Capítulo 19
El próximo rival del Karasuno ya había salido elegido entre el partido del Date contra el Sakurashita: el ganador había resultado ser la Preparatoria Técnica de Date, un equipo al que Karasuno se había enfrentado el año anterior y que pudo detener los ataques de los atacantes del Karasuno y bloquear los remates del As del equipo, lo que llevó a Azumane a una pequeña depresión que parecía haber superado, motivo por el que el chico se unió nuevamente al equipo. Pero nuevamente los atacantes del Karasuno tendrían que enfrentar a la inexpugnable defensa del Datekou, la cual ya había demostrado contar con jugadores formidables y que apenas recibieron puntos en el primer partido del Interescolar.
La defensa del Datekou se centraba en Bloqueos de Lectura, lo que significaba que los bloqueadores del Datekou (y probablemente todos los jugadores del equipo), eran capaces de leer a sus rivales, de ver donde y como iban a rematar, reaccionando a los movimientos de sus rivales para realizar el bloqueo pertinente. Este tipo de bloqueo, si se usaba de buena manera, era capaz de desarmar un ataque por completo, aumentando la presión sobre los rivales y causando que estos comenzaran a desesperarse al ver como estaban siendo bloqueados constantemente. Y los bloqueadores que usaban este tipo de bloqueo, obligaban a sus rivales a entrar en un terreno que estaba cubierto por un hielo muy fino: el terreno psicológico.
Un año atrás, el Datekou y sus miembros demostraron que la psicología y la mente de un jugador eran tan importantes como sus habilidades. ¿Qué podía pasar cuando un rematador no conseguía rematar? Azumane fue el ejempló de lo que un Bloqueo de Lectura era capaz de hacer con un rival: destrozar al jugador mentalmente hasta convertirlo en un mero recuerdo de lo que fue, haciendo también que olvidara cualquier deseo de seguir jugando o intentando marcar un punto en el partido.
Este tipo de bloqueos convertían a los bloqueadores que los ejecutaban en muros casi insuperables: altos, gruesos, extendiendo la sombra sobre los jugadores que tenían delante hasta casi devorarlos.
El Datekou contaba con jugadores enormes, siendo uno más destacable que los demás: Aone Takanobu, un chico de primer año del Datekou, alto, de cabello albino, un rostro serio y una personalidad callada que aumentaba el miedo de los rivales que enfrentaban al bloqueador central del Datekou.
—Es una bestia.
Los chicos del Karasuno miraron a Aone con asombro, admirando su enorme tamaño y su cuerpo ancho y fuerte: un cuerpo propio de un bloqueador central. El único miembro del equipo que no pareció sorprendido, fue Naruto, quien silbó ante la espalda ancha del albino que calentaba con el resto de los chicos del Datekou.
—¿Ese chico realmente es de primer año?
El profesor y el entrenador del Karasuno se mostraron igual de sorprendidos que los chicos del equipo, comprobando con sus propios ojos que incluso chicos de primer año podrían ser realmente monstruos en el tema físico, como era el caso de Tsukishima y Aone, dos chicos enormes hablando de tamaño.
Para enfrentar al Aoba Johsai, el Karasuno tendría que superar el muro que eran los jugadores del Datekou, principalmente a sus bloqueadores centrales, quienes se encargarían de detener cualquier ataque del Karasuno y evitar así recibir puntos en su contra.
—¿Algún plan para superar a esa cosa?
Tanaka señaló con el pulgar a Aone. Los chicos de habían reunido con sus respectivos entrenadores y el Karasuno ya había iniciado el planteamiento de la estrategia de aquel partido.
—El equipo que va a saltar a la pista va ser la siguiente rotación: Hinata, Kageyama y Tsukishima delante; Nishinoya, Sawamura y Azumane detrás. En la rotación cambiaré a Nishinoya por Tanaka. Quiero contar con Sawamura y Nishinoya detrás, por cada posible bloqueo y contra del Datekou y quiero comprobar de que son capaces los chicos a los que nos estamos enfrentando. Para ello, Hinata y Kageyama serán la lanza que golpeará el muro del Datekou.
