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Taehyung
Frunzo mi ceño mientras estoy concentrado en la pantalla de mi teléfono. Recargo la pantalla cada dos segundos exactos por si se me ha bloqueado la aplicación de WhatsApp, pero simplemente Irune no me está respondiendo, ni creo que lo vaya a hacer pronto.

Hago una mueca al ver sus últimos mensajes. Son de hace unos días, ocho para ser exactos, y no me dejan buen cuerpo. Releo todo de nuevo, por si hay alguna parte de la información que he entendido mal, pero no, el traductor sigue traduciendo exactamente las mismas palabras y me gustan tan poco como la primera vez que las leí.

"¿Cómo habéis sido tan cabrones como para hacer esto a mi hermana?"

"Sois unos hijos de puta"

"Como la pase algo por vuestra jodida culpa no os lo voy a perdonar en la vida"

"Cabrones de mierda"

"Qué os vaya muy bien en vuestra vida de super estrellas🖕"

Recargo la pantalla otra vez. Puede que Irune haya leído mis mensajes y los ha contestado, pero eso no sucede. Suspiro y tiro el teléfono a mi lado en el sofá asustando a Yeontan. Echo mi cabeza hacia atrás y paso mis manos por mi rostro, esperando que de esa manera pudiera aclarar todo el cacao de cosas que tenía en la mente y encontrar una solución que funcionara para todos.

Porque nadie aquí lo estaba pasando bien.

Era jodido ver a Namjoon en casa, aunque ya casi no pasaba tiempo por aquí. Se la vivía encerrado en el estudio o en casa de sus padres. Casi no recuerdo la última vez que durmió en esta casa, pero tampoco voy a ser yo quien le diga algo, porque sé que no ha vuelto a ser el mismo desde que ocurrió lo de Jana.

Nunca había visto a Namjoon tan vulnerable como ahora, tan roto y deprimido. Tan....con un corazón roto.

Yeontan me ladra y muevo mi cabeza para mirarle. Está sentado a mi lado mirándome muy fijamente. Acaricio su cabeza, pero él se remueve y me pone sus dos patas delanteras en mis piernas. Estoy seguro de que él sabe que algo me pasa y que no está bien, por eso trata de llamar mi atención mientras mueve su cola de un lado hacia el otro con su pequeña lengua fuera.

— ¿Qué estás viendo?— desvío mi mirada de mi perro hacia la voz de Jungkook.

Parece que va a salir, o al menos eso creo al ver como va vestido. Hoy es domingo y no tenemos que ir a la compañía a practicar, por lo que todos nos hemos quedado en casa para descansar un poco, o al menos salir de este mal rollo que se ha estado palpando en el ambiente desde hace unas semanas, y por lo que veo Jungkook está demasiado arreglado como para pasar un domingo en casa sin hacer nada. Se ha puesto unos vaqueros anchos, de esos que le ha dado por llevar ahora, y lleva una camisa blanca bajo una sudadera oversize negra. Es un estilo de ropa que le queda bien, pero que yo no me pondría nunca.

— Una peli— me encojo de hombros y miro hacia la televisión como si la hubiera estado mirando todo este tiempo.

En realidad no tenía ni idea de que estaban echando en la pantalla.

— ¡Oh!— Jungkook se hace el sorprendido mientras se sienta a mi lado cogiendo a Yeontan en brazos— ¿Y esa peli va de unas mallas que reducen la grasa abdominal? Parece muy interesante.

Entrecierro mi mirada y me giro para observarle. Está claro que me ha pillado, lo he notado por su tono irónico, pero tampoco voy a caer en contestarle.

— Cállate— cojo el mando y cambio de canal.

Tal vez esto no me hubiera pasado si habría puesto Netflix desde el principio, pero de todo el tiempo que llevaba aquí sentado no había mirado a la pantalla grande en ningún momento. Había estado sumido en mi teléfono un buen rato, enviándole mensajes a Irune esperando a que me contestase alguno de ellos.

Por supuesto que eso no ha pasado, desde hace 8 días.

— Oye...— Jungkook está acariciando a Yeontan, pero sé que no está prestando demasiada atención a las caricias que le está dando a mi perro— ¿También tú estás enfadado con todo? No te quería molestar con el comentario que he dicho, no era mi intención.

Hago una mueca y miro a mi compañero de banda. No estoy molesto, creo que ninguno de los chicos lo está, tan solo estamos actuando demasiado raro, porque esta es una situación nueva para nosotros.

Porque nunca habíamos visto de esta manera a Namjoon, tan destruido, y eso nos había afectado a nosotros.

— No, no lo estoy— lo digo en un suspiro derrotado— Simplemente todo es raro, demasiado.

— Sí...Creo que ver a Nam hyung así nos ha tocado a todos por igual— la mirada de Jungkook se pierde hacia la pantalla, pero no presta atención a nada de lo que pasan por la televisión— Me he dado cuenta de lo importante que es Nam para el grupo, nos da estabilidad, y ahora que él está tan destruido y desanimado todos estamos como...

— Perdidos— termino la frase por él, porque yo también lo he pensado.

— Sí, eso mismo— Jungkook asiente a lo que digo y se gira para mirarme de nuevo— ¿Crees que podremos solucionar algo? No sé, tal vez podríamos intentar hablar con Jana, como cuando dimos el cambiazo al teléfono de Nam y le mandamos el de SeokJin.

Mis ojos están puestos en él cuando lo dice. Se nota que está algo desesperado por encontrar algo, aunque sea una muy pequeña esperanza, que sirva para arreglar todo este embrollo, pero no creo que sea tan fácil. Supongo que Jungkook intuye lo que pienso al ver mi expresión decaída. Su mirada cae hacia el suelo y arruga su nariz con fastidio. Yo también había pensado al principio que podría encontrar una solución fácil, por eso me decidí a hablar con Irune por mensajes. Le conté todo y le pedí que me escuchara, y creí que lo había entendido, que me había entendido. Es más, hasta después de contarle bromeamos y hablamos como siempre lo habíamos hecho desde que nos conocimos, pero hace 8 días exactos todo pareció cambiar de golpe. De repente me mandó todos esos mensajes, estando notablemente cabreada, y yo no sabía que pasaba. Traté de hablarla, llamarla por teléfono, pero siempre me mandaba directo al buzón de voz.

Y no me hacía falta sumergirme demasiado como para saber que algo no estaba bien.

— No es tan fácil— es lo que me digno a contestar, porque al final todas las respuestas posibles terminaban en esa frase.

Jungkook hace una mueca y saca su teléfono del bolsillo. Toquetea algo en su pantalla y termina por soltar un suspiro antes de levantarse. Deja a Yeontan sobre el sofá, en el mismo sitio donde mi perro ha estado todo el tiempo desde que estamos en el salón, y se guarda el teléfono otra vez en el bolsillo delantero de sus pantalones.

— Bueno, me voy que he quedado— asiento mirando hacia mi perro, quien parece haberse rendido en eso de llamar mi atención para animarme y se está dedicando a lamer sus partes— Nos vemos luego.

Vuelvo asentir mirando hacia la nada y murmuro;

— Pásalo bien.

Y con eso se va. Escucho el ruido de la entrada, donde estoy seguro de que Jungkook está batallando con cualquiera de los zapatos que haya decidido ponerse y después suena el cerrojo de la puerta. El sonido de la televisión es lo único que se escucha en casa a pesar de que todos los chicos, a excepción de Namjoon y Hobi, quien está con su hermana, están aquí.

