En un hermoso paraje, una pareja disfruta de una cita más en su larga relación de años. El chico espera ansioso el momento perfecto para iniciar un nuevo ciclo en su existir: decidir definitivamente que este amor será su compañera de vida.
—¿Sabes...? Desde que llegaste a mi vida, todo tiene color; le has dado sentido a mis días y el sol brilla de nuevo.
Su novia se muestra enternecida y lo mira con cariño y aprecio.
—Eres tan romántico.
—Quiero compartir cada uno de mis días junto a ti: despertar cada mañana viendo tus hermosos ojos verdes, tan bellos como las praderas, mi corazón está ligado al tuyo como las raíces de las flores que en ellas están plantadas.
La chica no puede evitar reír con vergüenza, se sonroja ante las palabras de su amado mientras siente cómo su corazón late con fuerza y emoción.
En ello, el joven saca de su bolsillo una caja y se pone enfrente de ella. Al abrirlo, revela que adentro hay un anillo de compromiso con una pequeña joya, esto hace que el corazón de su amada lata aún más, sus ojos brillan por el momento.
Él comienza a sudar con bastantes nervios, siente como el corazón se le va a salir por la boca, pero suelta un suspiro pesado y deja su miedo atrás y la mira fijamente.
—Tú-tú..., ¿te casarías conmigo?
Se percibe una gran seriedad y determinación incluso cuando su corazón está casi por estallar. Ella solo se queda con una sonrisa llena de emoción mientras le dedica una mirada de amor.
—¡Yo...!
No termina de hablar, ya que algo pasa a una alta velocidad, aplastándola y manchando al pobre tipo con su sangre. Este se queda completamente inmóvil, sin poder procesar lo que acaba de pasar.
—Mi... Mi a...
Tampoco le da tiempo de hablar, pues también es aplastado por una muchedumbre que va hacia la misma dirección y muere, debido a la monstruosa cantidad de pisotones que recibe, quedando igual que una caricatura estampada.
En fin, si se preguntan qué es lo que acaba de pasar, pues...
https://youtu.be/hotgnmq8fE0
A unos cuantos kilómetros del par de asesinatos, se puede ver a un auto al puro estilo de los ochentas con el logo de un fénix pintado en el frente de su cajuela yendo a máxima velocidad. La música suena a todo volumen dentro del vehículo junto a tres personas que tienen un semblante bastante preocupado.
—¡Oigan! ¡Creo que atropellamos algo por accidente! —comenta el copiloto de cabellera azabache que le cubre los ojos.
—¿En serio? —cuestiona el que va al volante, siendo un joven de cabello castaño.
—¡Sí! ¡Una de las llantas va dejando una gran línea de sangre!
—Pues espero que haya sido alguna de esas locas, así por lo menos nos quitamos a una del camino.
—¿Seguro que vas bien manejando? A duras penas alcanzas los pedales.
—Todo cool, hermano. Además, traigo tacones tipo Faccini, así que no hay problema.
—Putos tacones bien altos, pero están chidos, he de admitirlo... ¿Me los prestas un rato?
—Vete a la chingada. A ti no te hacen falta.
—La neta sí tiene un punto. —Se asoma un chico de pupilas rojas—. Pero mijos, les aviso que..., ¡tenemos compañía!
Los tres voltean hacia atrás y observan cómo un grupo de mujeres van detrás de ellos, corriendo a una alta velocidad y dejando el camino manchado de sangre por el pobre tipo que aplastaron al inicio; algunas parece que corren incluso hasta con las manos, todas encantadas y con un una obsesión indescriptible por ellos, además de una humedad dudosa.
—Chingada madre, no puede ser que nos hayan alcanzado tan rápido.
—Su sed por exprimir toda gota de nuestro ser es su único motivante.
—Sí, pero ¿soy el único que vio la referencia en...? ¡Ahhhh!
De golpe, una de esas locas cae frente a ellos. Atraviesa con una mano el cristal del auto mientras ríe como una loca.
—¡Puta madre! ¡Chico, haz algo!
—¡Ya sé!
Comienza a respirar por la boca una gran cantidad de aire y cambia su cabello a dorado, devora el aire que reunió
—¡Over Booster!
Da un grito monstruoso que destruye todo lo que está delante de él, incluyendo a la chica.
Primera presentación: Higi Yato.
Un joven de apariencia latina promedio, portador del poder del Son, el sonido primigenio en su ser; es un experto peleador de artes marciales y con el arma Bō.
Cuenta con poderes muy increíbles, en pocas palabras, es la encarnación del sonido puro en todas las formas y realidades en la existencia y la inexistencia, conocedor de las novelas eróticas más geniales de todas, siendo demasiado tierno y profanable.
