Cap. 25

HARRY.

Sentir su cuerpo junto al mío, sus ojos, su respiración agitada, la forma en la que su cuerpo encajaba perfectamente con el mío. Diablos, no me había sentido así desde hace mucho tiempo.

El efecto que provoca Maya en mí ni yo mismo lo puedo describir, la última vez que sentí lo que llaman las mariposas en el estómago fue cuando le iba a pedir matrimonio a Paige.

—Ya estoy lista. —La escucho decir. Giro sobre mis talones y la veo ya vestida con la misma ropa con la que llego, la única diferencia es que no llevaba puesto el top y sus pezones se marcan con facilidad—

Harry, concéntrate.

Alejo los pensamientos pervertidos antes de que mi erección me delate, parezco un puberto.

— ¿Ves que podías confiar en mí? —Me acerco a ella, bajo la mirada para encontrarme con sus ojos—

—No te emociones, novato. —Ríe—

Paso a su lado y me subo al Jeep introduciendo la llave en el arranque, cuando el motor cobra vida Maya se sube de copiloto a mi lado.

—Espero no tengamos problemas.

—Descuida, estaremos bien. —Mi vista no se aparta del camino—

—Es la primera vez que falto a una tarea que me asigna mi padre. —La miro de reojo, está observando el camino por la ventana—

— ¿Ya tienes sabes quién te acompañara a Las Vegas? —Noto como sonríe—

—No. —Se acomoda en el asiento—Y si lo supiera no te lo diría, se supone que es confidencial hasta que tome mi decisión.

—Creí que éramos amigos. —Le digo fingiendo estar ofendido—

— ¿Somos amigos? —Freno en un semáforo y la observo, tiene la ceja levantada—

—Lo seremos si tú me lo permites.

Ella no responde, sólo sonríe contagiándome su sonrisa.

El semáforo cambia a verde y yo avanzo. Diez minutos después ya estamos en la residencia García, estacionó el Jeep frente a la casa de Maya y bajo, ella imita mi acción.

—Bueno...—Empieza—Gracias por el paseo, creo que...lo necesitaba.

—Cuando quieras. —Me sonríe—

Es curioso que ni ella ni yo sepamos como despedirnos en este momento, siento la tensión y sé que ella también la siente.

—Adiós. —Se despide con la mano y yo con un gesto con la cabeza—

— ¡Maya! —Se detiene a la mitad de las escaleras—

— ¿Si? —Me mira—

De mi bolsillo saco las llaves del Jeep y se las lanzo, como era de esperarse ella ágilmente las toma en el aire.

—Gracias. —Sonríe—Yo...hasta luego, novato.

Ella cierra la puerta una vez que entra a la casa.

—Hasta luego, nena.

El sol se estaba poniendo y yo seguía mojado, así que me dirigí hacia las duchas del campamento, no había rastro ni de Ashton ni de Crystal. Espero la estén pasando bien, se nota que a él le gusta ella.

Entro a las duchas y tomo una de las toallas del closet, me despojo de mi ropa y dejo que el agua purifique mi cuerpo. Pienso en Maya y lo bien que lo pasamos hoy, debo admitir que en un principio me pareció irritante pero es linda una vez que la conoces.

Salgo de la ducha con la toalla envuelta en mi cintura cuando me encuentro con Aarón, está sin camisa con un pantalón desgastado. Supongo que también se duchara.

—Hey... ¿Cómo te va, novato? —Dice mientras toma una toalla—

No confió en este tipo.

—Bien. —Respondo tajante—

Intento pasar a un lado de él, pero se interpone en mi camino.

—Una cosa. —Sonríe—Te vi ayer en la noche saliendo de la casa de Maya... ¿buena forma de ganarte tu puesto, no?

—Mira, no sé de qué estás hablando.

— ¿Ah, no? Te lo explicaré, ¿enserio crees que follando con la hija del jefe estarás en la cima? —Ríe, aprieto mis puños—Olvidas un pequeño detalle, chico. Maya es mía.

Es mi turno de reír. —Hablas de ella como si fuese un objeto y no lo es, ¿sabes? Tal vez por eso es que me prefiere a mí en vez de a ti.

Con fuerza Aarón me empuja a la pared colocando su mano alrededor de mi cuello.

—Te crees la gran cosa, ¿no? Aléjate de mi chica si no quieres que el jefe se enteré que andas engatusando a su hija.

— ¿Seguro que soy yo? —Aprieta mi cuello—Tienes dos segundos para quitarme las manos de encima.

— ¿O sino qué?

—Lo lamentaras. —Respondo amenazante—

Pasan los segundos y cuando estoy dispuesto a molerlo a golpes, alguien entra.

— ¡Chicos! —Volteamos a ver a Ashton— ¿Algún problema, Aarón?

Aarón resopla y me suelta lentamente.

—Nada que te importe. —Dice cortante, pasa a un lado de Ashton golpeando su hombro—

— ¿Te gusta meterte en problemas, no?

—Es mi hobby favorito. —Respondo con ironía—

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Ashton al rescate, ¿quién más lo ama? Es demasiado lindo <3 

Les regalaré tres capítulos por qué no nos veremos hasta el sábado, bebes :(

Así que el último y listo. <3