Cap. 22

HARRY.

Cambio los canales del gran televisor de la sala sin fijarme en uno, sólo estoy tratando de matar el tiempo. Hace exactamente, según mi reloj, Ashton partió al aeropuerto a recoger a Sam y Zed fue en busca de Cam, espero no sea muy tarde.

Suelto un suspiro lleno de frustración y me acuesto sobre los cojines del sofá.

Maya...

¿Por qué tienes que ser tan terca y testaruda? En estos momentos estarías conmigo de no ser por tu orgullo, siempre preocupándote por los demás. Sigo sin sacar de mi cabeza el momento en que Dimitri pidió tu mano, fue como una bala directo al corazón.

El canal de noticias en el televisor llama mi atención, la reportera tiene subtítulos en inglés y me paraliza por completo la noticia.

"El gran empresario Ángelo Leonardou, dueño de las Embarcaciones Afrodita's acaba de sufrir un atentado en su mansión de Santorini"

—¿Qué mierda...? —Tomo el control remoto y subo el volumen—¡¡Crystal!! ¡Crys!

—¿Qué sucede? ¿Por qué gritas? —Rápidamente baja las escaleras—

Le señaló el televisor.

—Pero ¿qué...? —Ella tampoco lo puede creer—¿Asesinaron a Leonardou?

—Así parece. —Me levanto del sillón—Esto es una señal, debe significar algo.

—¿Algo como qué?

Frunzo el ceño, quizás mis sospechas son ciertas.

—Los italianos planean algo. Tengo que comunicarme con Koral cuanto antes, necesito saber si Maya está bien.

—¡Harry! Espera a que llegue Sam.

—Maldita sea, Crystal. —Digo entre dientes—Necesito saber que ella está bien, planificar mi próximo encuentro, ¡quiero respuestas ya!

Me dirijo hacía mi habitación con Crystal siguiéndome los pasos.

—¿Y si la descubren? No puedes ponerlas en riesgo, si ese celular suena todo se irá al carajo. —Me reprocha Crystal—Harry, por favor, usa la cabeza...

—Debo asegurarme que ambas estén bien.

—¡¿Puedes escucharme por una sola vez en tu maldita vida?! Si llamas a Koral las pondrás en peligro, espera a que llegue Sam.

Ella se interpone en la puerta de mi habitación impidiéndome el paso.

—Crys...

—Por favor, mantén la calma por unos instantes.

Al final sedo, pero la preocupación sigue punzante en mi corazón.

Acaban de asesinar al líder de la mafia griega y tengo la profunda sospecha de que fueron los mismos italianos en señal de venganza, lo que más me causa ansiedad ahora es que con el capo muerto el siguiente para liderar sería Dimitri...

Esto se está poniendo mucho peor.

Crystal logra calmar mi preocupación preparándome un té de manzana con canela, son alrededor de las 4pm Sam debe estar por llegar.

—Saldré por un momento, ¿crees que podrás quedarte solo un rato?

—No soy un niño.

—Pues actúas como uno. —Sonríe—¿Sabes? Ser dependiente de alguien no es sano, Harry.

—¿Dependiente por querer tener a Maya conmigo? Ella está en peligro y lo único que quiero es regresarla a donde pertenece.

—¿Seguro que es sólo eso? —En lugar de responder tomo un sorbo del té—Vuelvo en un momento.

—¿A dónde iras? —Le pregunto mientras ella se coloca su chaqueta—

—A la ciudad... hacen falta cosas para la cocina. —Me dice sonriendo—

—Cuídate, Crys.

—Lo haré, Harry.

Crystal sale de la casa dejándome en completa soledad, Marco está atendiendo unos asuntos del equipo de reclutas en Virginia y Ashton junto con Sam aún no llegan.

Aún no confío del todo en Crystal, pero sé que no sería capaz de traicionarnos, no otra vez.

(...)

