Capítulo •18•

Steban Jobs

Desperté con un dolor de cabeza terrible, la música de Dracoux solo empeoraba todo por lo cual decido marcharme lo más pronto posible luego de arreglarme, no sin antes reclamarle por perturbar mi sueño. Creo que en cierto modo mi padre tiene razón al decir que a él le está doliendo más la separación entre nuestros padres.

<<Porque si, tengo unos padres casados que estan en planes de divorcio>>

Dracoux cambio absolutamente todo al enterarse de la noticia, su vestimenta paso de ser "tranquila" a empezar a usar jean rasgados, chaquetas de cuero con diseños de metal, se perforó la boca donde ahora tiene un piercing, se dejó crecer el cabello para pintarlo de azul eléctrico <<Confieso que es lo único que me gustó de su cambio>   además de que se había tatuado, se pinta el rostro con sombras negras debajo de sus ojos y sus labios  siempre andan negros.

Era algo así como un hemo pero así lo quería, aunque nuestra hermandad no sea igual se que puedo contar con el en cualquier momento.

–¿Que coños quieres? —pregunta Dracoux con fastidio cuando abro la puerta de su habitación sin tocar <<Lógico estaba follando y yo lo interrumpí>>  ahora entiendo el porqué de la música tan alta.

–N-Necesito un favor tuyo —digo un tanto nervioso, el rueda los ojos, la chica lo mira indecisa y algo frustrada, yo apartó la mirada cuando hace el ademán  de vestirse.

<<Su cara se me hace tan familiar>>

–Iré esta tarde, no creas que me dejaras así Zafiro —dice malhumorado. Ella le da una sonrisa burlona y termina de colocarse sus plantillas antes de tomar sus cosas mira a mi hermano de una forma sarcástica, para nada amistosa.

–Lo siento, pero no estoy para perder el tiempo con tarados —sale pasándome por un lado y Dracoux termina de asesinarme con la mirada.

–Escucha Steban llevo meses esperando para salir con esa chica, la próxima vez que interrumpás una cosa de estas tendrás que luchar por tu vida —se levanta <<Lleva boxer he, solo para aclarar>>  va hacia su mini-nevera y se empina una botella de agua.

–Puedes decirle a tu amigo ese el que usa vestidos que me ayude a saber dónde está el mío. Digo no creo en esas cosas que hace el y sabes que si mamá se entera me crucifica pero nada me cuesta intentar —El me mira un poco confuso y al mismo tiempo interesado, yo solo puedo esperar por su respuesta un poco inquieto por su mirada.

–Primero no son vestidos son túnicas. Segundo ¿Estás hablando en serio? ¿Tu? El hermano tranquilo que solo estudia y  juega pendejadas, sabes que lo que me pides es difícil ¿No? Y no solo te traería problemas a ti —Me da una  mirada expectante y curiosa, solo me limito a asentir pues se que es peligroso.

–Solo hazlo por favor, es urgente  —El sonríe con malicia mientras se lanza de boca a su cama.

–Tranquilo pasaré por tu habitación cuando tenga nuevas noticias —Asiento feliz  el despega la cara de su almohada sin dejar de sonreír —Y me debes un favor.

Salgo satisfecho, creo que estoy haciendo lo correcto tomar medidas necesarias para encontrar a Bhel así sean cosas del más allá.  Tomo una bocanada de aire cuando me planteó lo que haré, no será nada fácil.

~~***~~

–Tienes que calmarte un poco, no puedes alterarte así solo porque no obtuvimos la respuesta que queríamos  —Dice Rosa caminando detrás de mí y tomando mi hombro para detenerme.

Ambos decidimos faltar a clases hoy solo para ir a casa de Bhel  <<Tal Vez todo sea paranoias mías>>  pensé, al llegar solo recibimos una respuesta absurda por parte de su madre, lo que hizo que me pusiera colérico.

"Bhel se mudó a un internado en Rusia, no volverá dentro de algunos años"  Fue lo único que dijo ¡¡Es una MIERDA!!  Bhel nunca le gustaron esos internados, siempre desde muy pequeño le ha gustado la libertad sin tener restricciones de nada, además, su madre parece estar sumida en el mundo de la tecnología ni siquiera me miró cuando hablaba y sus ojos parecían perdidos.

–Rosa, no creo absolutamente nada pero estoy seguro de una cosa, Bhel está secuestrado, aunque... Será mucho peor está vez porque no tenemos ayuda de nadie ni una idea en donde pueda estar  —Suelto frustrado mientras detengo mi caminata, Rosa levanta un poco su mirada y trata de darme una sonrisa reconfortante.

–Estará bien el no es como yo, aunque temo que esté recibiendo el castigo —sus palabras fueron piezas claves para el enigma que está formando mi mente, ella mira el cielo pensativa y yo hago un chasquido de dientes para llamar su atención  <<Manteniendo  la distancia>>   no quiero que vuelva a cambiar de un momento a otro y vuelva a golpearme, aunque probablemente eso solo haya sido producto de mi imaginación.

–¿Cuando estabas en el castillo no viste ni escuchaste nada extraño? —Pregunto un tanto esperanzado, sus ojos se oscurecen sin ninguna razón y su expresión se vuelve sombría, no se porque pero empiezo a sentir frío.

<<Pero si lo pienso mejor, mi pregunta fue algo estúpida teniendo en cuenta lo que yo vi>>

–Solo se que ella dijo algo sobre unos códigos y escuché a alguien dar detalles de algo pero...

–Oigan chicos disculpen que los interrumpa, es que estoy muy extrañada por la actitud de Bhel ¿Saben que le pasa? No ha asistido a clases y tampoco responde mis llamadas —Dice Cristal apareciendo de la nada, viene sudada y agitada supongo que debió caminar mucho hasta llegar a este sector.

–Estamos iguales que tú, su mamá dice que de fue a un internado —Responde Rosa cambiando su semblante pero yo no paro de tener frío, Cristal hace una mueca de disgusto mientras asiente.

–Es una lastima —Es lo único que suelta y hace el ademán de irse pero la detengo tomando su mano.

–¿Sabes si la directora tiene alguna otra propiedad? — No se el porque de mi pregunta, solo me deje guiar por mi mismo impulso y fue algo extraño, ella me mira con una mueca que solo muestra la rareza que siente, eso solo confirma mis suposiciones.

—He escuchado sobre una casa o mansión no lo tengo muy claro, que tiene a las afueras de la ciudad no se sabe exactamente el lugar ya que muy pocas veces lo visita, por lo que tengo entendido casi nadie sabe de ella y pocos la conocen ¿Porque?

–Solo curiosidad —Ella me mira no muy contenta con mi respuesta pero sonríe para luego alejarse perdiéndose entre los arbustos.

—¿Estas pensando lo mismo que yo? —Rosa me da una mirada cómplice, sonrío  dándole la razón mientras nos alejamos del hogar Segovia.

Junto a Rosa llegué a la conclusión de que Bhel podría estar en aquel lugar poco conocido o tal vez en el castillo, todo es muy confuso pero siguen habiendo dudas en mi, nadie conoce de ella, nade sabe dónde está ¿Habitará alguien en ese lugar? No hay respuesta, pero de algo estoy muy seguro  no se hacen cosas buenas.

Aunque pensándolo mejor, de este mundo hipócrita no se espera nada bueno, triunfa el más astuto y está vez yo tomaré ese lugar a siegas, ya me canse de ser el espectador de su maldad,  sin saber a qué me enfrentó pero lo haré, así tenga que tomar fuerzas del más allá.

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