Capítulo 1
Gritos. Exclamaciones. Maldiciones. El polideportivo donde se estaban llevando acabo la segunda ronda del Junior High Athletics Meet estaba repleto de gente. Entre familiares, compañeros de clase, porristas e incluso equipos de televisión que fueron a filmar los partidos para las pequeñas canales, probablemente el número de personas dentro de aquel lugar superaba el centenar, o incluso llegando a los doscientos, siempre tomando en cuenta a los miembros de los equipos que iban a jugar. Aunque era realmente extraño que alguien fuera a ver partidos poco relevantes debido a que los chicos que jugaban no estaban en la preparatoria. Estos partidos, eran el inicio para muchos jóvenes, pues si lograban grandes saltos en sus puntajes, podrían entrar a buenas preparatorias si amaban el deporte al que jugaban.
Pues estaban participando en partidos de voleibol.
Con los gritos, el sonido de los pasos de los adolescentes era completamente ahogado, mitigado. Muchos de los chicos de quince años que participaban, serían observados por los distintos cazadores enviados por escuelas de preparatoria. Incluso diversos chicos de los equipos de estas preparatorias, estarían observando para enviar una solicitud a dichos chicos.
Uno de aquellos chicos que estaba en el ojo de muchos, era Kageyama Tobio, miembro del equipo de la secundaria Kitagawa Daiichi, el equipo favorito para ganar el torneo. El chico había demostrado ser uno de los mejores armadores en el torneo y era apodado como el Rey de la Pista por sus compañeros, pues él dirigía al equipo y enviaba la pelota donde tenía que ir.
Lastimosamente, aunque acabaron con un equipo principiante en la primera ronda, la debilidad del mismo Kageyama quedó reflejada para aquellos que entendieran del deporte que estaban observando. Ser el Rey de la Pista, no estaba resultando bueno para el mismo Kageyama, pues era un nombre, un apodo realmente colocado para dañar. Obstinado y deseoso de ganar, Kageyama había estado presionando demasiado a sus compañeros a lo largo de muchos partidos y esto estaba quedando grabado durante el torno actual. Los compañeros de Kageyama cada vez mostraban rostros más enojados, cansados y deseosos porque Kageyama comprendiera aquello que se le estaba escapando de la mente.
―¡VAMOOOOOSSSS!
―¿Alguien puede tomar a Lee? Terminaremos en problemas de nuevo. Menos mal que Gai-sensei no está por aquí.
―¡VAMOOOOOSSSSSSSS!
―¡En serio, que alguien le pare!
Apareciendo a un lateral de la pista, un grupo de jóvenes con uniforme verde oscuro y el nombre de secundaria Konoha quedó a la vista de todos los espectadores. Aquel era un equipo joven, de una escuela secundaria formada hacía solamente tres años y su equipo había llegado a la segunda ronda del torneo, algo realmente sorprendente, pues el primer partido casi parecía perdido para aquellos muchachos.
―Ñam~ Ñam~.
―Choji. ¿Puedes dejar de comer?
―Ñam~ necesito ñam~ calorías.
―¡Ja! ¡Aplastaremos a estos tipos con mi estilo del Colmillo!
―No comiences, Kiba. No tenemos tiempo para tu ego.
―Hmpf.
―Tampoco para tu emocidad...
Soltando un suspiro, el capitán de aquel equipo de adolescentes golpeó su rostro, observando a sus compañeros con pereza y cansancio. ¿Realmente pensaban en ganar aquel torneo junior? Con un equipo tan disparejo, todo iba a terminar peor de lo que alguien podría esperar realmente. Y sería molesto para él ser el causante de dicho desastre. Pero, aunque fuera el capitán, no podía controlar las emociones de sus compañeros y mucho menos lograr que todas sus personalidades encajaran en una sola para aquel partido.
Nuevamente, dejó que un suspiro escapara de su boca. Ellos no eran realmente el problema. Todos ellos podrían trabajar en equipo cuando la necesidad apremiaba. El problema real era el último de sus compañeros, aquel por quien estaban allí y el más problemático.
―¿Alguien ha visto a Naruto? Sin él, este partido no podrá empezar―el chico lleno de energía, detuvo su carrera por el estadio, lanzando la pregunta que los compañeros de aquel equipo se hacían desde las gradas. El capitán incluso creyó oír que alguna de las chicas golpeaba su frente―. Y otra cosa, ¿Por qué no estáis emocionados? ¡Jugaremos contra el Rey de la pista, yohsssss!
