DRAMA

DRAMA.

La fiesta transcurrió de manera normal, aunque claro que no podía faltar el hecho de que Lincoln era el tema de conversación de los demás invitados, por haber ofrecido un juego excelente, y las palabras dichas ante el millonario.

El peliblanco hizo caso omiso ante lo que la gente pudiera decir, ya que estaba más centrado en lo que Rachel había dicho, y también teniendo una bolsa de hielo en la cabeza por el chichón que tenía gracias al golpazo que le propino la pelinegra.

Cuando se dio por concluido el evento, todos fueron a sus respectivos transportes, con la familia River y Lincoln había mucha tensión en el trayecto.

"(Genial, pensé que estaba haciendo bien las cosas, pero al final resulta que se enojo por eso. Digo, sí sé que corrí un gran riesgo, pero fue por su bien, no quería verla en mi situación, y se que la preocupé... pero no merecía un poco de crédito por ayudarla... a veces no entiendo a las niñas, y eso que vivo con 12 de ellas.)" Pensaba el peliblanco.

Rachel seguía con un rostro molesto y un leve sonrojo.

"(Tonto... eso me gano por estar preocupada por él, en vez de que solo acepte y que no lo volverá hacer me bastaba, pero no, el tonto tenía que avergonzarme.)" Pensó Rachel.

La limosina llego a la mansión River, todos bajaron, y entraron a la mansión, claro que Lincoln fingió irse solo para que Rachel y Michelle no vieran que iba al despacho de los señores River.

"Bueno... antes de que me salten con las preguntas... quisiera aclarar algo. En primera, mis acciones en una instancia fueron un impulso por evitar que ese tipo les robara, y cuando inicié el juego estaba cuestionándome ciertas cosas con respecto a ello, pero luego recordé todo lo que hicieron por mi en este tiempo.

Pueden tomarlo como un pequeño agradecimiento. Claro que se cuál es mi parte del trato, aunque, me gustaría que me permitieran un poco de confianza para devolverles el favor." Dijo El peliblanco.

Los señores River se miraron un momento y luego volteando a ver al peliblanco, Tatchel se acercó al peliblanco.

"Lincoln... no queremos que te tomes mal esto... pero... no nos gustó que hicieras eso. Se que nos dirás lo que hicimos con el trato, pero... no queremos arriesgarnos tanto a que te expongas en esto... y menos cuando se trata de tu vida.

Has sido un gran apoyo para nuestra hija, y queremos que siga así. Antes de que llegaras, las cosas estaban muy tensas, ella no pasaba tiempo con nosotros, prefería estar sola o estar en la calle. Y todo eso se ha ido olvidando cuando tu llegaste, pasa más tiempo con nosotros, incluso si es trabajo, sus notas y desempeño ha mejorado, además de que se ha comportado bien con nosotros." Explicaba la madre.

"Por parte de nosotros buscaremos no volver a cometer el mismo error, y por la tuya, no queremos que vuelvas a hacer eso, te agradecemos el gesto, pero por ahora tenemos un trato que cumplir." Dijo Michael.

"De eso no tienen por qué preocuparse, lo tengo claro. Si me disculpan, paso a retirarme, debo llegar antes de que se den cuenta de que no estoy. Tengan buena noche." Dijo el peliblanco y salió de la mansión para partir.

Mientras tanto, en la casa Loud, las chicas estaban en la habitación con todas las cosas que necesitaban para ejecutar su plan. Linka y Liberty indicaban las posiciones en la pizarra, y claro que había una que otra pregunta sobre la ejecución.

Luan prestaba atención, necesitaba conocer el plan para poder encontrar algo que pudiera tener cabo suelto que agarrar.

"(La advertencia esta puesta, solo necesito encontrar algo que pueda ser un poco más claro para que Lincoln lo noté. Mi cabo suelto será vital para que el plan fracase y él pueda estar a salvo.)" Pensó la comediante. "(Debo ser más cuidadosa, sabiendo la percepción de Linka y Liberty, no dejaran pasar cierto límite de detalles, a menos uno que para ellas sea imperceptible.)"

