18 | Capítulo 18





Luego de unos minutos de sermones dados por NamJoon, HeeRan no prestaba ninguna atención. Porque su mente estaba jugando en saber que podía hacer con todos los datos proporcionados. Estaba segura que su idea podía ser una fuente de escape y que si convencía a JungKook, esa decisión estaba para ser dos contra uno y con ello se iba a convencer a NamJoon.

Cuando ya no escucho absolutamente ninguna palabra de NamJoon, comenzó a presentar una idea base de lo que podía se le había pasado por la mente. Mientras que él solo negaba al ver convencido a JungKook y de la emoción que transmitía HeeRan, como si ella viviera de ello todos los días.

Al salir de la cafetería, se contacto con una persona que no paraba de mandarle mensajes en su correo electrónico. Podría servir para estar un poco más cerca de los archivos rojos. Contactar con esa persona en la noche pensó que sería completamente complicado, sin embargo, ni dos segundos de mandar un mensaje ya había aceptado una reunión de ultima hora en un bar de cinco estrellas en Itaewong.

HeeRan al ingresar al bar, sintió una mezcla de olores que la marearon pero lo dejo pasar hasta acercarse a la barra. Un bartender llego donde se encontraba para tenderle un vaso de whisky, que ella no había pedido, como invitación de un admirador a unas mesas. Lo acepto amablemente, pero no lo tocó.

El bar y su tranquilidad se fue al carajo cuando una escandalosa mujer entro haciendo un grito de felicidad al encontrar a HeeRan sentada en la barra. Aiko esperaba con tanta emoción que la contactarán después de saber como esa galería iba creciendo. Las miradas que le dieron se dividieron, unos por interrumpir el silencio y otros que querían acercarse a la hija del negocio de cadena de hoteles muy reconocida en Corea, en Japón y en otros países.

Al estar cerca y sentarse en la barra, miró el baso sin tocar de whisky creyendo que era de ella y sin pensarlo dos veces tomó de su contenido. HeeRan como tal, no reclamo, pero si la vio con desaprobación al saber que Aiko se arrastraba hacia el mejor postor, sin importarle su dignidad o el orgullo de su familia. Estaba esperando toda la adulación que se avecinaba, para poderle pedir el favor que necesitaba y del porque la había contactado.

La familia Tanaka tenía contactos de todo tipo, sin embargo, Aiko al ser la joven promesa de ellos y de la nueva época, era vista como una Paris Hilton japonesa y moderna. Sus contactos fuera de su apellido eran de dudosa procedencia y eso era conveniente a usar.

— ¡Qué emoción! No creí que me contactaras luego de mandarle tantos correos a tu secretaria. Estaba muy ansiosa. — se mostraba hiperactiva, no le importaba irse con la competencia de su socia, solo si esta le generaba mejores ingresos o vistas. Miró al bartender — ¡Dame otro de estos, gracias guapo! — hizo sonreír a HeeRan de manera forzada, todo para soltar la pregunta que necesitaba — Me alegra verte lejos del idiota que tenías de pareja, te ves bella. Nunca he compartido las opiniones negativas que te decían cuando se revelo el rechazo hacia Lee, entre mujeres nos apoyamos.

Con eso último, sabía que todo era mentira. Ella fue una de las primeras en burlarse en lo "estúpida" que había sido por la perdida de tiempo que le hizo a su ex pretendiente. Y aunque se arrepiente de llevar casi a la quiebra su negocio que le costo construir, no se arrepentía de la decisión que tomo. Podía apostar que ella no le importaba comercializar con adolescentes para ese tipo de hombres, porque de ese nivel eran sus contactos. Aiko no la dejaba hablar y eso la estaba fastidiando, más al ver que ya era su quintó whisky que ya estaba hablando mal de su actual socia.

— Creo que es mucho de SooYoung, — dejó el vaso vació a un lado — hablemos de lo importante, Golden Man. Él esta siendo tendencia hasta donde no hay espacio. Sus obras están siendo aclamadas hasta por los pobres, — dijo lo último con desprecio — pero por eso no te preocupes, si tu secretaria no puede yo me encargaré de gestionarlo mejor.

HeeRan forzó una sonrisa, odiaba como se expresaba — Por eso mismo estamos aquí. Él me mando especialmente a decirte que quiere venderle algo a un coleccionista, — se acerco a Aiko para que fuera un secreto lo que le iba a decir — ya saber, los de verdad. Como hay muchos interesados, pero esto lo quiere realizar de manera personalizada...

