16 | Capítulo 16
Las personas hablando y desayunando en el pequeño restaurante lo hacía ver muy cálido. HeeRan había dado la dirección del lugar, para su gusto era muy recurrido y habían muchas personas por si le pasaba algo. JungKook al poner un pie dentro del restaurante se sintió diferente, sentía que no encajaba en el lugar.
— ¿Has comido? — HeeRan transmitía miedo y cobardía — Pedí algo para ti, espero que no te moleste.
JungKook negó y se acomodó en el asiento frente a ella. Antes de poder decir una sola palabra, un mesero llegó con lo que HeeRan había pedido, interrumpiendo el momento de valentía para comenzar la conversación. El silencio se acrecentó al irse el mesero, nadie sabía como comenzar una conversación o que tratar. Ya se habían dicho todo al día siguiente de la exposición, ¿no?
— Creo que es mejor comer o se enfriara — mencionó ella, esquivando a lo que iban.
A los minutos donde solo se escuchaba el parloteo de los otros comensales y el sonido de los cubiertos, los platos estaban vacíos. JungKook al ver que había perdido tiempo, suspiró con pesar, tenía que enfrentar la realidad que destruía lo que lo hacía feliz.
— No ha sido por mi gusto hacer esas cosas... — HeeRan levanto la mirada del vaso de agua para prestarle atención — Realmente no soy un monstruo que le gusta arrebatar vidas, créeme no soy un psicópata que le gusta ver sangre o escuchar los lamentos de las personas.
— Creo que vivir rodeada de artistas que encajan completamente con el perfil de un psicópata — intentó restarle importancia a lo que dijo, pero luego se arrepintió — estoy segura de que tu no eres uno.
JungKook al escucharla, soltó una risa nasal — Creo que debo de explicarte todo, desde el principio... Antes de nacer, mi padre era ya un drogadicto y termino hundiendo a mi madre. No quiero cargar la culpa solo a él, ya que ella pudo negarse y no lo hizo... primero nació mi hermana, HaeJin. Los echaron de sus casa, a ella por quedar embarazada a los diecisiete y a él con veintitrés años para que se hiciera cargo de manera "madura" la situación, no contaba con un trabajo y había dejado de estudiar. Tres años después nací, la mayor parte de mis recueros son con mi hermana donde nos cuidábamos mutuamente, ya que siempre ellos se mantenían drogados en la sala sin cumplir las responsabilidades paternales o laborales.
El rostro de HeeRan cambio del miedo que le tenía a su presencia a una de tristeza por la vida de JungKook, quiso hablar para intentar ser parte, pero él continuo con su relato.
— Cuando tenía dieciséis mi madre falleció por una sobredosis de heroína y para esas fechas tenía trabajo de medio tiempo como ayudante de un taller mientras que mi hermana en una cafetería. ahorrábamos para salir de ese lugar pero dos años después cuando regresaba del instituto él se robo todo, dejando una nota diciendo: "mi vida no puede ser igual con cargas como ustedes y sin mi compañera de vida"
Se quedo callado procesando lo que decía, hacia tiempo que no hablaba de ello — ¿Entonces...? — HeeRan estaba interesada del resto de la historia.
— Entonces pudimos estar tranquilos por unos meses, intentado recuperar el dinero perdido hasta que Min YoonGi, el hijo de mi jefe. Llegó diciendo que nuestros padres habían dejado una deuda sumamente alta y que si o si teníamos que pagarle, ahí supimos porque huyo. Como no teníamos nada, nos dijo que teníamos que trabajar para ellos. Querían vender a mi hermana y me negué ofreciéndome en lo que quisieran, todo mi salario iba directo a él como parte de la deuda — hizo un recuento de todo lo que había pasado en los últimos doce años con una sonrisa nostálgica — Por unos meses fu distribuidor por las noches, para no mezclar mis estudios con ellos. Pero uno de sus matones quiso sobrepasarse con HaeJin, por lo que... sin pensarlo reaccione defendiéndola...
— ¿Lo golpeaste...? — intento preguntar, teniendo otro tipo de respuesta.
— Al principio, hasta matarlo — con esa respuesta se asusto — y eso fue un grave error. Para los de adentro fui la envidia por ser ascendido, pero fue una condena tomarlo. Asumir el puesto del mejor matón hizo que dejará la universidad y una vida normal... — ahí su actitud fue de decepción y eso le hizo entender a HeeRan que todo lo que ha hecho es contra de su voluntad — Cuando supe que la deuda estaba pagada, hable con ellos y solo recibí la respuesta de que tenía que esperar mi último caso, de ello han pasado unos tres años... Controlan toda mi vida, lo hacen hasta con HaeJin, pero no tanto al estar fuera desde el principio, envidio que ella pudo hacer su vida normal, con un buen hombre a su lado y dos hijos maravillosos.
JungKook se quedo en silencio, había contado todo aunque no sus miedos esto era el principal causante de ellos. Las emociones pesaban en la mesa que se podía notar la mirada triste de ambos desde la entrada del restaurante.
— ¿Tienes familia? — fue lo primero que pregunto luego de tanto tiempo, todo para quitar la tención de la mesa.
La conversación fluyo como si fueran dos personas en su primera citas, conociéndose con preguntas muy personales, como también una que otra banal. Decidieron salir del restaurante para seguir la conversación en otro lugar más cómodo y restaurar una confianza que creían tener meses antes.
