PARTE I


         Es el 19 de Diciembre de 1859 , a las afueras de la ciudad de Ceuta , en la sierra , se oye el martilleo de los cañones españoles . Sus proyectiles golpean y una otra vez la colina que recibe el nombre del Palacio del Serrallo . Columnas de tierra , rocas , trozos de cuerpos y humo se levantan allí donde las bolas de cañón caen .
          En la llanura , un regimiento español , procedente de la ciudad de Tarragona formado en orden de batalla , espera impaciente la orden de avanzar del general Rafael Echague mientras observa el cañoneo de las baterías españolas .
        Entre esos soldados está Carlos  Benítez . Un joven soldado de la ciudad de Teruel . Este se tapa la boca mientras bosteza . Cómo soldado de infantería porta unos zapatos negros , uniforme con pantalón de color rojo , chaqueta azul marino con cuello y mangas de color rojo . Aunque ese día , debido al frío , lleva un abrigo de color marrón oscuro y en la cabeza , un sombrero blanco con visera negra .
          A su lado , el sargento García Manrique , que echa una calada a una pipa . Un hombre con un gran bigote marrón y grandes patillas . Veterano de la Segunda Guerra Carlista .
        Este , sabedor de lo que es una guerra , había instruido a su pelotón a conciencia .

         - Seguid mis consejos , y tendréis más posibilidades de sobrevivir . Recordad que Dios ayuda a quienes se ayudan ellos mismos - les había dicho durante la instrucción .

         Les había enseñado a disparar , atacar con la bayoneta calada y con la culata del rifle , a escalar como gatos , pues eran cazadores .
         El general Echague aparece a  lomos de su caballo con el sable apoyado en el hombro . Su montura  mantenía un pequeño trote .

          - Soldados ! Hace dos días , los hombres del general Zabala lucharon en la Sierra de Bullones . Demostraron ser leones , dignos hijos de España .
Hoy , nos toca a nosotros mostrar el mismo valor ! Viva España ! - grita para hacerse oír , ante el ruido de los cañones .

          Un coro de vivas responden al general , alzando sus rifles y brazos en señal de júbilo y exaltación patriótica.

         - Por España ! Avanzad ! - ordena el general una vez se van apagando los gritos .

         Las cornetas suenan , llamando a las armas . Los oficiales trasmiten la orden y los suboficiales la repiten .

        - Cargar los rifles !

        Los soldados españoles colocan las culatas de los rifles en el suelo , y la mayoría de los soldados sostienen este , con la mano izquierda . Estos son rifles de ánima ( interior del cañón ) con un rayado helicoidal que permite dar un movimiento rotatorio a la bala , para que al salir del cañón por el disparo , lleve una trayectoria más recta hacia el blanco .
        Sacan de la cartuchera colgada en su cinturón , un cartucho . Se lo llevan a la boca , y muerden el principio del papel que envuelven la bala , la pólvora y el parche de algodón .
        Vierten la pólvora en la boca del cañón del rifle . Dan dos golpes en el rifle , para que la pólvora caiga .
        De inmediato rompen el resto del cartucho , usando la boca del cañón . Cogen la bala Minie y la introducen en el cañón con la punta de ojiva hacia arriba . Sacan la baqueta de debajo del cañón , y la introducen en el ánima , empujandola varias veces con movimientos pequeños y firmes , para asentar la bala , no dejando espacio entre la bala y la pólvora .
          Sacan la baqueta del interior del cañón y la vuelven a guardar debajo de este .
          Levantan los rifles apuntando hacia el enemigo . Echan hacia atrás el percutor, y de otra cartuchera sacan una cápsula fulminante . Está la colocan en la aguja .
        Hechas todas estás maniobras , ya se puede disparar . Pero como no han recibido la orden , mantienen el dedo índice fuera del gatillo .
        Las cornetas suenan .

        - Avanzar ! - repiten oficiales y sargentos la orden dada por el general
Echague .

         Manteniendo el paso de sus compañeros , Carlos camina hacia la colina . Los cañones españoles siguen descargando un infierno sobre la colina .
        
        - Nadie puede sobrevivir a eso . Cuando subamos , no quedará nadie - comenta Carlos .

         - No va a ser tan fácil cómo crees , zagal . Aún quedarán enemigos para resistir - le dice el sargento García .

        Está se va haciendo más grande y alta , conforme se acercan . Cuando el regimiento de infantería llega al pie de la colina , los artilleros españoles dejan de disparar .
        El  silencio se adueña por un momento del lugar . La humareda provocada por el intenso cañoneo , se va disipando por el viento .
         Pero en el momento en que los soldados españoles comienzan a subir por la colina , surgen gritos en árabe y pronto se oyen disparos de escopetas , llamadas espingardas . Escopetas de cañón muy largo y que usan llave de chispa .
          Uno de los soldados que están a su lado , suelta un grito de dolor al ser alcanzado y cae . Atónito , Carlos se queda mirando como de su hombro mana sangre .
       Más gritos se oyen , conforme más soldados son alcanzados por las balas de los rifeños .
         Una bala pasa zumbando por encima de Carlos , y otra se estrella contra una piedra , provocando un sonido de rebote .

        - Disparad ! - ordena el sargento García .

