Capítulo 18
Maratón 1/6
—Veamos… ¿por dónde empiezo? —La sonrisa que dibuja en su rostro, incluso se ve diabólica, lo que me causa temor por no saber qué clase de pensamientos retorcidos pasan por su cabeza— Oh, claro, Marlenne… una odiosa de lo peor que siempre aprovechó cada oportunidad que tenía, para hacerte la vida imposible, ¿no?
—¿Y eso qué tiene que ver? —pregunto, al no comprender del todo lo que intenta decir.
—Bueno, cada vez que la veía molestándote en clases, en los recesos o a la salida, sentía mucho enojo y una gran rabia contra ella, ¿sabes? —Se cruza de brazos, sin dejar de mirarme— Y quería hacerla pagar por ello.
Trago saliva con cierta dificultad al escucharlo. Sabía que Connor llevaba mucho tiempo planeando esto, pero nunca imaginé que tanto. Oírlo hablar así, sólo me confirma que su locura no es reciente, pues han pasado casi diez años desde aquel entonces, cuando Marlenne se volvió la chica más odiada de casi toda la secundaria.
—Sabes bien que Marlenne nos molestaba a todos, no sólo a mí. Y eso no era excusa para lastimarla como tú lo hiciste —contraataco, decidida a hacerle entender la gravedad de sus actos—. ¿Qué hay de Tonny? —pregunto, cambiando el sujeto principal de nuestra charla— Él jamás me molestó ni nada parecido, por el contrario, era un increíble amigo y, además, ¡era el novio de tu hermana!
Siento mi corazón encogerse al volver a pensar en Jess y no puedo evitar preocuparme por ella. ¿Cómo estará? ¿Estará bien?
En verdad, espero que sí.
—¿Te refieres a Antonny? —pregunta, captando mi atención. Había olvidado que a él nunca le gustó que lo llamáramos “Tonny” y creo que ahora entiendo el porqué. Él y su maldita posesividad— Su único y mayor error, fue la propuesta que te hizo.
—¿Propuesta? ¿De qué propuesta hablas? —La duda debe notarse en mi rostro, pues él me mira y después, suelta una ligera risa.
—No finjas, Alissa, sabes bien de lo que hablo, ¿o es que tan rápido olvidas a los chicos que te piden salir con ellos?
Mis ojos se abren de la sorpresa al oírlo. Esto… no es posible… ¿cómo…?
—¿Tú cómo rayos sabes sobre eso…? —pregunto, en un hilo de voz.
No es posible. Acordamos con Tonny que nunca le contaríamos a nadie sobre esto. La única que siempre lo supo, fue Jessie, pero eso no explica cómo es que Connor se enteró. ¿Acaso Jess se lo dijo? Y si así fue, entonces…
¿Ella es cómplice en todo esto?
Sacudo mi cabeza un poco para despejar mis ideas. Me niego a creer que mi mejor amiga haya formado parte de este plan tan retorcido.
—No le des tantas vueltas, Alissa, la respuesta es más simple de lo que imaginas. —Su voz, de nuevo, consigue traerme de vuelta a la realidad— ¿Ya olvidaste que Antonny y yo solíamos ser mejores amigos?
Casi siento ganas de golpearme la cabeza contra la pared al recordarlo. Él tiene razón, hace muchos años, Tonny y Connor solían ser los mejores amigos, pero un día —Según lo que escuché— tuvieron una fuerte discusión que acabó separándolos, no obstante, aún con el paso de los años, siguieron llevándose muy bien, sólo que ya no eran “inseparables”, como antes, sino que aún había cierta distancia entre ellos.
Ahora que lo pienso, tiene mucho sentido. Así como yo le conté a mi mejor amiga lo que sucedió, era normal que Tonny hiciera lo mismo, pero con su mejor amigo. Entonces, ¿eso quiere decir que Connor ya tenía interés en mí, desde esa época? Y a su vez, significaría que… oh no… no es posible…
¿Acaso, la discusión que tuvieron, fue por mi causa?
