Capítulo 9
El sudor caía por el rostro de los estudiantes del Seijoh mientras observaban el marcador del primer set del partido: 25 – 14 dándole la victoria a los visitantes, al Karasuno más conocido como los "Cuervos sin Alas", los "Rivales Caídos". Tanto las jugadas superrápidas de Kageyama Tobio y Hinata Soyo fueron un arma con la que los chicos del Aoba Josai no contaron. Pero aquel no fue el factor que los estaba haciendo perder terreno. El chico con el dorsal 14, Uzumaki Naruto, tomó el control del partido como si ellos no importaran. Inició como un zaguero de derecha tomando el saque inicial, marcándoles tres puntos de una manera humillante, o al menos así lo sentía Iwaizumi. Él siendo de tercero, estaba siendo superado y humillado por un chico de primer año de un equipo que llevaba tres o cuatro años sin llegar a los nacionales. ¡Y lo estaba presionando!
Tanto el entrenador como el ayudante del Seijoh miraron a sus chicos con una mirada incomprensible. A pesar de ser un partido de práctica para observar a Kageyama, el tiro les había salido por la culata. Un chico casi desconocido, solo conocido por vencer a la Daiichi, los estaba usando como si fuera un marionetista. No solo actuó como un zaguero. Las posiciones de bloqueador central, colocador y el "As" parecían estar echas para el chico de primer año como si hubieran sido creadas para él, sentándole cada una mejor que la anterior.
El entrenador Irihata observó a los chicos con una mirada fija e incomprensible antes de mirar al muchacho con el dorsal 14. Parecía estar siendo presionado por su compañero, el canijo del dorsal 5 que había demostrado una velocidad casi insuperable, superando la mayoría de los bloqueos.
Viendo el panorama, Karasuno tenía las armas para ser un enemigo de temer en el Interescolar. Si pulían los defectos del resto de los chicos de primer, segundo y tercer año, probablemente el dorsal 14 no tendría que tirar del equipo en los partidos. Pero si se apoyaban solamente en el chico rubio, este terminaría cansado.
Debían presionar.
Los gritos femeninos hicieron que los dos entrenadores y los chicos del Seijoh miraran hacia la puerta, a un chico que caminaba hacia ellos con las manos en los bolsillos. No fueron los únicos en notar la presencia del chico de tercer año. Al otro lado de la pista, los ojos azules de Naruto siguieron cada uno de los pasos de Oikawa Toru mientras se acercaba a sus compañeros. Por ello, el número 14 del Karasuno no se perdió el espasmo en los labios del chico cuando vio el marcador y la enorme diferencia entre los dos equipos.
―¡Por fin llegas!
Golpeando la espalda del capitán, Iwaizumi demostró su estrés con el golpe a su mejor amigo, obteniendo de Oikawa un quejido por el golpe del "As" del Seijoh.
―¡¿Pero y eso a que viene?!
―Querías analizar a Kageyama, Oikawa, pero nos ha salido la jugada...demasiado cara. El dorsal 14 del Karasuno es mejor de lo que uno podría evaluar de un chico de primer año. Si tuviera que elegir con quien compararlo, me temo que sería con tu mayor rival hasta la fecha.
Los ojos de Oikawa se abrieron levemente, aunque enseguida volvió a su expresión facial normal. Si Iwaizumi estaba diciendo aquellas palabras, solo significaba que el 14 del Karasuno estaba en un punto equiparable con Ushiwaka, su enemigo jurado número 1 y a quien él estaba deseando destrozar en el interescolar. Sin embargo, eso también suscitó su interés por el muchacho de ojos azules.
―¿Te refieres a...?
―Si, a Ushiwaka.
―¿Hasta qué punto lo comparas con él?
Iwaizumi pareció levemente avergonzado.
―Logró tirarme al suelo de culo con un saque inicial e hizo lo mismo con Kunimi para luego dar un saque bombeado con salto que emuló un tercer punto directamente en el centro de la pista, entre todos nosotros...donde deberías haber estado como armador del equipo.
