EL PUNTO DE INFLEXIÓN

EL PUNTO DE INFLEXIÓN

Ambos hermanos bajaron del ático, y fueron a la habitación del peliblanco, Luan decidió quedarse con él un momento más antes de tener que volver a su habitación.

"¿Mejor?" Pregunto Luan.

"Ya estoy más tranquilo." Dijo el peliblanco con seriedad.

"Se que estas molesto, pero comportarte como ellas no va a resolver esto." Dijo Luan.

"Lo sé Luan, el abuelo nos enseñó mejor que eso. Pero no veo como es que puedo hacer que esas niñas me dejen en paz." Dijo Lincoln.

"Lo que ellas buscan es hacer que pierdas la cabeza Lincoln, saben perfectamente que con eso te someterán. Recuerda lo que paso hace un momento. Pese a que lograste derribar a más de la cuenta, siempre hay un factor que te termina por derrumbar. Si realmente quieres vencerlas, debes de ser inteligente." Dijo Luan.

Lincoln suspiro, no podía pensar en algo que pudiera ayudar en su situación. Rendirse no era una opción, pero tampoco podía actuar de manera impulsiva como lo que acababa de hacer.

En eso Lynn padre llamo a todos a cenar.

"¿Quieres que traiga algo Lincoln?" Pregunto Luan al peliblanco.

"Solo un plato de lo que llegue a preparar." Dijo Lincoln.

"Okey, ya regreso." Dijo Luan, saliendo de la habitación.

Lincoln seguía ideando planes, pero ninguno parecía ser bueno como para poder detenerlas. Tendría que ser algo en lo que podría dejarlas inmovilizadas, o que por lo menos le diera un poco más de atención, y bajarlas de su nube.

Una idea comenzaba a surgir en su cabeza, no estaba seguro de que, si sería buena o no, pero a estas alturas no podía perder nada.

Luan regreso con dos platillos, y le dio a Lincoln.

"¿No ibas a comer abajo?" Pregunto el peliblanco.

"¿Y dejarte solo? Nah, ya lo has estado muchos años, pensé que no te caería mal un poco de compañía." Dijo Luan.

"Te lo agradezco." Dijo el albino. Sonó su celular, viendo que era un mensaje de Rachel.

_ Lincoln, ¿Estás ahí? _ Pregunto la pelinegra.

_ Si Rachel, afortunadamente estoy bien. Luan me salvo antes de que me dieran una paliza. ¿Cómo están allá? _

_ Estamos bien, Sayaka va mejorando, Liam está platicando con ella. Los doctores dicen que estará bien. Para que puedas estar tranquilo.

Y lo otro... ¡¿En qué demonios estabas pensando?! Meterte en la boca del lobo solo por recibir más castigo, cuando pude haber intervenido. _

Lincoln dio una pequeña sonrisa.

_ Lo siento por eso, la furia me cegó totalmente y perdí el control. Me sentía mal por lo que paso, y quería hacerlas pagar. _

_ Sayaka y nosotros te dijimos que no era tu culpa. Y no quería que te volviera a pasar lo que paso cuando te vi todo maltrecho. _

_ Lo sé, pero estoy bien, como te dije, Luan me salvo antes de que las demás se me abalanzaran. Ella ahora está de nuestro lado. _

_ Eso está bien Lincoln. Al menos una no fue tan tonta como las demás. Te avisare por cualquier cosa Lincoln, debo volver a casa. Sayaka y Liam te mandan un gran abrazo. Te vere mañana. _

_ Gracias Rachel, te veo mañana, descansa. _ Finalizo la conversación.

"Veo las cosas están un poco un mejor." Dijo Luan para tratar levantarle el ánimo.

"Si... Sayaka está recuperándose, mis amigos se quedaron con ella para hacerle compañía." Dijo Lincoln. "Al menos eso me calma un poco."

"Mantente tranquilo hermano, veras que todo estará bien." Dijo Luan.

