Capitulo 20

Capitulo dedicado a MaryluHernandez1 🥰🥰


Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. La rutina de cuidar a su bebé se fue estableciendo, con Jungkook y Taehyung aprendiendo juntos a ser padres. Cada día era una nueva aventura, llena de risas, llantos y momentos inolvidables.

Jungkook seguía siendo un padre dedicado y atento, siempre dispuesto a ayudar en las noches de insomnio y a brindar apoyo a Taehyung en cada paso del camino. Taehyung, por su parte, demostraba una fortaleza y amor inquebrantables, convirtiéndose en una madre cariñosa y comprensiva.

Una tarde, mientras estaban en el parque con su bebé, Taehyung se acercó a Jungkook con una sonrisa radiante en el rostro.

-Creo que estamos haciendo un gran trabajo juntos, ¿no crees? -dijo Taehyung, mirando a su familia con ternura.

Jungkook asintió, con los ojos brillando de orgullo y amor.

-Definitivamente. Nuestro bebé es muy afortunado de tener a dos padres tan maravillosos.

La vida continuaba su curso, con nuevos retos y alegrías en cada esquina. Jungkook y Taehyung encontraron un equilibrio en su vida familiar y laboral, apoyándose mutuamente en sus sueños y aspiraciones.

Una noche, después de acostar al bebé, Jungkook se sentó en el sofá junto a Taehyung, tomándole la mano con ternura.

-Tae, ¿alguna vez has pensado en ampliar nuestra familia en el futuro? -preguntó, mirándolo fijamente a los ojos.

Taehyung se quedó pensativo por un momento, reflexionando sobre la idea.

-Sí, lo he considerado. Creo que sería maravilloso darle un hermanito a nuestro hijo.

Una sonrisa se formó en el rostro de Jungkook, mirando a Taehyung con amor y complicidad.

-Entonces, ¿qué te parece si empezamos a planificarlo?

Taehyung asintió

Al día siguiente

Tae había decidido regresar al spa
para trabajar junto a Jungkook, sintiendo nostalgia por el ambiente sereno y acogedor que caracterizaba el lugar. Mientras Jungkook estaba ocupado en la oficina del spa con su bebé de siete meses, Tae aprovechó la hora de almuerzo para ir a visitarlos. Caminó por los pasillos familiares del spa, recordando los momentos compartidos con Jungkook en ese mismo lugar.

Al llegar a la oficina, Tae abrió la puerta suavemente y se detuvo en el umbral, observando la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Su hijo estaba sentado en el regazo de Jungkook, riendo a carcajadas mientras su padre rompía papeles en pedazos con una expresión juguetona en el rostro. La risa contagiosa del bebé llenaba la habitación, creando una atmósfera de alegría y amor.

Tae decidió que esa era una escena demasiado preciosa como para no capturarla en video. Se acercó sigilosamente a la puerta de la oficina del spa, asegurándose de no hacer ruido, y sacó su teléfono. Activó la cámara y comenzó a grabar, enfocando a Jungkook y al bebé que se reía sin parar mientras su padre seguía rompiendo papeles en pedazos.

El sonido de las carcajadas del bebé llenaba la habitación, y Tae no pudo evitar sonreír detrás de la cámara. Había algo especial en ver a Jungkook interactuar con su hijo de una manera tan natural y amorosa. Después de unos minutos, Jungkook se dio cuenta de la presencia de Tae y levantó la vista, con una sonrisa traviesa en su rostro.

-¿Nos estabas espiando? -preguntó Jungkook, con una chispa de diversión en sus ojos.

-No podía resistirme -respondió Tae, todavía grabando-. Ustedes dos son demasiado adorables juntos. ¿Qué estabas haciendo?

-Solo entreteniendo a nuestro pequeño -dijo Jungkook, encogiéndose de hombros-. Parece que romper papeles es lo más divertido del mundo para él.

