Cap. 7

Al día siguiente, Koral y mi mamá me ayudan a terminar mis maletas. Hoy viajaremos a Santorini, el día más temido ha llegado. Por un momento la carta de Harry me dio esperanzas, pero la depresión en mi interior al haber olvidado quien soy realmente me ataca de a momentos, no dejo de pensar en que si algo falla terminaré caminando al altar con un desconocido.

Tengo entendido que mañana es el cumpleaños de Francesco y tienen pensando presentarme a Dimitri Leonardou en esa fiesta, estoy tratando de no colapsar ante el pensamiento.

—Bien, todo listo. —Dice mi mamá cerrando la última maleta—Llamaré a Angelina para que lleve todo al jet.

—Aún no puedo creer que tu madre esta viva, había escuchado que había muerto en un atentado. —Me comenta Koral—

—Sí, yo tampoco podía creerlo. —Sonrío levemente—

—Tu padre se llenará de alegría cuando lo sepa.

—Lo sé, quisiera poder verlos juntos de nuevo.

—Lo harás, cuando todo acabe.

Cuatro camionetas nos dirigen al mini aeropuerto de la villa y un gran jet color blanco nos espera, a su costado pueden verse elegantemente grabadas las letras "FS"

Los asientos son de cuero color beige y hay alrededor de cuatro mesas para cada asiento, al fondo puede verse una habitación. Me siento en una de las mesas con vista a la ventana y alrededor de unos cinco minutos estamos en el aire.

(...)

El avión llega al aeropuerto de Atenas al pasar las dos horas. Las calles de la ciudad son muy bonitas y puede verse el océano con facilidad.

—Estás más cerca de él, de lo que crees. —Me susurra Koral—

La observo, se baja hasta el puente de la nariz sus preciosos lentes de sol negros y me guiña el ojo.

Harry...

Mi corazón retumba de solo pensar en él.

No tenemos la necesidad de ir en Ferri a la isla porque Francesco, al ser el dueño del mundo lo tiene todo. Subimos al yate que al igual que todo tiene grabadas sus iniciales y me dedico a mirar las islas y tomar un coctel.

—Si no estuviera dirigiéndome a un lugar que me condenara para toda la vida, diría que el lugar es hermoso. —Digo cuando siento la presencia de Koral a mi lado—

—No será por mucho tiempo, lo sabes.

—Quiero confiar en él, pero sé que si algo sale mal como con la misión de Las Vegas, todo estará acabado.

—No lo subestimes.

— ¿Fue duro para él? —Pregunto— ¿Regresar al lugar donde asesinaron a Paige?

Koral me mira.

—Ha pasado seis meses viviendo aquí, creo que logro superarlo.

Suspiro comprendiendo.

Harry fue valiente, volvió a Santorini por mí. Un gran acto de amor.

Para cuando el yate llega a su destino antes de bajar veo que Francesco se para a mi lado y susurra en mi oído.

—Otra era comienza, mi princesa...

Una lágrima cae por mi mejilla.

Harry, ven por mí...

(...)

HARRY.

Miro el reloj impaciente por milésima vez y el teléfono desechable no suena, maldita sea ¿y si algo salió mal? Han pasado sesenta y dos horas desde que Koral ingreso a la villa y no ha dado ninguna señal, son las 10 de la mañana en la isla, para estas horas ya más o menos deben de haber llegado a Santorini.

—Hombre, si sigues viendo el reloj se te quemaran los ojos. —Escucho la voz de Marco—

—Ha pasado mucho tiempo. —Finalmente me levanto— ¿Deberíamos de llamar nosotros?

—Ella dijo que llamaría. —Habla Ashton—Puta, si sigues así te golpearé.

—Me volveré loco. —Paso mis manos por el cabello—

El teléfono comienza a sonar y me lanzó hacía él, escuchando las risas de mis amigos.

— ¿Koral?

—Hola, Harry.

— ¿Qué paso? ¿Por qué tardaste tanto?

—Perdona, anoche me quede hablando con Maya y sinceramente estaba muy cansada para avisarte.

— ¿Hablaste con ella, como está?

—Pues, deshecha...—Cierro los ojos con fuerza—Esa imagen de chica dura con la que la describiste ya no existe, en sus ojos ahora veo cansancio, derrota y... mucha tristeza.

—Mierda...

Esto es peor de lo que creí, tal vez Francesco no le está haciendo daño físico, pero le está provocando un muy duro daño emocional, un daño psicológico y eso es peor que cualquier herida. La está matando desde afuera, indirecta y sigilosamente, como un virus silencioso que te pudre el cuerpo a medida que pasa el tiempo.

—Sí...—Suspira—Por otro lado, tengo noticias. Clara, la esposa de Sam y madre de Maya está viva, Francesco la tuvo cautiva todos estos años, eso si me sorprendió.

— ¿Es enserio? —Veo a Marco y él me ve confundido—No puedo creerlo.

—Yo tampoco lo creía, es prácticamente un milagro.

— ¿Algo más?

—Ya estamos en Santorini y... mañana se dará a cabo la fiesta de cumpleaños de Francesco en donde Maya y Dimitri se conocerán...—Mi corazón se detiene, maldita sea, temía que llegará este momento— ¿Harry, sigues ahí?

—Sí. —Carraspeo—Continua.

—Te daré los detalles hoy en la noche, ¿te parece?

—Claro...—Suspiro— ¿Koral?

— ¿Hmm?

—Cuida de ella.

—Puedes quedarte tranquilo, está en buenas manos. Te dejo, escucho pasos.

—Adiós.

Cuelgo la llamada y veo a los chicos.

— ¿Algo nuevo?

—Pues, si. —Dejo el teléfono tirado en el sofá—Dos cosas, la primera es que Maya ya está en Santorini y la segunda...—Miro a Marco—Tu madre está viva.

Marco deja caer la botella de cerveza haciendo eco en la casa.

— ¿Qué dices? —Su cuerpo empieza a temblar—Jones, si esto es un puto juego te juro que te partiré la cabeza.

—No es un juego, Marco. —Me acercó a él— ¿Recuerdas que me dijiste que nunca hallaron en cuerpo de tu mamá? Tal vez está es la razón, Francesco la  tuvo todo este tiempo.

Marco no aguanta más y rompe a llorar. Ashton palmea levemente su espalda en señal de consuelo.

—Todos estos años...—Solloza— ¡Espera a que lo sepa mi padre!

—Estará muy feliz, llegará en unos cuatro días. —Informa Ashton—

—Aparte de esto...—Juego con mis dedos—Mañana se dará a cabo la fiesta de cumpleaños de Francesco, Maya conocerá al griego... debemos armar un plan.

— ¿Estarás bien infiltrándote a esa fiesta? —Me pregunta Ashton—

—Supongo que sí.

Ashton sabe que si veo a ese imbécil con las manos sobre Maya, acabaré con todo y todos.

***

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