—¡Hai!
Probar a los jugadores rivales era una estrategia que podía convertirse en un doble filo. Al mismo tiempo que ellos iban a probarlos, el Datekou los iba a probar a ellos, intentando descubrir sus brechas en sus defensas y atravesarlas como serpientes que se meten por cualquier rendija. A pesar de ello, era lo mejor que podían hacer al desconocer la efectividad de los bloqueadores del Datekou y del nivel general de sus jugadores, el cual podría ser superior al suyo.
—Según se vaya llevando el partido, iré haciendo algunos cambios. Vamos a ajustarnos para desbaratar el muro del Datekou y de momento nuestra mejor baza son el Ataque Rápido y el Super Rápido.
Las palabras del entrenador Ukai Keishin llegaron a sus chicos con la intensidad que había dispuesto para no ponerlos nerviosos, pero cuando miró a los chicos del Datekou...su mente se bloqueó. A pesar de que tenía una estrategia en mente, primero debían conocer las cartas de sus rivales y poder superarlas, algo que solamente los chicos podrían hacer. Como entrenador, él daría las directrices del partido para así intentar llevarlo a buen puerto, pero solo la mente de los chicos y su trabajo duro podrían detener a sus rivales, los cuales, a ojos de cualquier espectador, eran completamente insuperables.
—Prepárate para cualquier posible cambio en el partido, Uzumaki. Confío en los chicos, pero tener una mejor visión de nuestros rivales es mejor que nada.
—¡Hai!
Sentado en el banquillo, a la izquierda de Keishin, Naruto mantuvo las manos entrelazadas, con los codos apoyados en las piernas y los ojos fijos en los chicos del Datekou para poder visualizar cualquier debilidad de sus rivales. Esa era su función dentro del equipo: visualizar cualquier debilidad de los rivales, aprender esa debilidad y explotarla cuando el entrenador lo creyera necesario.
En aquel partido debía encontrar los patrones de movimiento de los chicos del Datekou, así como su forma de reaccionar ante los remates. Al contrario que Hinata o Kageyama, él había estudiado la forma de jugar de sus rivales. Había aprendido todo lo posible sore el Bloqueo de Lectura y estaba dispuesto a comprender el juego real de sus rivales para poder superar el muro que eran los bloqueadores centrales del equipo rival.
"Van a moverse siguiendo el balón, hacia la persona que remata. Agilidad, potencia de salto y fuerza en las piernas. Los bloqueadores del Datekou van a tener que contar con todo eso si quieren detener a Hinata y Kageyama"
El partido había iniciado y le había tocado sacar a los chicos del Datekou, quienes iniciaron con fuerza el saque con la intención de marcar el primer punto.
Nishinoya actuó como se esperaba del líbero: reaccionó al saque recibiéndolo con una perfecta recepción de brazos, enviando la bola hacia arriba de una manera casi perpendicular al suelo, empujándola hacia adelante levemente, hacia el colocador.
Los oscuros ojos de Kageyama se movieron por la pista: primero analizó a los chicos del Datekou, intentando ver cualquier brecha en la defensa del equipo rival y tomarla para hacer un enorme hueco en su muralla. Después de haber encontrado el hueco, ahora analizó al posible rematador que anotara el punto, buscando así la confirmación con una sola mirada.
Splash
Zoom
Los ojos de los espectadores y de los chicos del Karasuno se abrieron ampliamente. Kageyama había esperado usar a Hinata con una Ataque Rápido para superar a los chicos del Datekou, o al menos usarlo de señuelo para que Tsukishima rematara por encima de la defensa...pero los ojos de los bloqueadores siguieron los movimientos de cada uno de los miembros del Karasuno, incluyendo a Kageyama, y atraparon su jugada bloqueándola perfectamente.
—¡PUNTO PARA LA ESCUAL TÉCNICA DE DATE!
—¡¿Qué ha sido eso?!
—Eso, Hinata, ha sido un Bloqueo de Lectura. El Datekou es famoso por usarlos y sus bloqueadores...se mueven rápidamente, a pesar de lo enormes que son.
