Cap. 51

MAYA

Harry no ha dicho nada desde que llegamos a las tuberías que nos llevaran a los canales, ver a la oxigenada de Crystal hablando con el italiano lo afecto demasiado, me da una pequeña pisca de celos. A él le importaba Crystal después de todo, la consideraba su amiga.

—Estas muy callado.

—Estoy concentrado. —Responde tajante—

—La traición de Crystal te cayó en el hígado, ¿verdad?

Harry baja las escaleras que llevan a las tuberías pero no responde, pongo los ojos en blanco y lo sigo.

— ¿Viste al hombre con el que estaba hablando ella? —Asiento—Ese es el desgraciado que mato a Paige.

Ahora entiendo todo.

—Estamos a un paso de vengarla.

Caminamos hasta las turbulentas aguas, todo el lugar huele a humedad y sal, es obvio que está agua se conecta con el océano.

— ¿Listo? —Le digo antes de ponerme el respirador en la boca—

—Más que listo.

Tomamos nuestras manos y saltamos a las aguas.

Abro los ojos en busca de Harry, me hace una señal para seguirlo, me impulso con mis brazos y piernas, y nado detrás de él.

Pasan alrededor de diez minutos y gracias al respirador mi oxigeno se mantiene. Hay una compuerta de metal, Harry con fuerza la hecha a un lado y me deslizo por el orificio, salgo a la superficie y escupo el respirador.

— ¿Harry? ¿Harry? —Aparto el cabello mojado de mi cara—

Harry aparece a varios centímetros de mí, rápidamente nada hasta mi lado.

— ¿Estas bien? —Acuna mi rostro entre sus manos—

—Sí, ¿y tú? —Las gotas de agua caen por su rostro—

—Sí. —Le da un vistazo al lugar, hay barcos y veleros flotando alrededor—Ven, tenemos que movernos.

Obedezco y ambos nadamos hasta la orilla. Exprimo mi cabello y saco mi 9mm del cinturón, la recargo y me pongo en guardia, nos escondemos detrás de un velero. En nuestro campo de visión hay una puerta que nos dirigirá al interior de la casa, pero la puerta esta resguardada por cuatro hombres armados con armas largas.

—Tenemos que distraerlos. —Sugiero—

—Sí. —De su cinturón saca una navaja—

— ¿Qué haces? —Lo sostengo del brazo cuando empieza a subir al velero—

—Los distraeré, ve al otro lado del velero. —Me ordena—

Harry sube por la escalera y hago lo que me dice corro hasta el otro lado del velero, en dos minutos le toma a Harry cortar una soga que hace que una de las velas choque contra otro velero provocando un desastre. Asomo la cabeza y los guardias corren a donde sucede el accidente, Harry salta a mi lado una vez terminada su misión.

—Anda, vamos, vamos. —Harry me toma del brazo y ambos corremos al interior de la casa—

La parte subterránea de la Fortaleza está conformada con oficinas, computadoras y pantallas que se conectan con las cámaras. Somos muy precavidos en cada paso que damos, subimos las escaleras para llegar a la primera planta pero hay más guardias. Harry se separa de mí y se esconde en un muro, yo imito su acción y me escondo en otro, él se comunica conmigo mediante lenguaje de señas y entiendo lo que me dice; dispárale al de la derecha, yo al de la izquierda, asiento en respuesta.

Apunto a la cabeza del hombre a la izquierda y aprieto el gatillo, el hombre de la izquierda trata de sacar su arma pero Harry le dispara antes de que pueda hacerlo, gracias a los silenciadores el estruendo no llama la atención.

— ¿Cómo encontraremos a mi padre? —Le pregunto a Harry, cuando nos arrodillamos a tomar las armas de los sujetos—

Harry mira hacía arriba. —Supongo que estas oficinas tienen que ser un indicio.

El cartel a lado de la puerta dice: SALA DE DOCUMENTACIÓN.

Me levanto, me encargo de abrir la puerta y apunto al interior, mi mandíbula cae al suelo cuando la veo.

—Tú...