— ...Estábamos por casarnos, pero ese día en el altar me di cuenta que no quería seguir con una persona que no me estaba importando y que solo lo hubiéramos dejado de solo una noche — JungKook contó su intento de boda y HeeRan lo miraba sorprendida.
No dieron muchos pasos fuera del restaurante, cuando los mismos hombres que irrumpieron la galería se colocaron frente a ellos en forma amenazante. JungKook había hablado de ellos y de lo que había pasado esa noche, por lo que HeeRan al verlos contesto frustrada.
— ¿No pueden dejar un segundo de tranquilidad?
— Muy bonito todo lo que has trabajado para perderlo en pocos segundos por esa boquita — el más alto e dirigió hacia HeeRan de manera intimidante.
— ¿En serio? Me han amenazado de peores formas... se original — contestó intentando dar un paso hacia enfrente queriendo intimidar, pero JungKook la freno.
— Ya sabes como son las cosas, dile a tu mujer que tiene que cerrar esa boquita y que nos deben acompañar — ahora el más bajo hablo, pero dirigiéndose a JungKook que los termino guiando hacia un automóvil que estaba cerca y solo con levantarse la chaqueta de cuero para demostrarle el arma que cargaba en la cintura para intimidar.
HeeRan hizo muchos escenarios donde terminaban sin vida y salían en los reportajes. No quería terminar de esa manera, que sin pensarlo tomo el brazo de JungKook para aferrarse como si él fuera la última esperanza. Era el mejor, así que podía sacarlos de la pero situación, ¿no?
El camino en auto fue algo largo, tuvieron que viajar de Seúl hasta Daegu donde la familia Min se encontraba de naciones familiares en su pueblo natal. Llegaron a un hotel con una vista espectacular, HeeRan se quedo sorprendida por el lugar, mientras que JungKook se sabía ese lugar de memoria. Entraron al comedor gigantesco que se encontraba solo con la presencia de Min DaeJin y YoonGi. El comedor tenía un aspecto tétrico para ser un lugar donde se las personas se relacionan.
DaeJin estaba en la cabeza de una mesa rectangular afilando un cuchillo de carnicero mientras esperaba que estuviera el almuerzo y le fuera servido. HeeRan trago en seco al ver el aspecto macabro del hombre, en un acto de reflejo se acerco a JungKook para protegerse, sin embargo, otra idea paso por su mente, ¿y si todo esto era planeado por ambos para deshacerse de ella? Porqué al verlo JungKook tenía el rostro neutro, pero él lo único que quería era no demostrar ninguna emoción para no demostrar el terror y debilidad enfrente de ellos.
— Jeon, Jeon, Jeon... — salió del silencio, YoonGi — ¿Cómo es posible? El mejor trabajador, el más discreto y profesional que han visto a los ojos de mi padre, él que menos se mantenía del ojo público, hace una aparición icónica a nivel nacional.
— Lo sentimos mucho, pero él en si no tuvo una aparición física, sino sus sentimientos. — HeeRan hablo como si fuera su representante, por lo que JungKook apretó los puños al escucharla decir ello frente de los Min — Eso se muestra en los anonimatos del artista, hace que la espera de un nuevo proyecto sea más emocionante. Estar fuera de los reflectores es beneficioso...
DaeJin ríe burlescamente por o mencionado — Eso es lo que menos importa, las paredes hablan y mencionan tu falta de emoción al continuar tu trabajo — se dirigió luego a JungKook — creí que estábamos en la misma sintonía Jeon...
La pierna de JungKook estaba en un tic nervioso, no sabía que hacer o decir, pero freno el movimiento al sentir la mano femenina de HeeRan que no le quitaba la mirada a DaeJin, pero esa simple acción, lo tranquilizo.
— Pero son solo rumores, esos rumores dicen que ya no realizas bien tu trabajo. Yo se que no es así, porque cuando un hombre es profesional en lo que hace, nunca lo abandona — la comida fue servida sol para los Min, DaeJin apuñalo la carne de forma amenazante para que la indirecta fuera captada por JungKook y de HeeRan — ¿No es así, bonita?
HeeRan asintió con miedo al ver salir el cuchillo de la carne y comenzó a cortarla de manera tranquila como si no hubiera hecho nada malo. Los movimientos rígidos de los más jóvenes fueron gloria pura para YoonGi en especial las de JungKook, su reacción era como si estuviera de cacería, pero sus ojos demostraban desesperación de querer salir de ahí.
— ¿Cuántos años nos llevamos conociendo, pequeño? — cambio de actitud como si fuera un almuerzo tranquilo, pero las acciones era muy perturbadoras — ¿Diez o doce años, tal vez un poco más? — hizo movimientos con la cabeza como un más o menos a los cálculos — Tanto tiempo te ha convertido parte de la familia y sabemos muy bien que la familia nunca te abandona. Así como tu azulada, también eres parte de la familia.
El pelo platinado casi azulado de HeeRan resaltaba con el negro y castaño de todas las personas de ahí se encontraban. YoonGi al escuchar a su padre, sonrió y miró con malicia a HeeRan que tenía miedo en todo su rostro, levantó su copa para hacer nuevamente acto de presencia.
— ¡Salud por eso!
Las copas de los Min se escucharon luego de hacer un mini brindis y chocas sus copas, dejando petrificados a JungKook y a HeeRan que no sabían que hacer.
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