Capítulo 26
Maratón 3/4
Aunque lo intento, no consigo moverme ni un centímetro. Mi cuerpo no reacciona a las órdenes que le doy, como si mi cerebro hubiera decidido desconectarse, dejándome a mí en éstas deplorables condiciones: petrificada y presa del pánico.
—¿En serio nos vas a disparar? —pregunta Jess, pero por alguna razón, no luce asustada, sino que su voz va cargada con cierta "diversión". O por lo menos, una muy bien fingida.
—No creo que quieras averiguarlo, hermanita —murmura, con esa sonrisa ladeada que tanto he odiado los últimos días—, ¿o sí?
—Eres un desgraciado...
Antes de que continúe insultándolo, busco a tientas su mano y, cuando la encuentro, no dudo de apretarla tan fuerte como puedo, con la esperanza de hacerla entrar en razón y que se detenga, porque lo que menos quiero, es que las cosas se salgan de control, mucho más de lo que lo han hecho hasta ahora. Tengo que intentar que pare, porque sólo así, lograré que salga con vida de éste lugar.
Sin embargo, mis esperanzas decaen cuando, tras un suave apretón de su parte, se suelta, para después, ponerse de pie y enfrentar a su hermano.
—¿Por qué, Connor? ¿Por qué tuviste que llegar a estos extremos, cuando ninguno de ellos tenía la culpa de nada...?
—No hables, Jess, tú no hables... porque tú no entiendes una mierda, de lo que yo, sentí —amenaza, con cierta brusquedad.
—Tienes razón, no lo entiendo... pero eso tampoco es excusa para hacer lo que tú hiciste... lastimaste a muchas personas, Connor... demasiadas... —susurra, con la tristeza impregnada en su voz— no puedes obligar a las personas a sentir algo que no les nace. Y el querer forzarlas, es un acto egoísta de tu parte.
Él no dice nada, sólo se queda ahí, en su lugar, intercambiando su vista entre Jess y yo, como si buscara una solución al problema en el que está. O como si intentara decidir qué hacer con nosotras dos.
—¿Sabes por qué Anna decidió exihibirte frente a todos, ese día? —pregunta, cambiando el tema— Fue porque tú le gustabas. Y al enterarse de tu amor por Ali, sintió rabia y mucho enojo, porque no heriste su corazón, sino algo mucho más poderoso y peligroso: su orgullo... su ego...
»Meternos con el ego de alguien más, es igual que ganarnos un nuevo enemigo que, seguro, querrá humillarnos de la peor manera posible, pero ¿sabes qué? Aún con todo y eso, no estamos obligados a complacerlo si no queremos. ¿O es que acaso tú estabas obligado a corresponderle a Anna, sólo porque le gustabas?
De igual manera, él no responde, aunque ya no sé si es porque no sabe qué decir o si lo hace sólo para dejarnos en "suspenso".
—No, Connor, no lo estabas... porque nadie puede obligarnos a corresponderle a alguien si no nos nace. Lo mismo pasa con Alissa, nada ni nadie puede obligarla a sentir algo por ti, si ella no quiere... —Su tono compasivo parece tocar un punto débil en él, pues por un breve momento, logro ver como deja de sostener el arma con la misma "firmeza" que al inicio— Cada uno de nosotros es libre de amar a quién quiera, pero eso no nos da el derecho de forzar a alguien más a sentir lo mismo por nosotros...
Un nudo se forma en mi garganta al escuchar y, sobre todo, entender las palabras de Jess, pues no puedo evitar pensar en mi situación y lo que siento por ella. Si soy honesta conmigo misma... creo que tiene toda la razón. No importa cuánto la quiera, no significa que ella deba corresponder mis sentimientos. Yo elegí éste camino, elegí permanecer a su lado, aún sabiendo lo difícil que eso sería; yo elegí hacerlo y fue mi decisión. Ni ella ni nadie más, deberían cargar con las consecuencias de mis actos.
—No puedes comparar la situación, Jess. Y tú lo sabes bien —opina Connor, sacándome de mis pensamientos— Anna era de lo peor. ¿Sabías que incluso se acostó con uno de mis profesores? —Me quedo boquiabierta, contemplando la escena en silencio, mientras que, desde lejos, continúo escuchando una pequeña parte de la conversación—, dime, ¿en verdad crees que soy tan mal partido?
