El clima es frío en esta época del año, los árboles y las calles se cubren de nieve, las personas llevan ropa abrigada y por las noches se toma café o chocolate para mantener el calor, las cafeterías del centro están más llenas de lo normal y en las aceras el vaho de las pláticas es visible, es la época donde se necesita tranquilidad, pero para mí no es más que el momento en donde me siento más atareado, la universidad se vuelve pesada debido a los exámenes finales y tengo que tener todo el tiempo la cabeza en los libros haciendo ensayos y revisiones de lectura además de que ayudo al profesor de redacción a calificar los exámenes de sus alumnos de primer semestre.

Tal vez se pregunten qué estudio para que lo describa de esa manera, mi carrera es Literatura Clásica en la Universidad de Artes, pero estas últimas semanas trabajo en mi último ensayo sobre las historias de fantasía, algo que al profesor de escritura avanzada le pareció divertido dejarme a mí ya que soy de todo menos aficionado a esas historias sobre castillos, lugares lejanos, hadas y demás tonterías que nos muestran las películas, a mí me gusta enfocarme en lo real, en los hechos que de verdad han pasado y que tienen una relevancia histórica o que bien han dejado una marca en nuestra literatura, pero para que entiendan el porque estoy hasta el cuello de este ensayo vamos a regresar a ese día a mitad de mi clase de escritura.

Como todas las clases de esa última semana el profesor Hongdoo repartía los temas de nuestro último ensayo antes de las vacaciones de navidad, yo solo esperaba a que no me tocara un tema ridículo como a mi compañera de al lado ¿Qué era eso de criaturas fantásticas? el hombre sí que estaba loco, pero bueno, supongo que bastaba con ver su persona, el señor Hongdoo era un hombre que siempre vestía pantalones sueltos color café con rayas verticales negras, camisas de lana desgastadas como si fueran de segunda mano, chalecos de rombos de diferentes colores que hacían que lo pudieras ver incluso a la distancia, tenis con agujetas diferentes y para rematar abrigos el doble de grandes de su complexión casi esquelética y sus lentes de pasta negra, verlo era como estar delante de un loco que acaba de ser soltado a la sociedad, claro que era un hombre muy inteligente e interesante pero a veces sus clases eran...raras y lo digo porque no hay otra palabra para describirlas, pero volviendo al punto cuando el hombre dijo mi nombre en verdad espere un tema serio

-Bien señor Byun su tema es literatura de fantasía o literatura fantástica-sin poder creerlo levante mi mano

-Perdón profesor, pero no creo que ese sea mi tema-

-¿Disculpe? ¿Porque no sería su tema?-no pude evitar soltar una risa irónica mientras me acomodaba los lentes y lo miraba

-Profesor Hongdoo, ambos sabemos que no soy fanático de ese tipo de lecturas donde se habla de príncipes y animales que hablan, yo soy más realista así que en ese caso debería darme el tema de Mina- el hombre me miro por encima de sus lentes y le dio un vistazo a la hoja donde había apuntado los trabajos, está vez quien se río con ganas fue él

-¿Me está pidiendo que le de el tema de Mitología Griega? Señor Byun si no le molesta, me parece una tontería que quiera cambiar su tema por la mitología que también incluye príncipes y animales que hablan-el resto de la clase estalló en risas, pero por supuesto a mí no me pareció gracioso-verá señor Byun, no voy a cambiar los temas solo porque usted se ha encasillado en un solo tipo de lectura, le recuerdo que si en un futuro quiere ser un escritor reconocido debe saber sobre todo, no solo de lo que a usted le guste o le convenga ¿O acaso le teme usted a los retos?-

-Yo no he dicho que le tema a los retos solo dije que...-

-Les teme, sino no me estaría pidiendo que le cambie el tema asignado-quería decir algo pero no tuve palabras, después de todo, no soy nadie para desafiar a una autoridad-acepte el trabajo y a cambio haremos un trato-

-¿Un trato?-

-Si, es fácil, si usted me demuestra que puede entregar un ensayo presentable de cinco mil palabras lo voy a exentar de los exámenes finales, pero sino es capaz de hacerlo entonces usted tendrá que preparar todas las clases para el semestre que viene y todos sabemos que las siguientes clases no van a ser nada fáciles-el hombre me lo había puesto difícil o aceptaba hacer ese ensayo y de paso demostrarle que no era ningún cobarde o preparar las clases de fonética, rima y poesía yo solo, cuando son temas que ni yo mismo los comprendo, no iba a echarme a la bolsa a todos mis compañeros solo por mi terquedad y de paso perjudicar mi promedio y calificación, con un asentimiento de cabeza hable

-Está bien, tendrá su ensayo antes de las vacaciones-

-Muy bien, ahora tomen sus cosas que el timbre está por tocar pero antes pasen a mi escritorio por su material de trabajo así como las fechas de entrega de sus primeros avances-cuando el timbre sonó toda la clase fue al frente y tomó el material de las manos del señor Hoswood, cuando llegó mi turno me miró guiñando un ojo y dijo

-Espero obtener un buen trabajo de su parte señor Byun, nunca me ha decepcionado y espero que esta no sea la primera vez, le deseo suerte-con una sonrisa fingida tome la hoja que me ofrecía y salí a toda prisa del aula antes de que le dijera lo que de verdad pensaba sobre su trabajo.

