Capítulo 17

Cap. 17

MAYA.

Tengo a Dimitri hincado frente a mí y la mirada de todos sobre mí esperando una respuesta, pero simplemente no sale nada, no puedo articular ninguna palabra. El miedo se apodera de mí, hace un momento creí que esto serviría, que sería el inicio de mi plan, pero ahora lo único que puedo pensar es ¿y si fallo? Terminaré casada con un hombre a quien no amo y seré infeliz de por vida.

Neutralizo mi respiración y miró al público, a Simonetti, a Ángelo e incluso a mi mamá.

Mi mamá...

Un ejemplo claro de un matrimonio infeliz es el de ella, ha vivido trece años atada al hombre que no ama. Tengo que hacer esto por ella, tengo que tragarme el miedo.

—Yo...yo...—Balbuceo—

Entre los invitados noto la máscara negra de Harry, está junto con Koral y sus puños están cerrados a sus costados. Muerdo mis labios teniendo sus ojos clavados en mí.

Perdóname, Novato.

Cierro los ojos y suspiró.

—Sí, quiero casarme contigo, Dimitri. —Digo cuando abro los ojos—

Los invitados se regocijan. Dimitri se levanta e introduce el diamante en mi dedo anular izquierdo. Francesco y su padre se abrazan y brindan felices.

—¿Qué estás esperando, agóri? —Le dice Ángelo—¡Besa a tu prometida!

—No es necesario, patéras. —Le dice su hijo—

—¿Cómo qué no? —Interrumpe Francesco—Deben de celebrar su unión, bésala.

Contengo el aliento, mis manos están heladas. Sólo puedo pensar en una cosa en este momento y es que Harry está viendo todo.

HARRY.

Esperaba de todo está noche, estaba tan ilusionado de poder verla, de llevarla conmigo. Pero todo salió al revés, Maya con su absurda idea de querer ser la heroína de todos ahora está más involucrada en esto.

Mi corazón se detiene justo en el momento en que ella y Dimitri se besan, él la sostiene de la cintura, pero ella se mantiene inerte ante el momento.

Me siento derrotado.

Me alejo del salón, salgo por el pasillo escuchando los tacones de Koral detrás de mí.

—Harry. —La escucho, pero no me detengo—¡Oye, espera! ¿A dónde vas?

—Me cansé, Koral. —Digo girándome hacía ella—Tuve suficiente de esta noche, no puedo más.

—Escucha, no sé qué hablaste con Maya... pero no puedes irte así. Sea lo que sea, debemos prepararnos todos para el siguiente paso y sobre ella, que tu mente no te traicioné haciéndote ideas que no son.

—La mujer que amo ha aceptado casarse con otro en frente de mí.

—¡No fue su elección! —Alza un poco la voz—Necesitas tranquilizarte, aclarar tu mente y dejar a un lado ese orgullo de hombre que tienes.

—Koral...—Suspiro—Sólo quiero irme.

Ella inhala profundamente.

—Te acompaño hasta el taxi.

Caminamos hasta la puerta principal y nos encontramos con Augusto.

Joder, éramos mucho y parió la abuela.

—¿Se van tan pronto? —Dice apartando el tabaco de su boca—Pero si la fiesta apenas comienza.

—Mi compañero no se siente bien y prefiere irse temprano. —Responde Koral—

—¿Y que acaso tu acompañante no tiene boca? —Clava sus potentes ojos azules en mí—

—No es de hablar mucho.

—No te lo pregunté a ti, pólso. —No quita su mirada de mí y yo tampoco—Sé lo pregunté a tu piccolo amico.

—Augusto, no querrás hacer una escena aquí. —Koral sonríe—Además tuve el permiso del señor Simonetti para invitarlo.

Augusto le da una calada a su tabaco y expulsa el humo en mi cara, no me inmuto en lo absoluto.

—Está bien, te salvaste está vez, Silenzioso. —Me observa detenidamente—Pero a la próxima, te arrancaré la lengua si no hablas.

Pasa a mi lado golpeando mi hombro.

—Ya veremos quién se la arranca a quién. —Murmuro—

—¿No crees que él sospeche?

—No lo creo, pero mantente alerta. —Le digo antes de salir—Y Koral... cuida de Maya.

—Lo haré. —Se abraza a si misma—Y yo te prometo, Harry, que este no será el único encuentro entre ustedes.

Asiento con la cabeza antes de subir al taxi.

Me dejo caer en los asientos del taxi, estoy agotado y no se trata de un agotamiento físico sino mental. Fueron muchas emociones en una sola noche, ¿Cuándo será el día en que volvamos a estar juntos, fiera? Todo está noche me salió al revés, sólo espero que ella se ponga en contacto conmigo pronto y que me diga cuando atacar.

Lo único bueno de esta noche fue que dijo que me ama, soy un imbécil al dudar de ella, sus sentimientos hacia mí no cambiarán, no dejaré que ese niño bonito me robe lo que por derecho es mío, el corazón de Maya me pertenece, soy el único hombre en su vida.

Para cuando el taxi me deja en la casa le dejo de propina, 15 euros. Me quito el saco antes de entrar y lo coloco sobre mi hombro, abro la puerta y todo está en silencio. Seguramente todos deben estar dormidos, dejo el saco en el sofá y suelto un suspiro pesado.

