HORA DE LOS NEGOCIOS
HORA DE LOS NEGOCIOS
Lincoln lentamente abría los ojos y recuperaba la consciencia, miraba un poco de su alrededor donde noto que todo estaba oscuro, trato de levantarse, pero el dolor se lo impedía.
"Ay, mi cabeza." Dijo Lincoln mientras llevaba su mano a dicho lugar.
"Despertaste."
"¿Quién eres tú?" Pregunto el peliblanco a no reconocer la voz.
Esa persona encendió la luz, relevando que era una mujer de cabellos de tono gris al igual que sus ojos, y vestía de oliva oscuro.
"Tranquilo chico, no te voy a ser nada malo. Me llamo Yuki Tadokoro. Mi hija te encontró en el parque con esas heridas. Megumi ¿Puedes venir?"
Llamo la mujer, y en eso, entro una niña de la misma edad de Lincoln, tenía el cabello azul oscuro envuelto en un par de trenzas alrededor de su cuello, que vestía de un suéter gris y falda rosa, con algo de timidez y que se ocultaba detrás de su madre.
"¿Tu eres la que me ayudo en el parque?" Pregunto Lincoln.
"S-sí, estaba paseando por el parque, y te vi inconsciente en el suelo. T-te traje aquí para poder curar tus heridas." Dijo La chica.
"Gracias, en verdad te lo agradezco." Dijo Lincoln. "¿Cómo te llamas?"
"M-me llamo Megumi Tadokoro, ¿Tu cómo te llamas?" Pregunto.
"Lincoln Loud, un gusto de conocerlas." Dijo el peliblanco.
"Oye Lincoln, nos puedes decir cómo es que terminaste en ese estado." Pregunto Yuki al peliblanco.
Lincoln al escuchar la pregunta, automáticamente el silencio predomino en el cuarto, que este, desviara la mirada. Pensó muy bien en lo que iba a decir el peliblanco, que fuera lo suficientemente creíble como para que ambas mujeres le creyeran.
"Tuve una pelea con un bravucón... digamos que llevo a mucha gente consigo... y ellos me dieron una paliza y me dejaron en este estado. Disculpen las molestias." Dijo Lincoln.
"No hay problema Lincoln, pero ¿Sabes quienes te hicieron eso?" Pregunto Megumi.
"Ellos me atacaron por sorpresa, y no me dejaron presenciar mucho ya que también traían capuchas." Dijo Lincoln. "¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?"
"Como por 3 horas, deberíamos de llamar a tus padres para asegurarnos que..." Decía la señora, pero el albino la interrumpió.
"NO. No por ahora mis padres no se encuentran por ahora, están en un viaje de negocios, la verdad es que no quiero molestarlos." Dijo Lincoln tratando de levantarse, aunque le costaba hacerlo.
"No te levantes bruscamente, aun necesitas recuperarte, tus heridas son duras, me sorprende que no tengas huesos rotos o una contusión." Decía la mujer ayudando al peliblanco a sentarse.
"(A veces me pregunto cómo es que sigo vivo.) Lo sé, nunca pensé que me dejaran en este estado." Dijo Lincoln. "Una vez más, disculpen las molestias, me avergüenza un poco que me hayan encontrado de esta manera."
"Descuida, nunca está de más ayudar a los demás. Megumi, crees que puedas preparar algo para el chico." Dijo Yuki.
"No es necesario señora Tadokoro, lo mejor será que regrese a casa y..." Decía Lincoln.
"Oh no te preocupes, viendo tu estado es obvio que necesitas comer y recuperar tu energía." Dijo Megumi con una sonrisa enorme.
"Pero..."
"Tu tranquilo lo que necesitas es energía, y tengo algo que te va a ayudar, así que no intentes negarte. Solo necesito 11 minutos." Dijo La chica mientras sacudía un poco al peliblanco y al soltarlo provoco que él se cayera de la cama, e iba a la cocina con una oscura que la rodeaba.
"Nunca intentes rechazar la comida de mi hija, porque ese será el resultado." Dijo Yuki con una sonrisa.
"Porque estas cosas me pasan a mí." Dijo Lincoln en el suelo.
Cambiando de escena, se nos muestra a Lincoln en la mesa junto con la señora Yuki conversando más que nada por las heridas del peliblanco y que recordara algo que pudiera ser de ayuda. Lincoln solo dijo lo necesario como para que no sospecharan.