HARRY

Rencor, dolor y odio son las primeras emociones que se reprimen en mi pecho. Ver a Crystal ahí parada trabajando para el enemigo es más duro verlo frente a frente que por una simple imagen, ella me contrato, se supone que trabaja para la DEA que son los buenos, pero aquí está en la Fortaleza Simonetti contando documentos.

Maya le apunta a la cabeza.

—Harry. —Es lo único que murmura Crystal—No es lo que ustedes creen.

—Cállate, antes de que te reviente la cabeza a plomo. —Nunca había visto a Maya tan molesta—

Los ojos de Crystal se llenan de pánico. —Déjenme explicarles.

—No hay nada que explicar, ¿estás en ambos bandos o siempre estuviste de uno solo?

Crystal baja la mirada avergonzada.

—Mi familia confío en ti... ¡Mi padre confío en ti! —Maya alza la voz—Y ahora lo traicionas.

No responde.

—Sólo quiero saber una cosa... ¿por qué? —Le pregunto, me duele verla aquí, ella valía más—

Abre la boca para responder, pero no sale nada.

—Eres una plaga que merece ser eliminada, igual que todos los miembros de esta asquerosa mafia. —Maya recarga su pistola y la apunta a la frente—

— ¡Maya, espera! —La detengo—Ella puede ayudarnos a encontrar a tu padre, piénsalo.

Ella suspira y baja la pistola guardándola en su cinturón.

—Tienes razón...—Mira de arriba abajo a Crystal—Pero no saldrás ilesa de esto.

El puño de Maya impacta en la cara de Crystal, haciendo que caiga sobre su espalda, los documentos que tenía en sus manos caen esparcidos en el suelo y un quejido sale de los labios de la rubia.

—Eso fue por mi padre. —Le dice Maya con odio, ella me mira después—Tráela.

Tomo a Crystal del brazo sin importarme que aún está aturdida por el golpe, ya la caballerosidad no vale la pena en estos momentos. Noto que de su nariz y su labio sale sangre, fue un golpe bastante limpio.

—Harry, por favor tienes que escucharme. —Lloriquea Crystal—

La jalo mientras caminamos sin apartar el arma de su cabeza.

—Ya es tarde para tus explicaciones. —La miro con odio—Has estado jugando con todos y conmigo, fingiendo que eres mi amiga ¿decir que estabas enamorada de mí también era parte de tu plan?

—No...—Solloza—Eso no es así.

—Cierra la boca, perra asquerosa. —Sisea Maya jalándola del cabello—Más bien, dime donde está mi padre.

Crystal se toma dos minutos para contestar, da un par de respiraciones y contesta.

—En el tercer piso, Francesco tiene su laboratorio de drogas ahí. —Dos lágrimas descienden por sus mejillas—Ahí está Sam.

Los tres llegamos al segundo piso y nos dirigimos al ascensor, oculto mi arma en la costilla de Crystal. Pasamos por todos los trabajadores sin levantar sospechas, con el carnet de Crystal el ascensor se abre.

—En caso de que se te ocurra ir con el chisme. —Digo tajante esposando a Crystal en un calentador—

—Ustedes no podrán contra él. —Dice Crystal—Maya, él hará lo que sea para debilitarte, sabe algo que tu no.

Maya golpea su estomago con el puño, la rubia se retuerce y lloriquea haciéndose bolita en el suelo. La empatía ya no me interesa, perdí el primer mandato que me di en mi aislamiento de un año. Nunca confiar en nadie.

— ¿Ahora quieres ayudarnos? —Le pregunta Maya irónica—Siempre supe que eras una mosca muerta, cuando recupere a mi padre montaremos una demanda contra la agencia, porque apuesto de Harold Friedman está detrás de esto también.

—Harry...créeme. —Me suplica aún en el suelo—

Desvió la mirada. —Perdiste conmigo.

Subo al elevador y Maya entra a mi lado, las puertas se cierran dejando a Crystal adolorida en el suelo.

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Queridas lectoras espero estén psicológicamente preparadas para lo que se viene.

Hoy estaré públicando los dos últimos capítulos antes del final.

Finalmente hemos descubierto la verdad detrás de Crystal Waller, ¿qué más estará escondiendo?

¿Listas para conocer a Francesco?