— ¡Oh! Me encanta su nuevos horizontes. — aplaude emocionada — No te preocupes que encontraré al mejor, ya que todos matarían por tener algo de él. — cuando recibió el sexto vaso, se quedo pensativa en compradores que pueden ser buenos candidatos — Sin embargo, creo que hay uno que resalta entre los demás.

Se quedo en silenció, no había respuesta y eso le molestaba a HeeRan. Aiko sacaba su impaciencia y mal humor en segundos.

— Vamos, sabemos que Golden Man es muy desconfiado... necesita gente que no revelará su identidad y que pagaría como si fuera una reliquia de Da Vinci — se mostro despreocupada — necesito de tus mejores hombres, con un simple nombre y podemos empezar el negocio.

— Sabes muy bien que no puedo... — se demostró decaída al saber que no podía cumplirle — los contratos de confidencialidad son muy fuertes. Debería ser intermediara — HeeRan sabía que estaba pidiendo una parte del trato y eso no era el plan inicial — No entiendo a los hombres y su intento de ser misteriosos. ¿Me entiendes? Creo que eres la que más sabe del tema. Él quiere anonimato para intimidar como si uno de mujer tampoco lo pudiera hacer.

HeeRan sabía que el anonimato en la actualidad era muy difícil de mantener. Un simple descuido y alguien ya te grabó para subirlo a redes sociales, alguien te reconoce y se echa a perder la imagen que tratabas de ocultar. Así que sabía que tanto los contactos de Aiko aunque tuvieran su información borrada de la red, ella tenía parte de la información que JungKook le enseño antes de salir de la cafetería. Sin que NamJoon supiera sobre ello.

— Entonces Lee Karl no es la gran cosa para comprarnos o ¿Bastián Grull solo contrata para que le hagas la limpieza? — intento restarle importancia en su acento de voz, agregándole la amenaza de lo que se rumoreaba y de lo que JungKook le confirmo — Creo que no son simples misteriosos que les guste que suelten información como si fuera las noticias del medio día...

La actitud despreocupada de Aiko fue desechada por una de preocupación. Sabía que los rumores que se rondaban por ahí, habían sido sacados por ella y sino ayudaba a la mujer frente a ella, todo podía ser peor. Creí que tenía contactos que estuvieran relacionados con los suyos y con eso HeeRan se sintió satisfecha.

— Creo que debo dejarte, me tengo que reunir con un comprador. — se despidió de Aiko, tomando su cartera — Me debes de decir quien puede estar interesado para comenzar la pintura.

Se marcho tranquila, tenía que contactar con NamJoon para que él supiera que iba en serio y que debían de iniciar el plan.



Aunque se llevará nuevamente regaños por parte de NamJoon en todo el viaje que hacían para una de las mansiones de los Min en Daegu, eso no hizo que se sintiera bien al haber confirmado la visita de su siguiente fase. JungKook al principio prestaba atención de los regaños de NamJoon, pero al poco tiempo se perdió en sus pensamientos en saber si todo lo que hicieran iba a funcionar para dejar todo atrás. Si salían de ello ¿qué debía de hacer? Se sentía en un limbo. HeeRan mostraba y quería transmitir esa confianza, para que los tres estuvieran tranquilos y seguros, pero ninguno sabía de lo que podía pasar.

Ya al estar en una sala familiar. HeeRan leía las personas que tenía en la lista, sin embargo, solo una quería que confirmará para el plan. JungKook al escucharla murmurarlos dijo — ¿Y si mejor hago cinco trabajas normales el mismo día, que un archivo rojo? Sería lo mismo.

— ¿Qué? ¿ya te has acobardado, Kook? — NamJoon se burlo — te has vuelto todo una... — cuando soltó el primer sonido como si fuera gallina, comenzó a reír con tanta confianza. JungKook al querer reaccionar, fue tarde por la interrupción de los principales del tema.

— No me hagan perder el tiempo, — DaeJin se colocó al lado de JungKook al tener el sofá principal solo para él — cómo crees ofrecer un gran proyecto como los archivos rojos, sin cobrar un solo won. ¿Qué tramas?

Creía que era una broma, era una idea muy estúpida por mucho que existieran esas carpetas con bastante información. Hace mucho que ninguno de sus mejores trabajadores habían realizado dicho trabajo, por lo complicado que eran realizarlo y no poderlos completar.

— Demuéstrame la verdad, ¿crees que soy idiota? Todos siempre quieren algo. — ignoraba tanto a HeeRan como a NamJoon, creía que la mente maestra era la persona que estaba viendo directo a los ojos — Se que esto es difícil y querrás algo a cambio...