—No... no lo eres... tú eres el chico más perfecto que existe —susurra, con un brillo de gran admiración en su mirada, mismo que se apaga apenas dos segundos después—. Sin embargo, eso no garantiza que todas las chicas caerán rendidas ante ti, sin excepción alguna... como dije, cada quién es libre de amar a quién quiera, ¿no? —Se queda en silencio de repente. Y la intranquilidad me invade cuando la veo suspirar con profundidad, como si se preparara para algo, excepto que no sé para qué— Además, ¿cómo puedes estar seguro de que sus gustos no son... otros...?
No, no, no. Jess, por favor, no hagas esto...
—¿Lo dices porque a Alissa le gustan las mujeres?
Si antes ya estaba sorprendida, ésta vez, quién se ha quedado boquiabierta es ella, no yo.
—¿Acaso...? Dios mío... ¿acaso ya sabías sobre eso? —pregunta ella, sin dejar de verlo con cierto asombro, mientras él aprovecha su breve momento de distracción para dibujar una macabra y espeluznante sonrisa a lo largo de su boca, la cual me obliga a entrar en estado de alerta.
—Claro que lo sabía. ¿Y adivina qué? También sé algo más que quizás te pueda interesar... —sisea, sabiendo que eso me obligará a reaccionar.
—No, Connor, por favor... no lo hagas... no hagas esto... sólo cállate... —suplico, entre jadeos, poniendo todo mi empeño en levantarme del suelo, plan que no resulta como imaginaba. Mis piernas se sienten tan débiles que apenas logran sostenerme un poco, sin mencionar el intenso mareo que me ataca de repente.
—No quiero escucharlo, me da igual —anuncia Jess, con una firmeza impresionante, confundiendo tanto a su hermano que éste frunce el ceño.
—¿Estás segura? Porque está relacionado contigo...
—Ya te dije, no me interesa oírlo —vuelve a sentenciar. Ésta vez, la firmeza no está sólo en sus palabras, sino también en sus gestos y, sobre todo, en su mirada, la cual está cargada de una confianza que hace mucho no veía en ella.
No quiero esperar a que logre convencerla, así que luego de respirar profundo un par de veces, logro reunir las pocas fuerzas que me quedan y de un salto, me levanto y camino con rapidez hacia dónde está Connor. Y claro, al ver mi acción, éste no lo duda y vuelve a colocarse en posición de alerta, levantando el arma y apuntándome sin siquiera temblar.
—Ali, no —habla ella, parándose frente a mí, interponiéndose entre Connor y yo.
—Quítate de enfrente, Jessie —la amenaza, ésta vez, apuntándole a ella, sin embargo, ella no se mueve; se queda quieta durante varios segundos, en los que ninguno de los dos hace nada más que mirarse, como si se comunicaran de alguna forma, sólo que sin utilizar palabras para hacerlo.
—Hermano... —lo llama, de forma cálida— aún estás a tiempo de arreglar las cosas... aún puedes arrepentirte y corregir tus errores...
Casi de inmediato, logro ver como la mano con la que Connor sostiene el arma, comienza a temblar de forma leve, señal de que está asustado o que, quizás, las palabras de su hermana han tocado algún punto débil en su interior. Él está consciente de que, lo que hizo, fue una gran equivocación y en el fondo, le pesa, por eso ha reaccionado así desde que Jessie apareció. Creo que ella es la única que puede hacerlo reaccionar; ella es la única que puede ayudarlo a recobrar la cordura.
—Ya no sigas con esto, Connor... por favor, ya detente... —suplica, en un susurro bajo que apenas logro escuchar— hazlo por mí, no empeores aún más la situación...
El silencio vuelve a reinar en el lugar, mientras el tiempo sigue su curso sin que obtengamos una respuesta de su parte, lo cual espero que sea bueno, ya que Connor no deja de mirar a su hermana con... ¿tristeza? ¿Melancolía? ¿Dolor, tal vez? No lo sé, pero algo es seguro y es que sus palabras, lo han hecho meditar. Es como si hasta ahora hubiera entendido la gravedad de los hechos y como si todo eso, empezara a afectarle de alguna forma, aunque no sé si eso será suficiente para traerlo de nuevo al "lado bueno".
Su expresión pensativa, consigue que Jess confíe en él y con cautela, se va acercando de a poco, cuidando no hacer ningún movimiento brusco que pueda asustarlo y, en el peor de los casos, orillarlo a cometer una locura —como dispararnos, claro está—. Por suerte, él parece no reaccionar ante su cercanía, por lo que ella continúa caminando hacia él con cuidado, alejándose cada vez más de mí.