En la mente del peliblanco, surgía un debate en su cabeza sobre lo que iba a hacer con ellas. No era que quería la venganza, pero sí que pagaran por sus acciones, por así decirlo, buscaba justicia.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Megumi con el plato servido de lo que parecía ser un ramen que incluía muchos vegetales en variedad.
Lincoln probo el platillo, sintiendo como el sabor invadía su boca de una manera tan relajante que el estrés del peliblanco se iba desvaneciendo.
"Que relajante, nunca había probado algo tan delicioso y que me relajara tanto, esto puede darle paz al alma de cualquier persona." Dijo Lincoln.
"Me alegra que te gustara. Oye, siento que te conozco de algún lado, aunque no logro recordar." Dijo Megumi.
"Déjame adivinar, el concurso de talentos de la primaria Royal Woods." Dijo Lincoln.
"Creo que si... Oh, eres el chico que conmovió a mucha gente con esa melodía, he oído eso, aunque también dicen mucho de tu familia, y por tu apellido puedo decir que son parientes." Dijo La chica de cabellos azules.
"Si (Desgraciadamente.) se puede decir que somos familia. Debo decir que son todas unas personajes... cuando están con la gente." Dijo Lincoln.
"No es por ser mala u ofender Lincoln, pero veo que no son muy amigables con sus competidores, más la deportista y la golfista." Dijo Megumi.
"No te equivocas del todo Megumi, pueden ser un poco arrogantes y presumidas. Pero asegúrate de no decírselos a la cara, digamos que no toleran muy bien las críticas." Dijo Lincoln.
"Ya veo, lo bueno que no eres pariente cercano de ellas como para vivir el mismo techo, al ser una gran cantidad, podría ser desastroso." Dijo Megumi en tono burlón.
"Si... Claro." Respondió el albino de la misma manera, mientras que lloraba internamente.
Las conversaciones siguieron entre Lincoln y las dos chicas en lo que el peliblanco seguía comiendo lo que Megumi le había preparado. Al terminar y de ver la hora que marcaban las ocho y media, sabía que tarde o temprano tenía que regresar a lo que supuestamente llamaba hogar. Tendría que caminar ya que las chicas se llevaron su bicicleta, aunque eso le permitiría poder pensar sobre lo que sucedió.
Se levantaron de la mesa y agradeció a las chicas y se despidió de ellas y comenzó a caminar, lo hacía de manera normal, pero se notaba que aún seguía lastimado por la paliza recibida.
Vio un banco y aprovecho para sentarse y respirar un poco. "De verdad que esas niñas me mataran un día. No entiendo porque son así conmigo, no recuerdo haber hecho algo malo como para que me odien así." Dijo el peliblanco mientras su brazo sostenía su estomago.
Busco en su bolsillo, y vio que aún tenía su celular en buen estado y también había sacado la tarjeta del señor River.
Aún tenía el dilema de hacerlo o no, por un lado, podía aceptar y las cosas mejorarían drásticamente para él, sin mencionar que ayudaría a una amiga en proceso a superarse. Por otro lado, no aceptaría y que las cosas sigan igual, pero la diferencia es que no estaría engañando a Rachel, aunque los modos de poder crecer se vieran reducidos por las interferencias de las chicas.
Personalmente ya estaba harto, recordó todas las veces que fue castigado por culpa de las chicas, recordó todo el dolor emocional que le causaron, recordó todas las palizas que recibió, recordó... aquella persona que... perdió por su culpa y arruinando un único recuerdo que tenía.
La ira y el dolor se hicieron más grandes cada vez que recordó todo el daño que le hicieron al peliblanco, y más que sus padres no hacían nada para hacerlas entender, sino que cada vez, alimentaban esas personalidades de cada una de ellas, inclusive Lily estaba cayendo en el mismo juego pese a ser una menor.
Él quería un cambio, y ahora... estaba dispuesto a obtenerlo por las buenas o... por las malas. Ya era hora de forjar, un nuevo yo, en el, alguien que no podrían pisotear y humillar.
Sin dudar marco al número de la tarjeta y espero que contestaran.
"¿Hola?"
"Soy Lincoln... Estoy interesado en el trato." Dijo El peliblanco.
"Sabía que nos entenderíamos bien Lincoln Loud." Dijo Michael.
"Necesito que Rachel no esté en la mansión, había quedado con ella para salir, pero hubo un inconveniente que pienso discutir con ustedes." Comento el peliblanco.
