21. Vamos con la verdad

Toqué la puerta varias veces antes de que Ally me hiciera pasar. Entré con la mejor de mis sonrisas. Tanto que fue sospechoso, y en vez de saludarme frunció el ceño y comenzó a golpear sus dedos sobre la mesa.

—¿Qué pasó? —preguntó, sin dejar de seguir cada uno de mis movimientos.

—¿Por qué crees que algo pasó?

Suspiró profundamente y bajó la pantalla de su computadora. Entrelazó sus dedos frente a ella. Parecía como si lo supiese todo... aunque eso no era posible.

—Siéntate —dijo calmadamente, señalando la silla frente a su escritorio—. Lo sé porque a pesar de que llevamos poco tiempo trabajando juntos, sé que esa es cara de que algo has hecho y que vienes a decírmelo. Además... no eres de venir a verme porque sí.

—Pero escúchame y no te enojes —pedí, refregándome la cara con mi mano. En ese momento pensé que debería haber ido con algún tipo de discurso hecho, no llegar así como así, no sabía cómo empezar. Para escribir podía ser muy organizado, pero para el resto de las cosas parecía que apenas pensaba.

—¿Y bien? —preguntó, secamente. Tragué saliva y me aclaré la garganta.

—Ya llevamos varios capítulos publicados —comencé a decir con seguridad—. Los que han sido un éxito. —Ally arrugó la frente, poco impresionada de mis palabras—. Se habla de ella en prácticamente todos los grupos juveniles de lectura en las distintas redes sociales...

Ally agitó la mano.

—Valentín... si me vas a decir...

—Espera. He visto también que la editorial se ha comenzado a hacer más conocida... Y a pesar de que se ha anunciado desde un comienzo que no es un libro gratuito y que habrá que pagar para leer a partir del capítulo diez, eso no ha afectado en mis lecturas.

—Yo lo sé, estamos muy felices. —Forzó una sonrisa, y se rascó la frente desesperadamente—. Ahora dime ya lo que viniste a decirme porque no sé si lo que está pasando por mi mente es peor. Dilo ya.

Tomé aire y la quedé mirando con las palabras atoradas en la punta de la lengua. Ally cerró los ojos, esperando la noticia.

—No he escrito el libro yo solo —confesé, lo dije tan rápido que no supe si Ally me entendió. Como no dijo nada comencé a repetirlo—. No he escrito el...

—Te entendí. —Puso sus manos en la frente y pareció derrumbarse sobre su escritorio. Ni siquiera me miraba—. Explícame —ordenó con frialdad.

Arrugué la frente, igual como si me hubiese comido un pomelo amargo. Por unos segundos solo escuché la respiración pausada de Ally, y el miedo recorriéndome. A pocas cosas le tenía miedo en la vida, y en ese instante, Ally se convirtió en una de ellas.

Me aclaré la garganta.

—Tengo una amiga, Madison. Le conté que estaba teniendo problemas para escribir y decidió ayudarme. —Eso no era del todo mentira, en cierta forma, así había sucedido—. Me ayudó a escribir el segundo capítulo. ¿Te acuerdas que primero te envié uno distinto al que finalmente publiqué?

—Sí, lo recuerdo —replicó apenas. Aún tenía la cabeza entre las manos.

—El de ella era mejor, así que decidí subir ese. Estaba teniendo problemas para concentrarme, pensar y... lograr escribir algo bueno. Simplemente me encontraba bloqueado.

—Simplemente —murmuró Ally. Pareció expulsar todo el aire de su cuerpo lentamente, por un instante, pensé que me iba a echar de su oficina. Cuando volvió a abrir los ojos se veía más calmada—. De todas las cosas que podían salir mal, esta es la peor —agregó con voz gélida. No me considero alguien cobarde pero allí por poco salgo corriendo—. Y nunca se me habría ocurrido que fueses tan poco profesional —añadió, haciéndome sentir terrible. Tenía toda la razón.