"Lo sé Luan, y eso será cuando logre quitármelas de encima." Comento el peliblanco. "Descuida, ya me las arreglare."

"Se que lo harás, después de todo, eres el hombre del plan." Dijo Luan.

Después de la cena, Lincoln estaba a punto de ir a la cama a descansar, pero ante de esto, salió de su habitación, y fue con dirección... al cuarto de Linka y Liberty. Toco la puerta, y esta se abrió por Linka.

"¿Qué necesitas?" Pregunto Linka.

"Vengo a hablar sobre esto." Dijo Lincoln con seriedad.

Linka lo dejo pasar, y cerró la puerta.

"Muy bien Lincoln, habla rápido." Dijo Liberty.

"Ya estoy harto de todo esto, estoy harto de que cada vez quieran hacer mi vida miserable, estoy harto de que quieran hacer daño a gente inocente que no tiene nada que ver con nosotros. Pero de lo que estoy más harto... es que ustedes sigan creyéndose ser las más grandes, cuando ustedes no serían nada sin mí." Dijo Lincoln con enojo.

"Con que ahora tienes los pantalones para hablarnos así. Y aunque estuvieras en lo más alto, no serias ni la mitad lo que representamos nosotras. Y como te lo dijimos, nosotras somos las que llevan la batuta en la familia, no eres tú, y jamás serás tú."

"Oh, ahora dices que llevan el control de todo. Tal vez sea así, pero es porque las demás son tan inútiles que ni siquiera saben hacer un huevo frito, y que prefieren recibir órdenes como ovejitas en lugar de tener cabeza para tan siquiera respirar.

Y escuchar cada vez que ustedes se vanaglorian de su falsa grandeza, de su falso grupito popular, y cada vez que escucho que se hacen llamar las mejores en el mundo, solo me enferma y hace que quiera darme de golpes contra la pared. Y a la vez me da risa, porque no paran de decir que soy un perdedor, un don nadie, una persona patética, sin embargo, déjame decirte que ustedes necesitan de este patético para poder brillar." Dijo Lincoln.

"¿Y al final de que te sirve eso? ¿De qué te sirve que seas talentoso si no haces nada al respecto?" Dijo Liberty.

"¿Sabes cuál es la diferencia entre tu y nosotras? Que nosotras tenemos iniciativa. Si estas así, es por consecuencia de tus propios actos, nunca hiciste nada por ti y preferiste quedarte estancado cuando tenías la oportunidad, ¿Y sabes porque fue? Fue desde que Albert murió." Dijo Linka.

"¡Ya basta! No voy a permitir que insultes a mi abuelo. ¿Oportunidad? Ustedes han hecho de todo para evitar que yo sea alguien en la vida y todavía quedarse con el crédito." Dijo Lincoln molesto.

"Vimos la oportunidad, y la usamos. Supervivencia del más apto hermano, reconoce tu lugar y dejaremos de atacar." Dijo Linka.

"¿En serio crees que puedes salirte con la tuya? Tal vez hayas dado un golpe fuerte, pero no a permitir que sigas lastimando a mis amigos... no otra vez." Dijo Lincoln.

"¿Y qué piensas hacer al respecto?" Dijo Liberty.

"Tanto les gustan los retos ¿no? Porque no hacemos un acuerdo. Ustedes no paran de presumir que son las mejores, imparables, y un montón de falsedades. Pues les demostrare que soy capaz de superarlas a cada una de ustedes en lo que se hacen llamar 'mejores'." Dijo Lincoln.

"¿Y qué ganarías con eso?" Pregunto Linka.

"Que puedo ser mejor que tú y las demás." Dijo Lincoln. "A cambio de eso, tendré mi libertad. Si logro derrotarlas, me dejarán en paz y no se meterán conmigo ni con mis amigos. No me importa si tienen más beneficios que yo, no me importa si nuestros padres las prefieren a ustedes. Lo único que busco, es que me dejen tranquilo."