Suspiro y agarro mi teléfono de nuevo. Yeontan me mira cuando lo hago, pero pronto pasa de nuevo de mí y se centra en lamerse. Enciendo la pantalla y no me sorprendo al no ver ninguna notificación, pero no me rindo, al menos ese es mi pensamiento cuando me meto de nuevo a WhatsApp, aplicación que me he descargado únicamente para hablar con Irune. Estoy en su chat, refrescándolo por si me ha escrito y no me ha llegado el mensaje, pero no ocurre nada. Me vuelvo a cerciorar de que no me ha bloqueado, y me alivio al ver que no es así, que los mensajes que la mando le llegan, pero el problema es que ella no los lee, no me lee.

Irune🌻

Domingo 29 de septiembre

Qué ha pasado?
Acabo de ver tus mensajes
Enviado 10:35 am
Irune?
Contéstame
No me dejes en visto
Qué ha ocurrido?
Enviado 11:15 am
No sé que sucede pero estoy seguro de que podemos hablar
Irune, por favor
Por qué has dicho esas cosas?
Está pasando algo?
Enviado 15:47 pm

📞 Llamada perdida a las 20:03 pm

Lunes 30 de septiembre

Irune háblame
No sé que está sucediendo
Explícamelo, por favor
Enviado 20:40 pm

Martes 1 de octubre

Mierda Irune
Dime lo que sucede
Por qué has dicho todo eso?
Enviado 17:55 pm

Jueves 3 de octubre

Sabes qué?
Allá tú si piensas esas cosas de nosotros🙄
Yo te expliqué todo
Me da igual igual si piensas que jugamos con vosotras
Yo sé de sobra que no lo hicimos
Así que, viendo que no me vas a contestar, solo te voy a decir una cosa
Muy a tu estilo por cierto
Que te den por culo!🖕
Enviado 3:15 am

Viernes 4 de octubre

Joder
Perdóname
Estaba borracho, no quería decir nada de eso
Mierda, no sé borrar mensajes
Seguro que ya lo has visto
Lo siento
Enviado 13:03 pm
Irune
Por favor
Dime que ha pasado
Jana está bien?
Tú estás bien?
Háblame, te lo suplico
Enviado 21:57 pm

📞 Llamada perdida a las 22:01 pm
Ayer

Hola!🤗
Sé que no me hablas, pero yo sí lo voy a hacer
Al menos hasta que me contestes
Te llegan los mensajes, así que no me has bloqueado
Intuyo que me lees aunque no me contestes🧐
Enviado 14:16 pm

Hoy

Irune
Ya deja el misterio
Qué ha pasado?
Está Jana bien?
Ha ocurrido algo grave?
Por favor, si puedo ayudar tan solo dímelo
Estaré aquí para cuando decidas contestar
Enviado 18:36 pm

Suspiro viendo todo los mensajes que la he mandado y que no me ha contestado. Que no me haya bloqueado me lo tomo como una victoria, pero aun así hay algo que no me gusta de todo esto, por lo que no me lo pienso mucho cuando pulso la figurita de teléfono y me lo llevo al oído. Los pitidos resuenan en mi oído como una sintonía agonizante, pero no me lo tomo a mal cuando no contesta, porque tampoco esperaba que lo hiciera.

— ¿Qué estás haciendo?— Jimin aparece por el pasillo con su pantalón de pijama puesto y una sudadera. Lleva su pelo revuelto, por lo que intuyo que ha estado tumbado en su cama durmiendo o viendo alguna serie— ¿Ahora ves teletienda?

Frunzo mi ceño y miro a la pantalla. Una mujer me está vendiendo una cinta de correr portátil que no tiene pinta de durar mucho. No me puedo creer que haya vuelto a cambiar a otro programa de teletienda.

¿Desde cuando empiezan a dar la teletienda a las seis de la maldita tarde?

— No la estaba viendo— me encojo de hombros y le tiendo el mando.

Tal vez él ponga algo mejor que yo.

— Ya, se nota— Jimin se ríe y se sienta en el sofá a mi lado cogiendo a Yeontan en brazos— Ven con el tío Jimin pequeñín, que yo si te voy a dar todos los mimos que tu padre no te da.

Ignoro lo que dice Jimin a mi perro y me vuelvo a concentrar en la pantalla de mi teléfono. Salgo de la aplicación y vuelvo a entrar por si acaso, aunque tengo muy claro que voy a obtener el mismo resultado que estos días pasados. Me vuelvo loco refrescando el chat con Irune, y puede que mi desesperación se note un poco, porque Jimin me está mirando como si hubiera perdido un tornillo.

— Oye...¿qué tan interesante es eso que tienes en el teléfono?— levanto mi mirada para verle dejar el mando de la tele a un lado del sofá— Llevas días super enganchado al teléfono, y tú nunca lo usas tanto, es más, a penas lo coges para algo que no sea llamar a tu madre.

Tenso mis labios y suelto un suspiro agotado. Tengo que desviar la mirada desde Jimin a mi teléfono sucesivamente, valorando si es buena idea contarle lo que he estado haciendo durante varios días antes de que Irune decidiera cortar toda comunicación conmigo.

— Si te cuento, ¿guardas el secreto?— muerdo mi labio inferior y miro de reojo hacia el pasillo. Ni Yoongi ni Jin tienen pinta de salir de sus habitaciones, y eso me alivia.

Jimin me mira ofendido.

— Se supone que somos mejores amigos, ¿por quién me tomas?— su ceño se frunce y se mueve apegándose más a mí— A ver, ¿qué pasa?

Tomo una respiración bastante profunda y bajo mi vista hacia mi teléfono. La pantalla se ha apagado y está completamente negra, y aunque mis dedos pican por encenderla y comprobar que, efectivamente, Irune no me ha contestado, decido que es mejor contárselo a Jimin.

— He estado hablando con Irune, la hermana de Jana.

Lo digo rápido, muy rápido, y casi creo que Jimin no ha entendido lo que he dicho porque su rostro se queda con la misma expresión que tenía antes de contárselo.

— Ah, vale, solo era es...— le miro raro y él pestañea muy rápido antes de abrir sus ojos hasta el tope y dejar que su boca caiga abierta de par en par— ¿Qué?— dice estupefacto.

Creo que Jimin no me cree del todo, o al menos está flipando lo suficiente como para creer que lo que he dicho no es verdad. Le conozco desde hace años y sé que esta reacción es de "Taehyung, no me lo creo".

Así que decido encender la pantalla de mi teléfono y acceder al chat de Irune, aunque bueno, no me tengo que esforzar demasiado porque ya estaba en él antes de bloquear el teléfono. Refresco la pantalla, solo por si acaso, y me ahorro el bufido que quiero soltar al ver que, otra vez, no tengo mensajes de su parte.

— Sí, mira— ignoro la rabia que me da que no me conteste y giro mi teléfono hacia Jimin para que vea todos los mensajes— Hemos hablado en inglés, pero yo he estado traduciendo todo lo que me ha dicho en el traductor para poder comunicarnos. Desde hace 8 días que no me contesta los mensajes y estoy preocupado.

Jimin abre más sus ojos a medida que su dedo se desliza por la pantalla, viendo todos los mensajes que hemos estado intercambiando durante un buen tiempo.

— ¿Llevas hablando con ella desde que volvisteis de España? ¿Es en serio Taehyung?— su mirada se eleva hacia a mí y sé que está indignado— ¿Por qué no nos has dicho nada? ¿Sabes todo lo que nos podríamos haber ahorrado?

Asiento y extiendo mi mano para quitarle el teléfono de sus dedos. Claro que soy consciente de eso, era mi idea principal cuando mandé el primer mensaje.

