Capítulo 1
Cap. 1
(6 MESES DESPUÉS)
HARRY.
Seis meses, seis putos meses han pasado desde que Maya se fue con Francesco y no hemos dado con el paradero de ninguno de los dos, en este tiempo las mafias griega e italiana no han hecho aparición con atentados, se podría decir que desde que Francesco recupero a su hija las aguas se han calmado.
El equipo y yo nos hemos instalado en una casa de playa en la Isla de Santorini, volví al lugar que alguna vez represento el infierno para mí, pero es necesario enfrentar mi miedo, mi pasado. Fue duro volver a ver la playa y no recordar el momento exacto del atentado, aún el sonido de las balas retumba en mi cabeza. No hemos vuelto a Estados Unidos a excepción de Sam y Crystal, Sam tiene la nueva responsabilidad de la agencia en manos, Crystal en cambio regreso al poco tiempo.
Las cosas con ella han sido difíciles de llevar, nadie confía en ella y yo no soy la excepción, aunque tengo que darle un pequeño voto de confianza, paso tres meses trabajando para el italiano, es la llave para llegar a Maya.
— ¿Otra vez bebiendo? —Ashton interrumpe mis pensamientos—
Se sienta a mi lado en el pequeño mini bar que tiene la casa.
—Me ayuda a pensar. —Le doy un largo trago a la botella de vodka—
—No, te ayuda a caer nuevamente en el alcoholismo. —Me quita la botella—Hombre, no puedes caer nuevamente en este vicio.
—No estoy recayendo, Ash. —Gruño—Sólo pienso. Han pasado seis putos meses y no hemos sabido nada de ella, hemos recorrido cada rincón de esta miserable isla y no está aquí.
Mi amigo suspira. —Sé que es duro para ti, pero no puedes perder la cabeza ahora, eres nuestro líder y te necesitamos cuerdo. Tarde o temprano hallaremos algo.
Ashton palmea mi espalda en señal de consuelo.
— ¿Me devuelves mi botella? —Pregunto. Ashton sonríe maliciosamente—
—No.
Rió mientras Ashton se aleja.
"—Encuéntrame..."
Fue lo último que me dijo Maya antes de subir al helicóptero.
¿Dónde estás, fiera?
MAYA.
Han pasado seis meses desde lo acontecido, seis meses desde que me separé de todo lo conocido; Mi padre, mis hermanos, mi equipo y él.
No voy a decir que me he acostumbrado a esta vida, claro que no. Aún Francesco me mantiene en la villa, ha hecho todo lo posible por ganarse mi cariño o afecto, pero simplemente no lo dejo, tarde o temprano esa paciencia que tiene se acabará y estaré preparada para eso.
He asistido en estos seis meses a eventos junto a él aquí en el sur de Italia, a todos los lugares que vamos me presenta como su hija y como la futura esposa de Dimitri Leonardou. Cabe destacar que aún no conozco a mi prestigioso futuro esposo y tampoco me emociona la idea de hacerlo, en mi corazón hay simplemente un lugar para un solo hombre.
Mi novato.
Pienso en él todos los días, jamás pensé que podría extrañar a alguien tan intensamente como lo extraño a él, cada vez que cierro los ojos aparece él. Su cabello negro y ojos cafés hacen de mis sueños un lugar mejor, ese es el único lugar donde él existe ahora, mis sueños.
A veces me pregunto, ¿habré hecho bien en venir? Por un lado los atentados han disminuido, que Francesco me encontrara ha hecho que los atentados en sitios públicos disminuyeran y más con el trato que hizo con Ángelo Leonardou, mi futuro suegro. Por otro lado, que esté en manos de Francesco ha mantenido a salvo a aquellos que más amo, como mis hermanos y Sam. Viéndolo por el lado positivo también encontré a mi mamá, está viva y creo que ha sido la única razón por la que me he mantenido cuerda.
Sé que Sam me enseño a ser una sobreviviente y no una llorona, pero hay momentos en los que sólo quiero desaparecer. Viviré atada a un matrimonio al que no tengo derecho de opinar, también suelo pensar que Harry no cumplirá mi petición, que no me encontrará. A lo mejor rehará su vida con una rubia con senos grandes y piernas largas.
El simple pensamiento me hace estremecer.
Encuéntrame, Harry. Sólo encuéntrame.
—Estás muy distraída hoy, nenita. —La voz de mi madre me saca de mis pensamientos—
Está peinando mi cabello, tal cual y como lo hacía cuando era niña.
—Sólo pensaba. —Respondo—
—Siempre estás pensando. —Deja el cepillo en el tocador y se sienta frente a mí— ¿En qué tanto piensas?
—En cosas, mamá. —Trato de tornar una sonrisa, pero sale una mueca—No te preocupes.
Mamá me mira poco convencida pero luego se relaja.
— ¿Te parece si te doy un baño de burbujas? —Pregunta, juguetona. Eso si me saca una sonrisa—Como cuando eras niña.