―Lee, controla tu emoción―el capitán golpeó la espalda del muchacho, lanzándolo al suelo―. O harás que nos echen.
―¡Me controlaré!
Rock Lee. Emocionado. Energético. Potente. De entre los estudiantes de la secundaria Konoha y de su equipo de voleibol, Lee era él más energético de todos. Cuando los demás estuvieran cansados, ahogados por la falta de aire, Lee siempre sacaría el equipo al frente cargándolo sobre sus hombros. Jamás perdería pie y su energía parecía infinita.
―Ñam~ ñam~.
―¿Puedes darme una?
Akimichi Choji. De cuerpo rechoncho y corazón enorme. Si bien Choji no contaba con un cuerpo atlético como muchos jugadores de voleibol que eran delgados, con músculos, Choji había mostrado tener una potencia de remate poco igualable. Su cuerpo estaba hecho para golpear con fuerza mientras volaba como una mariposa.
―Ya me las terminé.
Su voracidad solo podría ser comparada con el pecado capital de la gula. Era uno de los comensales que podrían arruinar un restaurante si él estaba en un buen día. Menos mal, que sus días generalmente eran normales.
―Tsk.
Inuzuka Kiba. Ladrador como un perro, generalmente metía en sus fauces más de lo que él podía masticar, siendo empujado por un ego de macho alfa incluso superior al que solían presentar los hombres de su índole. Por suerte, su hermana mayor comenzó a bajar su preciado ego junto a su madre, aunque este aun seguía siendo desmesurado.
―Hmpf.
Uchiha Sasuke. Frío. Callado. Él era el tipo emo y frío que solía atraer la atención femenina en su escuela, siempre apartado e intentando mantenerse al margen de todos, como el chico malo. Sorprendentemente, el chico logró hacer amigos dispares a su carácter, siendo su mejor amigo todo lo contrario a él. Poco después, entró al equipo de voleibol y terminó siendo uno de sus mejores jugadores, miembro del dúo dorado de la secundaria Konoha.
―¿Dónde está este rubio problemático?
Nara Shikamaru. Calmado. Vago. Con una mente ágil y capaz de idear miles de tácticas, Shikamaru había sido nombrado capitán por el mismo entrenador del equipo. Dentro de los chicos, él era el más capaz para mantener la cabeza fría cuando la situación era apretada. Analítico, Shikamaru siempre tomaría la mejor decisión para sus compañeros, así él se viera afectado.
―Dijo que iba al baño―Choji señaló mientras rebuscaba en su bolsa―. Algo sobre "mal ramen" salió de su boca y después solamente se fue.
―Tsk.
Chasqueando la lengua con molestia, Sasuke comenzó a tirar de la cremallera de su chaqueta deportiva. Si Naruto no se daba prisa, ellos serían completamente descalificados y no era algo que el Uchiha fuera a permitir realmente. Incluso si llegaba a pasar, golpearía a su...
―¡Ya estoy!
Alegre. Sonriente. Con un sorbete en sus manos con un número a boli grabado. Así fue como Uzumaki Naruto se presentó ante sus compañeros, llevando como todos aquel chándal deportivo que pronto desaparecería para mostrar la equipación del equipo oculta bajo la escueta tela del chándal.
―Llegas algo tarde. ¿Un sorbete? ¿Es en serio?―Shikamaru preguntó con calma, alzando la ceja ante el descarado número que había sido grabado en aquel envase que su compañero y amigo llevaba en la mano―. ¿Te han dibujado un zorro?
Mirando más detenidamente el envase, los compañeros del Uzumaki pudieron ver un zorro chibi dibujado en el envase, con nueve colas ondeando detrás en un intento de parecer feroz.
―Jajaj no pude detener a la dependienta. ¡Ella fue realmente amable por darme esto!
―Intentó ligar contigo. ¡Incluso te dio su número!―Kiba señaló, completamente celoso por el hecho de que el rubio obtuviera toda la atención femenina. Entre él y el Uchiha, en la escuela no quedaba ninguna chica que no hubiera caído ante ellos―. ¡Es tan molesto! ¡ARG!
―Kiba vuelve a estar estreñido―sacando una bolsa de frituras, Choji mostró una enorme sonrisa―. Por fin. Creí que me la dejé en casa. Por suerte, no fue así...