Lincoln llego a casa, y solo fue directo a su habitación ignorando toda palabra que pudieran decir a su alrededor, parecía estar cansado por lo que reflejaba su rostro, al sentir la cama cayo rendido.

Pasamos al siguiente día, Lincoln salía de casa y con su bicicleta, partió de ahí. Llegando a la escuela organizo todo antes poder entrar al salón, estando con una expresión de seriedad.

Antes de que los demás llegaran se topó con Chandler, obviamente acompañado de los demás. El peliblanco no estaba de humor para lidiar con ellos, solamente los paso de largo, aunque estos le detuvieron.

"¿Qué quieres Chandler? Hoy no estoy de humor para tus tonterías." Dijo Lincoln molesto.

"No hemos terminado Loud, todavía tengo cuentas pendientes que saldar contigo." Dijo Chandler con tono desafiante.

"Olvídalo, no tengo que perder el tiempo contigo." El peliblanco seguía su camino.

Rusty se contra él, pero logro quitarse a tiempo, y esquivar un golpe que dio contra los casilleros.

"¿Otra vez tu Rusty? ¿Crees que si haces esto te volverá más popular? Tan solo mira como acabaron Stella y Clyde. No pienses que, por ayudar a Chandler, este hará lo mismo contigo, si acaso solo te dará 10 dólares que para mantenerlos contento.

Además, no creas que no sé porque también te empezabas a juntar conmigo, y era por Linka y Liberty, te gustaban, pero como eres tan patético, solo me usabas para que las atrajera. Y no es por defenderlas, pero... ¿En serio crees que ellas perderían el tiempo contigo? A lo mucho serias una mascota para ellas, y eso ya es decir mucho, porque ninguna chica te hace caso."

Esto provoco que Rusty se enfadara más, soltaba golpes al aire. Lincoln no hacia tanto esfuerzo, gracias a los entrenamientos y lo que significaba vivir en una casa con bastante gente, y más cuando hay una deportista loca en ella. Le dio un puñetazo en la cara y una patada en el estómago para dejarlo en el suelo.

Lincoln miro que los demás se acercaban, sabía que un ataque en conjunto se aproximaba, solamente uno de ellos era un buen peleador, y no podía pasar por alto la diferencia numérica. Debía actuar rápido si quería llegar al salón ileso.

Escucho que alguien se acercaba, por el tono de voz sabía que era un maestro, no estaba muy lejos del próximo pasillo, así que se le ocurrió un plan.

Un chico estaba a punto de encestar un golpe, pero el peliblanco se dejó caer, para la presencia de los bravucones, y llegando la profesora vio que el chico fue tumbado de un golpe.

"¿Qué sucede aquí?" Pregunto la maestra con molestia.

"Esos tipos vieron hacia mí, y me golpearon maestra." Dijo Lincoln fingiendo un tono de miedo.

"No es cierto, él se dejó caer." Dijo Chandler.

"Silencio. Es claro lo que ustedes le hicieron a su compañero, irán a la dirección ahora mismo." Ordeno la maestra, y la pandilla hizo caso.

Chandler miro atrás, viendo a Lincoln con una sonrisa de victoria, para finalizar con un pequeño guiño de ojo.

Lincoln llego al salón, topándose con los demás que lo estaban esperando.

"Hey Loud, ¿Por qué tan tarde?" Pregunto Liam.

"Tuve un pequeño retraso con Chandler, pero ya quedo resuelto. ¿Cómo te sientes Saya?" Pregunto el peliblanco.

"Mucho mejor, solo fue una pequeña fiebre, pero Liam estuvo ahí para cuidarme." Dijo Sayaka.

"Bueno... era lo menos que podía hacer." Dijo Liam con un poco de sonrojo.

"Me alegra escuchar eso, es bueno tenerte de vuelta Saya. Oigan ¿Y Rachel?"

"Todavía no llega Lincoln, no la hemos visto cuando veníamos por los pasillos." Comento Liam.