Gracias a eso, ahora estaba aquí en la biblioteca una semana después quemándome la vista en mi laptop mientras leía un PDF que el profesor recomendó como parte de mi investigación, llevaba alrededor de dos horas haciendo anotaciones en mi libreta mientras bebía de un café de la máquina y a estas alturas ya estaba harto de leer sobre las bases de la fantasía, los personajes más comunes así como los temas recurrentes, mi cuerpo me pedía a gritos un descanso así como una buena siesta, sin ganas de absolutamente nada más que de estar en mi cama con una taza de chocolate caliente cerré la laptop, me termine el último trago de café y guarde mis cosas, pero cuando estaba por llegar a la puerta el bibliotecario, el señor Milkway me detuvo

-Disculpe joven, pero olvidó esto en su mesa-con un pie casi a la altura de la salida tuve que dar la vuelta para mirarlo con la mejor sonrisa que pude, ignorando lo que sea que me estuviera dando

-Ah señor Milkway, tengo un poco de prisa en este momento pero lo que sea que se me haya olvidado lo puedo recoger después-iba a irme pero me detuvo del brazo dejándome a la vista mis lentes

-Dudo mucho joven que pueda trabajar sin ellos-aún con una sonrisa distraída mire mis lentes en su mano y casi me doy un golpe al ignorar eso, pues sin ellos no iba a poder seguir revisando mis apuntes o leer, a veces me gustaría poder ver cómo las personas normales pero me temo que eso se lo debo agradecer a mi familia

-Gracias señor Milkway, supongo que no puedo trabajar sin ellos-tome mis lentes pero antes de que me pudiera marchar hablo

-Perdón que me meta joven...pero pude notar que según su registro esta semana ha estado consultando mucho libros referentes a historias fantásticas, historias sobre fantasía-

-Es para un ensayo de mi clase de escritura pero debo confesar que estoy bastante estresado, he leído muchos libros pero no tengo nada, no llevo ni media cuartilla con esto y quiero estar libre para las vacaciones-

-Ya veo, lo he visto muy concentrado además de que no ha salido mucho de la biblioteca, ya hasta parece un libro más-a su mal chiste soltó una ligera risa y yo no puede hacer más que mirar a otro lado y claro, no es que no me guste conversar con el señor Milkway pero ya era tarde y mi sueño era más por lo que tuve que cortar su plática

-Si bueno, una vez que esto se acabe no me verá más por aquí, ahora si me disculpa me tengo que ir-

-Oh ya veo, pero antes me gustaría darle un libro que se lo ayudara con su trabajo-bien, ya no había forma de que me librara de esto, además de que el bibliotecario ya es un señor mayor y tiene la intención de ayudarme creo que no es mala idea brindarle un poco de la poca atención y concentración que me queda

-Todo lo que pueda ayudarme lo aceptaré-con una gran sonrisa y con una seña me dijo que lo siguiera, caminamos por un par de pasillos y estanterías hasta llegar a su puesto de trabajo que no era una pequeña oficina que más bien parecía un cuarto de limpieza, me sentí mal por él, y es que es un señor realmente amable ya que siempre que tienes problemas con algún libro se acerca a ayudarte y se queda contigo hasta que resuelve tu problema, te ayuda a buscar los libros aún si nunca has estado en una biblioteca e incluso muchas veces ,como ahora, te recomienda libros que siempre son un éxito, la mayoría de mis compañeros han logrado obtener un sobresaliente en sus trabajos gracias a sus libros. es por eso que opino que le deberían de dar un mejor lugar para instalarse además de más días de descanso pues lo he visto trabajar incluso en navidad cuando rara vez voy a recoger papeles a la dirección, sin duda un buen hombre que necesita que lo aprecien más. 

El señor Milkway fue hacía un estante que tenía al lado de su escritorio y reviso cada título hasta hallar el que quería, con sumo cuidado y como si lo fuera a romper saco un libro de pasta viejo de color vino con las hojas un poco amarillas, incluso, tuvo que soplar un poco sobre el para quitar algo del polvo que tenía acumulado, luego de eso me tendió el libro con una sonrisa y algo confundido mire el título "El anillo dorado" ,no tenía autor ni nada, solo esa frase escrita con letras cursivas y doradas, aún confundido trate de darle mi mejor sonrisa

-Ah señor Milkway, no comprendo, este libro no tiene autor y al menos yo jamás oí hablar sobre el ¿Cómo es que me va a ayudar?-

-Vamos joven ¿En serio jamás ha oído hablar de él? ¿Nadie se lo ha mencionado siquiera una vez?-extrañado lo mire negando-bueno pues entonces deje que yo le explique, este libro no es como cualquier otro, dentro de él usted va a encontrar todas las respuestas que ha estado buscando en su vida-

-¿En mi vida? Perdón señor, pero creo que esto es...-

-Usted sabe a lo que me refiero, va a obtener todas las respuestas que le han sido negadas desde que era un niño, pero debe tener cuidado pues no es el único que desea tenerlo en su poder, pues ahí afuera hay otro que lo busca y le advierto que si ese alguien lo encuentra la vida de todos corre peligro-

-Yo de verdad no estoy enten...-sin dejarme decir nada me sacó de su oficina y me llevó hasta la puerta de salida donde se encargó de colocarme mi bufanda y mis lentes, abrió la puerta y con un empujón me saco dándome una última mirada para decirme

-No dejes que nadie sepa que tienes el libro Baekhyun, no le digas a nadie que tú lo tienes ni menciones que lo has leído pues incluso las paredes escuchan, solo guárdalo bajo llave una vez que termines o la maldad saldrá de él y buscará al otro heredero...suerte muchacho-después de eso cerró la puerta en mi cara, con el libro en mis manos volví a leer el título y juro que ante mis ojos pude ver un destello de luz dorada salir de las letras y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, ignorando a mis propios pensamientos y culpando al cansancio solo lo guarde en mi mochila y emprendí mi camino hasta mi departamento.