—Ally, perdón. No... lo pensé bien. —Sabía que si le decía que Mads se había entrometido en mis cosas, iba a ser peor. No iba a querer trabajar con ella—. Con Mads nos complementamos muy bien, escribe genial y he decidido que escribiremos juntos la novela.

Soltó una carcajada irónica.

—¿Has decidido? ¿Tú? ¿Sí? Cuéntame qué más has decidido. —Esta vez se acomodó en la silla, y me quedó mirando.

—Creo que a mis lectoras les parecerá bien la idea...Yo...

—Te he dicho todo lo que hemos invertido por ti. Esto podría costarme mi trabajo —gruño. De repente, sacudió la cabeza y resopló. Me quedó observando de forma que sabía que debía quedarme callado—. Ok, ya está hecho. No sirve que me vuelva loca por esto.

—¿Quieres que deje de escribir el libro con ella? —quise saber.

—No, ¿que pasaría si ella se de cuenta que es un éxito y no está recibiendo nada por lo que ella escribió? No meteríamos en un problema mucho mayor, y Valentín, ya estoy superada con esto. —Me hizo una seña para que no la interrumpiera—. Sí, muchas ganancias estamos teniendo y visualizo muchas más, pero te soy sincera al decir que no ha sido fácil trabajar contigo.

No ha sido fácil trabajar contigo.

Me costó escuchar esas palabras y me llegaron profundamente. No quería ser el escritor con el que les costara trabajar y que después no quisiesen ni ver. A pesar de que dentro de mi corazón, sabía que todo lo podía hacer solo y no necesitaba ayuda, la voz de Fabiana y mi mamá aparecieron en ese instante diciéndome que ellas esperaban esto de mí.

—Lo siento, de verdad.

—Quiero conocerla.

Tragué saliva. Eso era bueno, al menos en mi plan, si todo salía bien, Ally me iba a pedir conocerla... y eso era perfecto porque había ido con Mads.

—Está abajo —murmuré—. Le enviaré un mensaje para que suba. Ally asintió con la cabeza y se puso de pie para ir a servirse una taza de café. Se quedó en silencio mirando por la ventana.

Había ido con ella porque estaba convencido de que cuando Ally la conociera, la idea de la novela juntos no le iba a parecer tan perturbadora. Y eso era por una simple razón: ella y yo parecíamos pertenecer al mismo mundo.

¿Les ha pasado alguna vez que se encuentran a personas que parecen pertenecer al mismo mundo que ustedes? No me refiero a clases económicas, ni estudios, ni lugar de residencia, nada de eso. Si no que dos personas por la forma en cómo son... simplemente...pertenecen. Y con Mads pertenecíamos por más que yo tratara de ocultarlo... así lo sentía... así era. Congeniábamos al punto de que podíamos estar horas creando como si estuviésemos los dos en una misma cabeza, y eso era asombroso. También estaba seguro de que eso no significaba que teníamos que ser pareja... Aunque nuestra amistad ya se encontraba afectada por el beso que nos habíamos dado.

Una semana había pasado desde ese beso, con Mads no nos habíamos visto y cada vez que su imagen aparecía en mi mente, pensaba en otra cosa. Estaba negado a pensar en ella y mucho más... en ese beso. Porque cada vez que lo hacía, era como si dentro de mí algo se encendiese, sin embargo, me negaba profundamente a analizar lo que sucedía, no quería descubrir que la atracción que sentía era algo más.

Diversas preguntas me atacaron esa semana:

¿Me gustaba? ¿era atracción? ¿calentura? ¿o una simple confusión?

¿Le gustaba yo a ella? No lo sabía.

¿Amaba a Fai? Sí, y iba a seguir con ella.