"Bien, mañana habrá un evento entre unos socios, así que le pediré a Michelle y a Rachel que vayan a representarnos. Una limosina te recogerá en el parque mañana a las 8 AM." Dijo Michael.
"Está bien. Los veré mañana." Dijo Lincoln.
"Lincoln. Déjame decirle que tomaste una buena elección, veras que esto nos beneficiara a todos, tu tendrás un futuro asegurado, y yo tendré a una heredera digna." Dijo Michael.
"Okey. Los veo mañana." Dijo el peliblanco y colgó la llamada.
Se levanto del banco y prosiguió a continuar con su trayecto a casa, por fortuna y conociendo a sus padres, no notaran que el no estuvo en este tiempo.
Ahora pasaremos a la mansión River, donde en el despacho, estaban Michael y Tatchel con rostros de satisfacción y victoria ante lo transcurrido.
"Lo hemos conseguido. Lincoln vendrá mañana a cerrar el trato." Dijo Michael.
"Excelente, sabía que recapacitaría si quería cambiar las cosas, ahora solo debemos asegurarnos que cumpla su palabra en su totalidad." Dijo Tatchel.
"Y tengo un trato que él no podrá rechazar e incumplir en ningún momento. Y creo tener lo necesario." Dijo Michael.
Al día siguiente, vemos a Lincoln levantándose de la cama con dificultad, todavía seguía adolorido por lo de ayer, por lo menos las vendas y algunas curaciones que Tadokoro le había puesto, ayudaban a que el dolor no fuera tan severo. Se dio una ducha, para calmarse un poco. El reloj marcaba las 7 de la mañana cuando el peliblanco salió del baño para cambiarse y por lo menos desayunar algo sin que nadie se diera cuenta.
Por fortuna nadie escucho nada, y el peliblanco salió de la casa, esta vez tomando su bicicleta, fue al lugar acordado. Viendo que aún le quedaba unos minutos de que llegaran, aprovecho para sentarse en la banca y relajarse un poco.
"(Suspiro) Como gustaría que mi vida fuera así de tranquila como las mañanas por aquí. Saben, desde que tengo memoria, pocas ocasiones he tenido estos momentos, sé que ustedes dirán que una vida con tantas personas alrededor es fácil. Pues déjenme decirles que no lo es...
Y más sabiendo los demonios con los que tengo que lidiar en mi vida...
De hecho, tengo pensado que cuando cumpla la mayoría de edad, me iré de la casa... al menos para eso no tendré dificultades en acceder a un servicio. Ahora que los señores River me ayuden con el ingreso, no habrá tanto problema...
Y ahora que lo pienso... esto no perjudicara a nadie, Rachel necesitara de mi ayuda para que crezca profesionalmente, y los señores River la necesitan, ciertamente será ayudarme a ayudarlos.
Ellas... Ellas... Ellas, entenderán por las buenas o por las malas.
Un bocinazo llamo la atención del peliblanco, vio que era una limosina negra, la ventana bajo y se revelo a Drake haciendo una señal para que Lincoln se subiera, cosa que hizo y partieron a su próximo destino.
El chofer miro a Lincoln quien aún seguía en pésimas condiciones. La sorpresa era evidente, y se preguntaba que era lo que paso con el peliblanco, obviamente no iba a preguntar, más por la cara de seriedad que traía el peliblanco que estaba mirando por la ventana.
Lincoln por supuesto estaba en sus propios pensamientos, tenía una cara de seriedad y los ojos entrecerrados, lo que menos quería era hacer contacto visual con alguien hasta que llegaran. Pese a que se veía un poco arreglado con su peinado y sus ropas, las vendas en sus brazos y manos y ciertos moretones llamaban la atención, por no decir que bastante.
Bueno, ese sería un asunto a discutir con los señores River.
Llegando a su destino, Lincoln bajo del auto y los demás trabajadores lo llevaron al despacho de los señores River.
Entro y los demás se aseguraron de que nadie se acercara y de cerrar todo hasta que ellos terminaran.
El par de sillas dio la vuelta, revelando a Michael y Tatchel. "Toma asiento Lincoln." Dijo el pelinegro.
El peliblanco obedeció y tomo asiento. Miraron al peliblanco con detenimiento, y vaya sorpresa que se llevaron al verlo en ese estado.
"Por favor, no pregunten, eso lo hablaremos más adelante." Se adelanto el chico.
