15 | Capítulo 15





JungKook regresó a la galería, miró por la ventana para saber si había alguien dentro. Encontró a HeeRan hasta el fondo del gran salón abrazándose a si misma. Tocó la puerta, sin embargo no recibió respuesta, volteo a ver a su alrededor para saber si nadie lo estaba viendo. Le habían pedido la llave a JiWoo la noche anterior y procedió a abrir la puerta con mucho cuidado para no despertar a HeeRan.

Pero con todo el esfuerzo que hizo para no despertarla, la luz que ingreso por la puerta principal hizo que ella se moviera y lo viera. El aspecto pulcro que mantenía al estar sobria, se había perdido.

— ¿Cómo entraste? La puerta.... estaba con llave — se sentó pegando sus piernas hacia su pecho mientras buscaba consuelo con la pared detrás de ella.

Ignoró la pregunta — No era mi intención colocarte de esa manera. Lo siento — sacó una hamburguesa y la coloco en el suelo, para luego empujarla y que este quedará cerca de ella.

En su rostro se reflejaba pena y tristeza, pero eso no hizo que HeeRan bajará la guardia. Miraba la hamburguesa con miedo, aunque su estomago la delato con un gruñido que gritaba por comida. Al mismo tiempo JungKook sacaba otra hamburguesa para él, se terminó sentando cerca de la puerta para tomar su distancia.

— ¿Qué sientes? ¿sientes haberme metido en esta situación o que hayas matado a personas inocentes?

— Siento mucho que te hayas enterado...

— Eres un maldito cínico, ni tu ni NamJoon iban a mencionar ese pequeño inconveniente — cuando sintió nuevamente el hambre, tomó la hamburguesa — ¿Cómo fui tan estúpida?

El silencio abarco el lugar, la incomodidad comenzó a aumentar por cada segundo que pasaba. Hasta que JungKook se dio cuenta de algo que no había prestado atención la noche anterior.

— Tengo una duda... — llamando así la atención de HeeRan y señalando las piezas — ¿Solo con estas cosas pudiste deducirlo o...?

HeeRan meneo la cabeza para dar a entender un "más o menos" — Aun así, fue más por lo dicho ayer. Creí... creí que tenías otro tipo de trabajo....

Se sentía usada e ingenua por parte de JungKook, tal vez tenerle algo de cariño hacia que buscará justificantes para aceptar el engaño que él había aportado.

— ¿Me lo hubieras dicho alguna vez?

— Tal vez.... — en su mente daba la respuesta directa, era un "no" rotundo.

Se sentía idiota por nunca preguntarle a NamJoon y no haber aceptado con los ojos cerrados. Nuevamente se sentía destrozada por alguien que por un chasquido de dedos la tenía comiendo de su palma y hacer con ella lo que le apeteciera, sin embargo, JungKook no sabía que tenía los sentimientos de HeeRan colgando por un hilo. Sin miedo, JungKook se levanto de su lugar para alcanzarle una bebida y tomar su chaqueta para ponerla sobre HeeRan.

Busco las cosas de HeeRan por todo el lugar y al tenerlas todas juntas, sacó las llaves del auto de ella. HeeRan al ver las intenciones de él, se negó al principio pero luego se dejó cargar hasta ser llevada a los asientos traseros para dejarla dormir. Que sin importarle mucho, al tocar el colchón de los sillones se quedo profundamente dormida.

Busco la ruta común que hacía ella en el GPS de su auto y se dirigió al departamento de HeeRan. Al estar en el lugar, ingreso al departamento como si se conociera el lugar por completo y la dirigió hasta la habitación para ayudarla a desvestirse, bañarla como pudiera y cambiarla con algo cómodo para que descansará con tranquilidad. En todo momento HeeRan no sintió nada, como si hubiera caído completamente en coma.

Al dejarla sola en la habitación, una llamada hizo que JungKook se retirara del departamento. El silencio invadió el lugar por completo, mientras el tiempo pasaba, HeeRan comenzaba a tomar conciencia y su cuerpo sentía que descansaba en un lugar cálido y suave. Se despertó asustada, encontrándose en su habitación con las cortinas cerradas y una pequeña lampará encendida, miró bajo las sabanas y se encontró ella en pijama.