Había sido así, pero Iwaizumi sabía que primero habría ido a por Oikawa al ser el capitán del equipo y después en el orden indicado, dejando a Kunimi después de los de tercer año, como dando a entender que sabía sobre las cualidades de todos ellos, como si los conociera de toda la vida. Como si los hubiera visto jugar a lo largo de toda su carrera juvenil.
―No es necesario que eso sea algo malo―Oikawa miró a Naruto directamente. Este estaba hablando con Kageyama calmadamente, como si no pasara nada, como si no hubiera colocado un ritmo propio al partido para moverlo a su antojo―. Ahora conocemos su mejor arma, su as bajo la manga. Y conocerlo...nos dará las posibilidades de vencerlo.
Oikawa no estaba demasiado convencido de sus propias palabras. Mantuvo los ojos sobre el chico por unos segundos antes de prestar atención al entrenador. Parecía que aun no lo iban a sacar e iban a intentar hacer presión sobre el número 14 y ver hasta donde podía llegar o hasta que punto podía presionarlos a ellos. Básicamente era un estudio completo sobre sus habilidades, sobre sus capacidades dentro de la pista. No era un jugador que habían visto jugar antes, justo como el chico con el dorsal 5, pero en aquel partido de práctica ambos entrenadores no estaban pensando en una victoria, si no más bien en obtener información. Y era algo que Oikawa veía con buenos ojos. Necesitaba información, necesitaba conocer todos los puntos fuertes y débiles del mocoso que estaba sacando ventaja sobre ellos como si los hubiera visto jugar toda su vida...
―Ha mirado partidos nuestros. No sé hasta que fecha, pero los ha visto y conoce nuestros juegos.
Oikawa llegó a la conclusión tan rápido que incluso lo sorprendió. ¿Podía estar equivocado? Sí, podía estarlo, pero la única manera en la que un chico de primer año de Karasuno tenía para conocer su juego, era haber visto como jugaban con vídeos obtenidos en internet. Y ese chico, el número 14, parecía haberlo estado haciendo antes de aquel partido. ¿Por cuánto tiempo los habría estado estudiando? ¿Hasta que punto había visto como crecían como jugadores? Las dudas carcomían a Oikawa mientras se sentaba en el banquillo, dando inicio al segundo set de aquel partido de entrenamiento.
Observar, esperar, analizar. Como capitán y armador del equipo, Oikawa debía conocer bien a sus rivales. Pero dentro del Karasuno actualmente había varias piezas que desconocía: los chicos de primer año salvo Kageyama Tobio. Era posible que su junior hubiera cambiado un poco, pero aun podía ver como jugaba, como se guiaba y que jugadas hacía. En cambio, aquellos tres de primero restantes eran un completo misterio para él y no podía ver un patrón en su juego o alguna característica que pudiera ayudarle a idear un plan para engañarlos. Al menos, no de momento. Su mente ya había comprendido el juego del dorsal 5, quien era el que apoyaba a Kageyama en su juego. El rubio de lentes era un misterio y el chico del número 14 lo estaba mirando constantemente con un brillo extraño, como si esperaba que entrara.
―¡Punto!
El marcador estaba a 03-04 a favor del Seijoh y habían dado una rotación completa. Aquel último punto cayó al lado del Karasuno y el saque recayó en las manos dl número 14 de los cuervos: Uzumaki Naruto, quien miraba levemente hacia el banquillo del equipo contrario. Por fin había llegado Oikawa, pero no iba a dejar que el chico de tercer año se regodeara demasiado.
―¡Haz un buen saque, Naruto!
―¡Hai, señor Tanaka!
Naruto había demostrado ser una pieza clave en la ofensiva y defensiva del Karasuno. Demostró ser uno de los mejores sacadores de la prefectura de Miyagi a pesar de tener solamente 15 años y estar en primero de escuela superior. Estaba en un nivel completamente distinto a sus compañeros y parecía no importarle. El chico parecía tirar del equipo y hacerlo crecer lentamente, o esa era la sensación que Daichi tenía. Ni en su mayor sueño, el capitán esperaba que obtuvieran un jugador como el chico de primer año.