También es el cantante más poderoso del Megaverso..., aunque no tiene el mejor carácter del mundo, además de ser chaparro y tener un miembro de cincuenta..., cincuenta milímetros.
—No exageres tampoco —dice el moreno.
—¿Con quién hablas? —pregunta Higi.
—Eso no importa ahora.
De acuerdo, está bien. Sí, la tiene más grande.
—¡No mames, pendejo! ¡Ahora ya no tenemos ni cristal ni caponera, como nos vamos a cubrir! —El conductor reacciona por el ataque que realizó Higi.
—¡Pues entonces debiste hacerlo tú, baboso!
De golpe, el auto es restaurado a su estado original. Ambos voltean a ver hacia el copiloto que los mira con un rostro neutral.
—¿Pueden calmar su periodo, por favor? No estamos en la mejor de las situaciones para eso. —Saca un tamal de piña de la nada, lo que deja a ambos tipos confundidos.
—Vato, literalmente tú eres el menos indicado para decirnos eso, ¡y esas locas se están acercando cada vez más! —grita Higi viendo a todas las mujeres corriendo a gran velocidad.
—Es mi turno...
El de pupilas rojas sale por una de las ventanas del auto y se coloca arriba de este. Ve como varias arpías que cargan a más chicas se lanzan directo hacia él
—Yare Yare Daze.
En su mano invoca una daga, la cual brilla con fuerza, pero, en un instante, es recubierta por un manto oscuro. Sus ojos comienzan a cambiar de color y ahora son morados.
—¡Room! —Un gran domo invisible cubre todo el lugar—. Caos.
En solo un instante, se mueve a una velocidad sónica junto a todas ellas, solo para que, en un simple desenfunde, todas caigan con heridas mortales.
Segundo aparición: Ryuto Kuro.
Joven de apariencia demasiado elegante como el típico mesero de restaurante fino; el usual protagonista del viaje entre mundos promedio, pero bien escrito; aquel que puede copiar todo y destruirlo todo, con mil habilidades en su poder.
Es capaz de acabar con todo, un verdadero monstruo del Megaverso, conocedor de las series para jóvenes más buenas que hay, y con un miedo bastante feo a las versiones femeninas.
El copiador más grande del Megaverso...
Aunque es un sumiso de primera, además de parecer una copia de un personaje típico de caricatura y ser virgen de paso.
—Vale, entre menos carga, mejor...
Se mete del otro lado del auto, para su desgracia, de ese lado está el otro tipo comiendo su tamal, el cual es tirado al piso, debido a su entrada.
—¿Eh?
Ryuto se percata de eso y ve como el otro mira con horror su pobre tamal, ahora lleno de polvo y tierra de zapatos.
—Auch, eso hasta a mí me dolió —dice Higi al ver este horrible acto.
—Oye, hermano, lo... ¡Aaahh!
No puede decir nada más, pues empieza a ser ahorcado de forma violenta.
—No te preocupes, te perdonaré..., ¡cuando tu sangre sea derramada por mis manos!
—¡Cabrones! ¡Enemigo a las doce en punto!
Ante estas palabras, voltean a ver como del suelo aparecen tres titanes con unos bates gigantescos llenos de púas de metal, listos para detenerlos
—Carajo...
—Ya ni modo, te salvaste, por ahora. —Deja de ahorcar a Ryuto para acercarse a Higi—. ¿Qué tan fuerte puedes gritar sin joderte las cuerdas vocales?
—Deja me entono primero.
—Ya rugiste, ambos prepárense: vamos a salir volando.
Chasquea sus dedos y, en ese momento, el auto pasa a convertirse en una monstruosidad con grandes propulsores detrás suyo. Es casi tan épico como los autos de súper héroes millonarios, pero sin tonos oscuros y sombríos.
—Muy bien. Prepárense, mijos.
En frente de Higi y Ryuto aparecen unos micrófonos.
—¿Y esto? —pregunta Ryuto.
—Necesito que den el grito más potente posible, me vale madres si al final este Universo es destruido, pero será suficiente para salir de aquí, así que listos.
—¿Me ves la cara de un mutante con poderes supersónicos...? —pregunta Higi un poco molesto
El moreno solo lo mira con seriedad
—Olvídalo, hagámoslo. —Bufa. Su cuerpo comienza a cubrirse de una gran cantidad de llamas anaranjadas—. Destination Void, ¡activo!
—Ya veo, un ataque sonoro a niveles cósmicos... En todo caso, ¡agreguémosle un poco más de sazón!
