Cap. 16

MAYA

— ¡Cam! —Toco la puerta de su habitación esperando a que abra—Cam, ¿has visto mi maquillaje?

Mi hermana odiaba que le hablara en español, pero eran las reglas de mi padre. Camila debía aceptar sus raíces latinas.

— ¿Cam? —Abrí la puerta al no recibir respuestas—

Enciendo la luz y no hay rastros de mi hermana, ni de la patética de Crystal. Veo la ventana de la habitación abierta de par en par, también me fijo de que el closet estaba abierto.

Maldición, esta niña me va a matar.

Maldigo entre dientes y bajo rápidamente las escaleras buscando a Marco, lo encuentro en la cocina con su laptop. Seguramente está hablando con alguna puta o algo parecido.

Cierro la laptop para llamar su atención.

— ¡Hey! —Protesta—

— ¿Has visto a Camila? Fui a su habitación y no está.

— ¿Tengo cara de que sé dónde está? Debe andar por ahí, haciendo lo que sea que ella hace. —Quiso abrir la laptop pero se lo impedí—

— ¿Te das cuenta de quien estoy hablando, no? ¡Nuestra hermana de dieciséis años no está!

— ¿Y eso a mí qué? Si tanto te preocupa Camila, tú y papá deberían de ponerle un microchip en el cuello o algo así. Te preocupas demasiado, Maya.

Era la segunda vez que me decían algo así, el primero fue el novato.

— ¿No me ayudarás entonces? —Él sólo tomo de su Coca-Cola y no respondió—Ahg, eres un parásito.

Iba a irme de la cocina pero él murmuró.

—Mamá no creía eso de mí. —Paré en seco—Sólo tú y papá creen eso, son tan iguales.

Suspiré y me voltee. — ¿Podrías decirme dónde está Crystal, al menos? No quiero que nos metamos en problemas cuando papá llegue de la base Zelda y que Cam no este.

El semblante de Marco cambio. —Crystal está con papá, están chequeando los movimientos de Francesco, creen que habrá un atentado pronto.

—Joder...—Murmuré— ¿Tienes las llaves del Jeep? Iré a buscarla.

Marco me lanzó las llaves y las atrapé en el aire.

—Si vuelve te llamaré.

Sonreí. —Gracias, Marco.

Tomé mi chaqueta del sofá y mi arma, salí de la casa mientras mi cabello era alborotado por la brisa.

Cam, ¿Dónde demonios estás?

HARRY

Veo a Maya bajar las escaleras muy deprisa, con el celular pegado a la oreja y de vez en cuanto maldecía sola, supongo que ya se dio cuenta de la ausencia de su hermana.

—¡¡Camila!! ¿Dónde demonios te metiste? —Le gritó al teléfono supongo que la envió al buzón—

— ¿Buenas noches? —Hablé sobresaltándola—Wow, ¿no que si te sobresaltas te mueres?

Ella emblanqueció los ojos. —No estoy para juegos, novato. De hecho estoy metida en un problema gravísimo.

Metí las manos en los bolsillos de mi pantalón. —Tal vez yo podría ayudarte.

— ¿Tu? No lo creo.

Me dio la espalda. Sonreí con el cigarro entre los dientes.

—Entonces no te diré en qué dirección se fue tu hermanita.

Paró en seco.

— ¿Qué tanto sabes? —Se giró a verme—

—Se fue hace como cinco minutos. —Me encogí en hombros—Puedo ayudarte, me grabé el número de la placa.

Ella suspiró. —Está bien, vamos.

Sonreí victorioso.

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Buenoooo hasta aquí el capítulo de hoy, espero lo hayan disfrutado. Sé que ando muy irregular y que les debo más pero los problemas eléctricos han estado volviéndome loca y me han retrasado en todo. :(

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