Me niego a creerlo. Como ya dije, nunca fui una supermodelo por la que los hombres se pelearan, por lo tanto, me niego a aceptar la idea de que hayan discutido por mi culpa.
Sin embargo, no puedo evitar pensar que sí, tiene algo de sentido. Connor no tenía forma de saber lo que pasó, a menos que Tonny se lo hubiera comentado y, si de repente, te enteraras de que tu mejor amigo también está interesado en la misma chica que tú, ¿eso no sería motivo de discusión? ¿Y qué tal si esa fue la razón por la que se separaron y Connor acabó cediéndole su lugar a alguien más?
El nombre de Danny resuena con fuerza en mi mente y la confusión vuelve a apoderarse de mí al pensar en él. No lo entiendo, Connor asegura que le hizo daño a su “ex” mejor amigo por la propuesta que me hizo, pero entonces ¿qué hay de su mejor amigo “actual”?
—¿Qué me dices de Danny? —pregunto, con seriedad— ¡Él era tu mejor amigo, Connor! Y jamás intentó nada conmigo, ¿por qué a él, eh? ¿No te da remordimiento saber lo que le hiciste, aún cuando él te idolatraba?
Su mirada decae un poco al oírme, al igual que su gesto, lo que me hace creer que, en realidad, Connor no es del todo “indiferente”. En su interior, sabe lo que hizo y le pesa, aunque no lo admita.
Un nuevo recuerdo se presenta en mi memoria y me hace observar hacia todos lados, buscando algo que, al final, no encuentro, pero no pude haber soñado, ¿o sí? Estoy segura de que, cuando desperté, por primera vez, su cadáver estaba aquí, en éste sitio. Incluso se podía sentir el nauseabundo olor a sangre inundando el lugar, pero entonces…
—¿Dónde está? —Me pregunto, pero acabo pensando en voz alta— ¿Qué hiciste con él…? ¿Qué hicist-te con… con su…?
—¿Con su cuerpo? —Acaba la pregunta por mí— Tranquila, no tienes que preocuparte por eso. Él ya fue encontrado, con una linda manta azul cubriéndolo.
Siento que algo en mi pecho se rompe al oírlo. No puede ser cierto… ¡éste no es Connor! ¡Connor nunca haría algo así y menos hablaría con tanta frialdad!
Mis ojos se inundan y la ira acaba dominándome.
—¡Eres un maldito, Connor! ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Por qué lo hiciste?! —Mi instinto me obliga a irme contra él, pero las cadenas que me mantienen sujetada a la pared, me impiden acercarme, lo que incrementa en gran manera mi rabia— ¡Danny no lo merecía! ¡Su error fue quererte y apreciar a una bestia como tú! ¡¡Eras su ídolo, maldita sea!!
El dolor en mi pecho aumenta y me obliga a caer de rodillas, al suelo, mientras el sonido de mi llanto se intensifica. Aún recuerdo con claridad el rostro de Danny y esa sonrisa que siempre llevaba a todos lados, algo muy diferente a lo que vi aquí. Esa mirada cargada de miedo… su rostro tan pálido como la nieve… y esa horrible herida en su cuello… no, no quiero ni recordarlo. Esa no es la última imagen suya que quiero conservar en mi memoria. Quiero recordarlo como el chico simple, amigable y tierno que siempre fue; un chico que lograba ganarse tu cariño en muy poco tiempo, ¿cómo es que Connor no pudo ver eso en él? ¿Cómo fue capaz de lastimarlo de esa forma?
—Entiende, Alissa, no tuve otra opción —asegura, en tono cansado—. Danny tuvo la mala suerte de descubrir mis planes. Él se enteró de lo que estaba haciendo y no podía permitir que me delatara, no sin antes cumplir mi verdadero objetivo. —Su expresión decae más a cada segundo. Es como si la muerte de Danny le pesara mucho más que la de las demás personas—. ¿De verdad crees que quería hacerlo? Él era mi mejor amigo, pero no me quedó otra salida, así que tuve que encargarme de él.
