Cap. 34

MAYA

Camila me dirige al baño y comienza a enjuagar mi cabello con shampoo y acondicionador, de fondo en la habitación comienza a sonar Diosa de Myke Towers.

— ¿Qué? —Pregunta mi hermana al notar que la miró raro—

—Me parece irónico que no te guste el idioma pero si las canciones latinas.

Cam se encoje en hombros. —Es pegajosa y va con la situación.

Río y dejo que Cam siga con su trabajo. Una vez mi cabello ya lavado, Camila empieza a secarlo, de vez en cuando reímos de la situación, me da gusto que finalmente nos estemos llevando bien. Me recuerda a cuando compartía momentos con mi mamá, Camila no logro tener ninguno pero los está teniendo conmigo.

—¡¡Pelinegra y peligrosa, al seducirla ella se me pone nerviosa!! —Cantamos el coro riéndonos—

El español de Camila es un asco, pero es divertido hacerla entender.

Lo siguiente que hacemos es comenzar a planchar mi cabello, Cam decide hacerme un pequeño moño con mechones cayendo en mi frente, pintamos mis uñas y finalmente toca colocarme el vestido.

—Cam...es bellísimo. —Digo cuando veo el vestido fuera de su bolsa— ¡Te luciste, hermana!

—Gracias.

El vestido es largo con una cola mediana, es azul rey con pequeños destellos brillantes, también tiene una abertura hasta la mitad que dejará enseñar mi pierna al caminar.

Es justo lo que quería.

—Es largo porque sé que tendrás que cubrir las armas, como dijiste.

Empiezo a ponérmelo con ayuda de Cam, se moldea perfectamente a mi cuerpo, me pongo los tacones plateados y sinceramente parezco otra, le pedí a Camila que no me hiciera un maquillaje tan cargado así que sólo relleno mis labios con rojo y coloco un poco de sombra, rubor y polvo.

—Ahora ven. —Me sienta en la cama—Se supone que eres una nueva rica, o eso deben creer.

Camila saca de uno de sus estuches de maquillaje un collar, una pequeña y delgada cadena de diamantes que rodeaba un precioso zafiro azul.

—Camila, ¿de dónde sacaste esto? —Tomo la cadena en mis manos—

—Mama. —Sonrío ante su mala pronunciación—Una vez, papá me descubrió en el ático y conseguí ese collar, me dejo conservarlo. Creo que, si está es tu primera misión, deberías de usarlo.

Alejo las lágrimas de mis ojos para no arruinar el trabajo de mi hermana, me lanzo sobre ella y la abrazo, la rodeo con fuerza y siento como ella hunde sus dedos en mi espalda.

—Gracias. —Acarició su mejilla cuando nos separamos—Es el detalle más bonito que me pudiste haber dado.

Le entrego la cadena y me doy vuelta. Camila abrocha el collar alrededor de mi cuello, toco el zafiro.

Todo esto lo hago por ti, mamá.

Me miro al espejo sonriéndome a mí misma.

(...)

HARRY

Termino de atarme la corbata y observo a Ashton y Marco que están sentado en la cama.

— ¿Qué tal?

—Joder...—Suspira Ashton—Te devolveré el cumplido, si fuera gay haría lo posible por follarte.

—Sí, creo que concuerdo con Mckenzie. —Marco mantiene su mirada seria—Quitando lo homosexual, sí, te sienta el traje. Menos mal somos de la misma talla.

Miro el reloj en mi muñeca y ya sólo faltan diez minutos para las siete, diablos, como pasa el tiempo. Termino de arreglar mi saco y arremango un poco las mangas y tomo las llaves del Mustang.

—Nosotros iremos a arreglarnos también. —Comenta Marco—

—Sí, será lo mejor. —Concuerda Ashton levantándose de la cama—

—Yo estaré en la barra del lobby. —Miró a Marco— ¿Podrías decirle a Maya que la espejo abajo?

Marco asiente y sale junto con Ashton. Me veo por última vez al espejo y arreglo mi cabello.

Cada vez estoy más cerca del italiano hijo de puta.

MAYA

La puerta suena y Camila deja su estuche de maquillaje en la cama. Mi hermano entra junto con mi padre y ambos se quedan maravillados ante de aspecto tan elegante, supongo.

—Maya...—Empieza Marco—Estás hermosa, finalmente te ves como gente.

Río ante la broma pesada, Marco me abraza y sobre su hombro veo a mi padre. Está estático mirándome, creo que por su mente pasa que su hija se ha convertido en una mujer.

—Hija...te ves...bellísima. —Me toma por los hombros. Pequeñas lágrimas se asoman en sus ojos— ¿Qué es esto?

Miro el zafiro que decora mi cuello.

—Es el collar que encontré en el ático, ¿recuerdas? —Le informa Cam—Dijiste que era de mamá.

—Sí, lo recuerdo. Eres idéntica a ella, Maya. —Sonrío—

—Quería que estuviera conmigo en este momento. —Mi padre besa mi frente—

—Lo está.

—Maya. —Interrumpe mi hermano—Harry dijo que te esperaría en el lobby.

Asiento, las nauseas suben a mi garganta. Llego la hora.

—Nosotros estaremos en una hora más o menos allá, traten de mezclarse. —Me indica mi padre—

—Sí, papá.

Llego la hora.

Cada vez estoy más cerca del italiano hijo de puta.

HARRY

Le pido al bartender un segundo Martini, le doy un trago y miro impaciente el reloj. ¿Por qué estoy tan ansioso? ¿Es por el encuentro con Leonardo, o por ella?

Me veo mi Martini de un solo trago y escucho como se abren las puertas del elevador, quedo embobado cuando sale. Ese vestido azul le sienta muy bien, se apega a su cintura a la perfección, sus labios si ya me gustaban al natural con ese labial rojo ahora me enloquecen. Mientras camina el vestido se abre enseñando su pierna, sus hombros están al descubierto y su cuello está adornado con un hermoso zafiro.

—Hola, novato. —Salgo de mi trance cuando escucho su voz—

Tomo su mano y deposito un beso en ella sin apartar mis ojos de los de ella, Maya sonríe mientras se ruboriza.

—Sinceramente, te ves hermosa. —Susurró—

—Gracias...—Muerde su labio—

— ¿Cómo escondiste tus armas en ese vestido?

—Tengo dos navajas escondidas en mi sostén, dos 9mm en mi bolso y dos glock 19 en cada pierna.

—Muy bien. —Río—A mí sólo me basto con esconderlas en el saco, el chaleco antibalas me impidió ponerlas en mi cuerpo.

—Y se supone que tú eres mi chaleco antibalas. —Levanta su ceja— ¿Nos vamos?

Le ofrezco mi brazo. —Nos vamos.

------------->>>

>>> RECUERDA VOTAR Y COMENTAR <<<