Cap. 35

Las calles de Las Vegas son impresionantes, hay casinos abiertos, luces y gente bailando en las plazas. Maya tararea una canción de Rihanna en la radio mientras el gran cartel de Monckey Palace es visible. Autos de último modelo entran al club, se ve que es muy visitado este lugar.

—Disfruten de la noche. —Nos dice el vigilante—Es noche latina.

—Qué casualidad, porque mi cita es una latina muy hermosa. —Sonrío mirando a Maya—

Estaciono el auto y bajo rodeándolo para abrirle a Maya, le ofrezco mi mano y la toma.

—No esperaba que les gustara lo latino.

—Estamos en Las Vegas, supongo que un sabor diferente nunca está mal.

Maya enreda su brazo con el mío y caminamos a la entrada, hay una larga fila esperando, pero nosotros tenemos credenciales falsas. El hombre robusto que cuida la entrada nos deja pasar, el club por dentro tenía decoraciones entre doradas y rojas, habían más que todo hombres mayores disfrutando de las mesas de BlackJack y póker, también había una ruleta en donde hacían apuestas y aglomeraciones de personas jugando con las tragamonedas.

Maya y yo nos enfocamos de buscar una mesa en el salón, había un bar y una tarima en dónde tocaban música tropical del Caribe.

Le silbe a una camarera que llevaba una bandeja con champaña.

— ¿Quieres una? —Le ofrezco a Maya—

—Paso.

Tomo una y empiezo a disfrutar de la burbujeante bebida.

— ¿Es necesario?

— ¿Qué? Sólo estoy en mi papel, tenemos que mezclarnos. —Observo el perímetro y veo a Marco en la barra usando un traje de camarero—El italiano dijo que estaría aquí a las 8pm, ¿no?

—Así es. —Asiente—Faltan cuarenta minutos.

Música lenta empieza a sonar en el salón, es un bolero bastante bonito y a pesar que no conozco la letra me gusta cómo suena la canción.

Maya baja la mirada, se ve afligida.

— ¿Pasa algo? —Tomo su mano—

—Esa canción. —Me mira, sus ojos brillan—Es la canción de mis padres, la tocaron en su boda. El cantante es Ricardo Montaner, la canción se llama Bésame.

Asiento comprendiéndola. Me armo de valor y me levanto de la silla, sus ojos confundidos captan cada uno de mis movimientos.

— ¿Bailamos? —Le ofrezco mi mano—

—Harry, no podemos...—Tomo sus manos levantándola—

—Si podemos, y lo harás. —Susurró cuando la tengo frente a mí—

La guío a la pista, pongo mis manos en su cintura, la apego a mí. Veo la duda en sus ojos, no sabe dónde poner las manos hasta que me abraza por el cuello. Su cabeza se posa en mi hombro y la siento inhalar el aroma de mi colonia, por un momento olvido todos mis traumas, por un momento Paige desaparece de mis pensamientos y es reemplazada por Maya, ella se separa un poco de mí y nos miramos a los ojos. Sus pupilas están dilatadas y sus manos en mi cuello empiezan a sudar.

—Harry...—Susurra cuando acaricio su mejilla con mis dedos—

—Sh...no digas nada.

Y así me dejo llevar, mis labios se unen a los de ella. Ambos se mueven lentamente al ritmo de la música, sus manos se enredan en mi cabello y yo la aprieto más a mí. Su boca es más maravillosa de lo que pensé.

Nos separamos, y ella me sonríe está tan conmocionada como yo. No lo puedo creer, acabo de besarla.

Sólo sonrío cuando la música se detiene. La sonrisa de Maya se borra cuando ve la entrada y sólo pienso una cosa.

El italiano está aquí.

—Señor Capotti. —Dice ella cuando el hombre se acerca a nosotros—

—Usted debe ser la signorina Maya. —Leonardo habla con cierto acento mezclando el inglés con el italiano— ¿Y viene acompañada por...?

Frunzo el ceño. —Harry Jones, el esposo de Maya.

Decir eso después de besarla se siente bien y al mismo raro.

—Mucho gusto, signor Jones. —Estrechamos las manos—

— ¿Podemos tomar asiento? —Nos indica Maya, la tomo de la mano y caminamos hacía la mesa—

Le doy otra mirada al salón, Ashton está sirviendo copas en las mesas. Le doy una mirada y el asiente entendiendo.

—Fue difícil despistar al bastardo embustero de Francesco para que me dejará salir sin escolta. —Confiesa—

— ¿Francesco está en Las Vegas? —Cierro mi puño—

—Claro que no, ragazzo. —Niega con la cabeza—Francesco está en Europa, pero tiene a su hombre confianza oliendo il mio culo.

—A ver, Leonardo. ¿Qué es lo que trama Francesco? ¿Por qué atentar contra los parisinos?

—Esos no fuimos nosotros, Bella Maya. —El hombre toma un champan de la bandeja de una camarera—Después del atentado en Santorini hace un año, los griegos se ensañaron con la nostra Italia. Ellos han estado atentando y culpando a los italianos.

— ¿Por qué? —Inquiero. La mención del atentado en Grecia hace que me hierva la sangre—

—Energia. —Contesta simplemente—En este negocio lo que importa es È il potete. Ya no quiero seguir en ese negocio sucio, pero Francesco tiene a mia esposa e hijas en Verona.

— ¿Y que planea Francesco para detener esto?

—Francesco hizo un accordo con Ángelo Lenardou, jefe de los griegos.

— ¿Y en qué consiste ese trato? —No me gusta a donde está yendo todo esto—

—Francesco está buscando a su hija para cumplir ese accordo. —Maya y yo intercambiamos mirada—

— ¿Francesco tiene una hija? —Pregunta Maya—

—Così è. —Concuerda el italiano—La única forma de que los griegos nos dejen en paz y no armen una guerra, es que il capo consiga a esa ragazza.

— ¿Y quién es la chica? —Presionó—

Leonardo mira el zafiro en el cuello de Maya, pero ahí es cuando las luces se apagan y empieza el caos.

Rusos.

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Y esto fue todo por hoy queridas lectoras, espero lo disfruten. Mañana estaré actualizando lo más que puedas para ustedes.

Finalmente hubo beso entre Harry y Maya !!! ¿Alguien más grito o sólo fui yo?

·PREGUNTAR·

¿Que se esperan para los próximos capítulos?

¿Cómo será la relación de Harry y Maya ahora?¿Les alegro mi regreso?

¿Quién será la hija de Francesco Simonetti?

···

Estaré leyendo sus respuestas en los comentarios.

HASTA MAÑANA !!

-Grecia.