Por un instante, siento como si me apretaran el corazón al verlo así, triste. Claro está que él aún siente, siente dolor, frustración y una gran angustia por lo que está haciendo. Él sabe que no está bien, pero su locura lo tiene cegado. Y, para mi desgracia, no creo que algo que yo diga, pueda ayudarlo a ver la realidad y cambiar de opinión.
Sacudo mi cabeza un poco al darme cuenta de lo que estoy pensando. No puedo ponerme de su lado ni tampoco justificar sus actos. Aunque, en el fondo, le duela lo que ha hecho, eso no borra sus errores. A pesar de todo, él sigue siendo el asesino Arcoíris y nada me garantiza que me dejará con vida sólo porque intente ponerme en su lugar. Por el contrario, es más probable que acabe conmigo, pues —Según él— fui yo quien lo obligó a hacer eso. Según él, fui yo quien lo convirtió en lo que es ahora: un ser sin sentimientos a quien no le importó matar a tantas personas.
Decidida a continuar con mi búsqueda de respuestas, pregunto por la única persona a la que no logro asociar de ninguna forma conmigo.
—¿Qué hay de la cuarta víctima? ¿Qué tengo que ver yo con ella? Ni siquiera la conocía, su nombre no me suena familiar, ¿Anna? ¿En qué me relaciono yo, con ella?
Al oírme, la expresión de Connor vuelve a tornarse dura y su semblante se ensombrece de una forma tan espeluznante, que me obliga a tragar saliva con cierto miedo. Creo que he encontrado los dos lados opuestos de su personalidad. Cuando mencioné a Danny, su mejor amigo, quizás logré tocar una fibra sensible de su ser, pero ahora, que hablé sobre la tal “Anna”, es como si hubiera activado algún interruptor, uno que enciende la maldad y desata al verdadero monstruo que él es.
Y tengo que admitirlo, eso me causa mucho miedo.
—Lo que ella hizo… no estuvo relacionado contigo, Alissa, sino conmigo. Su error fue meterse con la persona equivocada.
Mi ceño se frunce al no entender de qué habla. ¿Cómo que con él? Eso significa que… sea lo que sea que haya hecho, fue contra él, no contra mí. Quiere decir que su conexión no es conmigo, después de todo, sino con él. Y pensar que la muerte de esa chica fue la que más me traumatizó, sobretodo porque pensé que yo tenía algo que ver con ella.
—No finjas que no lo sabes, Alissa. Sé que te enteraste de lo que pasó, a pesar de haberlo negado una y otra vez.
Ahora sí, no estoy entendiendo nada. Primero, me dice que esa chica no estaba relacionada conmigo, para después, reclamarme por “fingir” y decirme que él sabe la verdad y que sí me enteré de lo que pasó, pero ¿de qué se supone que me enteré? ¿Qué es lo que —Según él— sé?
—Connor… te juro que no sé de qué estás hablando… —logro balbucear, aún con temor.
—Sólo haz memoria —ordena, mirándome con severidad—. Ese día en la universidad, cuando cierta chica gritó a los cuatro vientos, en pleno partido, mi amor por alguien que jamás me correspondería, ¿te suena familiar?
Oh… por… Dios… ahora lo entiendo…
Mi boca se abre con sorpresa cuando, por fin, el nombre hace eco en mi memoria, mandándome de regreso al pasado…
Anna… Anna Martins… mejor recordada como Anny. Fue compañera de Connor en la universidad y, aún peor que eso, es que es recordada por el escándalo que ocasionó ese día.
Para mi desgracia, lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Connor no sólo era muy inteligente y un gran estudiante, sino que también tenía cualidades físicas envidiables, tanto que, sin mucho esfuerzo, se convirtió en el capitán del equipo de fútbol de su universidad y, como buen líder, claro está que no podía faltar a ningún partido.
