divertida se asomo por las comisuras de sus labios, le hizo un gesto con la mano y Shoto le dejo su cigarrillo electrónico. —Veamos que tal, todos me dicen que me pase a el lado tecnológico, pero no me animo del todo a hacerlo.

Luego de aquello, inhaló por su boca el humo sabor a menta, era fuerte y relajante. Como lo que le hace sentir un cigarrillo mentolado.

—Lamento la tardanza, —la señora de la casa regreso dejando también unos dulces tradicional, los mochis eran los favoritos de su ahijada, y también hizo uvas verdes bañadas en caramelo en banderillas. —Por favor, sírvase.

Todoroki no era amante de los dulces, si los comía sin inconveniente. Pero esas frutas cubiertas por una capa delgada de un nectar brillante sin duda le hicieron agua la boca. Su madre acostumbraba a hacerle unos parecidos con otras frutas cuando niños a su hermana Fuyumi y a él.

Tomo uno palillo, lo miro con detenimiento, las dos féminas tenían su atención en el muchacho. Aunque fuera casi un adulto completamente, dejaba ver expresiones muy inocentes cuál niño emocionado. Cómo en ese instante, que los iris destellaban con añoranza por el aperitivo.

Por fin dejo de retratar las uvas y encajo la primera en su boca, mordiendo consiguiendo con ello, un sonido crocante y bajito pero estridente. Mastico sintiendo como el azúcar derretida y caramelizada se rompía dentro de su boca, desplazando por sus papillas un delicioso y suave sabor dulce que era controlado por la acides de la fruta.

—Mamá dijiste que era un cara de descanso, no un niño dentro de un adulto. —El modo fangirl salió de la chica, tenía sus manos en puños cada lado de sus mofletes, logrando hacerlos más marcados. —Es adorable.

Saco su teléfono y de manera inmediata le saco una fotografía. Era malditamente fotogénico y esa expresión infantil la había ver adorablemente lindo.

—¡Ochako eso es de mala educación!—, su madrina reprendió a la chica, pero está aún así no dejo de tomarle fotos al Todoroki que en primer momento seguí concentrado con su dulce, pero cuando la escucho y sintió el flash de la cámara en sus retinas solo dejo ser a Uraraka.

¿Esto será suficiente agradecimiento por su ayuda con la investigación?

Se pregunto, contrariado consigo mismo. Pensando que eso sería una invasión a su privacidad, así como también ahora mucho es de mal gusto que le tomen fotos sin su consentimiento.

—L-lo sien-to...—, trago por su garganta el bocado que no lo dejaba hablar claramente. —Es que tiene tiempo que no como uno de estos, y mi mamá me los preparaba cuando niño.

—Me alegro que te traiga buenos recuerdos. —Sonrío enternecida hacia el hombre en traje y gabardina. —Ochako deja de atragantarte de los mochis, déjale uno a la visita.

—Nhu.

Apenas logro negar con la boca acupada por el panecillo relleno de chocolate.

—No se preocupe, con esta banderilla estoy más que satisfecho. —Dejo de leer y cerró el cuaderno, depositándolo en la mesa donde estaban lo que degustaban, así como el resto de la investigación de la glotona.

—¿Qué es lo que puedo hacer por usted?

—Si no es mucho inconveniente, quería que viera la foto de esta persona. —De entre su gabardina extrajo la foto de Katsuki Bakugo, la desplazo por la mesa hasta que ella la tomo entre sus dedos. —¿Lo conoce? ¿O hace familiar?

—Su carita me suena... —Inclino a un lado su rostro, pensativa. Su expresión se llenó de iluminación cuando pareció recordar algo. —Por supuesto, es el niño que salió herido de gravedad en el campamento que fueron mis hijos hace años.

—¿Herido de gravedad?—, pregunto. —¿Sabe si tuvo relación alguna con sus hijos o con el niño de cabello verde de aquí?—le tendió la otra foto, la cual le pertenencia y por encima de la foto le señaló al pequeño Izuku con su dedo índice.

—Solo sé que el pequeño se callo y se dió en la cabeza, y tuvieron que llevarlo de emergencia a el hospital.










~

Adelanto del próximo capítulo...

Despierta unas cuantas horas luego del mal sueño que tuvo su amado Kacchan. Prepara todo, sale de ahí, no antes de asegurar al cenizo a la cama.

Se dirige a el almacén a fuera del edificio del comedor del campamento. Ahí en ese cobertizo se coloca en la espalda contenedor de las flechas, toma el arco y sale con su ropa de camuflaje. Listo para cazar, la comida ya estaba comenzando a acabarse, sobre todo la carne. Y tenía muy presente que Katsuki llevaba una dieta con grandes cantidades de proteína.

Logro percibir a una pequeña bola de pelos color café, con manches negras en su pelaje. Sus piernas eran ricas y nutritivas según lo que había leído pero...

El conejo nunca lo casaría, le recuerda mucho a el que ellos dos cuidaron en ese mismo lugar y esos mal nacidos mataron de forma tan cruel. Siguió buscando, camino entre las irregularidades y de su costado vio pasar algo.

Un ganso.

Metió una de la flechas entre su dedo y la cuerda, cerró uno de sus ojos y apunto. La flecha se deslizó de su toque y menguo en la tenzada cuerda. El sonido de lamento entro por su oído, y le hizo cerrar los párpados con pesar, podría ser un asesino a sangre fría, pero lo más puro en este lugar que tiene vida, son los animales.

Llegó hasta el ave blanca, seguía agonizando. Se inco a su lado, juntó sus manos y las acercó a su cara. Agradeció para que la carne del ganso que se convertiría en comida fuera bendecida. Y luego de ello, con una punzada de culpa le cortó el cuello, para acabar con el sufrimiento de la indefensa ave. 









•Nota de aurora•

Lamento mucho seguir declinando a mi palabra de actualizar cada sábado, o al menos no ese día pero una vez por semana. La verdad he tenido días muy ocupados, sobre todo porque conseguí trabajo y pues, me pone hacer cosas, pero en mis ratos libres trato de escribir para no dejar tan muerta está historia.

Gracias por leer, y lamento si no explico los capítulos como en el fanfic El asistente Izuchako, porque esto se trata de suspenso, misterio y así, pero me conozco si explico algo siento que terminaré de dar spoirlers sin darme cuenta y, no quiero eso.

Quedó que hagan hipótesis de lo que podría llegar a pasar, que analisen cada actualización y, me digan en los comentarios que creen que podría pasar, o porqué hacen eso los protagonistas, ya saben, sean activos, sorprendanme con sus ideas sobre el rumbo de esta historia.

Muchas gracias por leer. ✨💚

Recuerden, comentar y votar es amor.

Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas ✨💚 ¡Fuera!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top