Capítulo uno

El sol brilla en todas parte en la aldea de Kumogakure.

Me llamo Hirayoshi _____, hoy cumplo los 7 años y vivo en la aldea de Kumogakure, soy huérfana vivo sola en un pequeño departamento que me dio Lord Raikage, pero no soy tan educada así que le digo viejo Raikage o solo viejo.

Mi comida favorita son los dangos y el ramen, mis colores favoritos son los tonos de naranjas y azules, me gustaría entrenar para demostrarles a todas las personas de que soy capaz y mi sueño a seguir todavía no lo he pensado también.

Camino por toda la Aldea mientras observo cada parte de esta, me detengo al ver tres niños al frente mío, el primero viste todo de color negro, segundo trae un short blanco con camisa roja y el ultimo está vestido con el traje de los ninjas de la aldea.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar. Siento que alguien me jala de mi blusa provocando que caiga al suelo, giro mi cabeza y visualizo al segundo niño quien me tiene aun agarrada.

—Y tu a donde vas niñata. — dijo el segundo niño burlón

No respondo.

—Qué pasa fenómeno, acaso te ofendió lo que dijo él y vas a empezar a llorar, bu bu bu. — dijo el niño primer niño

Él empieza a actuar como si estuviera llorando. El segundo niño me levanta, seguido me aprieta más de mi blusa.

Ya me están hartando les voy a....  vamos cálmate ____, inhala y exhala.

—Jaja, el fenómeno quiere llorar. — dijeron los tres niños

—Suéltenme, no me molesten y no les haré nada. — dije fría

—Y si no te dejamos, ¿qué?. — dijo el tercer niño

—¿En serio quieres saber?. — pregunte fría

—Uh, mira como tiemblo. — dijo el primer niño

Tranquila ____, tranqui....

—Tu crees que te haremos caso demonio. —dijo segundo niño

—Ahora si. — dije furiosa

Me zafó de su agarre y me tiro encima de él provocando que ambos caigamos al suelo, seguido empiezo a golpearlo.

—Yo no soy un demonio. — dije

Le doy un puñetazo en la cara.

—Suéltalo ahora, demonio. — dijo el primer niño

—Cómo me dijiste tarado. — dije muy fría

—Co...mo lo es..cu...chaste. — dijo el tercer niño

Me levanto del suelo y camino directo hacia ellos, seguido los pateo a cada una en sus zonas bajas.

—Yo no soy un demonio. — dije

Si que son imbeciles y así se quedarán por toda su vida.

Ambos están retorciéndose en el suelo, la verdad me da mucha risa pero no lo demuestro.

—Para la próxima vez que me digan así, les ira peor. — dije seca

—¿_____ que estas haciendo?. — preguntó  una voz masculina

Que no sea el viejo que no sea el viejo.

Me doy la vuelta y mi mirada se detiene al ver a Shodai, más conocido como Lord Raikage.

Él es un hombre de gran estatura, delgado, y de tez morena al igual que la mayoría de los aldeanos de Kumogakure. Posee cabello largo estilo afro. Porta una bufanda en el cuello y un largo traje.

Si hablamos de su personalidad es una persona tranquila y calmada. Lo consideró un que un líder que no muestra debilidades y ser siempre firme en sus posturas y actitudes, claro si no tiene nada que ver conmigo ya que lo sacó de sus casillas de ves en cuando, además siempre busca lo mejor para su aldea.

Ahora en este preciso momento es todo lo contrario.

Y es el viejo.... de esta no me salvo.

—Estaba caminando tranquila, hasta que ellos llegaron. — dije molesta

—Claro que no Raikage - sama, estábamos nosotros tres caminando hacia la academia y ella nos empezó a atacar así de la nada. —dijo el segundo niño

—Claro que no us....

Siento como me cubre la boca.

—No importa quien haya empezado, ustedes tres vallan a la academia antes que sean suspendidos. — dijo el viejo

—Si. — dijeron los tres

Ellos se van y el viejo me quita su mano mientras le sale una bendita en la frente.