        Rodilla en tierra , y a cubierto en parte por unas piedras , Carlos alza el punto de mira en la parte superior de su rifle . Apunta hacia un hombre que se asoma . Este lleva en su cabeza un turbante de color blanco . Su rostro es moreno y barbudo . Aprieta el gatillo y el rifle se dispara .
         La bala sale del cañón . También sale humo , así como del producido por el percutor al golpear la cápsula fulminante . Este humo le tapa por un momento la visión .

          - Moveos ! Agachaos y cubrios con las rocas ! - ordena el sargento .

          La cima de la colina se queda cubierta por la humareda provocada por las detonaciones de las escopetas espingardas .
        Más balas llegan . Una de ellas le pasa rozando el hombro izquierdo a Carlos . Un trozo de gravilla le golpea la mejilla . Su corazón late deprisa .
Siente miedo , y a la vez ira . Se cubre un momento tras una roca .
        De rodillas  , carga el rifle con dificultad , dada la largura del cañón .

        - Calen bayonetas ! - se oye .

        Desenvaina la bayoneta y la acopla en la parte delantera del cañón del rifle .
        Sigue subiendo por la falda de la colina , a la que odia con todo su ser . A pesar del frío , el sudor le cae por la frente , debido al esfuerzo .
        Los rifeños siguen disparando . Pasa al lado de un compañero que tiene un agujero en la frente .
        Al ver a otro árabe asomando la parte superior de su cuerpo para disparar la espingarda , Carlos apunta y dispara . El humo le tapa por un momento la visión , pero le llega el grito del hombre . Y al instante , ve como el cuerpo cae y se estrella frente a él .
         Lo mira y parpadea con asombro.
El rifeño es un adolescente . 
       
        - Adelante ! Por España ! - oye gritar al capitán Javier .

         Al mirarle , Carlos ve al oficial disparar hacia arriba un revolver Le Mat , al mismo tiempo que empuña el sable de infantería , animando al pelotón a avanzar .
       
        - Mi teniente , si seguimos así , nos rechazarán . Algunos pelotones tienen que disparar para cubrir el avance de otros - le aconseja el sargento García al teniente Francisco Miranda .

         - Creo que tiene razón . De la orden sargento . Yo voy a intentar convencer a más oficiales - acepta el teniente Francisco .

        - Bien muchachos ! Cargar , y matar a cualquier hereje que asomé la cabeza  - les ordena el sargento .

        - Con este humo , apenas los vemos - se queja el cabo Martín .

          - Entonces disparar en dirección a los fogonazos de sus armas - ordena el sargento García .

         Carlos carga el rifle mientras se cubre tumbado tras una roca . Cuando asoma el rifle , busca con la mirada a un enemigo . Al ver un detonacion , apunta y dispara .
          Vuelve a cargar el rifle con toda la rapidez que puede . Mientras , a su lado pasan soldados españoles .

        - Suerte ! - les desea .

        Vuelve a asomar, y al ver a otro rifeño asomarse , grita al mismo tiempo que dispara .

         - Cuidado !

         Cuando el humo se disipa , ve que la espingarda cae , y el rifeño retrocede herido en un hombro .
        ( Bueno . Al menos ese ya no dispara ) piensa Carlos .
     
         - Ahora ! Avanzar ! - ordena el sargento García , al ver que una escuadra abre fuego contra los cima de la colina .

       Levantándose del suelo inclinado , Carlos corre , subiendo . Cuando llega a la cima , ve a un grupo de soldados españoles luchando con la bayoneta, contra un grupo de rifeños que luchan con cimitarras , escudos y lanzas , o disparan pistolas de chispa .
          Corriendo , Carlos le clava la bayoneta en el cuello a un rifeño que  lanzaba tajos contra un soldado, el cuál se defendía bloqueando con su rifle de forma desesperada , mientras pedia ayuda .
          Sacando la bayoneta llena de sangre del cuerpo , Carlos grita y corre hacia los rifeños para darse valor . Uno de los rifeños le intenta ensartar con su lanza , pero Carlos la desvia con la bayoneta . De forma instintiva avanza , y al mismo tiempo que gira el rifle , golpea el rostro del rifeño . Este retrocede por el golpe , y Carlos vuelve a girar el rifle para esta vez , clavar la bayoneta en el estómago . La retuerce y la saca de nuevo , mientras el rifeño cae al suelo moribundo .
         Uno de los rifeños le dispara con su pistola de chispa a veinte metros de distancia . En ese momento , Carlos ve la muerte muy de cerca . Pestañea .
Pero no siente ningún dolor . Antes de que pueda darse cuenta , el rifeño lanza una maldición en árabe, tirando la pistola ya descargada . 
         Desenvaina la espada curva . En ese momento Carlos se da cuenta de que la bala fallo . Ríe como un loco, por estar con vida , y carga con el bayoneta .
        El rifeño desvía con la hoja curva el rifle , y Carlos retrocede a tiempo , para evitar un tajo . En ese instante ,el sargento García aparece al lado y a la carrera , le clava la bayoneta en el costado .
         El rifeño se encoge de dolor, y García retuerce la hoja de su bayoneta en su cuerpo , mientras grita a Carlos :

         - Rematalo !

         Sin a penas pensar , Carlos le clava la bayoneta en el corazón . Cuando el rifeño cae muerto , Carlos ve , como los demás rifeños huyen .
        
         
         
       
        

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