Quizás, ese día, hubiera sido mejor opción faltar.
Lo recuerdo muy bien. Jess y yo estábamos en las gradas, apoyándolo, mientras él se lucía en el juego. Desde el inicio, la diferencia en el marcador fue abismal. El equipo de Connor llevaba la delantera y todos los presentes sabíamos que sus rivales no tenían oportunidad.
O eso creímos, hasta que cierta animadora apareció en el campo.
Todo fue un caos. Con su espectacular figura resaltada por el ajustado uniforme que llevaba, logró captar la atención de casi todos los jugadores y eso bastó para que el resto de nosotros le prestáramos atención. No teníamos idea de que eso era parte de su plan y aún hoy en día, me sigo arrepintiendo de haber asistido a ese juego.
Bastaron unos pocos segundos para que Anna dejara en ridículo a Connor, delante de todos. Recuerdo que, de algún lado, sacó un micrófono y reveló que él siempre había rechazado a todas las chicas que se le acercaban, sólo porque estaba enamorado. Sí, enamorado de una persona que jamás le correspondería, llamada Alissa White.
Nunca supe cómo es que aquella loca sabía mi nombre, sólo me enteré —por boca de Jess— que habían ciertos rumores relacionados a la supuesta atracción que Anna sentía por Connor. Según mi mejor amiga, nunca pasaron de ser eso y por esa razón, tanto ella como su hermano, llegaron a creer que sólo eran mentiras.
Pero resultó que no lo eran. Y el orgullo herido de esa chica bastó para querer avergonzar a Connor.
Aún recuerdo la horrible sensación que me invadió al ver como todos se pusieron en su contra, incluso sus compañeros de equipo, quienes no tardaron en hacerlo objeto de sus burlas y malas bromas, después de todo, lo habían catalogado como “el galán rompecorazones” y saber que existía una persona que lo rechazó, fue motivo suficiente para querer molestarlo de más.
Ni hablar de la reacción de las chicas. Todas estaban furiosas con él, pues era bien sabido que Connor rechazaba a cada mujer que se le acercaba, con la triste excusa de que “no era suficiente para ellas”. Era lógico, cuando supieron que estaba “intentando” algo con alguien más, se sintieron menospreciadas, heridas, como si fueran poca cosa y no merecieran salir con el “inalcanzable” Connor Hampton.
Todo empeoró luego de la revelación de esa chica. Connor quedó pasmado y, por ello, le resultó imposible concentrarse en el partido. Su equipo acabó perdiendo por una diferencia considerable y eso sólo aumentó el odio de sus compañeros. Las burlas se convirtieron en insultos y las bromas, acabaron siendo golpes y empujones que, al final, lograron sacarlo de quicio.
Fue por eso que Connor solicitó su traslado a otra universidad, para no tener que seguir soportando ese infierno.
Yo, por mi parte, tuve que buscar mi propia solución. Claro está que no tuve que soportar burlas e insultos, pero mi conciencia no me dejaba tranquila, pues siempre me recordaba que —de cierta forma— todo había sido mi culpa. Yo rechacé a Connor y, de alguna manera, ella se enteró y acabó usando eso en su contra. Muchas veces pensé en cambiar las cosas y pedirle a Connor salir conmigo, no obstante, aquello iba en contra de mi propia identidad, así que tampoco podía tomar ese camino.
Al final, sólo me quedó una opción: fingir que nada había pasado.
Al principio, Jess no estaba de acuerdo con mis planes, pero de alguna forma, logré convencerla y acordamos decirle a Connor que yo no había estado ahí ese día y, por consecuente, que no había presenciado el escándalo que la tal “Anna” provocó. Quizás, eso no borraría la mancha en su reputación de galán, pero al menos, no tendría que sentirse aún más avergonzado cada vez que me viera.
Siempre creí que había logrado convencerlo, pero ahora, empiezo a dudar de ello.
