21
Escuché los pasos de mis hermanos, intentaba abrir los ojos, pero no era capaz, sentía como si dos losas de piedra estuviesen sobre mis párpados, evitándome así poder abrir los ojos.
El cuerpo entero me ardía, me sentía agarrotado, como si mis músculos hubiesen decidido quedarse en una sola forma, impidiéndome moverme lo más mínimo, la garganta la tenía completamente seca y árida, como si me hubiese tragado un desierto entero.
—Kook. — la voz de Jin me ayudó a centrarme en algo más a parte del dolor, no estaba entendiendo nada. —¿Me oyes?—- asentí como pude.
Se hizo el silencio, durante unos minutos, mi respiración estaba agitada.
—¿De verdad se ha despertado y se ha puesto así?— si hubiera podido me habría reído de las palabras de Nam.
—Sí, no. — Mía titubeaba al hablar, tampoco me extrañaba. —Sólo... Le dije algo— sin si quiera poder verla, ya sabía que estaba sonrojada.— y de repente se sujetó la cabeza, empezó a quejarse y yo... Yo... Salí a buscados.
La tensión en la habitación tampoco me ayudaba demasiado, pero me preocupaba más el dolor que mostraba la voz de mi niña de ojos grises.
(***)
Abrí los ojos, estaba físicamente agotado y desubicado emocionalmente, estaba en mi habitación, el sol me cagaba levemente, pero lo que más sentía era ese peso a mi lado, en la cama.
Algo cálido me estaba dando calor, un calor desconocido para mí hasta ese momento y que no quería que desapareciera.
Miré en dirección a ese calor, el cuerpo de Mía estaba completamente estirado sobre las sábanas, su cara en mi dirección.
Tenía los ojos cerrados y la respiración tranquila, aunque parecía no estar soñando con algo demasiado agradable por la expresión de su rostro.
Pasé mi mano por su pelo, si aún conservaba algo de Ángel de la Muerte, conseguiría eliminar ese mal sueño.
Su expresión se relajó y suspiré más tranquilo.
Necesitaba hablar con mis hermanos, necesitaba explicaciones y, de alguna manera, sabía que sólo ellos podrían dármelas.
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Hola personitas.
Espero que estéis bien.
Hoy la verdad estoy un poco de bajón (ni si quiera sé porqué os lo estoy diciendo...), pero bueno, la medicación no es que me mantenga feliz las veinticuatro horas, ojalá.
Bueno, quitando lo último que he dicho, la imagen de arriba es cómo me imagino a Mía, aunque es más un boceto que nada. Aún así espero que os guste.
Nos leemos.
Darkest_Light_Soul.
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