HeeRan sabía que necesitaba llegar al punto, no dar más rodeos al asunto porque no llegarían a lo planeado y así soltó las siguientes palabras — En realidad no es tan difícil, el asesinato de Bastián Grull será en una hora estipulada en un performance en la Galería Conceptual.

Los Min no se creían lo mencionado, pensaban que todo lo mencionado era una broma o que estaban muy drogados para creer que podían hacer dicho trabajo. NamJoon por su parte, se tenso al escuchar las palabras de HeeRan, se había dado cuenta que ella tenía otra cosa en mente. Las risas no faltaron por parte de los Min, pero a la vez callaron cuando la gracia del asunto no era para nada chistoso, iban en serio.

— ¿En serio crees ser capas de deshacerte de ese sucio ruso? — se sintió complacido cuando en ninguna de las tres miradas había duda — Esta bien, no se emocionen ya que no podré ofrecer algo digno para este trabajo. Así que tienes libertad de escoger cualquier cosa...

JungKook sabía muy bien lo que eso significaba pero sabía que Min DaeJin tenía muy buena palabra a comparación de su hijo, que se encontraba enfadado detrás de su padre. HeeRan celebraba internamente al darse cuenta que si estaba marchando bien la fase dos.



La aprobación fue digna para HeeRan y para JungKook, pero era tensa para NamJoon que tenía miedo de perder a su mejor amigo. El camino fue silencioso y algo relajado, con ello al estar cerca del río Han hicieron una parada. Compraron hamburguesas que debían saciar el hambre inexplicable de HeeRan en sus últimos días.

NamJoon pudo soltar todo su enojo al ser engañado por ambos cuando ya estaban apartados de todo. Ninguno de la lista era tan importante como el Ruso que había mencionado HeeRan. Quería explicaciones, como estos dos habían armado su plan detrás de él. Ya no quería que le siguieran ocultando más cosas.

— ¿Cómo harán que el hombre más buscando salga de su cueva que según los rumores, está en Norteamérica? — se tomo el puente de su nariz muy frustrado por la confianza que emanaban los dos en el exterior.

— Mira Nam, céntrate en tu tiendita y nos haremos cargo los expertos — se sentía como una profesional cuando no tenía conocimiento de como atraer a un pez gordo a la red.

— ¿Cuando entenderás que es una cafetería? — se colocaba más frustrado. JungKook solo disfrutaba de la hamburguesa porque él también sentía la necesidad de comer aunque ya hubiera comido, no se quería meter ya que sabía que luego le tocaría el trabajo más pesado — Aun así no resuelve todas mis dud...

— Solo es que caiga en la trampa como una rata, — estaba revisando sus contactos, iba a iniciar el plan físico — cuando vea que hay más interesados en el proyecto — le pega a su hamburguesa como si fuera una persona — conocer al hombre más anónimo de estos meses, será su mayor deseo. Y querrá ser el primero en conseguirlo.

— ¿Y qué pasará si no funciona? ¿si todo sale mal y no como crees que esta apuntado en tu libretita? — dijo sarcástico — DaeJin por medio de YoonGi nos tendrá en la mira, hasta que nos lleven en pedacitos hacia él.

— Pero ¿y si lo conseguimos? JungKook será muy solicitado y sabrá que él ya no estará para ellos. Mientras que tú y yo estaremos con nuestros propios negocios como si nunca hubiéramos tenido esta vida — quería estar entusiasta en todo momento, no quería que los nervios y sus mareos le jugaran una mala racha. Quería tanto la libertad de JungKook como la de NamJoon.

— ¿Sabes en lo que nos estas metiendo?, ¿sabes que saldríamos perdiendo más de lo que... — sus palabras fueron cortadas por una llamada entrante del teléfono HeeRan.

— ¡Hey, SeokJin! — se alejó para hablar sobre el cupo en la galería. Este le iba a asociar con su nueva galerista y tener un nuevo contacto.

— ¿Quién demonios es SeokJin? — NamJoon se enojó al escuchar que habían más involucrados a la lista.

Quería que la idea fuera enterrada en lo más profundo del suelo como lo podrían ser ellos dentro de poco si no funcionaba. No quería involucrar a tantas personas. JungKook dejó de comer para hablar como si fuera un niño pequeño sentado en la banca que daban al río.

— Es un tipo que trabajó para ella, él nos ayudará con las instalaciones sin que se enteré...

— ¿Y tú como sabes tanto de ella? — contesto impactado, quitándole la mitad de su hamburguesa para comérsela él.


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