Tae se acercó y dejó el teléfono a un lado, uniéndose a su familia. Se sentó junto a Jungkook y tomó la mano del bebé, que estaba fascinada por la textura del papel rasgado. Tae acarició la mejilla de su hijo y luego miró a Jungkook con ternura.

-Eres un gran padre, ¿lo sabes? -dijo Tae suavemente.

Jungkook se sonrojó un poco y rió nerviosamente.

-Solo hago lo que puedo. Pero gracias, significa mucho viniendo de ti.

El momento se sintió perfecto, y Tae deseó que pudiera durar para siempre. Finalmente, el bebé comenzó a perder interés en los papeles y se acurrucó en los brazos de Jungkook, bostezando.

-Parece que es hora de la siesta -dijo Tae, mirando con cariño a su hijo-. Vamos a casa, ¿te parece?

Jungkook asintió y se levantó con el bebé en brazos. Tae recogió sus cosas y juntos salieron de la oficina del spa, sintiéndose más unidos que nunca. Caminando hacia el coche, Tae tomó la mano libre de Jungkook y la apretó suavemente.

Mientras conducían de regreso a casa, Tae pensó en cómo esos pequeños momentos cotidianos eran los que realmente construían su vida juntos. No necesitaban grandes gestos ni eventos extraordinarios; solo necesitaban estar presentes el uno para el otro y para su hijo.

Llegaron a casa y pusieron al bebé en su cuna, observando cómo se quedaba dormido rápidamente. Tae y Jungkook se miraron y sonrieron, disfrutando de la paz y la belleza de ese momento compartido.

-Te amo -dijo Tae en voz baja, abrazando a Jungkook.

-Y yo a ti -respondió Jungkook, devolviendo el abrazo.

Con el bebé durmiendo tranquilamente y la casa en silencio, Tae y Jungkook se dirigieron a la sala de estar, listos para disfrutar de un merecido tiempo juntos. Se sentaron en el sofá, Tae apoyando la cabeza en el hombro de Jungkook.

Sin decir una palabra, Jungkook envuelve a Tae en sus brazos y lo besa apasionadamente. La chispa entre ellos se enciende instantáneamente, recordándoles la conexión profunda y especial que comparten.

Tae se siente abrumado por la intensidad del momento, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Puede sentir la erección de Jungkook rozando la suya, desatando una ola de deseo y pasión entre ellos.

Tae se dejó llevar por el beso, profundizándolo aún más mientras sus manos exploraban el cuerpo de Jungkook con familiaridad y deseo. Cada caricia, cada roce, parecía encender fuegos en ambos, recordándoles la pasión que compartían.

Jungkook deslizó sus manos por la espalda de Tae, atrayéndolo más cerca hasta que no quedó espacio entre ellos. Sus labios se movían con urgencia y precisión, como si intentaran comunicar todo el amor y el anhelo que sentían el uno por el otro en ese momento. Tae gimió suavemente contra los labios de Jungkook, su cuerpo respondiendo instintivamente a cada toque y beso.

Sin dejar de besarse, comenzaron a moverse hacia el dormitorio, sus cuerpos entrelazados en una danza de deseo. Jungkook empujó suavemente a Tae sobre la cama, mirándolo con una mezcla de amor y lujuria en sus ojos oscuros. Tae se mordió el labio, su respiración acelerada mientras observaba a Jungkook quitarse la camisa con movimientos deliberados y provocativos.

-Eres tan hermoso -murmuró Tae, sus ojos devorando cada centímetro de la piel desnuda de Jungkook.

Jungkook sonrió, una sonrisa traviesa que hizo que el corazón de Tae latiera aún más rápido.

-Y tú eres mi todo -respondió Jungkook, inclinándose para besar a Tae de nuevo mientras sus manos comenzaban a desabrochar la camisa de este.

Cada botón que se desabrochaba revelaba más de la piel de Tae, y Jungkook no pudo evitar besar y lamer cada nuevo pedazo de piel expuesta. Tae arqueó la espalda, sus manos enredándose en el cabello de Jungkook mientras este descendía por su torso, dejando un rastro de besos ardientes a su paso.