— Lo sé Jimin, claro que lo sé, ¿por qué te crees que comencé a hablarla?— bloqueo la pantalla de nuevo y le miro con expresión derrotada, porque realmente nada de lo que he hecho ha servido para algo— Le expliqué todo y le dije que Jana ya lo sabía y que por eso no se quiso despedir de nosotros cuando nos fuimos. Irune me dijo que hablaría con ella cuando pudiera y trataría de hacer algo, pero hace 8 días me mandó unos mensajes muy raros. Ósea, después de contarla todo lo que había pasado ella pareció entender el por qué ocultamos esto, es más, ella me dijo que probablemente hubiera hecho lo mismo en nuestro lugar, y hemos estado hablando como hacíamos en España luego de esa conversación.

Jimin frunce el ceño e inclina su cabeza. Sé que algo no le encaja, igual que a mí, pero si Irune no contesta a mis mensajes nunca podremos saber que es.

— ¿Pero qué ha pasado?— él desvía la mirada hacia el suelo, como si estuviera ordenando toda la información que le acababa de soltar en su cabeza— Ósea, las personas no cambian tan bruscamente de la noche a la mañana. Si estabais bien hasta este momento, si le explicaste todo, ¿qué ha podido pasar?

Niego con la cabeza sin saber que responder.

— No tengo ni idea.

Jimin sacude la cabeza y vuelve a mirarme, bueno, más bien mira a mi teléfono.

— ¿Qué fue lo último que te dijo?— su cabeza hace un gesto hacia mi teléfono y yo bajo mi cabeza hacia él.

— Básicamente nos insultó por hacerle eso a su hermana y mencionó que nos fuera bien en nuestra vida de "super estrellas"— lo digo de forma sarcástica mientras mis labios se convierten en una fina línea, y añado: — ¡Oh! También nos dedicó el emoji del dedo del medio.

Jimin hace una mueca y vuelve a desviar la mirada. Sé que no le ha gustado nada lo que le he dicho, y a mí tampoco me gustó leerlo, pero sé que algo tiene que haber detrás de esas palabras.

Algo ha tenido que pasar.

— ¿Quién nos dedicó el dedo del medio?— Jimin y yo nos sobresaltamos en el sofá y nos giramos abruptamente hacia la entrada de la casa.

Hobi acaba de llegar y carga varias bolsas en sus manos. Estoy seguro de que su hermana le ha dado algo que sus padres le han mandado desde Gwangju y por eso viene tan cargado.

Trago saliva y miro a Jimin, quien se ha puesto nervioso. Sé de sobra que él trabaja muy mal bajo presión cuando se trata de ocultar algún secreto, así que no espero mucho cuando veo como las comisuras de sus labios comienzan a temblar mientras intenta estirarlas forzosamente hacia los lados.

— ¡Hobi, estás en casa!— mi tono es muy fingido, y por supuesto que Hoseok lo nota, sería un idiota si no lo hiciera.

El castaño entrecierra sus ojos y nos mira a Jimin y a mí de forma muy sospechosa.

— Ajá— eleva sus cejas mientras deja las bolsas en el suelo y se aproxima a nosotros— ¿Y bien? ¿Quién nos ha dedicado el dedo del medio?

— Nadie— me apresuro a contestar, pero Hoseok no me está mirando a mí.

Está mirando a Jimin.

Va a por el más débil.

Me giro de sopetón para ver a Jimin. En mis ojos se puede ver la desesperación para que no se lo cuente, porque ya están las cosas lo suficientemente tensas entre nosotros como para añadir una bronca más al ambiente que tenemos ahora.

— ¿Jimin?— Hoseok insiste y yo cierro los ojos derrotado.

Tenía que haberle grapado la boca a Jimin antes de que Hoseok entrara.

— Irune...— cierra los ojos mientras lo dice con culpabilidad— La hermana de Jana.

Hago un mueca con la boca y no quiero girarme a mirar Hoseok, pero ya estoy notando como sus ojos queman la piel de mi nuca. Sigo con los ojos cerrados mientras me voy girando con lentitud para enfrentar al posible Hoseok cabreado que tengo detrás.

No, no tiene buena cara cuando me digno a abrir los ojos.

— Dime que es una broma— es lo primero que dice, y yo me tenso.

— Es una broma— contesto yo, pero sé que mi tono no ha sido convincente, porque él sabe que no estaba bromeando— Vale, no, no es una broma.

Trago saliva y sus ojos se entrecierran.

— ¿Has estado hablando con la hermana de la chica de Nam y no has dicho nada? ¿Eres idiota Taehyung? ¿Sabes todo lo que nos podríamos haber ahorrado?— su tono se va elevando a medida que dice una pregunta, y yo me encojo en mi sitio mirando de reojo hacia el pasillo, esperando que no llame la atención de Jin y de Yoongi.

— Eso mismo le he dicho yo— Jimin concuerda con él y yo me giro para matarle con la mirada.

Será traidor.

— Mira, aunque os lo hubiera dicho no hubiéramos cambiado nada— paso una de mis manos por mi rostro y decido levantarme del sofá haciendo que Yeontan dejara de hacer lo que estuviese haciendo y nos mirase— Sí, he estado hablando con Irune, desde que volvimos de España lo he hecho y la expliqué todo, ¿y de qué ha servido? De nada, absolutamente de nada porque ahora mismo parece odiarnos por una razón que ni sé.

Lo digo rápido, y tal vez en un tono más elevado del que debería, pero ya me da igual. Si Jimin y Hoseok lo saben no tardará en correrse la voz entre nosotros.

— ¿Qué tú qué?— mis hombros se cuadran con esa voz y al instante me arrepiento de hablar.

Cuando pensé que no me importaba que se corriera la voz tampoco quería decir que estuviese preparado para enfrentar esto ahora.

Mi mirada se desvía hacia el pasillo y solo quiero darme golpes en la pared. Jin y Yoongi están de brazos cruzados mirándome muy mal, y sé de sobra que están enfadados por ocultarles esto.

Solo suelto un suspiro.

— Lo que habéis oído— intento parecer lo más sereno posible, aunque por dentro esté temblando por como puedan reaccionar.

— ¿Y te pareció buena idea no decirnos nada por qué...?— el tono de Yoongi me hace estremecer, y mientras veo como se acerca con sus brazos cruzados sobre su pecho valoro si alejarme o directamente saltar balcón abajo.

Tomo una bocanada de aire para animarme a continuar.

Supongo que podré con esto.

— Porque no tenía ni idea de como iba a salir— digo la verdad, creo que es lo mejor— Hablé a Irune un día después de llegar. Ya vi a Namjoon deprimido antes de irnos y quería hacer algo por él, porque se merece ser feliz de alguna manera, ¿vale?— mi tono es un poco desesperado, así que intento regularme como puedo, pero me siento nervioso y no tengo ni idea de por qué— Le expliqué todo lo que sucedió y pareció entender de primeras, hablamos algo más después de eso, pero hace unos días me mandó unos mensajes muy raros en los que prácticamente nos crucificaba, y no me ha vuelto a responder luego de eso.

— Eso pasó hace 8 días exactos— me giro para mirar a Jimin, queriendo enviarlo en estos momentos a tres metros bajo tierra.

Suelto un poco de aire por mi boca antes de volverme hacia los tres chicos que están frente a mí con sus brazos cruzados. Hoseok y Yoongi parecen más enfadados que Jin, y no sé por qué eso me tranquiliza en cierta manera.

— ¿No te ha vuelto a contestar?— el tono de Jin es más calmado y eso relaja la tensión de mi cuerpo.

— No lo ha hecho— elevo mi teléfono hacia ellos— No me responde a las llamadas ni responde mis mensajes, simplemente me está ignorando.

— ¿Qué narices te dijo?— el tono de Yoongi es todo lo contrario a SeokJin, y me vuelvo a tensar.

— No le hables así Yoongi— Jin le mira lo más calmado que puede.

¿Por qué Jin está actuando de esa forma?