No sé si en búsqueda de no pensar en Mads, o de pasar más tiempo con mi novia, decidí entonces enfocarme en esa semana en mi relación y pasar más tiempo con Fai. Sacar —casi a la fuerza— la imagen de ese beso. Por supuesto, con Mads seguimos hablando todos los días, aunque no nos vimos. Y me enfoqué en escribir, en ir a eventos con Fai, salir a fiestas, e hice una vida sin Mads. Quería ver si así mis sentimientos por ella cambiaban, porque estaba seguro que no era amor, yo amaba a mi novia, pero tampoco lograba entender qué era. Y no me iba a permitir dejar una relación larga por un solo beso.

Un beso que no logras olvidar.

Entró Mads y Ally se giró. La miró de pies a cabeza, y Mads hizo esa sonrisa característica que hacía cuando estaba nerviosa. Ally se veía como esas personas que están a punto de entrar en colapso, y se mordía el labio constantemente.

—Tú eres Madison. —Se acercó con la mano estirada. Mads se la estrechó.

—Me puedes decir Maddy, Ally. —Ally le señaló la silla junto a la mía.

—Por más ganas que tenga de echar este edificio abajo, prefiero tratar de arreglar esto. —Carraspeó, abrió una ventana y encendió un cigarrillo—. Sé que esto no se debe hacer, pero supongo que ninguno de ustedes dos me lo va a impedir. —Alzó las cejas y esbozó una sonrisa algo forzada—. Tengo que admitir que esto no era algo que esperaba pero también que ustedes se complementan a la perfección en la escritura de capítulos. Estoy... estoy fascinada con lo que están creando. El problema ya está, los errores ya se cometieron. El punto ahora es, ¿cómo resolveremos esto? No sé cómo venderlo, ¿cómo meto a una chica de la nada? —preguntó, y extrañamente en su voz ya no identifiqué ningún ápice de enfado.

—Yo había pensado en...

—¿Podrían decir que son novios? —preguntó. Lo primero que apareció en mi mente fue Fai. Menee la cabeza.

—No —repliqué—. ¿Quieres que Fai me mate? Además... ella es bastante conocida. Hacemos algo así y todos sus seguidores estarían tratando de derrumbar a la editorial —comenté no muy asertivamente por la expresión de Ally—. Yo propongo que simplemente lo digamos y ya.

—Esto habría sido más fácil si me lo hubieses dicho al inicio...

—No porque así no habrías aceptado nada.

Ally se quedó observándonos mientras fumaba, de repente chasqueó los dedos.

—Esto lo publicaremos mañana mismo. No quiero ni imaginar en las consecuencias si se enteran que no escribes el libro solo, sin que nosotros lo hayamos dicho primero. —Ally cogió su celular—. Maddy, me das tu Instagram por favor.

—Sí... es Maddifos.

Ally se quedó observando la pantalla del celular. Con Mads nos quedamos mirando, y  sin hablar me dijo que estaba nerviosa. Le sonreí. Ally carraspeó, nos observaba atentamente con una sonrisa que no me agradó.

—Bueno, su historia me la contarán después. Maddie, tienes bastantes seguidores en Instagram

Mads carraspeó.

—Sí, es que... es que he estado subiendo videos y fotos de cómo hacer cafés.

Ally alzó una ceja.

—¿Por eso Phoebe es adicta al café de menta?

Mads se encogió de hombros.

—Sí.

—¿Pero cómo haremos que seas alguien interesante para la gente? Lo siento pero has salido de la nada y esto generará más preguntas que expectación. —Ally se quedó con las cejas alzadas esperando nuestras propuestas.

Con Mads nos miramos, Ally tenía razón.

—Quizás...

—Creo que haré lo mismo como si fuesen a protagonizar una película juvenil. Tú serás el protagonista famoso, Maddie será la coprotagonista... una actriz nueva, pero comprometedora. —Agitó las manos, y puso una expresión como si las ideas le estuviesen lloviendo. Hablaba más para ella que para nosotros.

Recordé la publicidad de una película juvenil: los actores hicieron videos juntos y estos se difundieron por las distintas redes sociales.

Me palpé el puente de la nariz, imaginando a Fai cuando viera el resultado de mis palabras.

