UN PASO MÁS

UN PASO MÁS

La familia llego a su mansión junto con el peliblanco, salieron de la limusina y entraron al hogar. Michael y Tatchel ordenaron las respectivas comidas para poder celebrar la victoria de su hija y del peliblanco. Rachel subió a su habitación para darse una ducha, mientras que Lincoln decidió ir a la cocina de la mansión para ver que estaban preparando.

"Siento interrumpir, pero me interesa saber qué es lo que están cocinando." Dijo Lincoln.

"Oh, no te preocupes amigo, de todos modos, necesitamos un catador." Dijo una mujer de cabello rojo.

El peliblanco vio los platillos, y le sorprendía ver que era comida que podías ver en cualquier hogar, no era algo tan elegante, pero hecho con todo el cariño posible.

Lincoln se acercó a una olla que contenía fideos a punto de hervir. Tomo unas piscas de sal y un diente de ajo y tomo unos tomates, unas cuantas especias y queso para preparar la salsa.

Luego de unos minutos la cena estaba lista para la familia River y el peliblanco. Michelle había llegado luego de sus prácticas de golf y de violín, y fue a cambiarse en su habitación. Ambas chicas salieron de su habitación.

"Hermanita, me entere que ganaste en una competencia académica importante. Felicidades." Felicito Michelle sacudiéndole la cabeza.

"Gracias Michelle, solo no sacudas mi cabello." Dijo la pelinegra mientras acomodaba su peinado.

"¿Y cómo van las cosas con Lincoln?" Pregunto la mayor.

"Bien, todo normal con él. Lo que sorprende es que ahora se le ve más confiado y seguro para responder." Comento Rachel.

"Es un buen paso para él, recuerdo que dijo que aún no tenía una meta definida, es bueno que ahora vaya sus sueños." Dijo Michelle.

"(Pero cuando me defendió...)" Pensaba la pelinegra, pero su hermana rápidamente la saco de sus pensamientos.

"Rachel..." Decía Michelle, pero pronto se dio cuenta de algo. "Sigues pensando en Lincoln verdad." Dijo una sonrisa traviesa.

"Michelle, no es pienses en esas cosas, y ya te lo he dicho muchas veces, tampoco es que esté interesada en salir con alguien." Respondió La pelinegra.

"Oh vamos hermanita, el amor no es ninguna ciencia, el chico perfecto será el que te cautivará y hará de todo por protegerte. Y una vez que caigas en eso, el corazón será quien manda y se sobrepone a lo que pienses de los chicos." Dijo Michelle con tono burlón.

"Como si fuera cierto que con solo ver una persona provocara que encariñes con ella." Dijo Rachel algo molesta.

"Por algo existe el amor a primera vista hermanita, sé que eres muy joven para entenderlo, pero todo llegara a su momento." Comento la mayor.

Llegaron al comedor al igual que sus padres, viendo el festín de platos que había en la mesa.

"Wow Audrey, esto se ve delicioso." Dijo Tatchel con el aroma de los platillos.

"Bueno, siéndoles honesta, el chico de pelo blanco quiso ayudarme con la cena, me ayudo a preparar la pasta y el filete. Ese chico es bueno en la cocina." Comento la cocinera.

Lincoln salió de la cocina con unos platos para servir la cena.

"Quise ayudarla un poco, así que también prepare algo para celebrar nuestra victoria como los mejores en la escuela, espero que les guste." Dijo el peliblanco.

"Lincoln, no debiste tomarte la molestia de hacer esto." Dijo Michelle con sorpresa.

"Descuiden, vamos, sírvanse antes de que enfríe." Dijo Lincoln.

La familia River probo los platillos que el peliblanco había preparado. Su sorpresa fue grata al recibir el sabor que liberaba tanto la pasta como el filete, incluso se podía notar la fragancia que invadió sus paladares.

"Es delicioso." Dijo Michelle.

"Te quedo muy bien Lincoln, no sabía que eras buen cocinero." Dijo Tatchel.

"Esta excelente." Dijo Michael.

"Nunca probé algo como esto, está muy rico." Dijo Rachel.

"Gracias." Agradeció el peliblanco, probo el platillo. "Aún le falta."

Siguieron con la cena tranquilamente, mientras la plática se hacía presente en la mesa para la familia River y el peliblanco.

"Y eso fue lo que paso ayer, viendo que tengo algo de tiempo libre, me gustaría poder encontrar algo que me guste. De vez en cuando pruebo recetas y trato de mejorar algunos pasos." Dijo Lincoln.