Linka y Liberty lo pensaron un poco, sabiendo que Lincoln las estaba retando, y que de esto podrían sacar más provecho para tumbarlo definitivamente.

"Bien, lo aceptamos. Sin embargo, si tu pierdes, tendrás que servir a la familia para toda vida, y no solo tú, también Luan se unirá a ti para que no estes solito." Dijo Linka tratando de amenazarlo.

Lincoln lo pensó, no quería meter a Luan en esto, ella no merecía que las demás la trataran así solo por apoyarlo.

"Hazlo Lincoln." Dijo Luan quien estaba entrando a la habitación.

"¿Segura de eso Luan?" Pregunto el peliblanco.

"Dije que te apoyaría sin importar que Lincoln, y esta no será la excepción. No tenemos elección Lincoln, hazlo." Dijo Luan.

"Hagámoslo." Dijo Lincoln.

"Bien, es un trato." Dijo Linka estirando la mano. A lo que Lincoln la estrecho con fuerza. "Buena suerte."

Lincoln y Luan salieron de la habitación con una expresión de seriedad.

"Supongo que tienes un plan para poder enfrentarte a ellas verdad." Dijo Luan mirando a Lincoln.

"Iba a pensar en uno ahora." Dijo Lincoln.

"Nuevamente actuaste impulsivamente." Se quejo la comediante llevando su mano a su frente.

"No te enojes, solo necesito enfocarme y con eso ganare." Dijo Lincoln.

"Suenas muy confiado, recuerda que ellas tienen muchas cartas bajo la manga, y no muy alentadoras que digamos." Dijo Luan.

"Tengo en mente eso. Y digamos que también tengo mis métodos, además de tener algo de ellas." Dijo Lincoln.

"¿Algo de ellas? Pero que... oh... ya veo, al ayudarlas gran parte del tiempo por no decir que todo, tienes experiencia en cada pasión de ellas, solo necesitas pulirlo para estar a la par." Dijo Luan.

"Exacto Luan. Claro que no podre hacerlo solo, para eso necesitare tu ayuda." Dijo Lincoln.

"Cuenta conmigo, ya es hora de que alguien las baje de la nube." Dijo Luan.

"Muy bien, por ahora vayamos a descansar, ¿Segura de que Luna no te causara problemas?" Dijo y pregunto el peliblanco.

"No te preocupes por mí, se arreglármelas en esas ocasiones." Dijo Luan despeinando al peliblanco.

"Jeje, está bien. Descansa." Dijo el peliblanco.

"Tú también descansa hermano." Dijo Luan.

Con eso dicho, ambos hermanos fueron a sus habitaciones a descansar luego del día tan agotador que tuvieron.

Lastimosamente lo que pareció una descanso para Lincoln, esta vez su cabeza le tenía preparada, la peor de sus pesadillas.

Nos situábamos en la feria del condado, transcurriendo de forma normal y pacífica, Lincoln se estaba divirtiendo en las atracciones junto con sus amigos. Hasta que él se está tornando se un color gris, las sombras se comenzaron a distorsionar y cada una iba tomando forma, el piso comenzó a temblar algo que preocupo a muchos, comenzaba a abrirse, donde salía un par de figuras negras gigantescas, y las demás fueron acercándose, agarrando el parecido a las personas que conocía.

Comenzaban a proyectarse pequeñas figuras quienes se acercaban al peliblanco.

"¿Quiénes son ustedes?" El peliblanco iba retrocediendo, pero finalmente estas lo atraparon.

"¡SUELTENME!" Trataba de liberarse, pero no podía.

Los demás trataban de ayudar, pero habían sido sujetados por más figuras negras. Y para su desgracia, por detrás estaba una atracción y esta se derrumbó primero sobre Sayaka y Liam.

"¡NO!" Gritaba el peliblanco. "ALTO, POR FAVOR."

