Capitulo 16
Les cuento que habrá un pequeño salto de tiempo.
La noche fue un rotundo éxito. Las obras de Taehyung recibieron elogios entusiastas de todos los presentes, y la galería se llenó de risas, conversaciones animadas y admiración genuina. Taehyung estaba radiante, moviéndose entre los invitados con una sonrisa que no podía contener.
Jungkook no se apartaba de su lado, observando con orgullo cómo su amado brillaba en su elemento. Pero también se aseguraba de que todo estuviera en orden, atendiendo a los detalles para que la noche fuera perfecta para Taehyung.
-Tae, tu trabajo es realmente inspirador -dijo hoseok, uno de sus amigos más cercanos, mientras admiraba una de sus pinturas-. Estoy tan orgulloso de ti.
-Gracias, Hobi. Significa mucho para mí que estés aquí -respondió Taehyung, abrazándolo calurosamente.
Jungkook sonrió al ver la interacción. Los amigos y la familia de Taehyung siempre habían sido un gran apoyo, y tenerlos allí para celebrar este momento especial hacía que todo fuera aún más significativo.
Más tarde, mientras la noche avanzaba y la galería empezaba a vaciarse, Taehyung y Jungkook se encontraron solos en el centro de la sala, rodeados por las obras de arte que habían creado juntos.
-Es todo tan surrealista -dijo Taehyung, mirando a su alrededor-. No puedo creer que esto sea real.
-Es real, Tae. Todo esto es tuyo. Y es solo el principio de lo que vas a lograr -respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung y llevándola a sus labios.
-No sé cómo agradecerte, Kook. Esto es más de lo que podría haber soñado -dijo Taehyung, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad.
-No tienes que agradecerme, Tae. Verte feliz es todo lo que necesito. Tu talento merece ser visto y apreciado. Y yo estaré aquí, apoyándote en cada paso del camino -dijo Jungkook, mirándolo con ternura.
Taehyung lo abrazó con fuerza, sintiendo una profunda gratitud y amor.
-Te amo, Jungkook. Gracias por creer en mí.
-Te amo, Tae. Siempre lo haré -respondió Jungkook, abrazándolo aún más fuerte.
Con el tiempo, la galería de Taehyung se convirtió en un punto de referencia en la escena artística de Seúl. Sus exposiciones atrajeron a críticos y amantes del arte de todo el país, y su reputación como artista talentoso y visionario creció rápidamente. Taehyung floreció en su nuevo rol, y cada día se sentía más seguro de sí mismo y de su arte.
Jungkook estaba siempre a su lado, apoyándolo incondicionalmente. Sus propios proyectos también prosperaron, pero siempre encontraba tiempo para estar con Taehyung, celebrando sus éxitos y ayudándolo a superar cualquier obstáculo.
Un año después de la inauguración de la galería, Taehyung y Jungkook organizaron una celebración especial para conmemorar el aniversario. La galería estaba llena de nuevos trabajos de Taehyung, y la atmósfera era aún más vibrante y emocionante que el día de la apertura.
-Ha sido un año increíble, ¿verdad? -dijo Jungkook, mientras ambos observaban a los invitados disfrutar de la exposición.
-Sí, lo ha sido. Y todo gracias a ti, Kook. No sé qué habría hecho sin tu apoyo -respondió Taehyung, apretando la mano de Jungkook.
-No, Tae. Todo esto es gracias a tu talento y dedicación. Yo solo te di un pequeño empujón. El resto lo has hecho tú -dijo Jungkook, mirándolo con orgullo.
-Somos un equipo, ¿recuerdas? En todo -respondió Taehyung, sonriendo.
-Sí, en todo -afirmó Jungkook, inclinándose para besar suavemente a Taehyung.
Mientras la noche avanzaba, Taehyung y Jungkook se tomaron un momento para ellos, alejándose del bullicio y encontrando un rincón tranquilo de la galería. Se sentaron juntos, observando las obras de arte y disfrutando de la compañía del otro.
-Esto es solo el comienzo, Tae. Hay tanto más que podemos hacer, tantos sueños por cumplir -dijo Jungkook, su voz llena de esperanza y determinación.
-Lo sé, Kook. Y estoy listo para todo lo que venga, siempre y cuando esté contigo -respondió Taehyung, apoyando su cabeza en el hombro de Jungkook.