"Ya veo. (Supongo que sigue enojada por lo de anoche. De haber sabido, mejor no hago nada.)" Pensó el peliblanco.

La pelinegra llego, pero paso de largo sin saludar a los demás, teniendo una expresión de seriedad. Lincoln seguía con la expresión de preocupación, mientras que Liam y Sayaka estaban confundidos.

Durante la clase, Lincoln no podía dejar de pensar en ella, que podía hacer para poder disipar su enojo, quizá una disculpa no sería suficiente, o por lo menos tratar de averiguar que es lo que ocurre con ella para tratar de animarla.

"Lincoln." Le hablo la maestra Johnson.

"¿Eh? ¿Sí?" El peliblanco volteo a ver a la maestra.

"¿Puedes decirme el resultado de la operación?" Pregunto la maestra Johnson.

"Si, el resultado es 25.19." Respondió el peliblanco.

"Correcto." Dijo la maestra.

"(Eso estuvo cerca.)" Pensó el peliblanco y sobándose su sien.

El almuerzo llego y los cuatro estaban en la mesa donde suelen sentarse, pero a diferencia de las veces anteriores, no hubo palabras, solo una tensión fuerte. Rachel termino de comer antes que los demás.

"Los veo después chicos." Dijo la pelinegra y se fue.

"Tal vez deba ir a hablar con ella." Dijo Sayaka a punto de levantarse, sin embargo, el peliblanco la detuvo.

"Tranquila, yo me encargo de esto." Dijo Lincoln y fue rápido a alcanzar por los pasillos.

"Rachel espera. Rachel." El peliblanco logro alcanzarla y la detuvo. "Rachel yo..."

"No digas nada Lincoln, no hace falta que te preocupes por mí." Dijo Rachel y estaba por irse, pero el peliblanco no la dejo.

"Claro que lo hago, no es normal que actúes así con los demás. No me gusta que te pongas así por las cosas que hice... lamento si me metí en cosas que no debía..." La pelinegra le interrumpió.

"No es el hecho de que te metieras Lincoln, entiendo tus razones, pero cometer una locura como esa... A noche no lo quería decir enfrente de los demás invitados, pero no quería que lo hicieras por temor a perderte... y por eso es que me preocupe... tenía miedo de pensar en que si perdías... perdería mucho más que una fortuna... perdería a mi mejor amigo... siendo sometido, explotado, humillado... no quiero que pases por eso... otra vez." Dijo la pelinegra con la mirada baja. "Y... al escuchar que no tenías nada que perder... por algún motivo me sentí... sola."

Esta vez Lincoln la interrumpió, aunque no con palabras. Esta vez tomo sus manos, tomando por sorpresa a la pelinegra.

"Lamento el haberte preocupado Rachel... sé que a veces puedo ser un tonto impulsivo sin remedio... a veces por querer ayudar termino haciendo tonterías... solo... es mi manera de expresar mi agradecimiento por todo lo has hecho por mí... y me conmueve que digas eso... y solo me da más razones para no dejarte sola... y por ti... vale la pena hacer cualquier cosa. Esta vez tratare de no cometer esas tonterías para no preocuparte, te lo prometo." Dijo el peliblanco con una sonrisa y quitándole una lagrima del rostro de la joven.

Rachel sonrió ante eso y lo abrazo. "Esto es por ser un buen amigo." Lo dejo de abrazar y le dio un coscorrón. "Y esto es por ser un tonto."

"Sabes que tienes la mano pesada." Dijo Lincoln sobándose la cabeza.

"Tampoco es el golpe más fuerte que he dado." Dijo Rachel.

"¿No crees he recibido muchos golpes en mi vida?" Pregunto el peliblanco.

"Si, pero a veces mejor que sea un correctivo para ti." Dijo Rachel.

"Bueno, vayamos con los demás." Dijo El peliblanco.

Ambos fueron de nuevo a la cafetería, sin notar que alguien detrás de las sombras estaba presenciando todo el espectáculo.

"Interesante... Parece que el objetivo está claro." Dijo para nuevamente desaparecer.