Ambas figuras grandes se fueron acercando al peliblanco y con una risa maniaca empezaron a hablar.

"Esto es tu culpa. Tu fuiste quien los puso en riesgo." Dijo con una voz tenebrosa.

"ESO NO ES CIERTO."

"Así como fue tu culpa que el abuelo muriera. Y que los demás te dejaran solo." Dijo

"Lo único que debías hacer, era reconocer tu lugar Lincoln, pero no hiciste caso, y no nos dejaste opción."

"SI QUIERAS DESQUITARTE LO HUBIERAS HECHO CONMIGO, NO DEBÍAS METER A GENTE INOCENTE."

"¿Para qué? Si es más divertido verte sufrir así."

Las figuras comenzaron a revelarse, eran sus viejos amigos, conocidos, familiares y no paraba decir que era su culpa, abrumando la mente del peliblanco.

"YA BASTA." Ponía más fuerza para tratar de liberarse.

"Ya es tarde Lincoln."

La última atracción cayó sobre Rachel, que el albino pudo presenciar como si fuera una cámara lenta, viendo como ella era destrozada por los escombros. Solo pudo escuchar decir...

"Esto es tu culpa." Y con eso termino por ser enterrada.

"RACHEL." Dijo Lincoln sin nada más que soltar lágrimas.

Y ahora yacían las tumbas de los tres y con las palabras, ESTO ES TU CULPA.

"¡RACHEL NOO!" Fue el último grito que pudo dar antes de despertar.

Con la respiración agitada y su cuerpo sudando, había despertado de una pesadilla. Donde lo único que podía sentir, era un sentimiento de tristeza y comenzaba a brotar como cataratas, pero este estaba siendo acompañado una furia absoluta.

"Me las pagaran... cada una de ellas... ME LAS PAGARAN."

La mañana por fin llego. El peliblanco fue al baño a lavarse la cara, se miro al espejo, viendo un rostro cansado, ojeras bastante notables, cabello desordenado, y el color de sus ojos se notaba en el reflejo. Recordaba todo lo que ellas hicieron, provocando un rostro de furia, apretando sus dientes, llegando a sangrar inclusive, empuñando sus manos.

"(Acabalas. Acabalas)" Esas palabras se repetían en su mente una y otra vez.

Llevando sus maños a su cabello, trataba de que se detuvieran. Se arrodillo y golpea su cabeza contra el suelo.

"¡AAAAAAAAAAHHHHHHH!" Gritaba. Se levanto y dio un puñetazo al espejo, rompiéndolo en el proceso.

El silencio se hizo presente y se miro nuevamente en el espejo roto, una parte de su rostro parecía ser él de 9 años con una sonrisa, y la otra era él en su estado actual. Fueron cayendo los pedazos del vidrio hasta que solo quedaron, su mitad actual, incluso, empeorando su apariencia y con su puño ensangrentado.

Cerro nuevamente los ojos por un momento dando un gran suspiro, nuevamente los abrió. Revelando que el espejo estaba intacto.

Dio un leve suspiro y se siguió preparando para salir. El ambiente en la casa se había vuelto más tenso, las miradas despectivas no se hicieron esperar, mirándose los unos a los otros. Lincoln fue a la cocina a preparar algo para comer. Los señores Loud ya se habían ido, dejando el desayuno para las demás.

El peliblanco salió de la cocina con un emparedado en manos. Y fue a la sala a comer, y mirar la televisión.

Mientras dejamos al peliblanco que pueda desayunar tranquilamente si lo podemos decir así, pasaremos a la mansión River, donde Rachel estaba desayunando. Estaba algo pensativa de lo que pudo haber pasado con Lincoln. Le daba algo de calma que estuviera bien, en lo que cabía, pero bien.

Para tratar de distraerse fue una habitación en especial, la abrió, revelando que había un gran piano.

"(Ha pasado mucho tiempo desde que toque por ultima vez el piano. Mis padres decían que seria bueno para... no lo sé, la verdad es que no lo recuerdo. Quizá me ayude a relajarme un poco.)"