―¡Choji!
―¿Qué? Tengo hambre, Shikamaru....
Golpeando su rostro con la mano, Shikamaru encontró aquello imposible para él. ¿Por qué Gai-sensei lo había tenido que nombrar capitán? Cargar con el peso del equipo entero, así como sus acciones, era realmente molesto para alguien como él. ¡Solo deseaba un poco de paz y nubes, por el amor a dios!
―Bueno―dejando su sorbete a un lado, sobre el banco, Naruto dio un paso al frente tirando de la cremallera de su chaqueta, colocándose a un lado de Sasuke―. La Daiichi, ¿eh? Supongo que veremos cómo actúa Kageyama Tobio de primera mano. ¿Crees que es tan bueno, Sasuke?
―Tiene buenos ojos. Debe tenerlos si quiere ser un armador―Sasuke no cambió su rostro plano, calmado. Con mechones gruesos y negros enmarcando su rostro, el adolescente mantenía sus ojos ónix sobre el muchacho en cuestión. Kageyama, como la mayoría de jugadores de voleibol, era alto, espigado, delgado y ágil en los saltos. Sus pies se movían con coordinación y saltaba para hacer el pase al rematador―. Tiene una buena colocación. Sin embargo, él tiene tanta habilidad que sus compañeros no pueden seguir su colocación, siendo demasiado potente y terminando fuera de la pista.
―¿Cómo quieres actuar? ¿Técnica Kakashi?
―¿Hacernos los vagos y peores jugadores para luego terminar en el segundo tiempo mostrando lo que somos y ganarnos un puesto entre alguna de las escuelas que observan?―Sasuke preguntó, mirando al rubio de reojo―. Eso podría funcionar. Pero eso causará que Kageyama y Daiichi en general se confié.
―Bueno―tirando de la tela, Naruto colocó un guante sin dedos sobre su mano derecha―; eso solo sería un modo de crear huecos para nuestro juego. Como una hoja, nos moveremos sobre ellos para ganarles.
―¿De verdad te tomaras esto como un juego? Kageyama tiene el potencial para desbancarnos completamente. ¿Eres consciente de ello Naruto? ¿O solamente estás pensando en tu propio interés de vencer a los mejores?—Sasuke preguntó directamente, manteniendo sus oscuros ojos sobre la figura del Rey de la Pista. Después de unos segundos sin obtener la respuesta de su amigo, solamente dejó escapar un suspiro—. Esto realmente será un dolor de culo a futuro.
Antes de que el Uzumaki respondiera, ambos muchachos sintieron un empujón en sus espaldas que los obligaba a caminar hacia el campo. Shikamaru había tenido suficiente y realmente estaba algo molesto, con ganas de volver a su casa lo antes posible. Había dejado su cama bien mullidita y una cabezada no le sentía mal.
—Podéis hablar de vuestras cosas mientras jugáis—declaró el capitán, dando un último empujón.
Ambos chicos observaron por unos segundos a Shikamaru antes de centrarse en los jugadores del Daiichi. Naruto sintió la ira reprimida en los ojos de Kageyama, como si aún no hubiera encontrado aquello que estaba buscando.
Solo...necesita un jugador veloz.
Eso fue lo que él captó cuando vio los movimientos de Kageyama. Como colocador, era un jugador extraordinario con un potencial que pocas veces se había podido ver. Pero ahí erradicaba su problema. Necesitaba un jugador que pudiera coordinarse con él en velocidad y salto, algo que pocos podrían hacer realmente.
Salvo ese chico...
Si bien el primer partido del Daiichi fue un paseo, hubo un chico del equipo contrario que se destacó por su poder físico. Siendo de baja estatura, el muchacho parecía poder lograr correr a velocidades superiores a las de cualquier otro jugador, pudiendo saltar más alto que cualquier otro jugador hasta el momento. Él, siendo un jugador también veloz y ágil, pudo apreciar con mayor perfección lo que aquel chico de cabello anaranjado había logrado.
Cuando saltó y remató, tomando el único punto para su equipo, fue completamente un espectáculo. Nadie lo esperó. Todas las personas ya vieron el punto del Daiichi, sin embargo aquel pequeño jugador se movió velozmente y acercó con su mano dando un punto espectacular que, aunque no sirvió de nada, puso a todo el estadio en pie, ovacionando al muchacho y quedando sorprendidos. Finalmente perdieron, pues era algo previsto por todos, pero el chico dejó la marca de su punto por todo lo alto.