Ryuto es envuelto por llamas negras y comienza a brillar de un fuerte color morado y su cabello cambia de color a este mismo
—Estoy listo, perros.
—Muy bien, entonces, ¡que empiece el Caos! —exclama el moreno mientras su cabello inicia a cambiar a un blanco puro, descubriendo sus ojos grises que se vuelven amarillos. Sonríe como todo un demente—. Entonces..., ¿cuál es su veredicto, vengadores?
Tercera Presentación: Leo
Es un morenazo con ojos de pescado muerto y apariencia de personaje de contenido prohibido cliché; posee el poder de desear cualquier cosa y hacerla realidad con el simple chasquido de sus dedos: todo lo que pida se cumple, sin excepciones.
Conocedor del todo, más allá de la existencia y la inexistencia, y también de las caricaturas más épicas.
Tiene una adicción a los tamales muy arraigada, de tal manera que casi lo lleva a la intoxicación.
El antagonista más loco del Megaverso...
Defecto: es un idiota que literalmente se le olvida casi el cien por ciento de las veces que tiene deseos infinitos, en simples palabras, es un pendejo en toda la expresión de la palabra.
—¡Vamos!
Chasquea sus dedos haciendo que múltiples clones aparezcan a su lado mientras se va acercando cada vez más a las gigantes sensuales.
—Dominio del Monarca: Infinity Space.
Una gran sombra los cubre, incluyendo a los clones.
—¡Ahora! —ordena.
En ese momento, el micrófono se amplía como si se tratase de un gran agujero. Al instante, Ryuto y Higi lanzan su ataque.
—Maximum Impact Boost: Llamarada Solar/Miedo del Dragón
Ambos liberan sus gritos directo hacia el agujero y, como la reacción de un refresco con mentas, salen disparados hacia el infinito, gracias a una indescriptible cantidad de fuego y sonido que sale detrás de ellos.
Destruyen todo a su paso junto a los clones creados por Leo y provocan la destrucción del planeta, quemando el mismo espacio en el proceso mientras su velocidad sigue en aumento.
—Bien, ¡es mi turno!
Aparece un agujero frente a Leo, este solo mete sus manos y hace que ahora salga una igual cantidad de fuego, pero este es de un color azul, el cual aumenta aproximadamente como un billón de veces..., tal vez.
—A este narrador sí que le encanta ser dramático. —Sonríe con burla.
¡El punto es que tiene muchos ceros el número!
En fin, Leo logra romper las barreras del Universo y consigue entrar a la gran brecha multiversal que existe; en ese proceso, quema todo el Universo hasta que no queda nada, debido a todo el poder que usaron...
Aunque eso no es ni la mitad de lo que realmente pueden hacer.
Los tres solo sueltan un amplio suspiro, al ver que por fin han logrado escapar, solo se voltean a ver el uno al otro.
—¡Lo hicimos! —gritan con emoción mientras comienzan a bailar como payasos.
—Eso fue épico, la gran explosión, la persecución... ¡Tómala, Michael Bay, tu cine de mierda nos la pela! —dice Leo mientras vuelve a su forma normal, al igual que los demás.
—Eso fue chingón, lástima que no tenía una cámara a la mano —comenta Ryuto.
—Imagínate subir eso a las redes, ni el más grande influencer nos opacaría, ¡seríamos dioses! Aunque por lo visto... ya somos unos dioses he, he —habla Higi jugando.
—Pero no del internet... Carajo, ya me deprimí. —Leo se muestra desanimado
—Al menos tenemos poderes super cool, todos nos la pelan —dice Ryuto.
—Cierto, menudo caos dejamos en ese Universo.
—Bueno, en eso tienen razón —habla Leo ya recompuesto—. Bueno, ahora que todo esto se ha calmado por el momento y ya no estamos en peligro mortal nivel imposible..., eso de por sí da miedo...
—Touche.
—La neta, sí.
—Tengo una sola pregunta...
Ryuto y Higi lo miran con atención. Leo respira con profundidad y los observa.
—¿Y ustedes quién piñas se supone que son?
El lugar se queda en un silencio incómodo tras la pregunta.
—Ahora que lo dices, es verdad..., ¿quién carajos son? —Reacciona Higi.
—La misma mierda me pregunto —dice Ryuto.
Las tres entidades más inusuales del multiverso que no tienen nada en común, salvo una sola cosa: son superpoderosos, y la verdad es que esa expresión queda corta..., aunque también son unos imbéciles.
Están en un destino incierto por descubrir.
¿Dónde están? ¿Por qué están en este lugar?
La primera piedra fue lanzada y ahora ya nada los detendrá.
¿No es cierto?
To Be Continue...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top