— ¿Qué no le hable así? ¿Pero tú has visto como está Nam por culpa de esa chica?— su tono se ha elevado demasiado, cosa que hace que Yeontan ladre, pero Jimin se encarga de él cogiéndolo en brazos y acariciándolo para que se calme— Nada es lo mismo desde que esa mujer se le cruzó en el jodido camino. Él no estaría de ese modo si no la hubiera conocido, y ahora Taehyung viene con que habla con la hermana para vete tú a saber qué.

— Yoongi, vale ya— Hoseok frunce el ceño e interviene— No tenemos que perder los nervios por esto, ¿estamos?

Yoongi bufa y su mirada me hiela. No está nada contento con esto.

— Me parece increíble que no tengáis en cuenta como está Namjoon por esa mujer— él eleva sus brazos hacia el aire, como si todo esto le pareciera surrealista— Namjoon no está dentro de sí, está irreconocible. No es ni la sombra de lo que era, y vosotros queréis seguir jugando a las Celestinas solo para que salga más herido, ¿qué clase de amigos sois?

Frunzo mi ceño y abro la boca para contestar, porque me parece muy feo esto que acaba de decir.

Aunque alguien se me adelanta.

— ¿Y qué clase de amigo eres tú?— Jimin deja a Yeontan en el sofá y se levanta para ponerse a mi lado. Su rostro está serio, y puede ser una de esas pocas veces que se le vea de esta manera— Nosotros nos preocupamos por Namjoon, porque queremos que sea feliz, y aunque a ti te joda él ha conocido a una chica de la que se ha enamorado, punto y final. Lo que haya pasado entre ellos no nos debe de incumbir, pero si podemos hacer algo para ayudarlos por supuesto que lo haremos, y es lo que Taehyung ha estado intentado, aunque no nos haya dicho nada.

— Chicos, vale ya— Jin intercede con su rostro más serio que antes— Todos sabemos que Namjoon tiene el corazón roto en estos momentos y lo está pasando mal, no hay que echar las culpas a nadie porque aquí nadie la tiene.

— Ya pero...— entrecierro mi mirada hacia Yoongi cuando va a abrir la boca, pero Hoseok le corta.

— Es cierto Yoongi, Namjoon se ha enamorado y nosotros no podemos hacer otra cosa que apoyarle como no hemos sabido hacer hasta ahora— los labios de Hoseok se convierten en una fina línea antes de continuar— No tienes que tener presente todo el tiempo lo que nos pasó hace un año y medio, eso es el pasado y no todas las personas son igual que Yon.

— Jana no es Yon— Jin le mira muy serio— Sé que has estado todo el tiempo tratando de equiparar a Jana con Yon, pero no son iguales, ni remotamente parecidas. Yon no le llega ni a la altura de la suela del zapato a Jana, y digo esto porque he tenido la oportunidad de conocerla en persona. Y te digo una cosa, si yo hubiera estado en el lugar de Namjoon también me habría enamorado, porque simplemente es imposible no hacerlo de una persona como es Jana.

Yoongi boquea antes de juntar sus labios en una fina línea. Le hemos calado, lo sé por la expresión de su rostro y me siento un tonto por no haberlo visto antes. En todo momento Yoongi estaba recordando lo que nos pasó hace un año y medio, cuando casi nos separamos, y aunque no haya sido la forma correcta de hacerlo, él si se estaba preocupando por Namjoon.

Porque no quería que le ocurriese lo mismo que le pasó con Yon.

Porque no quería que le engañasen de esa forma de nuevo.

— Ella es diferente hyung— Jimin es quien habla esta vez— No la conozco en persona, pero he estado horas escuchando a Jungkook hablar sobre ella, y no puede ser como tú te empeñas en pintarla.

— Intentemos ayudar a Namjoon— Jin vuelve hablar en un suspiro que parece derrotado— Todos queremos que todo vuelva a la normalidad, y creo que somos conscientes de como eso va a ocurrir.

— Concuerdo, y al menos, aunque no consigamos que Jana y Nam terminen como nos gustaría a nosotros, tenemos que conseguir que hablen entre ellos— Hoseok asiente decidido.

— Sí, tienen muchas cosas que decirse— Jimin asiente con una sonrisa y mira hacia Yoongi— ¿Y bien Yoongi?

Todos le miramos esperando que haga algo, o al menos que lo diga, pero simplemente se encoge de hombros y suspira.

— Está bien, ¿qué fue lo último que te dijo la hermana?— su mirada conecta con la mía, y ya estoy sintiendo las miradas de todos sobre mí.

Mis ojos danzan por todos los rostros que hay presentes y decido volver a desbloquear mi teléfono para retomar los mensajes que he estado traduciendo durante estos 8 días, en un intento desesperado de mi parte de comprobar que me había equivocado al traducirlos y que realmente ponían otra cosa.

Menudo iluso que era.

— Básicamente nos insulta, así que eso no lo voy a traducir— mi dedo se desliza por la pantalla hasta llegar a la captura de pantalla de la última traducción que había hecho— Pero el mensaje que más me llamó la atención fue este: "como la pase algo por vuestra jodida culpa no os lo voy a perdonar en la vida".

Jimin hace una mueca con sus labios.

— Tienes razón, algo no está bien— es lo que murmura mientras estira su cuello para mirar la pantalla de mi teléfono— Hay algo de todo esto que no me gusta.

Hay un breve silencio que se extiende por la habitación. Creo que los chicos están pensando sobre lo que les acabo de leer, aunque tampoco hay mucho que analizar en esa frase.

Se sabe que algo está ocurriendo con tan solo leerla.

— Le estuve dando vueltas a algo que mencionaste el otro día— el tono de Jin es bajo y sus ojos se elevan hacia mí— Si Namjoon no fue quien le dijo la verdad de primeras, entonces, ¿quién narices fue?

Muerdo mi labio inferior. Me he hecho esa misma pregunta un millón de veces, porque el único sentido que encuentro a todo lo que pasó tiene como detonante a la persona que le dijo la verdad a Jana.

— No lo sé— mis manos bajan a mis costados y niego con la cabeza— Por más que pienso no sé quien narices pudo ser.

— Namjoon dijo que podría haber sido cualquiera— Yoongi vuelve a cruzarse de brazos, pero al menos su rostro ya no luce enfadado— Y eso es verdad, cualquiera os podría haber reconocido y comentárselo a Jana. Esconder algo como esto es muy difícil hoy en día, sobre todo cuando la información viaja tan rápido.

Niego con la cabeza.

— No, no creo que haya sido eso— muerdo mi mejilla interna y desciendo mi mirada hacia mi teléfono— Si alguien nos hubiera reconocido se hubiera acercado a nosotros. Íbamos al descubierto en todo momento, sin cubrir el rostro y nadie se acercó a pedirnos ningún tipo de foto o algo. La única que nos reconoció fue la chica de la fiesta, y eso fue porque sus primos pequeños si son fans nuestros.

— ¿Y si fueron sus primos pequeños?— Hoseok se encoge de hombros— Si son pequeños perfectamente se les pudo escapar en algún momento.

Niego con la cabeza y Jin también.

Sabemos de primera mano que ellos no fueron.

— No, imposible, Jungkook estuvo todo el rato con ellos— es Jin quien lo afirma.

Hoseok suelta un suspiro y se encoge de hombros. Todos nuestros rostros muestran como no tenemos ni idea de qué hacer, ni si quiera sabemos por donde empezar.

— ¿Y si fue antes de la fiesta?— es lo que propone Jimin, pero Jin y yo negamos.

Eso era imposible, se hubiera notado en el ambiente entre ambos. Los días previos antes de la fiesta todo había estado raro entre ellos, sí, pero por culpa de Namjoon ya que todos vimos como Jana intentaba acercarse a él de una forma u otra. Era asquerosamente bonito verlos juntos, porque se notaba como se atraían entre ellos y nunca pensé presenciar algo así en mi vida.