—Sí. —Ella sonríe—
—Pondré a llenar la tina.
Mi mamá se levanta y camina al baño, sonrío mientras se aleja.
La historia de su vida no mentía cuando decía que Francesco la llenaba de lujos. Mamá me contó que en el atentado de Barranquilla, recibió un disparo en la pierna, la alejaron de Marco y es por eso que encontramos a mi hermano solo y en shock. Francesco desarrollo una horrible obsesión por ella, según lo que me ha contado no ha sido mal marido ni la ha engañado como en sus inicios. Al contrario, la trata como la reina de su imperio, sólo hay un problema.
Mi madre sigue amando a Sam.
Y eso es algo que me hace feliz, Sam no es mi padre biológico pero me ama como si fuera su hija. Acepto a mi madre conmigo y su pasado oscuro, de verdad eso es amor verdadero y me alegro que de ese matrimonio nacieran Marco y Camila, son mis hermanos sin importar que no tengamos el mismo padre.
—Maya. —La observo en el umbral de la puerta—Vamos.
Me hago un moño con varios mechones cayendo por mi cuello y rostro, no me inmuto al desnudarme frente a mi madre porque es la mujer que me dio la vida.
Entro a la tina y dejo que mi cuerpo se relaje con las burbujas y el agua caliente. Mamá empieza a tallar mi espalda y hombros, es tan relajante.
—Tú... estás angustiada. —Musita—
La miro por sobre mi hombro.
— ¿De qué hablas?
—Te conozco a pesar de no estar a tu lado durante trece años. —Dice— ¿Qué ocurre?
—Sólo pienso en lo mucho que ha cambiado mi vida. —Mis ojos se pierden en el agua—Sam me entreno para cazar a la mafia y yo me jure cazar a Francesco a como dé lugar. Ahora, mi realidad es que... el hombre que es mi peor enemigo, es mi padre.
Mamá baja la mirada.
—Lamento que Sam no te dijera la verdad, fue muy egoísta. —Susurra. Tomo su mano—
—No. Porque por un lado lo entiendo, él quería protegerme, hacerme fuerte. —Muerdo mi labio—Él no sabe que estás viva.
—Trate de escapar muchas veces, Maya. —Acaricia mi mejilla—En mis noches frías cuando Francesco viajaba sólo pensaba en ti, en Marco y en mi pequeña Camila.
—No tienes idea de lo que pasamos todos estos años. —Enfatizo—Por un momento nos separamos, con tu supuesta muerte cada uno vio como manejar el dolor. Sam se refugió en el trabajo, yo en la venganza, Marco en las mujeres y Cam... ella se metía en problemas.
Las lágrimas se asoman en los ojos marrones de mi madre.
—Si tan sólo ese día en la playa no nos hubiésemos separado...
—Mamá, no...—Tomo su rostro entre mis manos—No sabías lo que pasaría, tampoco te culpo de nada. Yo te juro que hallaremos la forma de salir de aquí.
—Es imposible, Maya. Yo mejor que nadie te lo digo, Francesco tiene cámaras en todos lados y Augusto siempre está en cada rincón de la casa, vigilando.
Augusto.
Mi tío. Aún recuerdo que Harry me dijo que él fue quién mato a Paige.
—Estás hablando con Maya García, nada me detiene.
Después del baño, me encargo de secar mi cuerpo y ponerme algo de ropa cómoda.
Desde que llegue aquí me he acostumbrado a usar vestidos, siempre elijo los más sencillos porque algunos son tan extravagantes, que no son mi estilo.
— ¿Francesco no te ha comentado nada de cuando nos iremos de aquí? —Termino de amarrar la cinta del vestido en mi cintura—
Un muy cursi vestido color verde, con pequeños tulipanes blancos.
—Dentro de unos días volaremos a Santorini, se acerca el cumpleaños de Francesco y sería bueno celebrarlo con la familia Leonardou.
Me estremezco de sólo pensar en esa familia.
—Ah. —Respondo solamente—
—Si te sirve de consuelo, los griegos son lindos.
Levanto la ceja en su dirección.
—Para mí, solamente existirá un hombre en mi corazón. —Observo el balcón, gaviotas están volando en el horizonte—
Quisiera ser como ellas.
— ¿Es el chico del que me hablaste? ¿Harry?
Sonrío. —Sí, Harry. El novato, solía decirle así porque llego siendo un nuevo recluta en el equipo y era tan presumido, lo creía débil, pero me equivoque. Es incluso más fuerte que yo.
Mi madre sólo me observa con atención.
—No pierdas la fe en que no volverás a verlo, el destino siempre juega con nuestras vidas.
Suspiro pesadamente.
La puerta se abre repentinamente dejando ver a Angelina.
—Bella Maya, su padre la solicita en su despecho.
—Gratzie, Angelina.
Miro a mi mamá y ella asiente en mi dirección.
Que comience el show.
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