Mi respiración se entrecorta de vez en cuando y un suspiro mal disimulado se me escapa por accidente, mientras, en mi mente, le suplico al cielo que todo haya terminado ya. Quiero creer que las cosas aún pueden resultar bien para mí y por eso, sigo sin moverme, por miedo a que mi acción desencadene al monstruo que Connor lleva por dentro. Jessie, por su parte, termina de cortar la distancia que los separa y, con cierta delicadeza, le sujeta la mano, en un gesto amoroso que busca hacerle entender que aún puede contar con ella y que juntos encontrarán una solución, algo que parece dar resultado, pues veo cómo éste le corresponde, aferrándose a ella como si fuera lo único que le quedara.
De manera escandalosa, suelto el aire que tenía atrapado en el pecho debido al miedo que me invadía, el cual desaparece al ver que todo resultó bien.
—¡¡¿¿Qué haces, Connor??!!
Su grito me obliga a reaccionar en el momento justo en que él la sujeta del brazo con mucha fuerza, impidiéndole moverse, al mismo tiempo que vuelve a enderezarse y levanta el arma, ésta vez, apuntándome a mí.
Todo parece transcurrir en cámara lenta frente a mis ojos. Jessie forcejea con la esperanza de liberarse, pero él se niega a dejarla ir, ya que así, no podrá defenderme, como al principio. Su mirada vuelve a tornarse oscura y malévola, excepto que ahora, esos sentimientos son mil veces más fuertes que antes. Todo él irradia ira, maldad y, sobre todo, odio. Sí, mucho odio, contra mí; un odio que lo tiene cegado y que lo obliga a seguir con el plan inicial.
—¡Basta, Connor! ¡¿Qué rayos estás haciendo?! —vuelve a gritar Jess, sin conseguir su objetivo.
—Tranquila, hermanita. Voy a acabar con el problema desde la raíz.
El tiempo parece detenerse luego de eso.
Si es que dijeron algo más, no lo escuché.
Un espantoso pitido se instala en mis oídos de repente, impidiéndome oír cualquier otra cosa que no sean los fuertes latidos de mi corazón, volviéndose más lentos con cada segundo que pasa, como si mi cerebro quisiera mostrarme la situación real, sin embargo, no logro reaccionar y sólo soy consciente de cómo trago saliva con dificultad, preparándome para lo que viene.
La vida entera pasa ante mis ojos en ese instante, mostrándome diversas imágenes de lo que he vivido.
Veo a mi mamá... y recuerdo su expresión enfadada cuando me regañaba por cometer alguna idiotez. Vaya que me lo merecía...
Veo a mis antiguos compañeros de secundaria y amigos del trabajo, con quienes reía y bromeaba cada vez que salía para almorzar...
Veo a Jessie... y a Connor. Y recuerdo el tiempo en que los tres éramos muy unidos, casi como hermanos. Recuerdo todas esas tardes que jugábamos juntos... cuando los tres éramos mejores amigos y no había maldad alguna entre nosotros...
Y por último, veo a Jessie... y todos los momentos que vivimos juntas, pasan frente a mis ojos como si de un tren se tratara. Su recuerdo es el que más me gusta y, al mismo tiempo, el que más me duele, pues casi puedo verla sonreír de nuevo, mientras me dice una de sus tantas cursilerías que me sacaban de quicio, pero que ahora, desearía volver a escuchar.
—¡¡Para, Connor!! ¡¡¡Noooo!!!
El mundo a mi alrededor se congela de golpe. Y apenas logro cerrar los ojos con fuerza cuando veo lo que se avecina.
Una explosión rompe el silencio del lugar, antes de que todo se sumerja en un profundo silencio.
Bueno... esto ya valió.
Hagan sus apuestas, mis queridos lectores, ¿qué creen que pase ahora? Estamos a sólo dos capítulos del final, no lo creo, AAAAHHHHHH. 😭😭💖
Me cuesta creer que ésta historia esté a nada de terminar. Cuando la inicié, vi ésta meta como algo imposible, pero aquí estamos, nueve meses después, seguimos en la lucha.
Eso de los nueve meses está peor que embarazo, JAJAJAJ.
Por cierto, aquí va un dato innecesario y medio random. XD
¿Sabían que, originalmente, ésta historia sólo tendría quince capítulos y nada más tres víctimas? Ni hablar de los colores de las mantas que planeaba usar al inicio, porque no eran específicamente los colores del arcoíris. La verdad, la trama fue sufriendo diferentes cambios conforme avanzaba. Y la idea que salió del ONC, sufrió varios cambios desde su versión original. Quizás, algún día, les cuente más sobre esa versión, pero por ahora, continuemos con ésta.
¿Ustedes qué opinan? ¿Qué creen que pasará con Alissa, Jessie y Connor?
Los quiero, no lo olviden. 💖
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