— Imposible, algo raro hubiera estado entre ellos, y eso no pasó hasta que volvimos de la fiesta— vuelvo a elevar mi teléfono en un suspiro y lo desbloqueo en otro intento desesperado por obtener respuestas— La única que nos puede resolver las dudas es Irune, pero no me coge el teléfono.

Jin y Hoseok dan un paso al frente rodeándome, más bien rodeando mi teléfono.

— ¿Has intentado llamarla?— Hoseok pronuncia y yo asiento.

— Sí, pero no me lo coge nunca.

Veo al fondo que Yoongi trastea un poco con su teléfono antes de acercarse a nosotros cuatro.

— ¿Has tenido en cuenta la diferencia horaria con España?— su ceño está un poco fruncido— Aquí pone que allí ahora mismo son las 12 del mediodía.

Suspiro y desbloqueo el teléfono abriendo el chat de Irune.

— Claro que he tenido en cuenta la diferencia horaria, además, ella no está en España ahora mismo, está en Berlín por estudios— lo digo ofendido, porque verdaderamente me ha tocado lo que ha dicho— Pero simplemente no me contesta, a nada.

— ¿Y si pruebo a llamarla desde mi teléfono?— Jimin se ofrece, pero yo niego.

— Intuirá que somos alguno de nosotros por el número— su rostro decae y tensa sus labios en una mueca.

— ¿Y qué podemos hacer?— Hoseok mira mi teléfono como si este tuviera todas las respuestas.

Y ojalá las tuviera.

— No tengo ni idea.

Y digo la verdad. Desciendo mi mirada hacia mi teléfono como si este fuera un completo extraterrestre. Siento que ya he intentado todo y que nada ha funcionado, pero todavía no quiero dar nada por perdido.

Porque sé que no lo está.

— Llámala otra vez— todos elevamos la mirada hacia Yoongi, quien se encoge de hombros— Es lo único que podemos hacer por el momento, tal vez se canse y te lo termine cogiendo por pesado.

— O me bloquee— apostillo yo, porque es por la opción que más me inclino.

Pero a Yoongi parece darle igual.

— Al menos ya habremos agotado esa vía, anda, prueba— hace un aspaviento con su cabeza hacia mi teléfono, pero yo lo miro como si estuviese loco.

— Hazle caso Tae, vamos a intentarlo, si no funciona buscamos otra manera— Jin me anima poniendo una de sus manos en mi hombro, y realiza el mismo gesto que Yoongi hacia mi teléfono.

Supongo que cedo, porque mi dedo se apresura en pulsar el emoticono del teléfono en la parte superior del chat, y me encargo de poner el manos libres. El teléfono suena y suena, y parece que los pitidos no se van a terminar nunca, pero finalmente no coge la llamada.

— Prueba otra vez— esta vez es Jimin quien lo dice, y le hago caso, pero obtenemos el mismo resultado.

— Otra vez— Hoseok coge mi teléfono y vuelve a pulsar la tecla del teléfono.

No lo coge.

Otra vez.

— ¿Te cobran por las llamadas?— lo pregunta Yoongi, y yo niego— Pues otra vez.

Esta vez es él quien coge el teléfono y llama. Lo hace unas cuatro veces más, todas obteniendo el mismo resultado, pero parece que no se cansa nunca de pulsar al botón del teléfono.

— Venga, que esta es la buena— eso lo dice Jimin, y yo solo pongo los ojos en blanco.

— Eso dijiste hace tres intentos también— Jimin me entrecierra los ojos y va a hablar, pero Jin nos corta.

— Callar que ya vuelve a sonar.

Todos nos quedamos en silencio esperando a que algo ocurra esta vez, pero yo no tengo muchas esperanzas. Tal vez es por eso que no estoy prestando mucha atención a los tonos que suenan, porque sé como va a terminar y no quiero ilusionarme para luego frustrarme.

Pero algo es diferente esta vez, y al quinto tono no le precede un sexto. Hay un ruido al otro lado de la línea y se oye un eco. Todos nos miramos entre nosotros y metemos la cabeza en mi pantalla para mirar si Irune ha descolgado la llamada.

Y casi grito cuando veo el contador de los segundos del teléfono correr hacia delante.

— ¿Irune?— soy yo quien la llama, aunque estoy más ocupado en mirar a mis compañeros con la boca abierta.

Del otro lado se escuchan ruidos, nada concreto, pero hay algo que no me gusta de todo esto.

— ¿Irune? ¿Eres tú?— vuelvo a preguntar, esperando escuchar su voz.

Y no me gusta cuando lo hago.

— Tae...¿Taehyung?— todos nos volvemos a mirar entre nosotros, y yo me apresuro en arrebatarle el teléfono a Yoongi.

¿Por qué parece que Irune está llorando?

— Sí, ¿qué pasa? ¿Qué está pasando? ¿Estás llorando?— mi inglés es muy básico, pero intento pronunciarlo lo mejor que puedo para que me entienda.

Jin me está mirando muy fijamente y tiene expresión preocupada en el rostro. Él, al igual que yo, tiene muy claro que algo no va bien, y ya con tan solo escuchar a Irune de esta forma queda completamente confirmado.

Porque esta persona parece alguien muy diferente a la que conocimos en España.

— ¿Es ella?— Hoseok lo articula sin pronunciar palabra ninguna, pero es Jin quien se encarga de contestar.

Simplemente le asiente.

— Nada está bien— creo que lo he entendido, o al menos eso espero— He vuelto a España.

Elevó mis cejas y miro al resto, porque sé que si dice eso la cosa está muy mal, puede que demasiado, y sé que Jin me lo ve en el rostro, porque mi expresión se traslada al suyo con una rapidez que asusta.

Porque la cosa está muy jodida, mucho más de lo que todos estábamos pensando.

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Jungkook

Sencillamente fue horrible, no vuelvo a sumergirme en ningún tipo de tanque de agua para ningún vídeo musical más, lo pasé fatal— Yugyeom bebe de su cerveza y mira a su compañero de banda.

— Pero si ni siquiera te sumergiste tú— tomo un sorbo de mi bebida mientras observo como Bambam pone sus ojos en blanco.

— No estamos hablando aquí de que yo me haya sumergido, estamos hablando de que lo soñé porque volví a ver el vídeo de Never Ever— BamBam parece ofendido y yo río al ver como Yugyeom niega con la cabeza, como si su compañero de banda fuese un caso perdido.

Estamos en un bar cerca de Itaewon tomando una cerveza tranquilamente, y verdaderamente, aunque este lugar de Seúl siempre esté atestado de gente, este bar está lo suficientemente escondido entre las calles como para que no esté tan lleno. Hay muy pocas personas aquí y el ambiente está genial para nosotros porque no nos sentimos ahogados por la gente. Verdaderamente, que Yugy descubriera este bar hace unas semanas con su novia había sido un puntazo para todos, aunque ahora no estemos todo el grupo reunido, pero por lo menos ya teníamos un sitio al que venir sin pasar el miedo de que nos pillen las cámaras de la prensa.

— Ese vídeo tiene ya más de dos años por lo menos— Yugy deja su cerveza sobre la mesa.

— Dos años, seis meses y veintitrés días— vuelvo a reír por la forma en la que BamBam apostilla a su compañero.

Este par siempre le encantaba picarse entre sí.

— Lo que digas— el chico a mi lado le pone los ojos en blanco y se dirige hacia mí— Oye, ¿y tú donde te has metido estas semanas? ¿Habéis viajado o algo?

Rodeo con mis manos la botella de cerveza que estoy bebiendo y me apoyo en la mesa.

¿Estas últimas semanas? Un caos completo.