Reviso la hora, eran las diez de la mañana. Recordó como pudo llegar ahí y se percato de que lo último que vio fue a JungKook conduciendo su auto. Mirando su celular por noticias sobre la noche anterior o sobre información que podía darle JiWoo, pero no encontró absolutamente nada.

Se levanto y se percato que se encontraba sola, tomo un analgésico para bajar el dolor de cabeza y se dirigió a la ducha para quitarse el sudor que había sacado mientras dormía. Al no tener noticias de JiWoo, pensó que estaba ocupada y que no tenía tiempo de mandarle un mensaje o llamarla.

Se dirigió a la galería, pensaba en encontrar la galería todo un desastre como si una fiesta adolescente se hubiera colado en el lugar, sin embargo, lo único que encontró fue un orden pulcro. A los segundos, JiWoo entró detrás de ella.

Las conversaciones se centraban en la confirmación de pedidos de piezas, de transacciones y de hacer el proceso de envíos. Pero todo fue interrumpido cuando a JiWoo le llegó un mensaje de su mejor amigo, era un vídeo de lo que había pasado la noche anterior. Habían hecho memes, reportajes y los comentarios estaban tan divididos en los que no miraban gracioso y querían defender la situación, como de los que secaban más chistes sobre el tema.

HeeRan quiso meter la cabeza en la tierra como un avestruz cuando escucho la risa de JiWoo disfrutando de los memes que le habían enviado. Al estar buscando ideas de que hacer y que parará JiWoo de burlarse de ella, miró hacia el primer nivel, dándose cuenta que una persona había entrado y era nada más, y nada menos que Madame Cadice. El porte que la mujer mayor cargaba provocaba miedo, su carácter fuerte más su traje limpio y sin ninguna imperfección no solo hacía que HeeRan la admirada desde lo lejos, sino que la asustará.

Cadice dirigió su vista hacia el segundo nivel llamando la atención hasta de JiWoo, ambas se agacharon para no ser vistas. La critica francesa se paseaba por todo el lugar, admirando cada pieza que se miraban con cada detalle cada vez más pesados. Quería se atendida personalmente por Heeran y le pudiera resolver el misterio del hombre tras ese nombre tan peculiar.

Mientras que HeeRan sentía que se iba a desmayar, tantas emociones estuvieron en juego en esas veinticuatro horas, que no estaba soportando ninguna ya que estas eran muy extremas. Sentía la presión en aumento. Su imaginación voló, quería una página completa para ella siendo hablada por Cadice con las palabras que solo ella podía decir.



Como si todo hubiera seguido con normalidad, los días pasaban y todas las copias de Korean News había distribuido tanto en físico como en digital la opinión de Madame Cadice sobre el arte conceptual de Golden Man, haciendo que los vídeos de HeeRan haciendo un escandalo para sacar a todos de la galería. La mayoría de lectores quedaban fascinados por las palabras elegantes que transmitía la mujer francesa.

HeeRan al leerlo se sentía nerviosa, en especial al descubrir la verdadera situación que rondaba en ambos hombres que habían montando un perfecto show y que todos lo disfrutaran de cada espectáculo que brindaban. Sentía que todo estaba para ser descubierto, tarde o temprano llegaría la policía a tocarle la puerta. Como podían exponer de gran magnitud a JungKook y fingir que no tenía miedo de que él hiciera algo contra ello.

Por otro lado, a unos kilómetros de distancia, Jeon HaeJin leía la misma nota pero con una emoción que se podía ver desde un satélite. La alegría que transmitía era contagiada por sus cuatro espectadores, dos sin entender y dos prestaban muchísima atención.

— Por Dios Jeon, no es el primer reportaje que hablan de ti, pero la historia es completamente diferente — grito de emoción, sentía que no podía soportar tanta felicidad para expresarlo.

— Felicidades Kook, no pude ir esa noche por lo niños.... pero tienes talento, hermano — HoSeok lo felicitó, al ver que la bebé terminó su biberón, se levanto — Cariño, ahí devuelves el periódico a la vecina.

