39




* - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - *


Nam Joon se ha ido hace un buen rato, pero su aroma aún persiste y me siento incómoda, desnuda y asustada por una razón completamente estúpida, sólo quiero que mi celo termine ya.

—Alia... mírame.— JungKook me habla, sin embargo sigo sin acercarme a él o mirarle, no me ha gustado su acción, no me ha gustado su comportamiento y me siento defraudada, quiero ver a Min Ho y refugiarme en sus brazos, quiero ver a mi hermano menor.

—No.— lo único que le dedico sin mis palabras, aunque estas se tratan de meros monosílabos que le incomodan, sus feromonas me hacen notarlo y, aunque me siento mal por tratar de esta manera a mi alfa no pretendo dejarme vencer por mi necesidad de que me haga suya.

—Por favor.

—No.

Siento sus pasos acercarse y poco después su mandíbula apoyarse sobre mi hombro desnudo, estoy completamente desnuda y no me interesa en lo más mínimo su opinión al respecto, la ropa me hace sentir sucia y demasiado incómoda.

Su nariz se hunde en mi cuello y le escucho aspirar mi "aroma" con lentitud y cuidado, el gesto me relaja un poco y, al final, no puedo evitar girarme y enterrar mi nariz en la unión entre su cuello y su hombro, justo donde dejaré mi marca cuando sea el momento; me deleito con el delicioso aroma a chocolate que desprende, no quiero que este momento termine, me relajo entre sus brazos en un cálido y reconfortante abrazo, sin embargo mis ojos se mantienen cerrados, no pienso abrirlos.

—¿Me mirarás ahora?— pregunta y, con mi cabeza aún escondida en su cuello, niego.—¿Por qué?

—Sigo cabreada contigo. — aseguro, lamo su cuello y siento lo salado que se encuentra por el sudor, ¿por qué suda si hace frío?—Sudas.

—En primer lugar, no lo parece, acabas de lamer mi cuello.— me tenso ante sus palabras a pesar de que no tiene sentido que lo haga.—Y segundo,sudo porque tus aroma es excitante, me muero de ganas de hacerte mía.— me sonrojo ante sus palabras, si lo quiere tanto como yo, ¿por qué no lo hace?

—Hazlo.— aseguro y, por fin me alejo de su cuello, abriendo mis ojos, en su rostro veo un bonito sonrojo que me parece adorable.— Hazlo.— repito.

—Quiero esperar al momento adecuado, estás en celo, es normal que quieras hacerlo ahora pero... ¿qué pasará cuando termine?, no querrás verme.— se calla durante unos segundos que me asustan.—Tú misma me pediste que fuese despacio.

—No pasará nada, todo seguirá igual.— digo, completamente segura de mis pensamientos.—El celo no es lo único que me hace desearlo, yo quiero, y me da igual lo que dijese, te quiero, ahora.— me acerco a sus labios y le beso, al principio con lentitud y parsimonia, él me sigue el beso sin decir nada más.

Poco a poco el beso va haciéndose más fogoso y yo me siento derretir, siento mi lubricante natural descender por mis piernas, estoy excitada y sentir su bulto contra mi rodilla sólo me enciende más, abro mis labios y muerdo el suyo, con suavidad, introduzco mi lengua y me deleito con la sensación de su lengua, disfruto de la ardiente y encarnizada lucha que tienen cuando se encuentran para tomar el control, tal vez no sea la mejor, pero disfruto de cada sensación y de cada roce.

Su mano asciende por mi pierna, tan lentamente que mi piel arde bajo su tacto, me tumba sobre la manta y queda sobre mí, la media noche ha pasado hace ya unas horas, el peor día de mi celo ha comenzado y lo siento todo mil veces mayor, cada roce, cada toque, lo siento como si atravesase mi piel y tocase mi alma.

Su mano se dirige hacia mi intimidad y gimo cuando introduce dos dedos de golpe, el beso se rompe y, aunque deseo ver su rostro, sus facciones, no puedo, sólo me dejo caer en el placer que me dan sus dedos, besa mi mejilla, mi lóbulo y acaba por acercarse a mi cuello, donde lame y chupa con bastante fuerza, pero se siente tan bien que sólo consigo gemir más fuerte.

Con rapidez acerco mi mano a su pantalón, lo desabrocho y lo bajo, su miembro erecto queda oculto bajo sus boxers,su glande sobresaliendo de la cinturilla, rozo su forma sobre la prenda y le escucho suspirar, ¿eso le gusta?, me pregunto y vuelvo a repetir mi acto, esta vez recibiendo un gruñido como respuesta, su lengua viaja entre mis omóplatos y me siento derretir, pero también quiero darle el mismo placer que me está dando él.