Camino hacia la terraza viendo las casas vecinas iluminadas, miró las estrellas y todas titilan en sincronía. Hay un mini bar en el rincón a lado de las mesas, lo abro y saco una botella de vodka ruso, no veo la necesidad de buscar un vaso así que destapo la botella y la bebo directo dejando que el dulce sabor se impregne en mi garganta.

—¿Harry? —Escucho la dulce voz de Crystal—

—Hey... ¿Cómo estás? —La miró, sólo lleva una bata de seda puesta—Creí que estabas dormida.

—Algo me cayó mal y me fui a vomitar. —Responde sentándose a mi lado—Tú no te ves muy bien que digamos.

En lugar de responder, tomo otro trago.

—Harry. —Musita—¿Por qué ella no está aquí?

Bajo la mirada.

—Ella... decidió quedarse. —Rio irónicamente—Tiene un muy riesgoso plan metido en la jodida cabeza.

—¿Entonces no volverá?

—No hasta que ella dé órdenes. —Doy un trago profundo—¿Sabes? Su plan es llegar al altar con el griego cara bonita.

Empiezo arrastrar las palabras, tiene sentido ya que he bebido media botella en menos de dos minutos.

—¿Maya se casará con Dimitri? —Indaga—

—Según ella no. —Suelto nuevamente una risa sin gracia—Vi el momento en que él pedía su mano... y momentos antes ella dijo que me amaba. Estoy destrozado, no es fácil nada de esto, Crys.

—Harry, lo único que tengo para decirte es que... confíes en ella. —Se encoje en hombros—Estás actuando como si fuese elección de ella casarse, cosa que no es así. Debe haber un motivo por el que Maya no quiera atacar aún.

—El motivo es que quiere ser la heroína, es tan terca. —Bebo de la botella y limpio las gotas con mi antebrazo—Tan terca que me encanta, maldita sea, no tienes idea de cuanto amo a esa chica. La amó tanto que me aterra volver a salir lastimado.

—Tú no estás así porque Maya se haya competido. —Dice—Estás así porque temes que le pase lo mismo que a Paige, quieres enmendar el error que cometiste hace dos años... quieres salvar a Maya, cosa que no hiciste con Paige.

Presiono la botella en mi mano hasta que está finalmente se rompe, igual que yo. Sin darme cuenta lágrimas caen de mis ojos, el alcohol hizo efecto en mí, he tenido muchas emociones reprimidas y el peor momento para romperme fue este.

—No quiero perderla, Crystal. —Sollozo—No quiero, me cuesta admitir que estoy aterrado... cierro los ojos y lo único que veo es a Paige muerta en la arena, no pude salvarla.

Remojo mis labios y saboreo mis lágrimas saladas.

—Temo por Maya...—Limpió mi húmeda nariz—No quiero que tenga el mismo destino.

—Harry...—Crys toma mi rostro entre sus manos—Maya no es Paige, es una agente entrenada de la DEA.

—Y Paige era una estudiante recién graduada de la Academia de Policías de Nashville. —Suspiro—

—Maya es astuta y lo sabes, además no está sola, sabes muy bien que Koral cuidará de ella. —Me observa con detenimiento—Está bien estar asustado, pero no pierdas la cabeza, ¿sí? Esperemos a que Maya dé indicaciones para su siguiente movimiento, debe de estar planeando algo.

—Quiere acabar con las dos mafias desde adentro. —Muerdo mis labios—Está tan distinta, sólo quiere vengarse, Crys. No quiero que ese deseo de ver a todos muertos la condene a ella.

En un momento con la guardia baja, Crystal me abraza. Lo necesitaba. La presiono contra mí, ella acaricia mi espalda en círculos.

—Ella estará bien, te lo juro.

Para cuando la conversación termina, estoy muy borracho para mantenerme de pie y mi mano sangra a un costado a causa de la botella rota. Crystal prácticamente me carga en dirección al lavaplatos, enjuaga la herida y desincrusta algunos cristales.

—Crystal estás sacando cristales. —Suelto una carcajada—

—Ok, guapo definitivamente necesitas dormir. —Crystal nuevamente pasa mi brazo sobre su hombro—

A pasos torpes y lentos finalmente llegamos a mi habitación, Crys me lanza a mi cama mientras yo estallo en risas.

—Tuviste que haber visto al griego niño bonito, Crys. —Arrastro las palabras—¡Se atrevió a besar a mi chica!

—Ya lo creo. —Murmura ella quitando mis zapatos—

—Y ese imbécil de Augusto Simonetti también me las pagará.

—Harry, métete con quién tú quieras, pero no conoces a Augusto... es un animal. —Su voz es tensa—

—Igual, él también pagara todo. —Bostezo—Clavaré una bala en su cabeza.

—Ya duérmete.

Mis parpados comienzan a cerrarse, hasta que finalmente pierdo el conocimiento.

***

Disculpen la tardanza, nuevamente estoy sufriendo de un bloqueo de escritos :( 

Trataré de actualizar lo antes posible, sean pacientes.


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