Hinata miró con dagas hacia Aone, el enorme chico de primer año del Datekou que se estaba encargando de ser su sombra. Parecía que el entrenador había aprendido los patrones del Karasuno y designó a Aone como bloqueador de Hinata.
—Pensar que solo nosotros estudiaríamos a los rivales...sería un error fatal.
El entrenador Ukai respiró profundamente ante sus propias palabras, sintiéndolas como pequeñas losas sobre sus hombros. El Datekou había estudiado los patrones de Kageyama y Hinata y los bloqueadores actuaron de una manera perfecta, sincronizada, bloqueando el posible punto del número 10.
—La única manera de superar a Aone, podría ser un ataque mucho más rápido de lo usual, más rápido que un Ataque Rápido y un Super Rápido—la voz de Naruto atrajo la atención de Keishin—. Si los chicos del Datekou se acostumbran a los movimientos de Hinata, entonces tendremos que hacer jugadas más profesionales.
—¿Has visto algún hueco?
—El Bloqueo de Lectura es difícil de superar: los ojos del bloqueador siempre siguen a la pelota y esperan a ver a quien llega para detenerlo. Para poder hacer eso, los jugadores han de ser rápidos, con potencia de salto, fuerzas en las piernas y cuanto más grandes sean, mucho mejor. Y el Datekou tiene jugadores de ese estilo y son capaces de usar el Bloqueo de Lectura mucho mejor que algunos equipos profesionales—explicó el rubio, mirando como Aone bloqueaba de nuevo a Hinata, lo que causó frustración en el chico—. Pero eso no los hace invencibles. Oikawa es capaz de superar eso haciendo mejores jugadas; jugadores como Ushijima pueden superarlos haciendo uso de la potencia de remate—respiró hondo, viendo como el Datekou bloqueaba por cuarta vez de manera perfecta—; pero la mejor manera para superar un Bloqueo de Lectura, es usando la inteligencia, la cabeza.
—¿Cómo superarías tú a Aone?
Los azules ojos de Naruto miraron al chico de primer año del Datekou y después a Hinata, observando que su compañero se estaba poniendo cada vez más nervioso, a pesar de que Aone y sus compañeros bloquearon a Tsukishima, Azumane y Daichi también.
—¿Superar a Aone? No tengo los ojos de mi amigo Neji, pero puedo ser inteligente en un partido si me lo propongo—giró las manos hasta que las puntas de los dedos apuntaron hacia el techo, desvelando las palamas—. Yo usaría el remate a los dedos. No hace falta rematar con potencia para desmoronar a la escuela Date, ni usar la velocidad de Hinata para ello en una jugada descabellada. Usar la inteligencia de un rematador para superar a Aone. Eso es lo que haría yo.
Keishin no respondió enseguida y miró la puntuación a favor del Datekou, la cual ascendía a cinco puntos contra cero del Karasuno, algo que ya empezaba a pasarles factura a los chicos.
—¡Jajajaj! Ya veo, Uzumaki—el entrenador rascó su nariz—. ¡Veamos si eres capaz de llevar esas palabras a hechos, muchacho!
El árbitro asistente observó el banquillo del Karasuno, asintiendo y procediendo al cambio: Naruto sujetaba en su mano una paleta pequeña con el número 4, lo que indicaba un cambio que sacaría a Nishinoya e introduciría al Uzumaki.
—¡A por ellos, Naruto!
El rubio y el líbero chocaron las manos y Naruto ocupó su posición detrás de Hinata y a la izquierda de Daichi, su capitán. Eran sus primeros minutos como jugador en el Interescolar y sus ojos ya evaluaron la situación antes siquiera de entrar.
—¡Kageyama!—por encima de los sonidos de la grada, la voz de Naruto llegó al colocador—. ¡Colócamela a mí!
Aquel grito hizo que los jugadores lo miraran con cierta intensidad y sorpresa, pero Naruto se quedó en su posición, demostrando la mentalidad de un jugador: a pesar de sentirse como el foco de aquel instante, no retrocedió a pesar de la intensidad de las miradas, algunas siendo realmente pesadas, si no que se mantuvo allí, con las piernas levemente flexionadas y el cuerpo ligeramente echado hacia adelante.
