Feliz navidad: parte 1

Dedicado a never_weak que fue la primera en responder correctamente la pregunta ;)

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Un golpe en la puerta. Abro de golpe. Con su cabello rizado, sus ojos cafés entrecerrados por la sonrisa que me ofrece. Lleva un abrigo gris y una bufanda rojo oscuro. Salto a sus brazos, enrollando mis brazos en su cuello y mis piernas en su cintura. Hundo mi nariz en su cuello, aspirando su aroma. Ya se me hace costumbre hacerlo.

—Son tan melosos—susurra Sara a nuestras espaldas.

Con cuidado, Tom me deposita en el suelo, y sin reparar en Sara, me coloco de puntillas y lo beso. Su boca responde de inmediato a la mía. Mis labios son demandantes, no quiero soltarlo.

—Tortolos, muévanse—nos dice Harrison.

Avergonzada, nos separamos y observo a Harrison. Había venido con Tom solo porque Sara se iría a España, a pasar las navidades con su familia, y no quiso desaprovechar la oportunidad de verla. Pasó por nuestro lado y me dio un corto abrazo para saludarme.

—Hola—le dice a Sara, al separarse de mí. Miro a Tom, esto debe ser suficientemente incómodo para ellos como para que además estemos de espectadores.

—Hola—sonríe Sara, sonrojándose. Carraspeo y doy un paso hacia ellos.

—Tom, ¿Por qué no vamos a dejar las cosas al coche?—sugiero.

—Buena idea—replica él.

Cojo la correa de Thor y se la coloco. Solo llevo una pequeña maleta ya que estaré allí durante cuatro días, el veintiséis debía estar aquí a primera hora para más entrevistas con pacientes. La doctora Moore era muy exigente con ello.

Mientras bajamos con mis cosas Tom me cuenta sus aventuras en la gira, como recibieron la noticia de la muerte de Stan Lee (me rompió el corazón enterarme), y el bromance que tenía con Jake.

—Creo que debería comenzar a ponerme celosa—bromeo. Tom se ríe.

—Ya sabes que es mi esposo—me sigue el juego. Llegamos al coche donde Tom guarda mi maleta en la cajuela. Como probablemente tendríamos que esperar a que Harrison y Sara hablaran un poco, caminamos despacio por el pasto mientras Thor olfatea todo.

—¿Estás seguro que tus padres no se molestan de que pase las navidades con ustedes?—pregunto. El ríe.

—Por supuesto que no. Mientras seamos más, mejor—dice él. Yo hago una mueca.

—Pero no alcance a comprar regalos para todos—le digo. Tom se encoge de hombros.

—Sabes que lo material no es lo importante—replica.

—Estaba pensando que quizás podría cocinar algo, ya sabes. Ya que no tengo regalos, lo mínimo que podría hacer sería algo como eso—sugiero. Tom pasa su brazo por mi cintura acercándome a él.

—Suena bien, pero no es necesario.

—Insisto—le replico. El rueda los ojos.

—De acuerdo, pero con una condición—dice. Frunzo el ceño.

—¿Cuál?

—Que pueda besar a la cocinera—dice, con voz provocativa. Rio ante su petición y él se inclina para juntar nuestros labios.

Con la correa de Thor enrollada en mi muñeca, paso mis brazos alrededor de su cuello y el me estrecha entre sus brazos, sosteniéndome en el aire por unos segundos. ¿Qué mejor regalo de navidad que tenerlo junto a mí?

—Te amo ¿lo sabes?—susurra contra mis labios. Mis mejillas se sonrojan, aun me cohíbe cuando me mira de esa manera.

—Y yo a ti, Tom—le replico.

Continuamos nuestra lenta caminata por el campus, en dirección a la residencia. No sé cuánto tiempo necesitaran Sara y Harrison, pero les quiero dar el máximo posible.

—Cuéntame cómo va tu estudio. El otro día dijiste que estaban por empezar con las muestras—dice de pronto.

—Comenzamos las entrevistas, aun nos faltan cuarenta y tres para entrevistar, por eso es que no he podido tomarme todas las vacaciones.

—¿Y una vez que las termines, que hacen?—pregunta. Llegamos a la mampara de la residencia.