— Sí, hemos viajado— asiento ante lo que me pregunta. Tengo ambos ojos puestos en mí, y no dudo que estén curiosos por saber a donde hemos ido esta vez— Teníamos que grabar un Bon Voyage en Nueva Zelanda y cuando volvimos hicimos un pequeño viaje unos cuantos de la banda por el cumpleaños de Namjoon.

— Wow, ¿y a donde fuisteis?— BamBam se inclina en la mesa y susurra:— Digo, si el sitio esta guay no es por robaros la idea ni nada, simplemente el cumple de Yugy está cerca y solo, bueno, curiosidad, ya sabes.

Suelto una pequeña risa al ver como me guiña el ojo de forma exagerada, y Yugyeom simplemente vuelve a negar con la cabeza.

— Por una vez en la vida cúrrate algo por ti mismo y no robes las ideas a los demás— siento los puñales ser lanzados por sus ojos.

— Siento que aquí me he perdido algo— le señalo a cada uno, pero BamBam solo sonríe inocente.

— Puede que le sentara mal mi regalo del año pasado, no supo ver todo mi esfuerzo— veo como el tailandés se lleva una mano al corazón haciéndose el ofendido.

— ¿Esfuerzo?— el tono de Yugyeom es sarcástico, y tengo que morderme el labio inferior para no reírme— Me regalaste unas salchichas caducadas y una foto enmarcada de ti mismo anunciando las malditas salchichas.

— Me dijiste que te encantó el anuncio, así que te regalé algo que te gustaba— bebo de mi cerveza mientras estos dos discuten— Lo que se escapó de mis manos fue el tiempo que tardó en llegar el paquete a Corea, ¡pero eso no lo controlaba yo!

— Joder Bam, las salchichas llevaban caducadas un maldito mes— los ojos de Yugy estaban muy abiertos cuando lo dice.

— Es que las pedí con tiempo para asegurarme de que llegaran— BamBam se encoge de hombros con una sonrisa inocente.

Siento unas ganas inmensas de reírme. Tengo que decir que echaba de menos estos pequeños momentos donde podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera trabajo y la vida dentro de la casa con los chicos. Ahora todo estaba mal, bastante mal, y dentro de nuestro grupo todo se estaba tambaleando. Tener a Namjoon con esta bajonazo nos estaba pasando factura a todos, y creo que ninguno era consciente realmente de todo el dolor que estaba pasando Nam solo.

Puede que me diera cuenta de eso tarde, pero en el momento en el que hizo una pequeña bolsa y se fue a casa de sus padres a pasar unos días supe que las cosas estaban mucho peor de lo que imaginaba. No tenía ni idea de cuan grande eran sus sentimientos por Jana, pero ahora, después de todo lo que ha pasado, sé de sobra que él está enamorado profundamente de ella, y no me quiero ni imaginar el dolor de su corazón en estos momentos.

Ojalá pudiésemos hacer algo por él, solucionar algo.

— Hey, tierra llamado a JK— pestañeo sintiendo un par de chasquidos en frente de mi rostro. Yugyeom me está mirando, y BamBam también— ¿Te has quedado como ido? ¿Todo está bien?

Sacudo la cabeza y me pongo más recto en la silla.

— Sí, sí, tan solo estaba pensando— doy otro sorbo a mi cerveza, dándome cuenta de que me la he terminado.

Creo que es momento para levantarme a por otra cerveza, de ese modo evito que me pregunten demasiado.

— ¿En qué?— esta vez es BamBam quien pregunta— Normalmente hablas más cuando salimos, únicamente estamos discutiendo Yugy y yo como siempre y ni si quiera has dicho algún comentario sarcástico para picarnos más, ¿todo está bien?

Ajusto mi gorra a la cabeza y relamo mis labios. No puedo contarles los problemas que tenemos ahora dentro de la banda, aunque sé que ellos me van a entender y van a guardar silencio, pero esto no es sobre mí, es sobre Namjoon, y no se lo pienso contar a nadie.

— Todo está bien— me levanto de la silla manteniendo la mirada en los botellines de mis amigos. Tengo suerte porque ambos están terminando sus cervezas— Voy a por otra ronda, ¿os apetece? Invito yo.

No les doy tiempo a que me contesten y me alejo de la mesa hacia la barra. Tengo que salir del pequeño reservado en el que estamos, que tampoco tiene mucho porque solo son unos biombos que dan más privacidad de todos los ojos curiosos que puedan recaer sobre nosotros. Me acerco a la barra donde esta la mujer, la misma que nos ha atendido cuando llegamos, limpiando unos vasos que está dejando sobre un mantel para que terminen de secar.

Me apoyo sobre la madera de la barra e intento llamar a su atención, pero ella parece más centrada en limpiar los vasos. Me inclino más sobre la barra. Desde mi posición me están tapando los grifos de cerveza, por lo que creo que no me ha visto todavía, por eso carraspeo para que se de cuenta de que estoy ahí, pero me doy cuenta de que la mujer está hablando con dos personas, una chica y un chico, y por eso me quedo callado y espero pacientemente a que termine de atender a esos chicos.

Aunque creo que no los está atendiendo.

— Ay Jun, de verdad, ¿no te podrías conseguir una mujer como ella?— elevo mis cejas y reprimo una sonrisa.

Me recuerda mucho a mi abuela intentando emparejarme con cualquier hija de las amigas de mi madre.

— Abuela, ¿cuantas veces te tengo que decir que Elia no gusta de mí?— pestañeo y la sonrisa se me borra de sopetón.

¿Cómo que Elia? ¿Es la Elia que yo creo?

Me inclino más sobre la barra e intento mirar por encima de los grifos de cerveza, pero la chica está de espaldas y no la veo el rostro. Me fijo en como va vestida, por si de esa manera pudiera cerciorarme de si es ella realmente. Mis dedos se encorvan sobre la barra y no me doy cuenta, pero creo que mi cerebro está funcionando demasiado rápido mientras mis ojos la escanean. Lleva unos pantalones parecidos a los míos, anchos, pero a ella le quedan muchísimo mejor, y aunque me quiero pegar por fijarme demasiado no me pasa desapercibido el bonito culo que le hacen. Sus pantalones se ajustan a su cintura de una forma que muchas chicas envidiarían y la blusa que lleva deja al descubierto un pedacito de la piel bronceada de su espalda.

Trago saliva cuando ella se mueve en la barra y me da su perfil, y creo que me tengo que agarrar más fuerte de la madera porque veo un poco del tatuaje tribal de sus costillas, ese atrapasueños que pude ver cuando la conocí en España y que me llamó tanto la atención cuando me fijé en la tinta de su cuerpo.

Puedo ver su perfil claramente desde donde estoy posicionado, y tengo suerte de que todavía no se hayan percatado de mi presencia. Su pelo está trenzado y le queda muy bien porque deja todo su rostro al descubierto. No evito sonreír cuando veo que ella también está sonriendo, pero rápidamente borro la sonrisa que me sale de una sacudida.

¿Qué narices me pasa?

— Normal, es mucha mujer para ti al fin y al cabo— la mujer apostilla a lo que ha dicho el chico que está al lado de Elia.

— Tampoco diga eso— Elia se está riendo, y escuchar ese sonido me gusta, aunque no lo voy a admitir nunca— Estoy segura de que muchas personas estarían encantadas de salir con su nieto.

— ¿Y tú no quieres?— la mujer ataca a Elia, pero ella simplemente se limita a sonreír.

— Me gustan más altos— ella se encoge de hombros manteniendo su sonrisa, y de repente me veo comparando mi altura con la del chico.

Estoy seguro de que yo soy más alto.