"Eso es, miradme a mí"
El Datekou volvió a sacar, aunque en esta ocasión el chico que realizó el saque fue levemente dirigido hacia el rubio de ojos azules, número 23 del Karasuno, probablemente con la intención de inhabilitar al chico en la jugada que estuviera planeando.
—¡Yo me encargo!
El capitán del Karasuno reaccionó al saque del Datekou recibiéndolo con una recepción casi perfecta. Casi, porque la bola dio levemente de mala forma y casi se desvió, pero Daichi logró enviarla hacia arriba con la recepción.
—¡Lo siento!
Kageyama miró brevemente a Naruto por encima del hombro y dejó que el aire escapara de entre sus labios, casi como un suspiro de protesta por seguir las órdenes de otro jugador que no fuera el capitán, pero lo hizo. Usando las puntas de sus dedos, visualizando el pase, Kageyama colocó la pelota para Naruto como lo había pedido a gritos y no tardó en verlo con la mano casi tocando la pelota.
Pero había una diferencia.
Azumane, Daichi y Hinata realizaron remates potentes con la intención de destrozar la defensa del Datekou, con la clara intención de superar a Aone y sus compañeros. Naruto fue distinto y realizó un remate más suave, directo a las puntas de los dedos de Aone, quien había colocado las manos como un paraguas con la intención de hacer un bloqueo completo. Pero la pelota golpeó sus dedos, sorprendiéndolo, y la fuerza detrás del remate causó que moviera las manos. Haber apuntado a la punta de los dedos, también causó que Aone cediera.
—¡¿?!
Los chicos del Datekou reaccionaron tarde al remate del Uzumaki. Sorprendidos por el cambio de ritmo en el remate, los compañeros de Aone no pudieron reaccionar de buena forma y el punto para el Karasuno fue algo claro.
1-5 a favor del Datekou, pero eso no evitó que las gradas estallaran en gritos, más por la jugada que por el equipo que la había marcado, causando furor y generando cuchicheos entre personas que se conocían y las que no, quienes buscaban la información del número 23 del Karasuno, causante de la primera brecha del Datekou.
—¡Así se hace!
Naruto y Hinata chocaron los diez con fuerza, tanta que ambos chicos soplaron después sus manos, las cuales comenzaron a picar y casi parecían dos bombillas rojas de navidad.
—¿Un remate suave a la punta de los dedos? Eso no lo había pensado.
Daichi sonrió, revolviéndole el cabello al Uzumaki, quien sonrió de manera zorruna.
—¡Y tengo más de eso escondido bajo las mangas!
El Karasuno renovó energías y su fuego se intensificó. La rotación colocaba ahora a Naruto en la zona de ataque directa, al lado de Hinata, quien se sintió enano al tener a Tsukishima a la derecha y a Naruto a la izquierda. Eso implicaba que Kageyama pasaba atrás y sacaba él.
"Si Naruto fuera quien sacara, probablemente podríamos recuperarnos y alcanzar al Datekou en puntos. Pero, de todas formas, intentaré tomar un punto o varios antes de que respondan"
La intensidad de los ojos del colocador del Karasuno se intensificó todavía más y un fuego apareció opacando el color oscuro de sus iris. Dejó que el aire abandonara sus pulmones; elevó la pelota hacia arriba con un movimiento fluido y realizó el saque lo más perfecto que pudo, enviando la pelota al otro lado de la red.
El Datekou reaccionó al saque del Karasuno. Kamasaki Yasushi, el vicecapitán del Datekou, recibió el saque en una recepción perfecta y sin problema alguna, enviando la bola hacia arriba y hacia su capitán Moniwa Kaname, quien colocó la pelota para que sus compañeros remataran y anotaran puntos.
Futakuchi Kenji respondió a la colocación de su capitán y remató con intensidad con la intención de anotar el punto.
Plash
2-5 cambió el marcador y los ojos de Futakuchi miraron la sonrisa burlesca y zorruna del bloqueador del Karasuno, quien había reaccionado al remate del Datekou realizando un Bloqueo de Lectura, siendo la pieza discordante con sus compañeros bloqueadores.