—Elegimos a unos diez a quince participantes para tomar las muestras, tanto a los que padecen la enfermedad como a sus familiares consanguíneos—le explico.

—¿Y cómo los eligen?—pregunta. Entramos a la residencia.

—Por ahora, buscamos que hayan antecedentes familiares de la enfermedad. De esa manera nos es más fácil buscar el componente genético involucrado—respondo.

—¿Y qué pasa si no lo encuentran?—comenzamos a subir las escaleras.

—O aún no tenemos el suficiente conocimiento del ADN humano, que es probable, o la genética no está involucrada—replico, encogiéndome de hombros.— En cuyo caso, estaríamos pensando en alteración de la producción de proteínas o de las señales intracelulares, lo que es muy tedioso.

—Claro, porque la genética no lo es—bromea— me rio con él.

—Ya sabes que soy una nerd, no finjas que te sorprende—le digo, empujándolo suavemente con el hombro.

—Dudo que haya algo que me pueda sorprender en este mundo, después de todo lo que he tenido que ver—ríe él.

Al mundo a veces le encanta contradecirnos.

Cuando llegamos a la puerta de mi habitación, nos detenemos en seco al escuchar gemidos. Peor aún, los gemidos provenían de la habitación. Yo y Tom nos miramos.

—¿Qué decías sobre las sorpresas?—le pregunto. Tom vuelve a mirar la puerta.

—De acuerdo, considérame sorprendido—replica.

Nos reímos a carcajadas y rápidamente nos alejamos por el pasillo. Nadie puede decir que la relación entre Sara y Harrison no sea intensa. Y yo que le creí sus palabras. "Me lo tomare lento", "paso a paso", "no hay necesidad de apurarse". Al parecer sus hormonas pensaban lo contrario.

Con Tom decidimos bajar a la sala de estar. Thor se recostó en la alfombra y nosotros nos acurrucamos en el sillón. A pesar de que no estaba lloviendo, hacía mucho frio, y las nubes grises podían traicionarnos en cualquier momento.

—Solo espero que no hayan utilizado mi cama—le digo mientras saco mi teléfono del bolsillo y comienzo a teclear un mensaje para Sara.

—Pobre Stiles-susurra Tom, haciéndome reír.

Aprieto el botón de enviar. Le he dicho "Avísame cuando dejen de follar". Se van a morir de vergüenza, pero después de las miles de bromas que Harrison hace respecto a mi vida sexual, se lo merece.

—Dijiste que no habías alcanzado a comprar regalos para todos... ¿eso significa que tienes regalo para alguien?—pregunta Tom. Levanto mi cabeza de su hombro y sonrío.

—Si. Pero tendrás que esperar para saber a quién. Bueno, excepto por Harrison. No le tenía un regalo, pero ahora se me ha ocurrido uno que le hará falta—replico. El frunce el ceño curioso.

—¿Qué cosa?—pregunto. Sonrío traviesa.

—Preservativos.

Tom se ríe a carcajadas. Justo en ese momento, Harrison y Sara aparecen, ambos muy sonrojados, ya que probablemente Sara ya vio mi mensaje. Lleva una maleta. Se supone que la iremos a dejar al aeropuerto, su vuelo sale en unas horas.

—Estamos... estoy. Estoy lista—tartamudea Sara, muriendo de la vergüenza. Muerdo mi labio aguantando la risa. Harrison no parece despegar sus ojos del suelo.

—Ya lo creo—susurro, riendo por lo bajo.

—Un buen regalo de navidad—los molesta Tom, y explotamos de la risa.

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¿Va a haber un drama fuerte en poco tiempo? Mmmm drama fuerte, no.

¿Qué raza es Thor? Golden Retriever

¿Sara y Harrison tendran relaciones? No, para nada :x jajajajaja

Si responden primero correctamente la siguiente pregunta, tendrán dedicación el próximo capitulo (no válido para las que ya ganaron antes): ¿Cuál fue la primera sorpresa que le hizo Tom cuando ______ fue a Londres por primera vez? Facilito

¿Tienes una pregunta? Déjala acá y la responderé en el siguiente capitulo

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Les leo, lectores insaciables <3

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