Imaginemos una realidad completamente distinta a la que se nos presenta, mejor dicho, a la que construimos, donde las cosas obvias no sean tan obvias, donde el sentido común no sea una verdad absoluta e incuestionable. Una realidad diferente. Estarán pensando que esto es imposible, al igual que intentar imaginarse un color que "no existe".

Muchas veces aceptamos lo que está alrededor nuestro y ni siquiera nos proponemos modificarlo. No se nos pasa por la cabeza hacerlo. Es muy probable que las cosas que nos rodean no deban ser así, pero si no las cuestionamos nunca podremos darnos cuenta. Solemos acostumbrarnos a las cosas, a la constante rutina que nos envuelve en un círculo vicioso. A los pensamientos "cuadrados" que no nos dejan avanzar como individuos y menos como sociedad, ya que somos nosotros los que la componen.

Imaginemos que lo que tenemos enfrente nuestro es de otro color, forma, estampado, entre otros. ¿No sería re loco? Ahora bien, si nos gusta lo que estamos fantaseando, ¿por qué no podemos modificarlo? Porque aceptamos todo tal y como es o cómo debería ser. El sentido común que compartimos no nos deja ver más allá de lo que ven nuestros ojos. Lo peor de todo es que está naturalizado y creemos que eso es lo correcto, seguimos ese orden de forma lineal. Hasta hay veces que se nos presentan situaciones y las resolvemos con el paradigma del "sentido común". Etiquetamos a muchas personas como locas porque se "descarrilan" de este lineamiento. ¿Y si en realidad fueron ellos los que pudieron distanciarse del mismo y ver las cosas de otra manera? De otro color, forma... ¿Y si son ellos quienes viven más felices, debido a que no hay qué los limite?

Queda en nosotros el ejercicio de preguntarnos cómo poder modificar las cosas, no acostumbrarnos a lo que se dice y menos al "se debería hacer..." ¿No sería mejor que cada uno viera la vida del color que quiera y pueda vivirla como le apetezca? Donde las cosas estén al revés, una vida alocada y el qué dirán o qué pensarán sea segundo plano.

¿Qué mejor que disfrutar sin pensar?

Bienvenidos al arte de cuestionar.

¡Hola! Lo que acabas de leer es la introducción a este nuevo proyecto que estoy realizando gracias a los increíbles textos de mi amiga tenista Natalia. Una producción increíble que acabó en la idea de concretar "El arte de cuestionar".

¿Qué es esto, San? ¿Qué voy a leer acá? 

Textos que cuestionan la forma de ver las cosas y de pensar, a veces también el miedo a confrontar esos cuestionamientos desde la experiencia personal. En resumen: lo que muchos a veces no se atreven a poner en palabras.

¿Qué es lo bueno de todo esto? 

¡Tú puedes mandar tus propios textos y los publicaremos en esta misma obra! El plan es realizar un feedback entre la comunidad donde todos podamos compartir nuestros planteos y salir de aquí con una experiencia enriquecedora.

¿Cómo nos organizamos?

Habrá dos secciones: en una estarán los textos de Nati, y en otra todos los que ustedes nos vayan dejando. Pueden enviarlos al privado o directamente a mi mail: [email protected]. Elegiremos los mejores para ir publicando en lo posible, dos o tres textos por semana. Si no hay textos, seguiremos con los de Nati una vez por semana.

¿Dudas, preguntas, sugerencias?

¡Déjenlas en sus comentarios! Nos leemos muy pronto.