Desde las entrañas de la biblioteca, vemos a un par de albinas sentadas a una mesa, con varios libros, y papeles. Sonó un celular, viendo el mensaje.

"Bien, los tenemos Liberty." Dijo la peliblanca quitando sus lentes. "Solo falta los últimos detalles para terminar con esto."

"Muy bien." Dijo la otra peliblanca, se levantó con unos papeles en mano. "No crees que es mucha calidad para algo tan insignificante."

"Bueno, de vez en cuando podemos dar algo bueno a quienes a los ciervos. Todavía esos tontos creen que tienen oportunidad de ser considerados nuestros amigos." Dijo Linka.

"Aun así, creo que debemos llevar las cosas con calma." Dijo Liberty.

"Lo se hermana, aunque debes en cuando me divierto con estas cosas, a veces nos la ponen tan fácil." Dijo Linka. "Veo que sigues molesta por aquella ocasión."

Liberty recordó el momento en que ella tuvo que compartir clases de cocina con Lincoln, todavía seguía yendo, no muy a menudo, pero lo hacía, lo que para ella era considerado una humillación.

"No me importa si ese tonto intenta por aceite en el sartén, pero se metió conmigo y mi cocina, y eso..." Apretó su puño junto llevándose los papeles consigo. "No se lo perdonare. Si quiere competir conmigo que lo haga, estaré lista para ello."

"Tranquila fiera, tendrás tu oportunidad de desquitarte, solo debemos asegurarnos que el plan salga bien, y tendremos un poco de ventaja." Dijo Linka con una pequeña sonrisa.

Retornando con el peliblanco. Las clases habían terminado, y se encontraba acomodando su casillero, en su mochila saco todo lo que tenía y organizaba lo que necesitaría, en su cuaderno noto que una hoja se estaba desprendiendo, pero al sacarla, notó que no pertenecía a su libreta, sino que era una pequeña nota.

-Ellas van por ti. –

Volvió a guardar la nota en su cuaderno y cerro el casillero, y partió de la escuela. Se despidió de los demás, yendo con dirección al Gimnasio.

"(Muy bien, estaré listo.)" Pensó el peliblanco.

Llego el sábado, un día libre para todos, en el pudieran salir a divertirse luego de las excesivas tareas y la semana de escuela. Lincoln salió de la casa, como de costumbre evitando lo que su familia le llegara a decir. Lo único diferente es que los reclamos fueron un poco más leves, a excepción de sus padres.

"(Quien sea el me haya dejado esa nota, estaré alerta. Me imagino por la clase de treta que estas niñas me querrán jugar.) Pensó el peliblanco. "Bien... aquí vamos."

"Oye niño cuidado." Dijo una persona a lo lejos.

Lincoln miro hacia arriba y una pelota de golf iba a hacia él, pero logro agarrarla. Y dicha persona fue hacia él por la pelota.

"Gracias por atraparla, pensé que la perdería y... ah, eres tú." Dijo aquella persona no muy contenta de ver al peliblanco.

"Parece que a alguien le agrado mucho." Dijo Lincoln con sarcasmo.

"Hazte el chistoso, pero es algo típico de ti que tengas mal sentido del humor." Dijo con el mismo tono molesto.

"Como si con Linka y Liberty hubiera mucha diversión, dime querida, ¿Ya te hicieron caso?" Pregunto el peliblanco.

"Eso no es algo que te importe perdedor." Respondió.

"Uy ya te enojaste, mira, para no hacerte sacar humo con mi sentido del humor, que tal si te devuelvo la pelotita y asunto arreglado." Dijo Lincoln.

"Bien"

Esa persona trataba de tomar la pelota, pero el peliblanco comenzó a jugar con ella, haciendo trucos y otras cosas, solo para el fastidio de la persona.

"Ya me la puedes devolver."

"Está bien está bien, y dices que te tengo mal sentido del humor." Dijo el peliblanco con burla, y le entrego la pelota.

"Gracias."

"De nada. Y un consejo gratis, cuando intentes golpearla, mira bien tu campo de visión y golpea de esta manera con la fuerza medida y el palo correcto, buen día... Jordán." Dijo Lincoln mientras hacia esa indicación y partiendo de ahí.

