Capitulo 5

Al día siguiente

Jungkook, llegó a su establecimiento con su característica sonrisa en el rostro. Era un día soleado y prometedor, ideal para atender a sus clientes y asegurarse de que todos en su equipo estuvieran trabajando armoniosamente para brindar el mejor servicio posible. Con paso decidido, se adentró en el spa, saludando a los empleados y recibiendo cálidos saludos a cambio.

Mientras recorría las distintas áreas del spa, se detuvo en la sección donde se encontraba Taehyung, uno de sus empleados más talentosos y carismáticos. Al acercarse, notó que Taehyung estaba entreteniendo a un cliente con su característico sentido del humor, ambos riendo a carcajadas mientras conversaban animadamente. Jungkook observó la escena por un momento, sintiendo una extraña incomodidad crece en su interior.

Jungkook respiró hondo y decidió ignorar la sensación que lo perturbaba. Se acercó con su habitual confianza y saludó a ambos con una sonrisa.

–¡Buenos días, Taehyung! —dijo Jungkook, su tono alegre y amigable—. Veo que estás haciendo lo que mejor sabes hacer para mantener a nuestros clientes felices.

Taehyung levantó la vista y le devolvió la sonrisa, sus ojos brillando con una chispa de diversión.

–¡Buenos días, jefe! —respondió con entusiasmo—. Aquí, haciendo que el día de nuestro cliente sea un poco más brillante.

El cliente, aún riendo, asintió con la cabeza

–Este lugar es increíble —dijo—. Nunca había tenido una experiencia tan agradable en un spa.

Jungkook asintió, complacido por el cumplido.

-Nos esforzamos por ser los mejores —respondió—. Me alegra saber que estás disfrutando de tu visita.

Después de intercambiar algunas palabras más, Jungkook continuó su recorrido por el spa, pero la incomodidad persistía. No podía evitar sentir que había algo más detrás de la forma en que Taehyung y el cliente interactuaban. ¿Era simplemente profesionalismo, o había algo más que no podía percibir del todo?

Al llegar a su oficina, Jungkook se dejó caer en la silla y miró por la ventana. El sol brillaba intensamente, pero su mente estaba nublada por pensamientos confusos. Cerró los ojos, intentando aclarar su mente, pero la imagen de Taehyung riendo seguía apareciendo.

–¿Qué me pasa? —murmuró para sí mismo.

Decidió que necesitaba hablar con alguien sobre lo que sentía. Llamó a su amiga y confidente, Yuna, quien siempre tenía una perspectiva clara y objetiva.

–Hola, Yuna —dijo cuando ella contestó el teléfono—. ¿Tienes un momento para hablar?

–Claro, Jungkook —respondió Yuna con su habitual calidez—. ¿Qué sucede?

Jungkook suspiró, intentando encontrar las palabras adecuadas.

–Es sobre Taehyung —empezó—. Hoy lo vi interactuando con un cliente, y no sé por qué, pero me sentí... incómodo.

Yuna guardó silencio por un momento, procesando lo que Jungkook le había dicho.

–¿Incómodo en qué sentido? —preguntó finalmente—. ¿Crees que estaba siendo inapropiado?

—No, no es eso —respondió Jungkook rápidamente—. Era profesional, como siempre. Pero había algo en la forma en que se reían juntos. No sé cómo explicarlo.

Yuna se rió suavemente.

–Jungkook, a veces cuando nos sentimos incómodos con algo, puede ser una señal de que tenemos sentimientos que no hemos reconocido aún. ¿Podría ser que sientas algo más por Taehyung?

Jungkook se quedó en silencio, sorprendido por la posibilidad que Yuna había sugerido. ¿Podría ser que sus sentimientos hacia Taehyung fueran más profundos de lo que había admitido?

–No lo sé —admitió finalmente—. Nunca lo había pensado de esa manera.

–Bueno, tal vez sea hora de que lo pienses —dijo Yuna con suavidad—. A veces, los sentimientos que no reconocemos pueden manifestarse de maneras inesperadas.

Jungkook agradeció a Yuna por su consejo y colgó el teléfono. Se quedó mirando al techo, reflexionando sobre lo que ella había dicho. Tal vez era hora de que enfrentara sus verdaderos sentimientos y descubriera qué era lo que realmente lo incomodaba.


Esa tarde, Jungkook se sumergió en su trabajo, intentando distraerse de los pensamientos que lo acosaban. Pero cada vez que su mente divagaba, la imagen de Taehyung y su risa volvía a aparecer. Decidido a no dejar que esto afectara su desempeño, se obligó a concentrarse en las tareas administrativas y las reuniones programadas.

Al final del día, cuando el spa estaba cerrando y los empleados comenzaban a marcharse, Jungkook se encontró solo en su oficina, revisando los informes del día. Un suave golpe en la puerta lo sacó de su concentración.

–¿Jefe? —La voz de Taehyung resonó desde el umbral—. ¿Puedo entrar?

Jungkook levantó la vista y asintió, intentando mantener una expresión neutral.

–Claro, Taehyung, pasa —respondió.

