Mas piel, menos ropa
Dedicado en nataliahollander que me lo sugirio por instagram XD
___________________________
Cuando por fin Tom cierra la puerta de la habitación y nos quedamos a solas, suspiro, sintiendo todo el cansancio del día. Lo abrazo por la espalda, rodeando su cintura con mis brazos, y apoyo mi cabeza entre sus escapulas. Cierro los ojos, disfrutando del calor que emana su cuerpo.
—Estás muy cariñosa hoy—comenta en voz baja.
—Te extrañaba—susurro, sin abrir los ojos.
Tom voltea entre mis brazos, me separo un poco pero no suelto mi agarre, quiero tenerlo junto a mí, necesito tenerlo junto a mí. Coge mi rostro entre sus manos y me observa con sus hermosos ojos cafés.
—Antes de lo que crees, estaremos juntos, y serás una doctora increíble—susurra. Sonrío y muerdo mi labio, algo cohibida por sus palabras.
—Quiero que estemos juntos ahora—musito. Su pulgar toca la comisura de mis labios, sin dejar de mirarme.
—Estoy aquí, contigo.
Por un momento, mirándolo a los ojos, me imagino el futuro. Por supuesto que había pensado en él, pero en ese instante, lo veo. Las noticias sobre nuestra relación, el cómo nos mudamos a una casa, la cantidad de mascotas que tendremos, yo vestida de blanco... me freno en seco. Todo me parece tan real, y me asusta la forma en que lo amo con locura.
—No te voy a dejar, nunca—susurra.
Se inclina y junta nuestros labios, tomándome por sorpresa. Mis manos se aferran a su sweater, arrugando la tela entre mis dedos, mientras su boca demanda una respuesta que no tarda en llegar. Mi boca se entreabre dando paso a su lengua, que perfila mi labio inferior haciéndome estremecer. La forma en que sus manos bajan por mi cuello hasta mi espalda hace que miles de corrientes eléctricas me recorran. Extrañaba aquellos besos y aquellas caricias, que demostraban lo mucho que me deseaba y necesitaba de mí.
Mis manos sueltan su sweater y suben por su torso, sintiendo cada uno de sus trabajados músculos. Su aliento se entremezcla con el mío, mi boca succiona su labio inferior, haciéndolo emitir un suave gemido que enciende en mí ese fuego descontrolado, deseoso por tenerlo junto a mí.
Me estrecha contra su cuerpo, profundizando aquel beso apasionado, que roza la desesperación. Damos unos pasos a ciegas, no se hacia dónde, ni tampoco me importa. Sus manos bajan hasta mis caderas, donde cuela sus dedos por debajo de mi blusa. El contacto de sus manos con mi piel desnuda me hace arquear la espalda. Él es el dueño de mi cordura, y en este momento, me la ha quitado por completo.
Jalo de su sweater con desesperación, lanzándolo a algún lugar de la habitación. Los segundos en que nuestros labios se separan me parecen insoportables. Lo empujo hasta que su espalda choca con la pared y vuelvo a atacar sus labios con fervor, como si necesitara de ellos para respirar. Paseo mis manos por su torso, delineando con mis dedos cada musculo marcado bajo su camiseta. Sus manos luchan contra las amarras de mi blusa que están en mi espalda. Celo mis manos por debajo de su camiseta, su piel arde bajo mis manos, sus jadeos son acallados por mis besos.
Logra deshacerse de mi blusa, dejándola caer. Sus dedos bajan los tirantes de mi sujetador. El roce de la yema de sus dedos sobre mi piel me hace gemir. ¿Cómo es que alguien puede volverte loco tan fácilmente? Su boca se aleja de la mía y comienza a atacar mi cuello y mis hombros, depositando húmedos besos y mordisqueando con delicadeza la delgada piel, haciendo que se me escapen más gemidos. Rasguño con suavidad su espalda, mientras lucho por no perderme en aquel torbellino de placer en que sus besos me tienen atrapada, para lograr mi cometido y quitarle la camiseta.
Sus agiles dedos desabrochan mi sujetador y su boca comienza a atacar mis pecho. Echo la cabeza hacia atrás mientras otro gemido escapa de mi boca. Con un rápido giro me deja a mí contra la pared. Sus manos alejan las mías de él y las coloca sobre mi cabeza. En cualquier otra circunstancia, lucharía, pero estoy perdida en ese mar de placer que su lengua provoca, dibujando círculos en mi pezón, haciéndome gemir descontroladamente.
Con una mano sujeta mis muñecas, y con la otra masajea uno de mis pechos. Ni siquiera intento soltarme, estoy completamente entregada a él. Separa su boca de mi piel y acerca su rostro al mío. Su aliento choca contra mi rostro, sus ojos destilan deseo. Suelta mis manos y dejo caer mis brazos a los costados. Con una agilidad impresionante se quita la camiseta y pega su cuerpo a mí. Suelto un suave gemido al sentir su pecho contra el mío, ardiendo a la misma temperatura que yo.