—¿Ahora en que lío te metiste?. — pregunto molesto

—Está vez no comencé yo. — dije

—Sabes perfectamente que no tienes que golpear a la gente si te dicen algo, solo ignóralos. — dijo el viejo

—Tu viste todo no ¿es así?. — dije cortante

—Si. — respondió

Bajo mi mirada.

—Simplemente no puedo, ello empezaron y yo no les he hecho nada. Casi todos los días es lo mismo pero con diferentes personas, me tratan como basura o demonio y me lo dicen, no entiendo. — expliqué

—Saliendo del tema, tengo 2 cosas que decirte. — dijo

Elevó mi mirada.

—¿Y que es abuelo?. — pregunte

A él le sale una bendita en la frente provocando una sonrisa de mi parte.

—Cómo me dijiste. — dijo enojado

Empiezo a reírme.

—Bueno, la primera cosa es feliz cumpleaños. — dijo sonriente

Que bipolar.

—Gracias ¿cual es la segunda?. — pregunte

—Te lo diré cuando terminemos de festejar. — explicó 

Empieza a caminar y yo lo sigo.

—¿Festejar?. — pregunte

—Qué no quieres que festejemos tu cumpleaños. — dijo

—Claro que si, pero ¿usted no estaba ocupado?. — pregunté

—Claro que no. — dijo

—¿Y a dónde vamos?. — pregunté

—Ya deja de hacer tantas preguntas. — dijo irritado

—Está bien. — dije

Caminamos en silencio hasta llegar al lugar donde festejaríamos por mi cumpleaños, llegamos al lugar y él hace a un lado la cortina.

—Este es el lugar, las niñas primero. — dijo

—Gracias. —dije

Entro al lugar y me quedo boquiabierta, ya que en ese lugar sirven ramen y a mi me encanta el ramen. Se sienta en una silla al igual que yo.

—Qué tal si pedimos ya. — propuso

—Vaya. — dije anonada

—Pide lo que quieras, yo lo pagare es mi regalo por tu cumpleaños. — dijo 

—Gracias viejo. — dije sonriente

—Nunca vas a cambiar no es así. — dijo

—No, mmm..... quiero un ramen de Shoyu ramen, por favor. — dije sonriente

—Yo quiero el Shio ramen, por favor. — pide

—En seguida les traigo las ordenes. — dijo el trabajador

—¿Y que me iba a decir?. — pregunte

—Espera si. — dijo

En eso nos traen las ordenes, tengo los ojos brillantes y estoy babeando por mi ramen.

Giro mi cabeza y observo el platillo del viejo.

Agarro mis palillos y empiezo a comer mi ramen que esta delicioso, terminamos de comer el ramen y salimos del lugar.

—¿Ahora ya me puede decir?. — pregunte

—Claro, solo que será en mi oficina. — respondió

Seguimos caminando hasta que llegamos a su oficina ya que aún estamos afuera se veía que era grande, pero en realidad es un poco pequeña porque tiene bastantes cosas.

Entramos a su oficina y me siento en su silla rotatoria.

—¿Que cosa me iba a decir?. — vuelvo a preguntar

Él observa por la ventana.

—Mira ____, como puedo explicártelo.... para que me entiendas. — dijo

—Pues con palabras, ¿no?. — dije

—Es algo difícil de poder explicar...... _____ escúchame bien y esto lo que te diré tómalo en serio. — dijo

—¿De acuerdo?. — dije dudando

Él inhala y suelta un suspiro provocándome un leve escalofrío.

Él nunca hace eso.... esto ya no me gusta.

—____, tu no eres parte de la aldea. — dijo

—¿¡Que!? ¿Como que no soy parte de la aldea, si aquí he vivido?. — pregunte

—No, tu naciste en la aldea de Konoha, también llamada la aldea escondida entre las hojas. — explicó

—Pero si nací en Konoha ¿por qué estoy aquí?. — pregunté

Esto es una broma... no entiendo ¿¡pero como!? ¿¡Por qué!? Hayyyy..... ya me empezó a doler la cabeza.

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