—¿Qué? ¿Seguirás afirmando que no sabes nada?
Aunque lo intento, no logro responder. Es como si las palabras se hubieran quedado atrapadas en lo más profundo de mi garganta, haciéndome imposible opinar algo, pero ¿qué podría decir? ¿Cómo iba a saber que, la cuarta víctima, en realidad, era la loca de Anna? Apenas recordaba su nombre, sin embargo, claro está que Connor nunca la olvidó y al final, terminó cobrando venganza, varios años después.
El nuevo pensamiento que aparece en mi cabeza, me provoca arcadas y un profundo malestar. De una forma u otra, todas y cada una de las víctimas que ha mencionado hasta ahora, estaban ligadas a Connor y a mí. O, mejor dicho, a la incómoda situación que se dio entre nosotros dos. Eso quiere decir que…
Un nudo se forma en mi garganta cuando el nombre de otra persona llega a mi memoria, sin embargo, no estoy segura de si debo preguntar, pues no sé si seré capaz de afrontar y, sobretodo, aceptar la respuesta que él me dé. ¿Y si la verdad detrás de todo esto es más retorcida de lo que imaginaba?
A veces, es mejor dejar que ciertos secretos permanezcan en la oscuridad.
Decidida a terminar de una vez por todas con éste misterio, me armo de valor para hacer esa pregunta que tanto me aterra.
—¿Qué me dices de…? —Siento como si mi garganta se cerrara al hablar, por lo que inhalo algo de aire y continúo— ¿Qué me dices… de Britanny?
Durante unos segundos, Connor se mantiene en silencio, un silencio que no tarda mucho en desesperarme.
—¿Por qué, eh? ¿Por qué a ella? Britanny era una chica increíble y, hasta donde yo recuerdo, JAMÁS nos hizo daño. Ni a ti, ni a mí —afirmo, con gran seguridad— ¿Qué hizo para merecer ese castigo? ¡¿Qué pudo hacer una chica tan linda como ella para ganarse tu odio?!
Las lágrimas vuelven a inundar mis ojos, mientras el recuerdo de su sonrisa se hace presente en mi memoria.
—Bri era demasiado buena… y no merecía morir de esa forma —susurro, para mí misma, no obstante, termino hablando más fuerte de lo que quería.
De inmediato, noto como su respiración empieza a tornarse más… errática, mientras aprieta los puños con una fuerza desmedida. Está furioso… y lo peor es no saber el porqué.
—¿Ahora lo entiendes? —pregunta, entre dientes— ¡Ese fue su maldito problema!
Pero…
—¿Qué? —Mi ceño se frunce al no entender a qué se refiere— ¿De qué hablas, Connor?
La carcajada que suelta, me provoca un sobresalto, pero el verdadero temor me invade cuando noto como su mirada cambia. Está enojado… muy enojado. Y la verdad, no sé si quiero saber el porqué de ello.
—No lo entiendes, ¿cierto? —vuelve a preguntar. Al no obtener respuesta de mi parte, suspira con gran pesadez— ¡Fue ese! ¡Ese fue su error! Ser una persona “demasiado buena”; tan buena, ¡que logró que tú te enamoraras de ella!
El mundo a mi alrededor se detiene de golpe.
Mi cerebro deja de funcionar en el instante en que comprendo sus palabras. Ni siquiera soy capaz de respirar con normalidad y siento como la falta de aire en mis pulmones, empieza a asfixiarme. Los latidos de mi corazón se hacen cada vez más lentos, como un cruel recordatorio de la situación en la que estoy. El tiempo parece haberse detenido, haciendo de ésta una espantosa tortura que no tiene final.
Logró que tú te enamoraras de ella…
La misma frase se repite sin cesar en mi cabeza, confirmándome que no lo imaginé. Esas palabras salieron de la boca de Connor, pero ¿cómo es posible? Se supone que él no estaba enterado, entonces ¿cómo…?