—¡No puedes ganar a un zorro!
Los chicos del Datekou miraron con ojos como dagas al número 23 del Karasuno. En el momento que Naruto entró a la pista, la dinámica del partido había tomado un giro que el Datekou no había esperado. Muchos de los chicos que estuvieron el año anterior, vieron al Karasuno ceder ante la presión de su muro y su Bloqueo de Lectura.
"El Karasuno no tiene la experiencia para hacer frente a ciertas situaciones. ¡Supongo que ese ES mi aporte!"
La pelota avanzó hacia la posición de Naruto y los jugadores del Datekou esperaron algún tipo de pase ordinario...pero el número 23 del Karasuno se elevó por el aire y realizó una colocación.
Zaam
La pelota golpeó directamente la pista, creando un sonido de rebote que devolvió los gritos al pabellón. Haciendo uso de su velocidad y su físico inusual, Hinata remató la colocación de su compañero de manera automática, creyendo que iba a colocar Kageyama, pero Naruto se había adelantado.
—¡3-6 PARA EL KARASUNO!
—¡Yeiii!
Nuevamente, Hinata y Naruto chocaron los diez. Ante la audiencia y el Datekou, había quedado claro que, actualmente y en ese momento, el Karasuno contaba con dos colocadores dentro de la pista: Kageyama Tobio y Uzumaki Naruto, lo que daba una segunda baraja de posibilidades al equipo. Y lo habían demostrado al reducir a la mitad la diferencia que separaba a ambos equipos en el primer set con solamente tres jugadas.
—¡Punto a punto!—la voz del capitán del Karasuno sonó renovada, con más fuerza—. ¡Los estamos alcanzando!
Pam
—¡Bingo!
—¡¿?
La pelota golpeó la pista del Datekou cuando el brazo de Azumane se movió, golpeando la bola con fuerza, superando el Bloqueo de Lectura de la defensa rival y anotando el 4-6 para el Karasuno, renovando la fuerza de los jugadores de negro.
—¡Solo nos sacan dos!
Naruto y Aone saltaron al mismo tiempo a por una bola que caía hacia el borde de la red. El Uzumaki apretó fuertemente la pelota, empujando el brazo de Aone. Los dos chicos de primer año chocaron y la bola salió despedida hacia arriba nuevamente.
—¡Atentos!
Pam
—¡Bola libre!
Thump
Daichi recibió la bola con sus brazos elevándola ligeramente hacia arriba. No podían armar una jugada bien con aquella bola...
Zam
Kageyama golpeó la bola rematando, pero los receptores del equipo contrario detuvieron la bola y el capitán se preparó nuevamente para armar un ataque.
—¡Calmaos!
Azumane recibió, aunque de manera débil, la pelota, pero logró elevarla hacia el cielo.
—¡Mía!
Kageyama la colocó casi sin mirar, por puro impulso y los bloqueadores emergieron.
—¡5-6 PARA EL KARASUNO!
Haciendo uso de la misma técnica, Naruto envió la bola a golpear las puntas de los dedos de los bloqueadores, lo que ocasionó que la pelota saliera despedida y flotara ligeramente sobre los chicos del Datekou. Al caer, ninguno de los adolescentes pudo detener la bola y el punto para el Karasuno fue claro.
—Nos están alcanzando. ¡Están a un jodido punto!—el capitán del Datekou se mostró serio cuando gritó aquello, observando el marcador antes de mirar a la persona que había ocasionado aquel revulsivo—. ¡Cubrid al número 23 y presionarlo, chicos! ¡No dejéis que anoten más puntos!
Aquello fue la estrategia de Naruto desde un principio, aparte de renovar las fuerzas de sus compañeros: que los miembros del Datekou se centraran en él como si fuera un foco atrayendo la atención de las moscas...
Pam
...de esa forma los cuervos que estaban detrás de él, podían alcanzar nuevas alturas.
—¡6-6! ¡EL KARASUNO HA EMPATADO CON UN PUNTO DEL JOVEN HINATA SHOYO!
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