"Excelente." Dijo Michelle.

"Es bueno ver que pronto vas encontrando tu vocación." Dijo Tatchel.

"Bueno, no soy la gran cosa, todavía me falta mucho por aprender." Dijo Lincoln.

"Además, debemos felicitarlos por su victoria en el concurso." Dijo Michael.

"Hubo una preparación, además de que Rachel fue parte fundamental para ganar, por no decir que ella fue quien nos dio la victoria." Dijo Lincoln mirando a la pelinegra.

"Bueno... no es que hiciera gran cosa, después de todo necesite mucha ayuda." Dijo Rachel algo avergonzada.

"Estuviste increíble hija, estamos orgullosos de ti." Dijo Tatchel.

"Tu desempeño ha mejorado, me alegra que te esfuerces por ser la mejor." Dijo Michael.

"Emm... Bueno... Creo que nunca había sentido recibir estos reconocimientos... y la verdad no estuvo mal." Respondió la pelinegra tratando de decir las palabras correctas.

"El sentimiento es mutuo, incluso puede sentirse extraño en ocasiones, pero a la vez uno se siente bien por ser reconocido." Dijo Lincoln.

"Me quitaste las palabras de la boca, y me sentí mejor cuando pude poner a Karen Park en su lugar." Dijo Rachel.

"Veo que tú y ella no se llevan nada bien." Dijo Lincoln.

"¿Te parece? Digamos que tuvimos nuestras diferencias en el pasado, y desde entonces he tenido ganas de romperle la cara cuando tenga la oportunidad." Dijo Rachel con un poquito de enojo.

La cena termino y las chicas se fueron a sus habitaciones mientras que Lincoln era atendido por Michael y Tatchel.

"Te felicito Lincoln, lograste preparar muy bien a mi hija para que ganara el premio." Dijo Michael.

"Solo cumplo con mi parte del trato. Además de que no me molesta ayudarla." Dijo Lincoln.

"Nos alegra escuchar eso, por cierto, ¿Cómo van las cosas con tu familia?" Pregunto Tatchel.

"Siguen iguales, aunque ahora los sobrellevo ante su favoritismo con mis hermanas. No les doy mucha importancia, por eso estuve practicando con recetas." Dijo Lincoln.

"¿No crees que podían sospechar? Pregunto Michael.

"Si me preocupara porque ellas me fueran a arruinar algo, jamás haría nada. Y por más planes que formen en mi contra, la verdad es son algo despistadas para considerar los detalles. Y como se los comente, necesito que firmen el permiso para que pueda entrenar en el gimnasio." Dijo Lincoln sacando un papel.

"Muy bien." Dijo Michael, y tanto el cómo Tatchel firmaron los papeles.

"Aquí tienes Lincoln." Le entregaron el papel.

"Gracias. No sé si ustedes notaron esto, pero al parecer Rachel se sintió feliz de que estuvieran con ella en el evento." Dijo Lincoln. "Miren, yo sé que les importa mucho el futuro de Rachel, pero tengan en cuenta que los lujos no hacen a una persona feliz, y lo que ella necesita, es que ustedes la apoyen. Tomen de ejemplo mi familia, para mí no hay apoyo, pero trato de que eso me fortalezca, ella a diferencia de mí, tiene a padres que se preocupan por ella, y mientras más la apoyen vean lo que realmente necesita, ella lo valorara."

"A veces eres bastante maduro para ser alguien de tu edad." Dijo Tatchel.

"Pasar mis mejores tiempos con alguien retirado de la guerra te enseña muchas cosas." Dijo Lincoln y se levantó con dirección a la vida, mirando la noche. "Si les soy honesto, no todo fue malo para mi en mi vida.

Desde que tengo memoria, mi familia me quería, y cuando era un bebe, claramente era el centro de atención para ellos, mis hermanas me querían y me veían como su hermano, y ni qué decir de mis padres, todo era bueno en esos tiempos, mi abuelo solía visitarnos muy a menudo. Los ratos eran increíbles al igual que a cuidar de las demás, nos contaba historias de su vida, los almuerzos eran increíbles, y había juegos sin parar.

Pero... Desde que el abuelo murió. De ahí todo se vino para abajo. El me defendía en muchas cosas cuando empecé a recibir ese trato. Y al no estar más, solo empeoro las cosas, mis padres se distanciaron de mí, fui obligado a ceder a sus caprichos y a los de las demás. Y por no decir que el odio de mis hermanas aumento a tal grado de dejarme en estados críticos como el que me vieron ese día.