Hundo mi mano en su ropa interior y agarro con suavidad su pene, completamente duro por y para mí, palpita bajo mi mano y sus venas se sienten bajo mi tacto, muevo la mano con lentitud y le escucho gemir por primera vez. Me gusta ese sonido.

Repito el gesto varias veces, con la misma velocidad que lo hacen sus dedos en mi interior.

—Pídemelo, pídeme lo que quieres.— su voz grave me obliga a abrir los ojos, le observo con detenimiento, le deseo, le quiero y le amo, no sé cómo ni por qué, pero lo hago. Su ojos ámbar se cruzan con los míos y me veo reflejada en ellos, mi pelo completamente despeinado, mis mejillas sonrojadas y el sudor en mi frente.

—Te quiero dentro de mí.— alcanzo sus labios y le beso nuevamente, sus dedos salen de mi interior y me obliga a alejar mi mano de su pene erecto y duro, por un momento me siento vacía, el beso se rompe y le veo alejarse de mí, me asusto, ¿he hecho algo mal? ¿le han molestado mis palabras?

No tardo en verle caminar hacia mí, su pene cubierto por una funda brillante, ¿condón?, seguramente, se inclina nuevamente sobre mí y me besa, esta vez de forma más relajada, más cariñosa.

—Intentaré no hacerte daño, esperaré a que tú me permitas moverme.— sonrío ante sus palabras, ¿puede ser más perfecto?

Se coloca entre mis piernas y siento su glande en mi entrada, me sujeto a sus hombros y me relajo lo máximo que me es posible en este momento; le siento entrar, dilatarme, siento un dolor punzante y agudo cuando se detiene, siento u hombría en mi interior, completamente dentro, gimo dolorida, me duele.

Él no se mueve, espera a que me sienta mejor, a que me haga a su tamaño y anchura y lo agradezco, realmente lo hago, pero veo su rostro contraído, está luchando contra sí mismo para no moverse en mi interior. Clavo mis uñas en sus hombros y, con mis talones le muevo un poco hacia delante, cuando ya no duele tanto.

No tarda en tomar la iniciativa y comienza a penetrarme con lentitud pero con fuerza, le siento entrar y salir de mi cuerpo, siento un extremo éxtasis con cada roce que proporciona mientras se adentra en mi interior, siento su mano izquierda sujetar mi cadera y su mano derecha pasear por mi cuerpo desnudo, siento mi intimidad arder, me siento bien.

La embestidas que me proporciona son cada vez más rápidas y arritmicas, pero sigue sintiéndose demasiado bien, nuestros gemidos se mezclan en varia ocasiones, le escucho gemir en mi oído, clavo mis uñas en su espalda, me golpea una fuerte sensación de alivio que no he sentido nunca, veo borroso durante unos segundos y siento cómo de repente, hay algo más dilatándome, está anudando, gimo al sentir otra inmensa ola de placer, la siento dilatarme y entrar hasta llegar al máximo, el ronco gemido de JungKook me ensordece durante unos segundos.








(---- * ----)











Me acurruco en su pecho a pesar de que el sol ya ha salido, quiero dormir un poco más antes de volver a la acción, porque no me merece la pena mentirme a mí mima o a mi lobo, hemos estado toda la noche entrelazándonos una y otra vez, aunque me he llevado algún que otro susto.

Han sido varias veces en las que JungKook ha estado a punto de marcarme, por suerte ha podido controlar sus instintos, al igual que lo he hecho yo cuando me ha pasado.

—Buenos días.— susurra contra mi cabeza, su voz ronca por el sueño me enciende, bueno, realmente todo en él me enciende en este momento, gimo y me acerco aún más a su cuerpo caliente.—Necesito comer algo Alia.— abro mis ojos y le miro, el color ámbar no ha desaparecido desde anoche, hago un mohín, podemos comer algo después o puede... comerme a mí, ¿no?

—Podemos comer algo después.— me subo sobre él, me sujeta la cadera y me sonríe, amo su sonrisa, aunque no puedo centrarme demasiado en ello.

—Primero comemos, después seguimos, y no se diga más.— se sienta, aún conmigo encima y besa mi frente, cierro los ojos ante el contacto.—Te quiero.— me siento enrojecer, e la primera vez que me lo dice de esta forma, en esta situación, en la que ambos estamos completamente desnudos y descubiertos ante cualquier situación posible.

—Yo también, te quiero.— me cuesta decir esas palabra, una cosa es tenerlas asimiladas, pero otra completamente distinta es decirla en voz alta.

* - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - *

Hola personitas!!

Sé que este capítulo es algo corto... pero bueno, sorry for that. 7(-o-)7

El final está realmente cerca... y con ello la sorpresa que os tengo, jejeje, esperad con ansias el capítulo del domingo!!

Nos leemos en la próxima mis personitas!!

6/6

Darkest_Light_Soul.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top