—¿Puedes centrarte, Naruto? Van a sacar....
—¡Mía!
—No...ya han sacado...
Splash
—¡Punto para el Daiichi con un veloz movimiento de saque con el que se rompe el marcador!
—¿No estabas defendiendo, Choji?
—Estaba con mis papas...
Y así, el enfrentamiento entre la secundaria Konoha y la secundaria Kitagawa Daiichi había dado inicio con el saque poderoso y veloz de uno de los jugadores del Daiichi, tomando el punto débil que el mismo Choji dejó al estar centrado en su comida, como solía hacer en los entrenamientos.
—Realmente fue bueno—Sasuke torció los labios—; pero no tan bueno.
—¿Esperabas más?—Naruto admiró el saque del adversario. Fue rápido, potente y entró dentro del campo, dejando contra ellos un punto demasiado importante, al menos para el contrario—. Quiero ver lo que Kageyama hace...
—¡Moveos!
Observando el siguiente saque del Daiichi, los chicos del Konoha reaccionaron. Veloz, observando como el balón hacia una curva hacia arriba para luego bajar, Kiba usó los brazos para actuar de modo receptor, tomando el balón.
—¡Qué alguien la tome!
—¡Déjamela!
Empujando su cuerpo, Naruto dio una zancada y golpeó el balón hacia Rock Lee justo cuando este se empujaba hacia el frente con la pierna, siendo un movimiento extrañamente coordinado sacado de la chistera.
—¡Daré lo mejor! ¡YOOOOSH!
Pam
—¡Punto para la secundaria Konoha que logra empatar el partido en unos segundos!
—Eso no entraba en el plan, pero buen remate Lee—Naruto dijo, alabando el golpe de su amigo.
Por su lado, Lee alzó el pulgar y sonrió anchamente, algo que a los muchachos del equipo les recordó a su entrenador de voleibol...bueno, entrenador de cada equipo deportivo de la escuela. Maito Gai realmente era un dios de los deportes.
En el otro lado, las cosas estaban un poco peor.
—Espera, ¿ellos en serio hicieron eso? ¡¿Cómo se coordinaron de ese modo?! ¡Se supone que son un equipo principiante!
—Que sean principiantes—Kageyama movió sus ojos hacia el rubio, entrecerrándolos—; no significa que sean incompetentes. Vamos a tener que apretar nuestro juego.
Sacando ahora la secundaria Konoha tras una rotación, la secundaria Daiichi se lanzó al ataque devolviendo el balón. Siendo armador, Kageyama mantuvo sus ojos sobre los contrarios, observando cómo se movían. Ningún miembro de la secundaria Konoha parecía realmente nervioso y mucho menos aquel chico de ojos azules y marcas en las mejillas.
Respondiendo al saque, Lee recibió el balón con sus antebrazos, mandando el balón hacia arriba. Shikamaru se movió y asestó un golpe, enviando el balón hacia el campo del Daiichi.
Observando el balón, uno de los defensores se movió recibiendo el balón, alzando el mismo lo suficiente para que Kageyama actuara. Viendo un hueco, él colocó el balón para que este fuera golpeado por uno de sus compañeros, cosa que no funcionó....
—¡Mierda!
Dejando salir su frustración con aquella maldición, Kageyama lanzó una dura mirada al compañero que envió el pase. Este reculó, no respondiendo. Era algo normalizado entre ellos y Kageyama. Nadie dentro del Daiichi era capaz de tomar los pases del mismo Kageyama.
—¿Vas a aprovecharlo?
Observando este suceso, Sasuke habló con su compañero, ahora ambos movidos hacia la derecha.
—Oh, bueno. Eso es algo obvio—Naruto admitió con una sonrisa zorruna. Algo por lo que se le conocía, era por explotar los huecos y puntos débiles de sus contrarios y el Kitagawa Daiichi tenía un hueco demasiado obvio que hasta un niño podría ver completamente.
La separación entre los demás miembros del equipo y su preciado Rey de la Pista, se estaba comenzando a agrandar demasiado.
—¿Seguimos con el juego?—Sasuke volvió a preguntar, ahora dejando que su voz sonara completamente fría, como si fuera una daga que recorría el cuello de su rival.