— No es de la vecina, es el nuestro — contesto HaeJin desinteresadamente.

— Tendré que dejarlo antes de que los vecinos vengan a pedirlo nuevamente. — murmuró hacia JungKook y luego se levantó, despidiéndose con un — Me alegra que hayas podido salir de ese basurero, siempre has tenido mi apoyo.

Mientras miraba la mini copia que tenía rasgos de HoSeok y su hermana, le escribió a HeeRan con el propósito de saber que todo estaba bien entre ellos. La última vez que la vio quería contarle todo con mucha confianza. Quería arreglar con ella todo lo que se pudiera y poderse desahogar, antes de saber que no podría salir del basurero como lo hacía llamar su cuñado, HoSeok.

Un mensaje con respuesta afirmativa, hizo que se levantará y tomará sus cosas para prepararse en todo lo que iba a confesar. Esperaba que no fuera juzgado y rechazado.



Sin embargo, entre el nerviosismo y la felicidad, se encontraba otro sentimiento y ese era el de la ira. El portador de ese sentimiento era Min YoonGi que sintió que su desayuno familiar fue echado a perder cuando vio uno de sus hombres llevándole un IPad con las noticias del día, cuando claramente había notificado que absolutamente nadie entrará al comedor. Al mirar la noticia, perdió completamente el apetito y se dispuso a ir a casa de su padre.

Corrió en su auto y lo dejo mal parqueado enfrente del hotel de su padre. Camino deprisa hasta llegar el gran comedor que estaba siendo ocupado solo por DaeJin y sus guardaespaldas, él se encontraba comiendo con la tranquilidad que le brindaba la música clásica en las bocinas colocadas en todo el salón, que no le importó ver a su hijo haciendo un escandalo.

Para YoonGi era una completa hipocresía, ya que no le gustaba ser molestado en medio de sus comidas o en actividades recreativas con su familia, pero no le importaba hacerlo con personas externas. Pero hoy "tenía" el justificante perfecto para arruinarle el desayuno a su padre.

— Que grato tenerte por aquí a estas horas, hijo — se mostraba confundido, ya que nunca lo miraba por ahí a no ser porque pedía dinero, para que le tapará una estupidez o simplemente porque él lo había llamado.

— Es importante que escuches esta mierda — movió la mano para que fuera pasado el iPad donde se encontraba dicho documento — Se mostró la existencia del arte conceptual con piezas únicas y raras, donde lo principal es saber el transfondo del objeto. Hace unos días se realizo una exposición en la galería de la chica de Kim — dio una introducción a lo que iba a leer — Con mis propios ojos pude presenciar lo que se realizo la noche del domingo, puedo catalogarlo como icónico y fascinante en la estrecha relación con lo sofisticado. Aunque no lo puedo tener como uno de mis favoritos por el simple hecho de no estar tan familiarizada con el arte conceptual, puedo entender la cruda realidad que nos presenta Golden Man a la hora de plasmar sus piezas de manera clara y precisa. Los trasfondos de cada pieza a sido inspirador para los relatos vividos del artista por lo que será una nueva tendencia.

DaeJin lo escuchaba atentamente hasta el final, donde los insultos no se hicieron esperar — ¿Qué harás? Estas a cargo de este proyecto, desde el principio.

— Mínimo quiero que me lo traigan y no importando como, como también no me importa que este imbécil sea uno de tus mejores trabajadores. Lo torturaré hasta que su cuerpo no sienta más el dolor de la siguiente herida hasta verlo morir. — tiró el iPad a la mesa quebrando la pantalla — Sabía que era arriesgado pero te dejaste convencer por el idiota de Kim.

Se levanto dejando un silencio luego de hacer rechinar la silla, no quería a nadie cerca, por lo que salió esquivando a sus hombre para llegar al jardín. Estando con el aíre frío de la mañana, sacó de su pantalón un cigarro y su encendedor favorito. Estaba arto de NamJoon y del perro faldero que era JungKook con él. Por mucho que tenga comprada a la policía, un día de esos los iban a atrapar a todos por las idioteces de ellos dos.


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