"Tss, como si necesitara tu ayuda." Dijo Jordán.

Regreso al juego, y acomodo la pelota, miro el campo de juego, acomodándose, ejecuto el golpe, logrando un hoyo en 1.

"Vaya funciono." Dijo Jordán con una sonrisa.

El peliblanco siguió su camino, con tranquilidad, decidió ir así durante el trayecto, sabia que tenia que ir con cuidado, pero no se iba a preocupar demasiado. Llegando a su destino, se encontró con los demás.

"¿Listos?" Pregunto Lincoln.

"Ya sabes que si Loud." Respondió Liam.

"Muy bien, vamos allá." Dijo el peliblanco.

Los 4 jóvenes comenzaron a ver los diferentes juegos y probar suerte en ellos, cada uno de ellos se estaba divirtiendo, ganando premios incluso. Desde lejos se veía a ciertas entrometidas llegando al lugar.

"Bien, tomen sus posiciones."

Llevaron a cabo la orden, cada fue a distintas áreas de los juegos, solo necesitaban esperar las señales que requerían.

Lincoln seguía jugando con atención, comprobaba que por su zona no hubiera algo extraño. Terminaba de jugar y miraba a cada uno de sus amigos por si detectaba algo raro. Prestando atención del lado de Sayaka y Liam, se les veía contentos estando juntos, el peliblanco se acerco un poco, al parecer no había extraño, pero una pequeña cuerda que unía los postes, uno de ellos estaba cortado lo suficientemente como para resistir y quebrarse si se hacían movimientos bruscos.

Liam estuvo a punto de pisarla, sino fuera porque Sayaka lo jalo hacia otro lado, pero llego otro tipo y al pisarla fue recibido con disparos de painball y lluvia de lodo.

"(Veo que han seguido un patrón, en unos juegos han puesto sus trampas, pero ninguna de ellas se activara a menos que caigan en ella... o se esperen al momento justo... sabiendo que todavía no hay mucha gente, de seguro aprovecharan la confusión para salirse con la suya... aun así, estaré atento.)"

Desde lejos, las entrometidas estaban viendo todo. Pasando con una de ellas, Luan seguía del lado de Lisa, esperando las indicaciones. Suena el comunicador.

"¿Como va el objetivo?"

"Moviéndose." Respondió Lisa.

Luan seguía en sus pensamientos, tenía el perdón de Lincoln y el repudio de este en sus manos. Debía tener cuidado, un error y les costaría todo.

"Luan." La llamo Lisa.

"¿Qué sucede?" Le pregunto.

"Vigila nuevamente el objetivo, necesito registrar los movimientos que presenten." Dijo Lisa.

Luan los vio, indicando gran parte de los que movían.

Lisa mando un mensaje en su celular. "(Parece que las sospechas de Luna eran falsas, Luan sigue en nuestro lado, al menos eso parece.)"

Mientras los demás se divertían Lincoln opto por desactivar las trampas. Algunos eran que lanzaban pelotas de golf de manera rápida, por suerte no le dieron a él, pero si a varias personas. Vio que Rachel activo una trampa, pero se le había caído su dinero y se agacho para recogerlo. Justo en ese instante un montón de líquido verde viscoso contra los que estaban enfrente.

Se levanto nuevamente sin darse cuenta de lo que había pasado. Lincoln suspiro con tranquilidad.

La tarde prosiguió sin muchos inconvenientes, marchaba de la misma manera, Lincoln se reunió con los demás, platicando y cargando los premios que habían ganado.

"Hoy si que ha sido un gran día." Dijo Liam.

"Si que lo ha sido, hace mucho que no me divertía." Decía Sayaka.

"Esta vez dieron buenos premios, no puedo negar que me he divertido mucho." Dijo Rachel.

"Claro que sí." Decía Lincoln mirando todo a su alrededor.

"¿Quieren ir a un último juego?" Pregunto la pelinegra.