De haber sabido que eso me pasaría, me hubiera ido con él en ese momento, o me hubiera ido a un orfanato, se que no son tan buenos, pero al menos no estaría tan molido como luego esas locas me dejan." Contaba mientras cerraba sus ojos.

Los señores River miraron al peliblanco con un poco de preocupación. Sin duda era un chico que no podía dormir tranquilo sin que alguien venga de la nada a atacarlo, y sintieron un poco de lastima y tristeza por él. En todo este tiempo que lo conocen, bien podía ser un chico tranquilo y cariñoso con su familia, pero desgraciadamente, le tenía que tocar a un montón de salvajes por familia.

Se levantaron y fueron con él, Tatchel tenía lo indicado por decirle mientras le tocaba el hombro.

"Se que debe ser duro para ti. Ciertamente tu no mereces vivir esto, tu deberías estar ahora en tu casa, viviendo tranquilo, sabiendo que tu familia estará para cubrirte las espaldas. Y sabes una cosa, si ellos creen que eres un perdedor sin remedio y para tus padres no existes, déjame decirte que ellos no ven lo increíble que eres como persona, y que deberían de sentirse afortunados de tenerte como su hermano e hijo." Dijo Tatchel.

"Y no te preocupes por ellos. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, y admito que eres un chico que no se rinde tan fácil. Y admiro tu perseverancia, otro en tu lugar ya se hubiera dado por vencido." Dijo Michael.

"Sabemos que no tendrás el apoyo de aquellos que llamas familia, pero puedes contar con nosotros en lo que necesites. Después de todo eres un gran chico." Dijo Tatchel acariciaba su cabello.

El chico nuevamente abrió los ojos y vio sinceridad en sus miradas y sus palabras, pocas veces sentía algo de apego y valoración hacia su persona. Solo pudo formar una pequeña sonrisa ante eso, viéndolo bien, no todo estaba perdido.

"Gracias, realmente significa mucho." Agradeció el peliblanco.

"Oye, en una semana habrá un evento importante para las personas de negocios. Y nos gustaría que fueras como nuestro invitado." Le propuso el pelinegro.

"Claro, me encantaría." Acepto el peliblanco.

"Excelente, la reunión será el jueves en la noche, y primero te llevaremos a comprar algo de ropa y luego de prepararte, iremos." Dijo Michael.

"Claro. Bien señor Michael y señorita Tatchel, debo retirarme, si tengo suerte ellos no habrán notado mi ausencia." Dijo Lincoln.

"Está bien Lincoln, y no es necesaria tanta formalidad." Dijo Tatchel.

"Los modales hacen al hombre ¿No? Y tampoco es molestia para mí. En fin, nos vemos." Dijo Lincoln y partió en su bicicleta.

"Así debe comportarse un caballero." Dijo Tatchel.

"Exactamente. Vamos Tatchel, debemos descansar para estar listos en el trabajo mañana." Dijo Michael.

Mientras ellos se iban a descansar en sus habitaciones, en la habitación de Rachel, esta misma se encontraba leyendo un libro en su cama. Aunque luego de la cena, no podía evitar pensar en Lincoln.

"(Sus palabras...)" Pensaba la pelinegra mientras los recuerdos llegaban.

(Mas que eso, has sido una gran amiga, y me has apoyado cuando lo necesito. Y es justo que haga lo mismo por ti. Después de todo, eso es lo que hacen los amigos.)

"(Se que dijo que somos amigos, pero cuando me defendió, es como si algo golpeara en mí. Nunca había sentido algo como esto en mi vida. Es extraño tener esta sensación, simplemente no sé cómo describirla.

Desde que me junte con Lincoln, no puedo evitar sentir estas cosas, siento que hay algo más en él que lo he podido presenciar, algo que me motiva a hacer bien las cosas.

Y cuando puso su sonrisa mientras mis padres me felicitaban... creo... creo que fue algo nuevo para mí. Recibir sus felicitaciones no es algo que yo haya logrado alguna vez, siempre eran regaños, discusiones, peleas cuando eran estos temas, pero ahora que obtuve este triunfo y ver sus expresiones de orgullo... debo decir... que fue excelente... y... quizá Lincoln y Sayaka tienen razón... no son tan malos como pensé.)" Pensó La pelinegra con una sonrisa.