Soltando una risa oculta en un suspiro, Naruto rascó su nuca.
—Haz de armador para mí, Sasuke. Vamos a hacer explorar al Daiichi.
Ahora soltando un bufido, Sasuke se preparó. Él era el armador titular, el único que había en la secundaria Konoha. Sus ojos se habían adaptado a las velocidades y después de pasar años junto a Naruto, conocía como el Uzumaki se movía y como actuaba, sabiendo lo que él podría lograr con su aporte como armador.
No, realmente soy yo quien mejora con Naruto en el campo.
Y sin más, Lee sacó directamente tras haber pasado a la parte trasera. El moreno golpeó el balón y envió la esfera hacia el campo del Kitagawa Daiichi. La pelota fue recibida por uno de los defensores, quien golpeó con sus antebrazos el balón enviándolo hacia Kageyama.
Tobio respiró calmadamente. Viendo el balón, él ya supo qué hacer con él y lo colocó.
En esta ocasión, el rematador si dio al balón...
Moviéndose con velocidad, Lee tomó el balón alzándolo con su mano rápidamente, haciendo un giro sobre el suelo.
—¡Alguien!
Siguiendo el movimiento, Shikamaru tomó ese pase y golpeó el balón, desviándolo ligeramente hacia Choji, quien recibió el balón dando un golpe al mismo hacia Sasuke.
Sasuke respiró hondo. Movió los ojos sobre los jugadores del Kitagawa Daiichi viendo sus movimientos. Desplazó el peso de su cuerpo y flexionó sus rodillas para alzarse, inclinándose un poco hacia la izquierda, haciendo pensar a sus contrincantes que él pasaría a Kiba...
Idiotas...
Rápido, Sasuke pasó hacia atrás...
Observando la jugada del Konoha, Kageyama abrió los ojos cuando Uchiha Sasuke hizo aquel amago de pase a la izquierda para luego pasar a la derecha. Pero eso no fue lo que lo sorprendió...
Plash
—¡Mía!
Veloz, como una gacela escapando de un tigre, Uzumaki Naruto saltó y recibió la colocación de Sasuke Uchiha como si fuera una hoja en movimiento, golpeando el balón con fuerza y estrellando la esfera contra el campo del Daiichi.
El silencio se hizo por unos segundos.
Respiraciones entrecortadas. Gotas de sudor cayendo contra el suelo del polideportivo. Esos pequeños sonidos, fueron callados con los vítores posteriores al punto del rubio, quien saltó con energía.
—Claro que ellos lo iban a hacer—Shikamaru admitió, sonriendo ante aquello—. Oh, sí. Ellos no se iban a quedar quietos sin hacer nada durante todo el primer set. Con lo nervioso que se pone Naruto, claramente tomarían el juego.
Después de aquel punto, las cosas se complicaron para el Kitagawa Daiichi. Tomando fuerza y usando a du dúo dorado, el Konoha presionó a los chicos del Kitagawa para que estos respondieran.
Siguiendo la presión, Kageyama Tobio empezó a moverse más velozmente. Si sus compañeros necesitaban todo de sí mismos para poder seguir los pasos de su compañero, ahora realmente necesitaban todo y mucho más para compenetrarse con su armador.
Al final del primer set...la diferencia quedó de 25 puntos para Konoha y 15 para Kitagawa Daiichi quien arrastraba a un Kageyama sudoroso, presionado e irritado.
Ninguno de sus pases llegó a donde él quería. Todos se escaparon de las manos de sus compañeros, las cueles solamente golpearon aire sin poder siquiera rozar la pelota.
Ellos...ellos realmente se mueven coordinados.
Kageyama levantó su rostro. El equipo de la secundaria Konoha se mantenía tranquilo, charlando entre risas y con la compañía de unas chicas que ellos parecían conocer.
Para él, un armador, ver que otro armador copiaba sus movimientos y lo hacia perfectamente, era extraño. Mucho más cuando ese armador contrario era capaz de coordinarse con otro jugador, el cual golpeaba la pelota sin temor algo, somo si supiera donde iba a estar.
No puedo comprenderlo. ¿Cómo lo han logrado? Ellos...ellos me obligan a moverme más rápidamente.
Oyendo el silbato, ambos equipos se pusieron en marcha. Lo que Kageyama no sabía, es que aquel partido iba a ser demasiado...complicado para él.
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