— Eso ha sido un puñal directo a mi corazón— el chico, algo dramático, se lleva la mano al pecho y la mira dolida— ¿Crees que haya operaciones para hacerse más alto abuela?

La abuela lo mira escandalizada mientras deja otro vaso secando en el mantel. Hace un par de aspavientos con la mano, los cuales hacen reír a Elia y al chico.

— No digas tonterías y ponte ya el delantal— el chico niega con la cabeza y sonríe hacia Elia.

Y eso me molesta y no tengo ni idea del por qué.

— Sí, sí, me pongo ya el delantal— el chico ríe y se gira hacia Elia para seguir hablándole, pero en ese momento sus ojos hacen contacto con los míos y yo me giro abruptamente haciéndome el desentendido, aunque tengo muy claro de que me han pillado mirando.

Bueno, más bien mirando a Elia.

— Bueno, yo me voy ya, me avisas si lo consigues, ¿vale?— me centro en la señora, que sigue concentrada en limpiar los vasos, mientras Elia se despide del chico.

¿Es que la señora no me va a ver nunca?

— ¿No quieres quedarte a cenar?— la señora está centrada en Elia, aunque noto como el chico ha mantenido su mirada más tiempo del debido sobre mí.

— No, muchas gracias señora Kang— Elia sonríe, y veo por el rabillo del ojo como el chico se inclina a decirla algo— Tal vez otro día me quede.

Carraspeo más fuerte, esta vez para llamar la atención de la señora, quien por fin me ve y parece hacerme caso. Sonrío con los labios apretados, agradecido de que por fin me note y rezando porque el chico no me haya pillado mirando a Elia tan intensamente.

Ugh, me quiero pegar cabezazos contra la pared.

— Perdona chico, ¿qué necesitas?— la señora se pone frente a mí en la barra, e intento obviar que Elia ahora me está mirando, porque tengo muy en claro que el chico que tiene al lado le ha dicho como la estaba escaneando antes.

Joder, ¿por qué he sido tan obvio?

— ¿Me pones tres cervezas, por favor?— trato de que mi voz no tiemble cuando lo digo, pero siento como Elia ya me está observando de arriba a abajo y eso me hace estremecer.

— Claro, ¿cómo las de antes?— asiento y ella se va a preparar mi orden.

Me obligo a mantener la vista en frente todo el tiempo que puedo, aunque siento como mi cerebro está reaccionando como nunca antes ante la mirada de Elia, y eso nunca me había pasado con ninguna chica.

Noto como ella se levanta de donde está sentada y coge su chaqueta y su bolso. Creo que podré respirar cuando se aleje, porque me he puesto muy nervioso sin saber por qué con tan solo verla.

Joder, solo es una chica con la que he coincidido una vez en mi vida, y ya fue suficiente con esa vez.

— ¿Jungkook?— ella se inclina hacia un lado y yo solo me ajusto más la gorra para que no me vea— Oye, no hagas como que no me has estado mirando el culo hace dos minutos.

Abro mis ojos de golpe y mis mejillas se calientan a una velocidad que asusta. ¿Se ha dado cuenta de como la he mirado? ¿Pero si estaba de espaldas a mí? ¿Cómo narices me ha visto?

— No te estaba mirando— lo digo rápido y me giro hacia ella, pero no cuento con que Elia ya se haya puesto a mi altura y cuando quiero mirarla lo primero que me encuentro es con el escote de su blusa, la cual deja ver la piel de su pecho adornada por un pequeño colgante que la queda de maravilla.

Doble joder.

— Si, ya, claro— lo dice con ironía, pero no se detiene mucho ahí— Ósea, que me miras el culo a lo descarado y pretendías no saludarme, muy bonito eso.

Lo dice con un deje divertido que hace que sus ojos brillen de una forma que me atrapa. Mi estómago está dando volteretas en mi abdomen y no tengo ni idea del por qué, pero trato que estos nervios inexplicables no se me noten demasiado.

— Que no te estaba mirando el culo, pesada— entrecierro mis ojos intentando adoptar una pose relajada.

— Hombre tío, te he visto como la escaneabas de arriba a abajo sin cortarte ni un pelo— mi mirada se eleva hacia el chico, quien me hace un gesto con la cabeza con aire divertido y yo solo quiero matarle con la mirada.

Elia vuelve a sonreír, pero esta vez va dedicado a mí, aunque se esté riendo de esta patética situación.

— Bueno, no pasa nada, para algo trabajo el culo en el gimnasio. Que me lo mires indica que estoy haciendo buen trabajo— me guiña un ojo descaradamente y yo tengo que apartar la mirada porque eso me ha puesto más nervioso todavía.

Solo espero no sonrojarme.

— ¡Ay! ¡Pero que descarada la niña!— Elia sonríe más ante lo que dice la señora que trae las cervezas que le he pedido.

— Hombre, ya que me miran tendré que presumir— su brazo se apoya en la barra y me mira— ¿No crees?

Muerdo mi labio inferior con fuerza mientras la miro. Me acaba de parafrasear, lo sé porque yo dije exactamente eso en su fiesta cuando unas chicas me estaban mirando de forma muy descarada, aunque yo no las estaba haciendo caso, simplemente había querido hacer rabiar a Elia con mi comentario, y vaya si lo conseguí.

— Ya— lo digo de forma seca mientras le tiendo mi tarjeta a la señora para pagar la ronda.

— Ay, juventud divino tesoro— Elia sonríe ante lo que dice la mujer— ¡Ya, Jun, vete a poner el dichoso delantal de una vez!

Elevó mis cejas al ver como la señora da una pequeña colleja al chico, quien se queja por el golpe, pero antes de irse guiña un ojo a Elia y se despide de mí con aire divertido. Le sigo con la mirada, pero no estoy notando el fuego que sale de mis ojos mientras veo como él desaparece por la cortina que hay detrás de la barra.

Cuando retiro mi mirada de ahí vuelvo a enfocar mis ojos en Elia. Ella me está mirando, pero su expresión divertida ha desaparecido dejando paso a una cara seria. Mi rostro cambia nada más verla, porque la forma en la que me está mirando no me gusta un pelo.

— No sé si llamar a esto suerte o destino— su pecho se infla antes de que continúe hablando— Te estaba buscando, bueno, desde hace un par de días solo.

Frunzo mi ceño mientras recojo la tarjeta que la señora acaba de dejar sobre la barra a un lado de mis cervezas.

— ¿Me estabas buscando? ¿A mí?— guardo la tarjeta en mi cartera y no la miro a ella.

Esto es extraño.

— Técnicamente a ti no, Namjoon es quien me interesa más, pero dar con cualquiera de vosotros siete me hubiera valido— ella ajusta su bolso al hombro y coloca mejor su chaqueta en su brazo.

— ¿Te has convertido en fan loca?— trato de bromear mientras agarro las cervezas entre mis dedos, pero ella no cambia el gesto.

Entonces sé que es grave.

— Es Jana— elevo mi mirada hacia ella en el mismo momento en el que lo dice— Y es muy urgente, prácticamente vida o muerte.

— Déjame adivinar, necesitas hablar con Namjoon, ¿cierto?— ella asiente rápidamente, pero yo no sé si darle el crédito.

Namjoon ya está demasiado mal como para que yo le lleve una mínima esperanza que lo destroce más. Quiero arreglarlo, sí, pero no estoy dispuesto a destrozar más a mi amigo por ello.

— Es muy urgente Jungkook— mis labios se aprietan cuando pronuncia mi nombre, me gusta como suena de sus labios— Jana está muy mal.

Pongo los ojos en blanco, me sale solo, y suelto un pequeño bufido de incredibilidad.

— Namjoon tampoco está soltando flores y corazones hasta por los poros, ¿sabías?— agarro las cervezas dispuesto a terminar esta conversación— No voy a hacer nada por ti, no quiero dañar más a mi amigo.