Tomo un viejo libro de notas. Y lo abrió en una que solía practicar mucho desde pequeña.

Eligio Canon in D. Comenzó a tocar suavemente y dejarse llevar por el sonido de la música. Cada sonido le recordaba el camino que había recordado su vida. como desde la infancia convivía con su familia y amigos, como se fue amargando cuando sintió que lo había perdido todo. Sin embargo, cuando conoció a Lincoln, fue cuando las cosas cambiaron para ella. Su manera de ver el mundo le hizo entender que, si bien no todo es color de rosa, tampoco todo es malo. Como iba tocando iba intensificando la nota, parecía que estos años no le iban afectado para nada en como poder tocar el piano. Finalizo la nota y termino la canción.

Dio un gran suspiro de tranquilidad. "Supongo que eso ayudo."

Sin darse cuenta sus padres vieron toda la escena.

"Quien diría que volvería a tocar el piano." Dijo Michael.

"Rachel está cambiando de poco a poco. Me alegra que sea para bien, ahora que regresa a sus viejos pasatiempos." Dijo Tatchel.

"En efecto, solo nos falta que ella acepte su futuro para dar por éxito el plan." Dijo Michael.

Volviendo con Rachel, solo pudo formular un pensamiento.

"Le mandare un mensaje." Dijo la pelinegra y saco su celular.

_ Lincoln, ¿Quieres acompañarme a ver a Sayaka? _

_ Claro Rachel. Paso por ti al parque. _ Respondió el peliblanco.

_ Vale, nos vemos en una 1 hora. _ Finalizo el chat.

"Debo apurarme." Dijo Rachel y salió de la habitación, y se topo con sus padres.

"Hija, ¿A dónde vas?" Pregunto el padre.

"Iré con Lincoln al parque." Respondió Rachel.

"Oh, bueno, queríamos que nos acompañaras a..." Decía Tatchel.

"Lo siento mama ahora no puedo, quede con Lincoln e iremos a visitar a una amiga después de reunirnos, debo apresurarme para no llegar tarde. Nos vemos en la tarde, los quiero, adiós." Fue con dirección a la puerta y salir de la casa.

Los señores River estaban algo confundidos por lo que acababa de pasar.

"Bueno, supongo que quería salir un rato." Dijo Michael.

"Creo que sí, bueno, dejemos que divierta, mientras no se meta en problemas." Dijo Tatchel.

Retornamos con Lincoln quien iba saliendo de la casa tomando su bicicleta, a punto de subirse a ella. Luan, se acercó a él.

"¿Iras a ver a tus amigos?"

"Si... Iré a ver a una al hospital." Dijo Lincoln.

"Esta bien hermano, ve con cuidado, si necesitas algo, puedes llamarme." Dijo Luan.

"Claro Luan, ¿Iras a tu presentación?" Pregunto el Peliblanco.

"Si, tengo todo listo para estar presente." Dijo Luan.

"¿Quieres que te ayude?" Pregunto el peliblanco.

"No hace falta, puedo llevar las cosas, nos vemos más tarde hermano." Dijo Luan.

Lincoln vio una caja que Luan había dejado en el suelo.

"Luan dejaste esta caja en el suelo." Dijo Lincoln y estaba por agarrarla.

"No la toques Lincoln sino..." Fue demasiado tarde.

La caja se abrió donde un pastelazo a Lincoln en toda la cara. "Se abriría." Fue todo lo que pudo decir.

Lincoln se limpio un poco la cara, teniendo una cara de seriedad. Pero luego comenzó a reírse un poco. Luan quien se estaba conteniendo la risa, por fin pudo reír con su hermano.

Después de un par de minutos, el peliblanco salió de la casa ya arreglado y se dirigió al parque donde estaría esperando Rachel. Llego y pudo ver que no estaba muy lejos, fue hacia ella para saludarla.