Con el murmullo de la celebración a su alrededor, Taehyung y Jungkook se tomaron un momento para disfrutar de la tranquilidad de la esquina de la galería. Estaban rodeados por las obras de arte de Taehyung, cada una contando una historia única, y el amor que compartían era palpable en el aire.
-Kook, he estado pensando -dijo Taehyung, rompiendo el silencio-. Ahora que la galería ha tenido tanto éxito, me gustaría hacer algo más. Algo que pueda devolver a la comunidad.
Jungkook lo miró con curiosidad.
-¿Qué tienes en mente, Tae?
-Quiero organizar talleres y clases de arte para niños y jóvenes. Quiero darles la oportunidad de expresarse y descubrir su propio talento, tal como yo lo hice. Creo que podría ser algo realmente especial -dijo Taehyung, sus ojos brillando con entusiasmo.
Jungkook sonrió, sintiendo una oleada de orgullo.
-Eso suena increíble, Tae. Estoy seguro de que harás una gran diferencia en la vida de esos niños. Y, por supuesto, te apoyaré en todo lo que necesites.
-Gracias, Kook. Sabía que entenderías. Eres el mejor -respondió Taehyung, besándolo suavemente.
Los meses siguientes fueron un torbellino de actividad mientras Taehyung y Jungkook trabajaban para poner en marcha los talleres de arte. Contactaron a escuelas locales, reclutaron a otros artistas para ayudar y prepararon el espacio en la galería para las clases. La respuesta de la comunidad fue abrumadoramente positiva, y pronto, la galería estaba llena de jóvenes aspirantes a artistas, todos ansiosos por aprender y crear.
Una tarde, mientras Taehyung dirigía su primera clase de arte, Jungkook se quedó en el fondo de la sala, observando con una sonrisa. Ver a Taehyung interactuar con los niños, guiándolos y animándolos, llenaba su corazón de alegría. Taehyung estaba en su elemento, y su pasión por el arte era contagiosa.
-Muy bien, chicos, recuerden que no hay errores en el arte, solo oportunidades para ser creativos -dijo Taehyung, moviéndose entre los caballetes y ofreciendo palabras de aliento.
Después de la clase, uno de los niños se acercó a Taehyung, sosteniendo un dibujo con orgullo.
-Señor Taehyung, ¿le gusta mi dibujo? -preguntó tímidamente.
Taehyung se agachó para estar a su altura, mirando la obra con una sonrisa.
-Es maravilloso. Has hecho un trabajo increíble. ¿Cómo te sientes al respecto?
-Me siento muy feliz. Gracias por enseñarme -respondió el niño, sonriendo ampliamente.
-Gracias a ti por compartir tu talento conmigo. Sigue dibujando y nunca dejes de creer en ti mismo, aunque hayan personas que no crean en ti, tu sigue adelante con tus sueños-dijo Taehyung, dándole una palmadita en el hombro.
Jungkook observó la escena con el corazón hinchado de orgullo. Sabía que estaban haciendo algo especial, algo que estaba marcando una diferencia real en la vida de esos jóvenes.
Esa noche, después de que la galería se vaciara y los niños se hubieran ido a casa, Taehyung y Jungkook se sentaron juntos en el sofá de la sala de meditación, disfrutando de la paz y la quietud.
-Hoy fue increíble, Kook. No puedo creer lo mucho que significó para esos niños -dijo Taehyung, recostándose contra Jungkook.
-Lo sé. Estás haciendo algo maravilloso, Tae. Estoy tan orgulloso de ti -respondió Jungkook, abrazándolo con fuerza.
-Gracias, Kook. No podría haberlo hecho sin ti. Eres mi roca, mi apoyo constante -dijo Taehyung, mirándolo con amor.
-Y tú eres mi inspiración, Tae. Todo lo que hacemos, lo hacemos juntos. Y hay tanto más por venir -dijo Jungkook, besándolo suavemente.
Con el tiempo, los talleres de arte se convirtieron en una parte integral de la galería, atrayendo a más y más jóvenes talentos. La comunidad artística de Seúl abrazó la iniciativa, y Taehyung se convirtió en un mentor y modelo a seguir para muchos.
Una tarde, mientras organizaban una exposición de los trabajos de los estudiantes, Taehyung y Jungkook se tomaron un momento para reflexionar sobre todo lo que habían logrado.
-Mira lo lejos que hemos llegado, Kook. Desde aquel primer spa hasta aquí, ayudando a estos jóvenes a encontrar su pasión -dijo Taehyung, conmovido.
Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste
🥰💕
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