"Bien. Lincoln, sabes perfectamente que es lo que nos reúne hoy. No te preocupes por Rachel y Michelle, ellas estarán fuera hasta la tarde. Así que esto podremos hablarlo con calma." Dijo Michael.
"Entiendo. Entonces, ¿Cómo serán los términos?" Pregunto Lincoln.
"Esto es lo que necesitamos de ti Lincoln. Como sabes, Rachel se ha negado a continuar con las profesiones familiares, a Michelle le explicamos la situación y comprendió nuestras razones y acepto seguir el mando de mi marca de cosméticos.
Viendo que hemos intentado todo para que ella reaccionara, tú eres nuestra última opción viendo la relación que tienes con mi hija, estoy segura de que te escuchara. Yendo al grano, queremos que tu guíes a Rachel a que se supere y vea la importancia de lo que es esto para nosotros." Dijo Tatchel.
"En si debes de cumplir con estas cosas, 1- Que Rachel mejore en sus notas, 2- Que deje ese comportamiento rebelde, 3- Que vaya entendiendo el valor de ser una River y 4- Al igual que tu junto con ella, asegúrate de que tengan buenas compañías para que no haya problemas.
De cumplir con eso, negociaremos lo que recibirás a cambio." Dijo El pelinegro.
"Antes de llegar a eso, tenemos que ver el problema mayor." Dijo Lincoln.
"¿Cuál es?" Pregunto Tatchel.
"Me imagino que ya conocen a mi familia, sabiendo lo que me dijeron la primera vez, sabrán que pueden convertirse en un problema si llegaran a descubrirlo. Obviamente seré cauteloso, pero necesitamos idear algo para que no puedan hacer nada." Dijo Lincoln.
"Comprendo, podemos hacer nuestras reuniones como lo estamos haciendo ahora, y cuando tengamos que recibir mensajes, te daremos un teléfono para estar en contacto, solo asegúrate de que no lo encuentren." Dijo Michael.
"Bien, esto lo recalco porque viendo mi estado, no podemos permitir ningún error que nos pueda costar todo. Tuve suerte en no tener heridas más graves a causa de ellas, de milagro no fui a dar al hospital, aunque no es la primera vez que recibo esto." Dijo Lincoln.
Los señores River se miraron un poco preocupados por eso, ya que el peliblanco de verdad que no tenía nada de seguridad y protección en su familia, y todavía sabiendo que son ellos mismos que dejan al pobre chico en ese estado, rayos incluso uno se preguntaría como es que sigue vivo.
"Lincoln, no me imagino como deben de ser las cosas en tu casa... pero..." Decía Tatchel, pero el peliblanco la interrumpió.
"No se preocupe señora River, después de todo tengo planeado dejar mi casa cuando cumpla la mayoría de edad, no espero a que ellos entiendan todo el mal que me están haciendo." Dijo Lincoln. "Bueno... sigamos."
"Teníamos pensado lo siguiente Lincoln, de cumplir con el trato, esto es lo que recibirás. Lo primero sería pagarte lo que necesites de estudios, ya sea materiales, colegiaturas. Lo segundo es darte un ingreso extra para lo que necesites, serán alrededor de 1000 dólares al mes. Tercero, cualquier actividad en la que quieras participar, nosotros te apoyaremos. Cuarta, es opcional, puedes acompañarnos a nuestros eventos si es que lo deseas, Quinta, Algún sueño que querías cumplir nosotros lo volveremos realidad." Dijo Michael.
"Me parece bien, pero quiero añadir algo... me gustaría que me dieran clases de defensa personal. Por lo que vi, tanto usted como Rachel los vi en una foto donde estaban practicando artes marciales." Dijo Lincoln.
"Comprendo, también recibirás las clases de defensa personal." Dijo Michael. "Lincoln, quiero hacerte una pregunta. Por tu estado me imagino la situación, pero nos gustaría una explicación.
"Bueno... Si les dije que quería unas clases de defensa personal, es por el hecho de que estoy harto de que siempre quieran pasarme por encima. Y cuando tenga lo suficiente para poder defenderme, no dejare que ellas me pongan un dedo encima sin pensarlo dos veces." Dijo Lincoln.
"Tenía otros planes en mente, pero lo mejor será estar distanciado de ellas para que me dejen en paz, de todos modos, mis padres nunca prestan atención a lo que ninguno de nosotros hacemos."