Taehyung cerró la puerta detrás de él y se sentó frente a Jungkook, con una mirada seria en el rostro.

–He notado que has estado un poco... distante hoy —dijo—. ¿Todo está bien?

Jungkook dudó por un momento, sopesando si debía compartir sus pensamientos con Taehyung. Finalmente, decidió ser honesto.

–Para ser sincero, he estado un poco confundido —admitió—. Esta mañana, cuando te vi con ese cliente, sentí algo extraño. No estoy seguro de qué es, pero me ha estado molestando todo el día.

Taehyung lo miró con sorpresa, y luego una expresión de comprensión cruzó su rostro.

–Oh... —dijo suavemente—. ¿Crees que podría ser... celos?

La palabra se quedó flotando en el aire entre ellos. Jungkook la consideró, dándose cuenta de que, tal vez, Taehyung tenía razón.

–No lo sé —dijo finalmente—. Nunca me había sentido así antes.

Taehyung se inclinó hacia adelante, su expresión suave y comprensiva.

–Jungkook, si hay algo que he aprendido trabajando aquí, es que todos somos humanos y tenemos sentimientos. A veces, estos sentimientos nos toman por sorpresa. Pero lo importante es enfrentarlos y entenderlos.

Jungkook asintió lentamente, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo.

–Tienes razón —dijo—. Tal vez sí sean celos. Y si es así, creo que necesito entender por qué.

Taehyung sonrió, su calidez habitual regresando a su expresión.

–Quiero que sepas que siempre estoy aquí para hablar, si lo necesitas —dijo—. Aprecio mucho trabajar contigo y valoro nuestra amistad.

Jungkook sintió un peso levantarse de sus hombros. La honestidad de Taehyung lo reconfortaba.

–Gracias, Taehyung —dijo con sinceridad—. También valoro mucho nuestra amistad. Y creo que hablar contigo me ha ayudado a empezar a entender lo que siento.

Taehyung se levantó y le dio un suave golpe en el hombro.

–Para eso están los amigos —dijo con una sonrisa—. Ahora, ¿qué te parece si cerramos el spa y nos vamos a tomar algo? Creo que ambos podríamos tener un descanso.

Jungkook asintió, sintiendo que su corazón se aligeraba un poco más. Mientras cerraban el spa y salían juntos, supo que, aunque aún no tenía todas las respuestas, estaba en el camino correcto para descubrirlas. Y tener a Taehyung a su lado hacía que el viaje fuera mucho más llevadero.


Esa noche, Jungkook y Taehyung se dirigieron a un bar cercano, un lugar acogedor y tranquilo donde solían relajarse después de un día largo. La conversación fluía fácilmente entre ellos, y Jungkook se sentía agradecido por la compañía de Taehyung. Sin embargo, una parte de su mente seguía procesando los sentimientos que había discutido más temprano.

El bar estaba animado, con música suave de fondo y un ambiente relajado. Jungkook y Taehyung encontraron una mesa en una esquina y pidieron unas bebidas. Mientras charlaban, Jungkook se dio cuenta de que cada vez se sentía más cómodo y relajado en la presencia de Taehyung.

Después de un rato, Taehyung se levantó para ir al baño, dejando a Jungkook solo en la mesa. Mientras esperaba, Jungkook observó el entorno, disfrutando del ambiente. Pero su tranquilidad se desvaneció cuando vio a un chico acercarse a Taehyung en el camino de regreso. El desconocido era alto y atractivo, y claramente estaba interesado en Taehyung.

Jungkook observó con creciente tensión cómo el chico comenzaba a coquetear con Taehyung, inclinándose hacia él y sonriendo de manera seductora. Taehyung, siempre amable, sonreía educadamente pero parecía un poco incómodo. La incomodidad de la mañana volvió a apoderarse de Jungkook, esta vez acompañada de una ola de celos aún más intensa.

Sin pensarlo dos veces, Jungkook se levantó de su asiento y se dirigió hacia ellos con determinación. Si bien no tenía un plan claro, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. Al llegar, colocó una mano firme en el hombro de Taehyung, interponiéndose entre él y el extraño.

–¿Todo bien aquí? —preguntó Jungkook, su voz más firme de lo habitual.

El chico que coqueteaba con Taehyung levantó una ceja, sorprendido por la interrupción.

–Sí, solo estaba charlando con tu amigo aquí —respondió, claramente incómodo por la presencia de Jungkook.

Taehyung, por su parte, parecía sorprendido pero también aliviado de ver a Jungkook.

–Gracias, pero creo que ya nos íbamos —dijo Taehyung, mirando al extraño con una sonrisa educada.

Jungkook sintió una oleada de alivio, pero también de algo más profundo. Sin pensarlo, se giró hacia Taehyung y, en un impulso, lo besó. Fue un beso rápido pero lleno de significado, una manera de expresar todo lo que había estado sintiendo durante el día. Taehyung se quedó paralizado por un segundo, pero luego respondió al beso, cerrando los ojos y dejándose llevar.

Les dejo un nuevo capítulo
Mis lectores espero que les guste
🥰🥰🥰

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