"Hola Rachel, ¿Lista para irnos?" Dijo el peliblanco.

"Claro." Dijo la pelinegra, y subió a la bicicleta.

Lincoln comenzó a pedalear. Rachel lo miraba, le alegraba ver que estaba en una sola pieza.

"¿Cómo te sientes? Le pregunto para saber como estaba por dentro.

"Bien en lo que cabe Rachel, sigo molesto por lo que le paso a Sayaka. Incluso enfrente a las chicas liándome a golpes con ellas, si no fuera porque me olvide de Lucy, hubiera puesto en su lugar a Linka y a Liberty. Al menos podemos decir que Luan esta de nuestro lado, ella fue quien me salvo antes de que recibiera una paliza." Dijo Lincoln.

"Menos mal que recapacito, ¿Qué opinas al respecto?" Pregunto la pelinegra.

"No lo sé Rachel... creo que después de todo me equivoque en algo. Tal vez haya algo de apoyo para mi en mi familia... En un principio dude si debía confiar en ella luego de la pelea que tuvimos... aunque luego se mostro arrepentida y me abrazo cuando estalle. Quizá Luan siempre estuvo allí, no obstante, no podía ver que era lo que estaba pasando conmigo gracias a las demás." Respondió el peliblanco.

"Me alegra escuchar eso. Es bueno ver que estes bien Lincoln, no pensé que fueras a perder el control de esa manera." Dijo Rachel.

"Una persona puede soportar que arremetan contra la misma un millón de veces, pero cuando se meten con los que le importan las cosas cambian. Quizá no les importe ahora, pero lo harán cuando pierdan una extremidad por ello." Dijo Lincoln. "Estaba harto Rachel... me sentía impotente... y su descaro fue la gota que colmo el vaso..."

Se dificulto el que pudiera hablar por estar a punto de quebrarse. En eso la pelinegra le acaricio el cabello.

"Tranquilo Lincoln, se que es duro, y también me dolió que pusieran a Sayaka en ese estado, pero no podemos dejar que eso nos tire. Dicen que lo que no te acaba, te fortalece." Dijo Rachel. "Y sabes que siempre contaras conmigo."

"Lo sé Rachel." Dijo El peliblanco con una sonrisa. "(No dejare que ellas me arrebaten a mis amigos... no otra vez.)

Siguieron su camino hasta el hospital, el peliblanco dejo su bicicleta, y entro con Rachel al edificio. Yendo a recepción e informar de la visita, fueron a la habitación de Sayaka, quien esta estaba acompañada de Liam.

"Hey Liam, Saya." Saludo el peliblanco.

"Hey Loud, Rachel. ¿Cómo va todo?" Pregunto Liam.

"Nosotros deberíamos preguntar eso. Pero respondiendo a tu pregunta, estamos bien, Lincoln y yo decidimos venir para ver como seguía Sayaka." Respondió la pelinegra.

"Estoy bien chicos, no es necesario que se preocupen por mí. Los doctores dijeron que estaré fuera del hospital en un par de semanas, incluso dicen que mi recuperación esta yendo mejor de lo esperado." Dijo Sayaka.

"Es bueno escucharlo Saya. Y lamento esto, créeme que yo jamás quise que las cosas llegaran a este punto." Se disculpo el peliblanco.

"No hace falta que te disculpes Lincoln, no fue tu culpa, ni de ninguno de nosotros. Fue de ellas." Dijo Sayaka.

"Debemos ponerles un alto a esas chicas, esto fue solo el principio, estoy seguro de que ellas querrán acabar con nosotros definitivamente." Dijo Liam.

"Querrás decir que yo les pondré un alto." Dijo El peliblanco con seriedad.

"¿Cómo?" Preguntaron los tres.

