¿Que paso anoche?

Dedicado a alejalovesbooks por mi culpa la regañaron 😂

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Harrison

Quiero vomitar.

Abro los ojos y la luz que se cuela por la ventana me molesta en los ojos. Me cubro la cara con la mano y mi estómago se revuelve. ¿Por qué siempre que bebo junto a esa pequeña diablilla termino ebrio y con una resaca que me parte la cabeza? Es como si me transmitiera su descontrol. Y para colmo, ella no se emborracho, tomo un par de cervezas junto a Tom y ya. Ah, pero claro, ______ ya no es la única diablilla en mi vida. Tiene un demonio viviendo con ella en Oxford.

Un demonio muy atractivo.

Sacudo la cabeza, alejando esos pensamientos. No me gusta me digo a mí mismo. Es porque nos molestan, por eso pienso en ella, pero no me gusta.

No me gustan sus ojos, ni su sarcasmo ni su humor. No me gusta que se burle de mí, y definitivamente, no me gusto como se veía anoche. No, no y no.

Suspiro. Siento como en si estuviesen taladrándome la cabeza, y las náuseas se incrementan al sentir el calor del sol. O tal vez es por el aroma floral que huelo cerca e mis narices.

Vuelvo a entreabrir los ojos, intentando escabullirme del sol. Una cabellera castaña está apoyada contra mi pecho. Oh, por los mil demonios pienso. Abro los ojos como platos y estiro el cuello, para intentar encontrarle rostro a aquella maraña de pelo.

No recuerdo mucho de anoche, de hecho, no sé ni donde estoy. ¿Habré llegado a la habitación de ______? ¿O estaré en la habitación de alguna desconocida? Espero que sea una desconocida y no un desconocido. ¿Quién es la chica que duerme junto a mí y que aplasta parte de mi brazo? Por un momento me siento aterrado y pienso que puede ser ______, pero ese pensamiento se disipa cuando me fijo que el cabello de la chica es más oscuro que el de ______.

Los mechones le cubren casi todo el rostro, pero logro distinguir el labial rojizo corrido de sus labios y su nariz respingada. Sara duerme plácidamente. Mis ganas de vomitar desaparecen por pocos segundos, segundos en los que me quedo mirándola fijamente y el recuerdo de anoche me embarga.

Ella yéndose con el otro chico al baño, yo arrastrando a la pobre chica que me saco a bailar, ella entrando al baño, yo empujando la puerta. Le grite, ella grito. Tom y ______ entrando, y luego el beso.

¿Por qué sigo engañándome a mí mismo? Sí, es molesto que ella se burle de mí, pero yo le hago lo mismo. Me gusta, claro que me gusta... ¿Por qué no puedo admitirlo?

Levanto la cabeza y veo la ama de al frente. Tom duerme junto a _______. La observo, se le han empezado a formar sus ondas en el cabello, tiene la boca ligeramente entreabierta y su mano derecha cuelga de la cama, rozando con sus dedos el piso de madera.

Suspiro. Por supuesto, me gusta Sara, pero aún sigo sintiendo algo por ______. Demonios, cerebro, porque me haces esto.

Las náuseas se intensifican, y creo que no podre controlarme mucho más. Con la mayor rapidez y delicadeza posible, me muevo y deposito a Sara en el almohadón. Paso sobre ella y camino de puntillas hasta el baño.

Habíamos dormido abrazados, habíamos estado a punto de follar en el baño de aquel café, y yo seguía sintiendo algo por la novia de mi mejor amigo. Me doy asco.

Me arrodillo frente al inodoro justo a tiempo para vomitar todo el alcohol que consumí la noche anterior. Ugh, odio vomitar.

Cuando siento que he vomitado hasta mi alma, me levanto, con piernas temblorosas, tiro la cadena y me enjuago la boca. Lavo mi cara y me quedo quieto, con ojos cerrados, sintiendo las gotitas caer sobre el lavabo.

—¿Estas bien?—pregunta ella a mis espaldas. Abro los ojos y la veo en el reflejo del espejo.

Su cabello esta algo desordenado, se le ha corrido un poco el delineador bajo los ojos y lleva una sudadera blanca y larga que le cubre por sobre las rodillas, debe ser de Tom. Aun así, recién levantada, se veía hermosa.

—De maravilla—replico sarcásticamente.

Ella se acerca a mí, se cruza de brazos y me observa, ladeando la cabeza.

—¿Necesitas algo?—pregunta. Volteo a mirarla y esbozo mi mejor sonrisa, pero sale solo una mueca extraña y enfermiza.

—Un nuevo estomago me haría bien—bromeo. Ella se ríe por lo bajo.

—Yo creo que un nuevo cerebro te serviría más—comenta, haciéndome reír.—Te traeré un vaso de agua.

—Gracias—susurro, vuelvo a mojar mi cara.