Ahora centrándonos en el peliblanco, este llego a su casa y guardando su bicicleta, entro a la residencia. Noto que las demás estaban mirando el barco de los sueños al igual que sus padres, sin percatarse del que el peliblanco había llegado. Subió las escaleras y se dirigió a su habitación.

"(Menos mal que eso las mantendrá ocupadas hasta que acabe la noche.)" Pensó el chico albino.

Iba a entrar a la habitación, pero fue detenido. "(Diablos, y yo pensé que tendría una noche tranquila.)" Pensó.

"¿Qué quieres Linka?" Pregunto el peliblanco de mala manera.

Volteo a ver, y se había equivocado, no era la peliblanca, era Luan quien lo había detenido.

"Veo que aun te falta tener el poder de ver quién está detrás de ti Lincoln." Dijo La comediante.

"¿Qué quieres Luan? No estoy de humor para cumplir caprichos ahora." Dijo Lincoln con molestia.

"No es nada de eso, quería preguntarte donde estuviste todo el día." Dijo Luan.

"Estuve con unos amigos. Espero haber respondido a tu pregunta." Respondió el peliblanco y estaba a punto de entrar, pero nuevamente la comediante lo detuvo.

"Momentito. Y si solo fue una salida normal, entonces porque tienes una medalla en tu cuello." Comento la castaña.

"No es algo que te incumba. Además, ¿Por qué tanto interés en mí? Desde cuando quieres saber dónde estoy, o que es lo que hago. Pensé que preferirías estar con las demás." Dijo Lincoln con sospechas.

"Solo quería saber, luego de la discusión que tuviste con papa, quería ver como estabas, pero veo que te molesta que uno este al tanto de ti." Dijo Luan.

"¿Ahora te importo? Que yo sepa nunca les importe fuera de cumplir sus caprichos, o que, ¿Será que no puedes mantener el negocio tu sola? ¿O será que las demás no pueden hacer nada sin mí?" Decía Lincoln enojado.

"Ese no es el tema Lincoln, la razón era que quería hablar contigo sobre la actitud que has estado tomando." Dijo Luan.

"No hablemos de actitud porque sales perdiendo Luan, no me vengas con tu hipocresía de que así no me debo de comportar porque ustedes me han hecho cosas peores para salirse con la suya." Dijo Lincoln.

"Solo déjame explicarte Lincoln. Mira, te entiendo que estés actuando así, sé que no he sido justa contigo estos años, y he tratado de no tomar partido en esto, pero..." Decía la castaña.

"No me digas nada Luan, no quieras actuar de esa manera conmigo luego de las veces que me hiciste daño, o acaso ya olvidaste lo que me dijiste aquella vez. Con eso dejaste todo claro, dejando ver que todo lo que pasamos, no significo nada para ti. (Suspiro) Si de verdad te importe alguna vez, solo déjame solo." Dijo Lincoln y entro a su habitación.

Luan solo pudo soltar un suspiro de pesadez y se retiró a su habitación. Lincoln se acostó en su cama. Trato de no pensar en lo que acaba de pasar y poder despejar su mente. Aunque nuevamente lo ocurrido con Rachel, acaparaba sus pensamientos.

"(Hoy sí que fue un buen día. Me alegra que Rachel este feliz por la victoria. Ella sí que es una niña muy especial, me siento afortunado de que ella sea mi amiga. No lo diré porque sea por el acuerdo entre sus padres, sino porque ella junto con Sayaka son las únicas personas que me valoran.

Me sorprende ver la actitud de los padres de Rachel, pero creo que solo es lastima por ver mi situación.

Dejando eso de lado, cuando estoy con Rachel, es como si algo saliera dentro de mí que hace que quiera estar con ella siempre. Y cuando la defendí, no es algo que podría explicar, pero mi corazón me decía que debía de intervenir, que no podía dejar que esa mocosa la molestara. Además de que es gracias a ella que pude dar el primer paso a ver por mi futuro.)" Pensó el peliblanco.

Ahora teniendo a ambos en sus pensamientos.

"(Lincoln tiene razón... debo confiar en ellos... solo se preocupan por mi... yo voy a esforzarme.)" Pensó La pelinegra.

"(Rachel siempre me ha apoyado, y es momento de que yo de mi parte y comience a pulir mis habilidades.)" Pensó el peliblanco.

"(Lo hare... por Lincoln.)" Pensó Rachel.

"(Lo hare... por Rachel.)" Pensó Lincoln.