Relajó los hombros y envió esa sensación al resto del cuerpo. Se recordó que hizo aquello un millón de veces, tal vez algunas miles de veces más del millón, pero contaba con la experiencia y el entrenamiento. Colocó la frente contra la pelota y tragó una bocanada de aire que llenó sus pulmones y calmó su mente. No, no estaba nervioso. Naruto alzó la bola y la golpeó con fuerza con un saque directo hacia Iwaizumi nuevamente, algo que el chico pareció esperar cuando cayó en la pose de receptor y aclamando la bola como suya; pero hubo algo diferente, algo que pasó desapercibido para el resto, pero no para Iwaizumi, quien observó como la bola se quedaba corta, que caía lentamente, algo que lo obligó a lanzarse hacia el frente. Pero ya era tarde. La bola cayó a los pies de Iwaizumi cuando golpeó la pista, rodeando hacia sus deportivas.
―¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
―No sabía que podías tener ese control de un saque―admitió Daichi, felicitando a su compañero. Naruto solo torció el labio en una pequeña y modesta sonrisa―. La verdad, ni siquiera pensaba que podríamos ganar un solo set al Seijoh y menos con una enorme diferencia.
Para muchos era extraño que un equipo de media/baja tabla estuviera haciendo frente al Seijoh y ganando por un enorme margen. Y no era de extrañar. El Karasuno había dejado de ser un equipo de oro hacía cuatro años, cuando perdieron los nacionales y el equipo se desmoronó por completo. Ahora, con un simple jugador, o mejor dicho tres, el equipo parecía haber cambiado completamente y se asemejaba demasiado a un equipo potente de prefectura.
"Otro punto más"
La bola se elevó hacia el techo del pabellón. Las piernas se movieron por inercia, se flexionaron y los pies empujaron al jugador hacia la misma dirección de la bola. Mirando hacia el lado de la pista perteneciente el Seijoh, Naruto golpeó la bola con toda la potencia de su brazo haciendo que esta restallara en el aire, que se oyera como un chasquido cuando pasó de un lado a otro de la pista y golpeó a Kunimi nuevamente enviándolo a rodar por la pista, con la bola cayendo dentro del lado del Seijoh y marcando un 05-04 a favor del Karasuno, quienes vitorearon a su compañero por otro buen saque.
La sorpresa del Seijoh fue mayor cuando Naruto señaló hacia Oikawa nuevamente con la bola en la mano. Los ojos de zafiro resplandecieron ante la intrigada mirada del armador del Aoba Josai, pero aquellos ojos azules no se apartaron o pestañearon cuando otro punto cayó para el Karasuno y el libero del Seijoh fue derribado.
Naruto había vencido al líbero, al experto en defensa del equipo rival. Y había desarmado a los mejores jugadores del equipo detrás de Oikawa, o al menos aquellos a quienes él consideraba peligrosos y para tener en cuenta para un partido oficial. Solo le quedaba vencer con un saque al armador titular del Seijoh: Oikawa Toru, quien miró aquellos ojos azules mientras los puntos se sucedían.
Cuando finalmente el Seijoh reaccionó, el marcador reflejaba un 15-05 a favor del Karasuno, puntos obtenidos con saques que desarmaron a los jugadores del equipo contrario, con una recepción impecable por parte del Uzumaki y los ataques superrápidos del Karasuno por parte de Kageyama y Hinata.
―Oikawa―la voz del entrenador hizo que el chico de tercer año rompiera con su línea de pensamientos―. Ponte a calentar. Quiero que salgas. Quiero que le demuestres a ese chico de primer año, que el Seijoh es uno de los mejores equipos de la prefectura. Demuéstrale que eres el mejor armador.
―¡Hai!
Naruto contra Oikawa. Puede ser que el chico de tercer año hubiera querido investigar a su antiguo junior, pero ahora aquello había tomado un giro completamente distinto. Los dos mejores jugadores de ambos equipos, finalmente iban a enfrentarse y conocerse en la pista.
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