La puerta principal se abre cuando el reloj marca las 5pm, veo a Ashton entrar cargando unas cuantas maletas y detrás de él, mi jefe.

—Sam. —Lo saludo cortésmente—Que bueno volver a verte.

—Lo mismo digo, Jones. —Baja la mirada—

—¿Viste lo que sucedió con Leonardou? —Me comenta Ashton después de dejar las maletas en el lobby—

—Sí, vi las noticias. —Miro a Sam—Eso es algo que debemos conversar, esto me huele mal.

—A mí también. —Frota su barbilla—Necesito que me digas que paso con mi hija.

—Vayamos a la terraza para hablar mejor.

—¿Dónde está Crystal? —Pregunta Ashton—

—Dijo que tenía que comprar cosas para la casa en la ciudad. —Respondo encogiéndome en hombros—

—¡Papá! —La voz de Marco se hace presente—

El chico corre a los brazos de su padre y se estrechan en un cómodo abrazo.

—¿Cómo estás, hijo? —Palmea su espalda—

—Mejor ahora que estás aquí, tenemos que planear muchas cosas, ya el novato te contará lo que paso.

—Eso estoy esperando.

Nos dirigimos hacía las mesas de la terraza y la brisa fresca nos pega, estamos reunidos todos a excepción de Crystal y Zed, será mejor empezar ya.

—Primeramente, quiero decirle lo que paso con Maya, la localizamos con ayuda de una colega de Crystal llamada Koral Santana. —Le informo—

—Sí, Santana es de la oficina de Nueva York, tiene un buen historial.

—Exactamente. —Concuerdo—Ella primero localizo a Maya en una Villa privada de Francesco en Italia y ahora se encuentra aquí en Santorini, Santana está trabajando en la mansión Leonardou, está con Maya en estos momentos.

—Esta infiltrada, ¿y porque hasta ahora Maya no está aquí?

—Porque tu hija es una loca histérica. —Comenta Marco—

Vacilo.

—Yo... hace días tuve la oportunidad de colearme en una fiesta en la mansión y la vi. —Bajo la mirada—Pero ella... decidió quedarse, su plan es averiguar lo que traman desde adentro, se comprometió con Dimitri... me dijo que quiere esperar hasta la boda para que ataquemos hasta entonces debemos esperar su próxima orden.

El señor bufa.

—Podrá llevar la sangre de Simonetti, pero se nota que es mi hija. —Sonríe levemente con orgullo—Debí de suponer que haría algo así, Maya es capaz de arriesgar su vida por los que ama, eso se lo enseñé yo... ¿algo más?

—Señor su... —Muerdo mi labio—Su esposa está viva.

Sam contiene el aliento, mirándome con sus ojos oscuros llenos de pregunta, parece que tendrá un infarto en cualquier momento.

—¿Qué estás diciendo, Jones? Eso... eso es mentira, no puede ser.

—Es cierto, papá. —Agrega Marco—¿Recuerdas que cuando paso el atentado en Barranquilla nunca encontraron su cuerpo? Fue por eso, yo lo sospechaba.

—Clara...—Susurra, sus ojos se llenan de lágrimas—Mi Clara está viva.

—Así es, señor. Su esposa está viviendo con Francesco, todos estos meses Maya ha estado con su mamá, es la razón por la que tampoco quiere irse.

—Debemos armar un nuevo plan, si Maya quiere que ataquemos el día de su boda, atacaremos. ¿Cuánto tiempo tenemos?

—Treinta días. —Habla Ashton—Tenemos treinta días para planificar todo bien y sin errores.

—Con la muerte de Ángelo no sé qué as bajo la manga tengan Francesco y sus hombres.

—Koral dijo que no sería mi primer encuentro con Maya, debo comunicarme con ella cuanta antes.

—Quiero ver a mi hija, Jones.

—Y lo hará, pronto.

***

¿Alguien más espera el encuentro entre Maya y papi Sam? Los extraño tanto.

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Grecia.