Elia bufa y me detiene. Pone su mano en mi brazo y me estremezco ante ese toque, porque aunque sus dedos no hayan tocado mi piel directamente noto el calor traspasando por la tela de mi sudadera.

— No seas imbécil y escúchame— me suelto antes de que siga hablando.

— No me insultes y tal vez lo haga— entrecierro mis ojos hacia ella, pero parece que no se amedrenta.

— Jana está protegiendo a tu amigo, genio— frunzo mi ceño e inclino mi cabeza, ignoro el sobrenombre por el que me ha llamado y me centro en lo primero que me ha dicho.

¿Qué ella estaba qué?

— ¿Protegiendo?— lo tengo que repetir porque hay una parte de mí que no se lo cree.

Elia asiente.

— Sí— suelta un suspiro que me hace dejar las cervezas en la barra de nuevo— El día de la fiesta de mi abuela vi que Jana estaba llorando en su coche. La vi esconder un sobre en la guantera cuando notó que me estaba acercando a ella. Le pregunté si la pasaba algo y ella me dijo que le había dado un pequeño ataque de asma, y lo dejé pasar porque pensé que no sería grave, pero el otro día me llamó Irune desesperada porque no sabían que hacer. Jana lleva tres semanas fuera del mapa, y hasta hace poco su padre ha conseguido descubrir que está en Madrid y todo porque una señora le llamó para alertarle.

— ¿Qué?— estoy estupefacto por todo lo que estoy escuchando.

¿Dónde está la cámara?

— Su madre la está chantajeando para conseguir la herencia del abuelo de Jana, y hasta donde sé es una herencia millonaria— Elia ajusta la tira de su bolso al hombro, y me doy cuenta de que sus nudillos están completamente blancos— Y la está chantajeando con Namjoon.

Mis ojos se abren a lo grande. Nunca me hubiera imaginado que algo así podría estar sucediendo ni de lejos, pero entonces parece que algo conecta en mi cerebro cuando recuerdo lo que Taehyung planteó el otro día en la sala de práctica.

¿Quién le contó a Jana sobre Namjoon?

La respuesta era clara. Su madre.

Entonces tengo claro lo que tengo que hacer.

— Yo te llevo hacia Namjoon, pero te advierto que no va a ser fácil hablar con él— mis labios se tensan mientras lo digo— Él simplemente no está muy accesible en estos momentos.

Elia niega con la cabeza.

— Creéme que me va a escuchar, yo me encargo de eso— me fijo en la manera en la que sus labios se abren y se cierran, como si se estuviese planteando en decirme algo más, y al final lo hace:— Oye...creo que también te tengo que poner sobre aviso de algo.

Me olvido por completo de las botellas de cerveza sobre la mesa, ya forman parte de un tercer plano dentro de mi mente, y la miro esperando a que continúe.

¿Todavía hay más?

— ¿Qué pasa?— hay algo que no me ha gustado de su tono y me pongo alerta.

— Su madre no está sola en esto, hay alguien más con ella y creo que todos la conocéis, pero no sé si es buena idea decirlo...aquí— frunzo mi ceño y niego.

— Dímelo.

Y no me espero lo que va a decir.

Pensé que esa persona ya estaba fuera de nuestras vidas por completo.

Fuera del radar de Namjoon.

— Se llama Park Yon y bueno...las fotos que...— abro mis ojos de golpe y pongo una mano en su boca mirando a mi alrededor.

Por suerte el bar no está tan lleno, y la mujer que me ha atendido está entretenida cogiendo la comanda de unos chicos que se han sentado cerca de la puerta.

— ¿Las has visto?— es lo único que digo y ella asiente.

Joder.

Aparto la mano de su boca y los nervios resurgen en mí con una fuerza que me asusta. Esto es muy jodido, demasiado jodido.

— Ella las vende en la deep web, es contenido exclusivo para las sasaengs y las vende a un precio muy elevado— sus ojos me miran con precaución— Sé que hecho mal en comprarlas, pero tenía que saber que era el material que estaba usando y bueno...hay algo más que sé que no os va a gustar a nadie.

— ¿Qué?— es un quejido lo que sale de mis labios.

¿Cómo podría haber más?

— Un vídeo, es muy difícil acceder a él, no esta en venta, solo es para personas que pagan un precio absurdamente alto y no pueden hacerse con el vídeo de ninguna manera. Ahora está fuera de servicio, pero por lo que leí en los comentarios de ese apartado básicamente ella se reúne contigo y te lo enseña— tengo que tragar saliva muy profundo.

— ¿El vídeo es de Namjoon?— lo pregunto con miedo, aunque ya sé la respuesta.

Elia asiente con una mueca en el rostro.

— Lo es.

Joder.

— Vamos— cojo su mano y tiro de ella hacia la salida, olvidándome por completo de Yugyeom y BamBam— Tenemos que solucionar esto.

— Jungkook frena un poco— ella me para en seco.

Me giro para mirarla.

— Por favor, no me digas que hay más— lo digo con queja en mi voz.

Elia asiente.

— Es sobre el vídeo— cierro los ojos frustrado sin saber muy bien si me apetece escuchar lo que va a decir.

Porque sé que no me va a gustar.

— ¿Qué es?— mis manos tiemblan cuando lo digo, aunque no me doy cuenta.

— Tengo una especie de contacto que trabaja en la policía, y bueno, le pedí que averiguara sobre Yon y bueno...— ella muerde su labio inferior y yo me desespero— Encontró que hace poco, ella y Marta, la madre de Jana, acudieron a un informático para hacer un montaje, y bueno, era un montaje del vídeo.

Mierda.

— ¿Qué sale ahí?— a estas alturas tengo muy claro que ella lo ha visto.

Elia suspira antes de mirarme a los ojos. Sé que lo que me va a decir no me va a gustar ni un solo pelo, lo tengo muy claro.

— Es una violación— lo dice muy bajito, pero lo escucho perfectamente— Jungkook, a Namjoon lo han violado.

Y con eso se me cae el mundo encima.

Simplemente esto no podía estar pasando.
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Holooooooo,
¿Cómo estáis? Espero que muy bien😋

Y bueno, aquí os traigo un capítulo de doble narración extra largo en el que se ven muchas cositas. Al parecer Taehyung ha estado hablando con Irune, y vaya, Elia ya está en Corea y estaba buscando a los chicos. Además, alguien mencionó en el capítulo anterior que si la familia de Jana no la había buscado hasta ahora, y la respuesta es que llevan buscando a Jana desde que no volvió el día que se fueron los chicos, pero ya conocéis un poco a su madre, y la misma Jana ya había mencionado que ella había arreglado todo para quitárseles de encima🙃 Por otro lado, Elia menciona que una señora avisó al padre de Jana de donde estaba ella, y creo que yo que sabéis que señora es, ¿no?😊

Y ya, hablando del capítulo, ya se da explicación al por qué Taehyung estaba tan enganchado a su teléfono en los capítulos anteriores, además, ¿no os ha parecido extraña la forma de reaccionar de Jin? Mientras el resto se ponían como locos, Jin mantuvo la calma, ¿tendrá algo que esconder? (Debo decir que se menciona en un punto del capítulo, así que os podéis hacer una idea de lo que es) Hablando de Jungkook, parece que ya se ha encontrado con Elia (una interacción un poquillo raruna xd) y bueno, todo apunta a que las cosas ya van a ir para mejor.

O no xd.

En el siguiente capítulo ya narra Namjoon, bueno, más bien en los dos siguientes porque he decidido dividirlo en dos, así que bueno, veréis su reacción a todo esto.

Y hasta aquí mi reporte, ya nos vemos la semana que viene😘

Nos leemos chikis;)

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