"Y no me sorprende, el tener tanto hijos puede conllevar a esos extremos en el que uno se sienta menos que los demás." Dijo Tatchel. "Viendo esa situación Lincoln, puedes venir cuando quieras a cenar con nosotros, es lo menos que podemos hacer por querer ayudarnos."
"Bueno... tampoco quiero abusar de su hospitalidad. Ustedes no se preocupen, yo mismo me las arreglare para ver qué es lo que pasa conmigo." Dijo Lincoln.
"Bien, ya que tenemos las condiciones claras. Lincoln, ¿Tenemos un trato?" Dijo Michael extendiendo la mano.
"Trato hecho." Respondió el peliblanco estrechando la mano del Señor River.
Le pasaron un cuadernillo donde tenía que firmar el acuerdo expuesto entre ellos, Lincoln lo firmo y se lo entrego a los Señores River. Antes de que Lincoln pudiera salir, Tatchel lo detuvo.
"Lincoln, antes de que te vallas, quiero que nos acompañes al spa, debemos tratar esas heridas y recibirás unos cuantos masajes terapéuticos." Dijo Tatchel.
"Bueno... Está bien, solo debemos asegurarnos de que los empleados no digan nada." Dijo Lincoln.
Los tres partieron de la mansión al spa en la limosina. El trayecto era silencioso, demasiado silencioso. Lincoln seguía mirando todo a través de la ventana, tenía una expresión un tanto seria, al parecer tenía muchas cosas en que pensar.
"(Bien, creo que por ahora todo va marchando bien con esto. Solo debo tener cuidado con ellas.)" En eso recordó lo que Leni hizo con su cuaderno y toda la paliza que recibió.
"(Recordarlo me hace hervir la sangre. Durante todos estos años, en los que no hice nada por evitarlo. No puedo creer lo estúpido que he sido todo este tiempo, y por eso siempre me han tratado como un tapete. Puedo tolerar las palizas, puedo tolerar las amenazas, incluso puedo tolerar las humillaciones... Pero...)" Recordó el cuaderno que Leni destrozo.
"(Destruir el único recuerdo que tenia de la persona más importante de mi vida... Eso... Ya... Fue... SUFICIENTE.)"
"(Por ahora no hare nada. Pero si vuelven a tramar algo en mi contra, me asegurare de acabar con ellas.)"
Al llegar a su destino, Lincoln paso de manera normal y fue atendido por los empleados, recibiendo masajes, yendo al sauna, aplicación de varias pomadas, entre otras cosas que provocaron un gran estado de relajación para Lincoln.
Luego de los tratamientos, el peliblanco salió, incluso luciendo un poco más joven de lo habitual.
"Vaya, nunca pensé que eso me ayudaría tan bien." Dijo Lincoln.
"Lo se Lincoln, los tratamientos siempre sean especializado para asegurar un gran cuidado del cuerpo, para ser honesta, lo tuyo fue un reto para mis empleados, para al menos reducir el dolor de tus moretones." Comento Tatchel.
"Ya veo porque su marca es tan reconocida. (Suspiro) Bueno, debo de regresar a casa antes de que quieran matarme de una vez." Dijo Lincoln.
"Nosotros te llevaremos si quieres, para que no tengas que caminar un trayecto largo." Propuso Michael.
"Gracias, pero no será necesario, no quiero que las demás comiencen a sospechar. Además de que quiero despejarme un rato antes de volver con ellos." Dijo Lincoln. "Les agradezco su atención Señores River."
"Gracias a ti Lincoln. Se que juntos lograremos grandes cosas." Dijo Michael estrechando la mano de Lincoln.
"Y no es necesario que seas tan formal, puedes llamarnos Tatchel y Michael." Dijo Tatchel.
"De acuerdo Señorita Tatchel, bueno, me despido, mañana veré a Rachel sino se presenta algo, nos vemos." Se despidió Lincoln y partió del lugar.
"Oh Tatchel me agrada este chico." Dijo Michael.
"No cabe duda de que es un gran muchacho, tiene un gran potencial, es una pena que su familia no lo valore. Espero que con esto pueda crecer." Finalizo la castaña y ambos señores partieron a su mansión.
CONTINUARA...
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2 Semanas.
Disculpen la tardanza, estuve ocupado con mi trabajo. Ahora que ya pude subirlo, espero que les haya gustado.
Ustedes ya saben que hacer, dejen sus comentarios sobre que opinan de la historia, su voto y compartan la historia.
Sin nada más que decir. Me despido, Styles cambio y fuera.
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