Finalmente pudieron descansar luego de lo hoy. Ellos aún no saben que es exactamente qué es lo que sienten, pero aún es muy pronto como para tomar acciones apresuradas, ambos aún tienen mucho camino por recorrer. ¿Qué les depara en el futuro?

Llego el sábado, dando paso a un nuevo día, Lincoln, Rachel y Sayaka se estaban preparando para salir un rato de casa y aprovechar el día libre. Se encontraron en el parque y fueron al arcade.

Comenzaron a con juegos diferentes para poder calentar para sus enfrentamientos. Todo estaba bien con ellos, hasta que unas cuantas personas entraron al lugar. Entraron con una cara de pocos amigos, y estaban arremetiendo con quienes estaban el lugar.

"Aun lado perdedores."

El trio ya sabía de quienes se trataban, no podían evitar una cara de molestia, pero decidieron prestarle atención a las maquinas. El grupo seguía empujando a los demás, y uno de ellos cayó encima de Sayaka.

"Lo siento." Dijo un chico de cabello naranja, playera verde con una barra horizontal de un verde más oscuro y shorts marrón claro.

"Descuida fue ese tonto que..." Decía Sayaka, pero dejo de hablar cuando ella y el chico se miraron.

Ambos se miraron por unos pocos segundos, y el chico se levantó y ayudo a la pelo azul a levantarse.

"Lo siento por la caída." Dijo el chico un poco sonrojado y mirando hacia otro lado.

"Oh, descuida, no fue tu culpa." Dijo Sayaka también sonrojada.

"¿Estas bien Saya?" Pregunto el peliblanco.

"Si, estoy bien, esos patanes provocaron que nosotros cayéramos." Respondió Sayaka.

"¿Tu qué haces aquí Loud?" Dijo un chico acercándose a los demás.

"Nada que te importe Chandler." Dijo Lincoln.

"Me importa porque este es mi territorio, y no acepto a perdedores como tu en mi lugar." Dijo Chandler.

"Es un país libre, y podemos venir cuando se nos plazca. Y no nos importa lo que diga un idiota como tú." Dijo Lincoln.

"¿Te crees mucho? ¿Entonces porque no peleamos?" Pregunto el pelirrojo con enojo.

"No tengo ningún problema con eso riqui ricon." Dijo Lincoln estando cara a cara.

Ambos estaban a punto de entrar a los golpes, pero fueron detenidos por sus respectivos acompañantes.

"Tranquilo Lincoln, no vale la pena meterse con él." Dijo Rachel.

"Mejor hazle caso a la apática, no tienes la fuerza para vencerme, y ninguno de los perdedores que está contigo, y menos la estúpida de River." Dijo Chandler con burla.

Rachel ante eso, su enojo rápidamente se prendió y fue a verlo cara a cara. "Si tienes algo que decirme, dímelo a la cara idiota."

Antes de que pudiera responder, el peliblanco quien logro soltarse se le abalanzó y comenzó a golpearlo con furia, una que no se había visto en él antes.

"NO TE ATREVAS A INSULTAR A RACHEL Y A MIS AMIGOS ESTUPIDO." Gritaba Lincoln con furia.

Nuevamente Rachel, Sayaka y el chico sujetaron al peliblanco y apartarlo del pelirrojo.

"Tranquilo amigo, no pierdas la calma con él." Dijo el chico de cabello naranja.

"Miren quien tenemos aquí, no pensé que te fueras a juntar con estos tontos Liam, tan solo estas para estar con alguien como para recurrir a ellos." Dijo otro chico de cabello naranja.

"Mis asuntos no son tu problema Rusty, ¿Y que tendría de malo? Después de estar con ustedes, me di cuenta de que solo son un montón de idiotas que necesitan molestar a alguien para no aburrirse con sus tristes y miserables vidas." Respondió Liam.

Rusty miro a Sayaka. "Y porque defiendes a ese patético cuando puedes estar conmigo."

Antes de que Sayaka pudiera responder, Liam se le adelanto. "Ella no merece estar con un patán que apenas puede entablar una conversación con una mujer mayor."

"Mira Chandler, si te crees el dueño del lugar, entonces porque no hacemos esto más interesante. Trata de vencernos en los juegos. Si ganas, no volveremos al arcade, y si ganamos, no pondrás tu estúpida cara aquí." Propuso el peliblanco.

"Hecho Loud. Me encargare de trapear el piso contigo." Dijo Chandler.

Ambos seguían con las expresiones de enojo, pero ya habían dejado la tentativa de pelear, y los demás solo guardaban las espaldas de los dos.

CONTINUARA...

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