—¿Qué quieres?—pregunta con voz ronca. Su voz tan jodidamente sexy nubla mis pensamientos. Puedo sentir lo dura que esta su entrepierna contra la parte baja de mi abdomen. Trago saliva, sintiendo la boca tan seca que dudo que pueda hablar.
—A ti—susurro.
Una sonrisa ladeada se dibuja en su rostro. Vuelve a atacar mi boca sin piedad, mordiendo mi labio, masajeando mis pechos con ambas manos mientras me arrima contra la pared, como si no quisiera que me fuese a escapar. ¿Es que no se da cuenta que no quiero escapar? ¿Qué ya me tiene? ¿Qué estoy completamente perdida por la locura que él ha provocado en mí?
Sus manos dejan mis pechos y escucho como se baja la cremallera del pantalón. Intento quitarme mi falda, pero él me tiene completamente acorralada. Sus manos se posan en mis caderas, su boca deja la mía y me mira.
Rodeo su cuello con mis brazos, intentando acortar la distancia que nos separa. Me coloco de puntillas y me quedo a centímetros de su boca, sintiendo su respiración entrecortada al mismo ritmo que la mía. Sus manos deslizan mi falda hacia abajo, dejándola caer a mis pies. Me afirma con fuerza contra la pared, enrollando mis piernas en su cadera. Quiero tenerlo dentro de mí, y el sentirlo tan cerca me hace resoplar de frustración. Lo beso con desesperación, con toda la locura que solo él me hace sentir.
Conmigo a cuestas, camina hasta la mesita de noche y abre el cajón, sacando el envoltorio del preservativo.
—______—dice entre besos. Mis dedos se enredan entre sus rizos, acercándolo más a mi.—______.
Está usando todo el poco autocontrol que le queda para intentar frenarme. A regañadientes, me separo. Me deja en el suelo, recuperando al aliento, mientras se coloca el preservativo. Cuando levanta la cabeza y estira su mano hacia mí, lo empujo, tomándolo por sorpresa, haciéndolo caer en la cama. Me siento a horcajadas, posicionándome sobre él, y dejo caer mis caderas, haciendo que me llene por completo. Ambos gemimos de placer al sentir nuestros cuerpos juntos nuevamente. ¿Cómo soporte tanto tiempo sin él?
Me afirmo de sus hombros, comienzo a moverme en círculos, lentamente, mientras el coloca una mano en mi cadera y con la otra me agarra del cabello, obligándome a echar la cabeza hacia atrás, cosa que el aprovecha para atacar mi cuello sin piedad.
Sus caderas siguen el movimiento de las mías. Hundo mis dedos en la piel de sus hombros, intentando controlar los gemidos que amenazan con salir de mi boca. Suelta mi cabello, afirma mi cintura y se levanta. Escondo mi rostro en su cuello, besándolo con desesperación. Siento la fría pared en mi espalda, sus fuertes estocadas me arriman contra esta, hunde su rostro en mi cuello, mordisqueándolo, y yo gimo contra su oído. El remolino de placer me hace tiritar, rasguño la piel de sus hombros, mientras siento como me voy perdiendo. Se separa de mí, dejándome en el suelo. En un giro, deja mi rostro contra la pared, pega su boca contra mi oreja, y siento su palpitante erección contra mi muslo.
—¿Quieres que siga?—pregunta, provocándome. Volteo a mirarlo.
—Si—musito con voz entrecortada.
Me agarra el cabello, mientras que con su mano libre afirma mi cadera. Arremete contra mí, entrando de lleno y haciéndome gemir tan fuerte que temo que me escuchen. La fría pared logra calmar el fuego en mi interior. Tira suavemente de mi cabello hacia un lado para besar mi cuello descubierto. Mis manos, apoyadas contra la pared, luchan contra esta, como queriendo enterrar mis uñas en ella.
El remolino de mi interior explota, liberando aquellas ondas de placer que llegan desde mi cabeza a la punta de mis pies. Tom acalla mi orgasmo con una mano en mi boca, aunque no sirve de mucho. Siento como me deshago en espasmos de placer. Tom da unas cuantas estocadas más, prolongando mi orgasmo, hasta alcanzar el suyo
Deja caer su cabeza contra la mía, apoyando su frente en mi nuca, mientras jadea, recuperando el aliento. Mi frente sudorosa agradece el frio de la muralla. Tom me abraza por sobre mi pecho. Dejo caer mi cabeza hacia atrás, sobre su hombro, y con desgana coloco mis manos sobre su antebrazo. Siento su corazón contra mi espalda latir descontrolado dentro de su pecho, al mismo ritmo que el mío.
Deposita un beso en mi hombro derecho, por sobre mi cicatriz del accidente. Aquel gesto hace que mi corazón se llene de ternura. Abro los ojos y observo su rostro. Sus ojos miran mi cicatriz, y vuelve a depositar besos en mi hombro. Tom es perfecto, de eso no me cabe duda.
___________________________
Si, de nuevo actualización doble :O
No, no le estoy haciendo a las drogas :x
Síganme en instagram wattpad.lovers4 y vean la historia de Esperancita XD
Les leo, lectores insaciables <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top