Cap. 36

Lanzo a Maya al suelo cuando una bala impacta en la cabeza de Leonardo, dejándolo sin vida. Empujo a Maya y nos metemos debajo de la mesa, balas y gritos es lo único que se oye en el ambiente.

—¡¡Joder, esto no puede estar pasando!! —Grita Maya—

— ¿Quieres calmarte? —Saco la glock de mi smocking y la recargo—Alterándote y perdiendo la cabeza no lograras nada.

La balacera se hace más intensa. —Tienes razón, acabaré con esos rusos.

Maya saca dos 9mm de su vestido y las recarga.

—Yo te cubro. —Le informo—

—Es el plan, ¿no?

Maya sonríe y salimos de debajo de la mesa. Hay hombres armados en todos lados arremetiendo contra todo el mundo, le disparo a dos rusos que corren en mi dirección. Maya arremete contra al menos cinco en dos minutos, ¿puede ser más increíble?

Golpeó con la culata de la pistola a un tipo que quiere llegarle a Maya por la espalda, lo dejo tendido en el piso con dos disparos en la cabeza.

— ¡¿Dónde está mi padre?! —Grita Maya mientras recarga—

— ¡No lo sé, pero tenemos que movernos! —Cada vez veo a más rusos llegar al club, y para nuestra mala suerte también italianos por la bandera en sus chalecos— ¡Maya, tenemos que irnos pero ya!

La tomo de la mano y comenzamos a correr por el salón, disparando a quien se nos atraviese, la protejo poniéndola detrás de mí. Logramos salir del club pero afuera se desata la verdadera guerra, la policía acaba de llegar y ahora la masacre es contra ellos. Veo a Ashton junto con Aarón y Zed, están escondidos detrás de uno de los autos estacionados.

Le doy dos tiros a un italiano y Maya hace lo mismo con tres que nos persiguen.

— ¡¿Qué demonios fue lo que paso?! —Les pregunta Maya cuando nos unimos a ellos—

—Todo iba de maravilla con la misión, lo estábamos logrando. Y de repente veo las cámaras ¡Y los jodidos rusos aparecen! —Suelta Aarón—Y para colmo los putos italianos llegan al rato.

—Esto es un desastre. —Digo—

— ¿Y mi papá?

—Adentro. —Señala Zed con la cabeza—Marco fue a buscarlo.

Me quito el saco y desato mi corbata, Maya está muy alterada. Su peinado está casi deshecho y su vestido arruinado, veo como deja la pistola encima del capo de un auto y sus ojos se humedecen.

—Tengo que hacer algo.

Una explosión nos sorprende a todos, instintivamente abrazo a Maya para protegerla de los cristales. Volteo a ver al club en llamas y veo a Marco corriendo en nuestra dirección.

—¡¡Tenemos que irnos ahora!! —Grita sosteniendo a Maya por los brazos—

MAYA

— ¡¿Y papá?! —Él niega con la cabeza y siento como si mi pecho ardiera—¡¡Marco, tenemos que ir por él!!

—¡¡No hay tiempo, me dijo que lo dejará!! —Lloriqueo—

Me suelto bruscamente. —¡¡Maya, cuidado!!

Caigo al suelo cuando Aarón me empuja, se escuchan dos disparos, dos disparos que impactan en el cuerpo de Aarón.

—Aarón...—Susurró arrodillándome a su lado—

—Maya...—Murmura—

Observo al maldito que le disparo, intenta huir pero Harry y Ashton se encargan de él.

— ¡Maya, tenemos que irnos, ya! —Me grita Harry. Con ayuda de Marco y Ashton subimos a la camioneta—

Yo me quedo atrás con Aarón y Harry, su cabeza descansa en mis piernas y la sangre sale de a montones por su pecho.

— ¿Por qué hiciste eso, Aarón? —Sollozo— ¿Por qué?

—No podía dejar que te disparara. —Le cuesta obtener el oxigeno—

Harry sólo observa el momento en silencio.

— ¿Pero arriesgarte tú por mí? —Tomo su mano ensangrentada—

—Cuando estás enamorado no piensas, sólo haces las cosas y ya.

Paso la lengua por mis labios sintiendo el sabor salado de las lágrimas.

La camioneta se detiene en el hospital y bajamos a Aarón, rápidamente una camilla se lo llevan a cirugía.

—No puedo creer que haya recibido un tiro por mí. —Murmuro en cuanto las puertas del quirófano se cierran—

Siento las manos de Harry en mi cintura.

—Estará bien. —Murmura cerca de mi cabello—

Nos sentamos en la sala de espera, me quito los tacones y mis pies duelen. No fue muy profesional llevarlos en todo el correteo pero al menos no me lastimé.

Miró a Marco que está pensativo mirando un punto vació en el aire. Me levanto y me acercó a él.

— ¿Qué fue lo que pasó? —Frunzo el ceño—

Marco suspira y me mira, veo angustia en sus ojos.

—Los italianos y los rusos nos rodearon...—Susurra—Maya, te juro que hice lo que pude. Pero él me detuvo, él se entrego y puedo jurarte que parecía que los italianos estaban detrás de él.

Parpadeo un par de veces analizando está nueva información.

—Entonces, ¿Francesco tiene a papá?

—Me temo que sí, me pidió que me fuera. —Traga grueso—Maya, él se entrego.

Las lágrimas descienden por mis ojos cuando Marco me abraza, me aferro a él.

Que Francesco tenga a mi padre, era peor que verlo muerto.

Ese animal tiene una cuenta pendiente con mi familia y me temo que mi padre pague ese precio.

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