Finalmente, ambos estuvieron desnudos, sus cuerpos entrelazados en la cama. Jungkook se tomó un momento para admirar la belleza de Tae, sus ojos recorriendo cada curva y línea con adoración. Tae sintió que su deseo crecía aún más bajo la intensa mirada de Jungkook, su cuerpo temblando de anticipación.

-Te deseo tanto, Tae -susurró Jungkook, su voz ronca con lujuria.

-Entonces, tócame -respondió Tae, su voz apenas más que un susurro mientras sus ojos brillaban con deseo.

Jungkook no necesitó más invitación. Sus manos y labios comenzaron a explorar el cuerpo de Tae con una combinación de ternura y pasión, arrancando gemidos y suspiros de placer de los labios de su amante. Cada caricia, cada beso, parecía llevarlos a ambos más cerca del éxtasis

La habitación se llenó de una atmósfera cargada de deseo y amor, donde cada toque parecía ser una declaración de su amor eterno. Jungkook tomó su tiempo, disfrutando de cada reacción de Tae mientras sus labios y manos trazaban caminos de fuego sobre su piel.

Tae cerró los ojos, permitiéndose ser completamente vulnerable y abierto a las sensaciones que Jungkook estaba creando.

Finalmente, Jungkook se posicionó sobre Tae, sus cuerpos encajando perfectamente como piezas de un rompecabezas. Tae abrió los ojos y sus miradas se encontraron, comunicando sin palabras todo el amor, la pasión y el anhelo que sentían el uno por el otro. Jungkook se inclinó para darle un beso suave y lleno de cariño antes de moverse lentamente, uniéndolos en un acto de amor que era tan físico como emocional.

El ritmo fue lento al principio, permitiéndoles saborear cada momento. Sin embargo, a medida que la pasión entre ellos crecía,las embestídas y movimientos se volvieron más urgentes y necesitados. Sus cuerpos se movían al unísono, cada uno buscando y encontrando placer en el otro.

Tae se aferró a los hombros de Jungkook, sus uñas dejando marcas suaves en su piel mientras el placer se acumulaba dentro de él. Jungkook, por su parte, mantenía sus ojos fijos en los de Tae, queriendo asegurarse de que cada segundo de esta experiencia fuera compartido y recordado.

Cada embestída era más rápida, la polla de Jungkook ingresaba y salía con cada movimiento, haciendo que tae se moviera a su ritmo, Jungkook empezó hacer algunos movimientos más rápido.

Finalmente, el placer se hizo insostenible y ambos se dejaron llevar por la excitación que los envolvió. Sus cuerpos se tensaron y luego se relajaron casi simultáneamente, sus respiraciones entrecortadas llenando la habitación mientras se aferraban el uno al otro.

Después de unos momentos, Jungkook rodó a un lado, llevando a Tae consigo para que descansara sobre su pecho. Tae podía escuchar los latidos acelerados del corazón de Jungkook, un ritmo que coincidía con el suyo propio.

-Eso fue... Maravilloso-murmuró Tae, su voz todavía temblorosa por la intensidad del momento.

-Sí, lo fue -respondió Jungkook, acariciando el cabello de Tae con suavidad-. No hay nadie en este mundo con quien preferiría estar que
contigo, Tae.

Tae sonrió y levantó la cabeza para mirar a Jungkook, sus ojos llenos de amor y gratitud.

-Te amo, Jungkook. Más de lo que las palabras pueden expresar.

-Y yo a ti, Tae. Siempre.

Se quedaron así, envueltos en la calidez de su amor y el silencio cómodo que solo dos personas profundamente conectadas pueden compartir.
La noche avanzaba, pero en ese momento, el tiempo parecía haberse detenido para ellos, permitiéndoles saborear la pureza y la belleza de su amor compartido


Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste
🥰💕
No andaba con muchas ganas
De escribir explícito
Les prometo que después les traeré
Cómo están acostumbrados.

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