Alerta. Valentín en problemas.

—Podríamos hacer un video... quizás...

Ally plantó su mano en la mesa. Mads se sobresaltó y yo cerré la boca.

—¡Eso! Sí, me gusta. Algo como preguntas y respuestas. Necesito fotos también. Quiero una lo antes posible... se las mostraré a mis jefes. —Cogí mi celular y le envié las fotos que nos habíamos sacado con Mads. Ally las miró de inmediato—. Perfecto. Lo siento, pero hacen una maravillosa pareja. Si se dan esas mismas miradas en los videos que pretendo hacer... las chicas se volverán locas con lo que están escribiendo.

Mads se removió en la silla.

—¿Entonces quieres que hagamos un videos? —pregunté, admitiendo la realidad.

—Visualizo esto... invertiré todo en ustedes, mi tiempo y el presupuesto que me han dado. Tengo la esperanza de tener el permiso de la editorial... después de todo, ellos se contactaron con Valentín, y bueno —dijo con una risita—, el dueño es mi amigo. Necesito que ambos sean profesionales en esto. Hoy mismo informaré de esto a las personas correspondientes. —Miró su reloj—. Son las nueve. Perfecto.

—Entonces la novela es ahora de los dos —murmuré. Me sentí con un peso menos, y a la vez presentí cómo la vida se me complicaba. Era oficial: con Mads estábamos amarrados hasta que la novela terminare.

Y sinceramente, cada día era más difícil.

—Sí. Maddie te voy a llamar en la tarde para que veamos el contrato. Quiero que te quedes unos minutos ahora para que conversemos sobre los términos que te ofreceré. Si todo sale bien, mañana la foto de ustedes estará en el Instagram de la editorial. Y ustedes oficialmente se convertirán en los escritores de la novela juvenil del momento. ¿Están listos para eso? Y necesito que mañana a primera hora estén aquí para grabar un video.

Mañana es mi cumpleaños. Fai me va a matar si me paso todo el día con Mads.

—¿Tan rápido? Yo...

—Valentín...—Ally ladeó la cabeza. Me encogí de hombros.

—¿Qué tipo de video quieres grabar? —preguntó, Mads.

—No lo sé, lo planeará el equipo de marketing. —Se puso se pie, y cogió su celular—. Todos tendremos mucho trabajo hoy... —agregó con emoción—, ¿están listos para lo que se viene?

Con Mads nos miramos.

—Yo estoy lista —murmuró ella, sacándome la lengua.

Le cerré un ojo a Ally.

—Todo listo —afirmé, con la imagen de Fai cruzándose por mi mente. Me puse de pie para dejarlas sola, pero antes de salir, Ally me llamó.

—Despejen sus agendas para el último fin de semana del mes.

Eso es en dos semanas.

—¿Por qué? —pregunté, temiendo la respuesta.

—Porque irán de viaje. —Al ver que ambos teníamos una expresión de estupefacción en la cara, Ally arrugó la frente—. Por supuesto, Valentín, ¿ya se te había olvidado que irías? Claro... ahora son ustedes dos. Mañana haré la agenda de esos días. Probablemente iremos al sur de Chile.

Tragué saliva.

Bajé por el ascensor con la adrenalina corriendo por mi cuerpo y los pensamientos atacándome. Me permití por primera vez en una semana, pensar realmente en Mads y ese beso. Y saqué la primera conclusión: lo que sentía por ella no podía tomarlo a la ligera porque desde que se había subido al coche en la mañana, mi pecho se había acelerado.

Y tomé una decisión repentina: preguntarle si ella sentía lo mismo.

Tenía sensaciones encontradas, me sentía mal por Fai, pero a la vez, tenía asumir de una vez por todas, que Mads me gustaba.

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AHHHHHH QUÉ LE VA A DECIR MADDIE ¡Dios mío!

¿Qué les parece? Ahora ya el mundo se enterará de que el libro es escrito por los dosss.

Muack! Nos vemos <3

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