—¿C-Có… cómo es que tú…? No, espera… ¿C-Cómo es que…? —Las palabras se me enredan cuando intento hablar. Y mi desenfrenado ritmo cardíaco, no colabora—. No puede… quiero decir… ¿de dónde rayos s-sacaste eso, Connor…?
—Por favor, Alissa, no me trates como un idiota, ¿de verdad creíste que no lo sabía?
Al oírlo, algo en mi mente hace clic. Siempre me pareció un poco extraño que Connor no se hubiera dado cuenta de mi verdadera orientación sexual, sobretodo porque su hermana lo supo de inmediato, incluso antes de que yo misma entendiera lo que me pasaba. Todos los que me conocen, saben que me gustan las mujeres y muchos lo deducen porque siempre, siempre visto con ropa y accesorios relacionados a la comunidad LGBT. Por eso, nunca entendí cómo es que Connor no se enteró. Quizás pensé que se debía a su poco interés en el tema, pero ahora, todo viene a cobrar sentido. Él siempre supo la verdad, sólo esperó el momento indicado para usarla en mi contra.
—Hipnosis… magia negra… hechicería… o simple palabrería barata, nunca entendí cómo lo hizo, pero lo cierto es que ella consiguió aquello que tanto quería. Ella… ella logró el objetivo por el que yo luché durante años… ¿te imaginas lo que sentí al enterarme?
Trago saliva al verlo apretar los puños con fuerza. Tengo el presentimiento de que ahora, su enojo es tres veces mayor al que sintió cuando hablamos de Anna, pero no entiendo el porqué. Anna lo dejó en ridículo, sí, tenía razones de sobra para odiarla, pero… ¿qué daño pudo hacerle una persona como Britanny, quién era incapaz de burlarse de los demás?
—Por eso, mi enojo hacia ella aumentaba día tras día, Alissa… sobretodo al ver que siempre se proponía marcar distancia, dejando claro que nunca serían algo más que simples amigas… —De la nada, se queda en silencio, como si hubiera hecho un nuevo descubrimiento, para después, reír con desgano— Qué curioso, ¿no? Britanny marcó la misma distancia que tú marcaste entre nosotros, dejándome claro que nunca seríamos nada más que amigos.
Al entender sus palabras, un profundo pesar se instala en mi pecho. Mi situación con Bri, fue algo que marcó de gran manera mi adolescencia, aunque no de la mejor forma, pues el conflicto interno que mantuve respecto a ella por tantos años, fue el encargado de que, en muchas ocasiones, me sintiera mal conmigo misma, sin embargo, nunca pensé que eso era justo lo que le estaba haciendo a Connor. Así como Britanny me rechazaba a mí de forma “amigable”, asimismo hacía yo con Connor, excepto que yo fui más insensible y acabé hiriéndolo en el proceso, aunque esa no haya sido mi intención.
Dios… fui una idiota. Si hubiera sabido el peso que mis decisiones tendrían, creo que lo hubiera pensado mejor, antes de actuar.
—¿Ahora lo entiendes, pequeña Ali? —pregunta, retomando la palabra— ¿Ahora entiendes a qué me refiero cuando digo que todos murieron por tu culpa? Debiste pensar mejor las cosas antes de rechazar mi propuesta. —La sonrisa tan tétrica que muestra, sólo hace que el caos en mi cabeza, empeore.
Siento como las lágrimas vuelven a hacer su acto de aparición, deslizándose una tras otra por mis mejillas. Sé que Connor está loco y que nada de lo que dice es cierto, pero en el fondo, hay una parte de mi cerebro que cree en sus mentiras y esa pequeña, casi insignificante parte, me acusa de ser la verdadera responsable, pero… ¿cómo iba a saber lo que pasaría? ¿Cómo iba a saber que mi rechazo le afectaría tanto?
Abro mis ojos con sorpresa cuando una nueva hipótesis —O quizás, revelación— llega a mí.