"Yo me encargare de ellas, no voy a arriesgarme a que salgan más heridos. Esto es entre ellas y yo. Anoche hice un acuerdo con ellas, si logro derrotarlas en lo que les gusta, me dejaran en paz. Si pierdo... solo les diré que fue un honor haberlos conocido." Dijo el peliblanco quien estaba a punto de retirarse, sin embargo, la pelinegra lo detuvo sujetándolo de su brazo.

"De esta si no te vas a escapar Lincoln. No vamos a dejar que esto lo hagas solo, por más fuerte que seas, ellas harán lo imposible para verte caer." Dijo Rachel.

"Además de que se metieron con uno de nosotros. También estamos en esto Lincoln." Dijo Liam.

"Y a mi no me importa ir en silla de ruedas, o estar montada en esta cama de hospital si es por ayudarte a terminar con ellas. Se habrán metido conmigo, pero no volverá a pasar." Dijo Sayaka.

"Lo siento chicos, pero debo hacer esto solo." Dijo Lincoln. "No me voy a dar el lujo de perderlos. No de nuevo."

"No lo harás, si estamos juntos. Por eso debes dejarnos ayudarte, 4 cabezas piensan mejor que una." Dijo Sayaka.

"Lincoln... yo..." Decía Rachel, pero el peliblanco se anticipo en hablar.

"¡He dicho que no!" Dijo El peliblanco molesto, y se pudo ver que salió una lagrima en sus ojos y cerrando sus puños.

Rachel y Sayaka estaban algo desanimadas, pero Liam no podía quedarse de brazos cruzados, por lo que puso un rostro de seriedad y hablo enfrente de Lincoln.

"Si que eres terco Loud." Dijo Liam.

"¿Tu que sabes de proteger a los que quieres? Hasta donde yo sé, tu preferiste la falsa popularidad antes que valorar a alguien que te dio su amistad." Dijo Lincoln molesto.

"Se que no tienes una buena imagen de mi Loud, pero eso no me detiene a que vuelva a ganar su confianza, pero no lo hice solo. Tu sabes perfectamente que ir solo a la guerra es prácticamente un suicidio. Entendemos tu preocupación hacia nosotros, pero, así como nosotros confiamos en ti, tu debes hacer lo mismo. Es lo que tu abuelo hubiera querido." Dijo Liam.

"¿Cómo es que...?" Preguntaba el peliblanco, pero Sayaka intervino.

"Yo le conté todo." Dijo la pelo azul, y se fue levantándose de la cama como podía, provocando la preocupación de todos, y ella dijo que no la ayudaran.

"Lincoln, estoy parada frente a ti con una pierna, con un brazo enyesado y con ligeros dolores de cabeza. Y te lo diré en tu cara... no vamos a permitir que te hagas más daño, eso es lo que ellas quieren... apartarnos para que no tengas oportunidad... si se meten contigo, se meten con todos nosotros." Dijo Sayaka, quien temblaba un poco por la dificultad de estar de pie en ese estado.

"Y a mi no me importa llegar a las ultimas instancias, no me importa si caigo en el intento, no voy a dar paso atrás si eso implica ayudarte. Yo y los demás estamos dispuestos a ayudarte... no tienes que pelear solo, estamos aquí contigo, y lucharemos juntos." Dijo Rachel.

Lincoln los miro a todos, tenían rostros seguros, sin duda estaban dispuestos a ayudar sin importar las circunstancias. Eso demostraba que el peliblanco tenia amigos en quienes poder contar. Sin más que decir, puso una sonrisa.

"Muy bien. Creo que tengo algo, ¿Quién está conmigo?" Dijo El peliblanco poniendo su mano en el centro.

"Hagámoslo." Dijo Sayaka poniendo su mano al centro.

"Usted tiene un plan Loud, hagámoslo." Respondió Liam quien también su mano en el centro.

"Estoy contigo hasta el final." Dijo Rachel poniendo su mano arriba de las demás.

"Muy bien." Dijo el peliblanco mirando a todos con una sonrisa de determinación. "Hagamos un plan.

CONTINUARA...

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