"Yo creo que por ahora fue suficiente, lo mejor será regresar antes de que nos metamos en problemas." Dijo Lincoln con un poco de nervios.

"Emm... apoyo la idea de Rachel, un último juego para cerrar la noche." Dijo Liam.

"No lo sé chicos... no creo que sea buena idea." Dijo Lincoln subiendo más los nervios.

"No te preocupes por llegar tarde, me encargue de avisar ante de venir, así que un gran final no estaría mal." Dijo la pelo azul.

"En serio... yo creo que lo mejor será irnos." Dijo Lincoln ya con bastante nervios.

"Haber rarito, desde cuando estas con esa prisa, y más cuando se trata de regresar. Ya dinos que pasa." Dijo Rachel.

"¿Por qué pasaría algo? Nada está pasando, ¡PORQUE NO PASA NADA!" Dijo el peliblanco con paranoia hasta que Sayaka le lanzo un balde de agua helada por detrás.

"Ya tranquilo." Dijo Sayaka.

"No era necesario el balde de agua helada." Se quejo el peliblanco.

"No, pero teníamos que hacer algo, ahora nos puedes decir que es lo que ocurre." Dijo Liam.

Lincoln suspiro. "Bien. Esto es lo que pasa." El peliblanco les conto todo.

"Así que eso era." Dijo Rachel.

"Se que debí haberlo dicho antes, pero pensé que podía manejar la situación sin tener que preocuparlos." Dijo Lincoln.

"¿A costa de la tuya?" Pregunto Liam.

"Aunque si lo decías, nos ahorrabas el riesgo Lincoln, porque decidiste callar, cuando lo único que tenias que hacer, era hablar, y nosotros nos preveníamos el riesgo." Dijo Sayaka con un poco de molestia.

"Porque no sabia que ellas me atacarían aquí, ¿Okey? Cuando recibí la nota solo decía que ellas vendrían por mí, no pensé esta sería su trampa." Dijo Lincoln ya molesto. "Ustedes creen que los pondría en riesgo sabiendo a lo que me enfrento, podre ser listo, pero tampoco puedo leer sus mentes, bueno fuera porque así me ahorraba un montón de cosas."

"Ya cálmense los dos, al menos por ahora no hemos caído en las tretas de las hermanas de Lincoln." Dijo Rachel.

"Ustedes no, pero algunas personas sí." Dijo el peliblanco señalando a los afectados. "Bueno, lo mejor será irnos antes de que ocurran más locuras."

Estaban por retirarse, mientras que las entrometidas miraban todo con un poco de enojo.

"Nada funciona, creo que tenemos que descartar el plan." Dijo Luna.

"Demonios... no pudimos lograr nada." Dijo Leni.

"Diablos." Dijo Luan. "(Uf, menos mal que funciono.)"

Las peliblancas tenían un rostro de decepción, su plan había fallado, no lograron dar el golpe de gracia a ninguno, más por la pura suerte. Sin embargo, comenzaron a sonreír de alguna manera.

Volviendo con Lincoln y los demás, estaban a punto de salir, pero, una de las atracciones comenzó a desplomarse rápidamente.

"¡Cuidado!" Advirtió.

Lincoln se lanzó a tiempo provocando que pudiera quitar a Rachel del camino. Liam por su parte hizo lo mismo con Sayaka. Seguían cayendo cosas y la gente se prevenía para evitar salir lastimados. En eso un par más de atracciones cayeron, se estaba armando un gran caos, y la gente estaba preocupada que empezaron a abandonar el lugar tan rápido como podían.

Cuando todo termino, estaba cubriendo todo una cortina de humo.

"Chicos..." Lincoln comenzó a toser. "¿Están ahí?"

Alguien tocio. "Si. Yo estoy bien Loud."

"También estoy bien Lincoln."

El peliblanco había encontrado a dos, pero solo faltaba una persona más. Tratando de ver algo, comenzó a caminar, y se topó con unas tablas, las quito, y lo que vio le aterro bastante.

"¡OH NO!" Grito el peliblanco con preocupación.

CONTINUARA...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top