—Eso es… —susurro, antes de regresar mi vista a Connor—, ¿en verdad hiciste todo esto para demostrarme tu “amor”? ¿O es que sólo querías vengarte porque te rechacé?
—Es casi lo mismo, ¿no crees? —responde, seguro de lo que dice.
Una risa de lo más sarcástica se me escapa por accidente. Ahora lo entiendo… Connor no está enamorado de mí ni obsesionado conmigo. Todo lo contrario, creo que esto es más la típica situación de “arreglar su reputación”. Connor no quería nada conmigo, él sólo quería vengarse de la única chica que tuvo suficiente valor para rechazarlo; aquella que no cedió ante su encanto y quien, sin intención alguna, lo hizo quedar en ridículo, como el chico perfecto que no logró conquistar a una persona tan simple y sin gracia… como yo.
Pensar eso, hace que todo el dolor y la culpa que llevaba en mi interior, se transformen en rabia y mucho odio. Cinco personas… cinco personas murieron, sólo porque él no logró aceptar que no era tan “irresistible” como creía. Cinco personas tuvieron que morir por una venganza de lo más estúpida. Cinco personas… ¡cinco personas murieron por nada!
—¡Eres un maldito psicópata, Connor! ¡¿Por qué lo hiciste?! —Intento abalanzarme contra él, pero las cadenas me obligan a retroceder, quemándome la piel. Quiero gritar… llorar… pero, sobretodo, quiero justicia para todos, incluso para mí, porque es injusto verme envuelta en éste lío sólo porque seguí mi instinto, ¿acaso no tengo derecho a elegir sobre mi propia vida?— ¡Estás demente!
—Entiende, Alissa, no quería hacerlo, ¡pero me enfurecía saber que tú te habías fijado en esa chica! ¿Por qué? ¿Qué le viste? ¡¿Qué tenía ella que no tuviera yo?!
—¡No lo entiendes, idiota! ¡Bri no tenía la culpa de nada! ¡Ella era inocente! —Ni siquiera sé de dónde rayos saco esas palabras, pues cuando logro reaccionar, ya las he dicho— ¿Quieres saber la respuesta? Britanny tenía eso que a ti te falta… sinceridad, empatía, ¡al menos algo de cariño, maldita sea!
Siento que mi cabeza estallará en cualquier instante y ni siquiera soy capaz de controlar lo que digo o hago. La rabia que me invade es mucha y me obliga a actuar sin pensar.
—¡¿Por qué lo hiciste, Connor?! ¡¿ Por qué te desquitaste con ella?! ¡Era a mí a quien querías lastimar! ¡¿Por qué no me mataste a mí?! ¡¿Por qué a ella?!
—¡Era porque a ti te gustaba ella, joder! —grita, sacado de quicio, haciéndome soltar una carcajada irónica que ni sé de dónde salió.
—Tú sí que eres idiota… —afirmo, con ganas de volver a reír—. Entiéndelo de una vez… ¡No, me gustaba, Britanny! ¡Me gustaba tu hermana, maldita sea!
El silencio que se presenta de golpe en el ambiente, es el encargado de hacerme reaccionar.
Mi pecho sube y baja de forma errática, siendo acompañado por el fuerte sonido de mi descontrolada respiración. Un espantoso pitido se instala en mis oídos, impidiéndome oír cualquier otra cosa y aunque intento reaccionar o decir algo, apenas logro entender lo que acaba de pasar.
—¿Qué dijiste? —pregunta Connor, en un susurro— ¿Te gusta mi hermana?
No, no, no, no es cierto…
Oh por Dios… ¿qué fue lo que hice?
Y sip, he vuelto 😅😅 no me maten, por favor, quiero vivir y terminar ésta histoooriaaaa. 😭😭 Ya si después de eso, quieren matarme, los dejo, estarán en todo su derecho 🤧 pero eso sí, buena suerte encontrándome, jajajja. 🤣🤣🤣
Por cierto, ¿quiénes ya se esperaban ésta revelación? 😅
Y esto apenas comienza…
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