Ella vuelve con un vaso, lo llena con agua de la llave y lo bebo rápidamente. Me siento mejor, sin nauseas, e incluso con algo de hambre.

—Así que... ¿no te sientes enfermo?—pregunta. La miro y levanto una ceja, ella sonríe burlona.—Asumí que con tantos besos habías agarrado más de una infección.

—Muy graciosa—digo, entrecerrando los ojos.

—Espero que no se te haya olvidado el preservativo—continua burlándose.

—¿Qué clase de persona crees que soy?—le pregunto.

Ella arquea una ceja y se apoya en su pie izquierdo, pero pronto pierde el equilibrio. La alcanzo a sostener de los brazos.

—¿Y tu bota?—pregunto.

—No duermo con ella—dice, sin apoyarlo.—¿Me ayudas a sentarme?

La llevo hasta la silla de su escritorio y la deposito allí. Intento no mirarle las piernas, pero no puedo evitar que mis ojos se desvíen en un momento. Me sonrojo ligeramente.

—¿Me pasas la bota?—me pide, señalándola. Esta junto a su mesita de noche.

Me acerco, la cojo, y se la entrego. La observo colocarse las amarras con rapidez. Cuando termina, levanta la cabeza y me sonríe.

—¿Entonces?—pregunta. Frunzo el ceño y me encojo de hombros, sin entender.

—¿Entonces qué?—pregunto, ella rueda los ojos.

—¿Qué paso anoche?

—Ah, eso.

Me quedo en silencio mirando el suelo. No sabía que decirle.

—¿Lo recuerdas, no?—pregunta, arrugando el entrecejo. Levanto la cabeza y asiento.

—Que nos besamos, si—afirmo.

—¿Y solo recuerdas eso?—me pregunta ella. Abro los ojos como platos.

—¿Qué hay más?

—Dios, Hazza ¿no recuerdas como llegaron acá?—pregunta.

—No—niego temeroso.

—Estaban casi follando en el baño cuando un guardia los echo del local. Así que no encontraron nada mejor que seguir besándose fuera. Fue realmente perturbador. Cuando les dijimos que sería mejor irnos, ustedes comenzaron a escapar de nosotros. No podíamos perseguirlos, por mi pie. Así que los perdimos. Decidimos irnos a la residencia, colocarme la bota e ir a buscarlos, y cuando llegamos allá, estaban ustedes dos en la sala común, bailando y saltando sobre los sillones. Te habías quitado la camiseta y la usabas para girarla sobre tu cabeza, mientras que Sara bailaba contra la pared.

»Las pocas personas que pasaban por allí comenzaron a grabarlos, así que los bajamos y logramos llevarlos hasta la habitación. Entonces comenzaron a besarse de nuevo, y ya veía que tenía que irme con Tom para no verlos follar, pero cuando cayeron a la cama de Sara, no duraron ni cinco minutos despiertos y se durmieron.

______ termina su relato y yo siento que voy a morir de la vergüenza. Quiero vomitar de nuevo. ¿Qué me grabaron? Demonios ¿Por qué no aprendo?

—¿Es enserio?—pregunto en un hilo de voz. ______ asiente repetidamente y luego se echa a reír, con fuertes carcajadas. Por supuesto, la diablilla y sus bromas.

—Oh, Hazza. Tendrías que haber visto tu cara—dice entre risas.

—Que gran amiga eres, ______—susurro, rodando los ojos. Se seca una lágrima de sus ojos e intenta controlar la risa.

—Vamos, ha estado buena.

—No me parece chistoso—le replico.

—Es porque no viste tu cara.

—Eres malvada—le acuso.

—Lo sé, es mi don—dice ella con suficiencia.

—Ya enserio ¿Cómo llegue aquí?—pregunto. Ella se encoge de hombros y sonríe.

—Como siempre, te tuvimos que traer a rastras, a ti y a Sara.

—¿Entonces no nos echaron del café?—pregunto.

—Bueno, no un guardia. Dentro de uno de los cubículos había una chica que comenzó a golpearlos con su cartera y decidimos irnos. Ambos estaban demasiado ebrios y no podían dar un paso sin caer.

—¿Y cómo acabe en la cama de Sara?—pregunto.

—Nos descuidamos un segundo para armarte una cama improvisada pero te aprovechaste y te fuiste junto a Sara, pensé que te golpearía pero se acurruco contigo—replica, encogiéndose de hombros.

Volteo a mirar a Sara y sonrío. No sonaba del todo mal la historia de ______. Sólo esperaba que no volviera a ser lo de antes. Adoro nuestras peleas, pero no creo que pueda fingir que no me guste, aunque tal vez deba primero arreglar mis asuntos con ______, o más bien, mis sentimientos.

—Espera un momento ¿Quién gano entonces?—pregunto. ______ sonríe malévolamente.

—Pues...

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No me maten, no me maten... Listo, estoy en el bunker

Les leo, lectores insaciables <3

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