—Jinnie, ¿estas muy ocupado? —SeokJin cerro sus ojos y apretó sus labios al escuchar aquella voz.

—¿Qué desea profesor Jeon? —respondió sin girarse a mirar al recién llegado.

—Jinnie —puchereo el castaño—. Me la he pasado toda la semana pasada pidiéndote que dejes de decirme profesor Jeon, puedes decirme Jungkook o puedes ponerme algún apodo, si gustas.

—¿Qué desea profesor? —volvio a decir Jin ignorando todo lo que el menor había dicho.

Jungkook suspiro y torció el gesto con evidente molestia.

—Bueno, lo que pasa es que quería invitarte a comer después de clases, ya sabes para relajarnos un poco.

—Lo siento profesor, ya tengo un compromiso —dijo Jin mientras comenzaba a guardar sus cosas.

—¿Qué?, ¿Con quien? —preguntó Jungkook con un tono de voz elevado y molesto.

—Con Min...

—¿Con ese estudiante? ¿Por qué? ¿Sobre qué es ese compromiso que tiene que cumplir con ese chiquillo?

—Profesor Jeon —dijo Jin. Se puso de pie y se colocó su maletín al hombro—, no tengo por qué darle explicaciones sobre mi vida privada, pero para evitar cualquier clase de mal entendido se lo aclarare. Yoongi está recibiendo clases de apoyo en mi materia y debido a ciertas circunstancias —dijo mirando con evidente reproche al castaño—, no tuvo ninguna de esas clases la semana pasada. Así que su rendimiento ha ido bajando lo poco que había subido y eso me preocupa.

—Pero Min es un chico inteligente, no creo necesarias las clases de apoyo.

—Min podrá ser muy inteligente en otras materias, pero en matemáticas tiene un rendimiento muy bajo, así que si, Min necesita de esas clases —paso por un lado de Jeon—. Así que lamento informarle que a partir de hoy no estaré disponible por las tardes profesor Jeon. —tomo el pomo de la puerta, se giró un poco, miro a Jungkook e hizo una leve reverencia—. Con su permiso —se giro y salió de la sala de maestros.

Jungkook respiraba con dificultad, el enojo era evidente en cada célula del castaño que fulminaba con la mirada la puerta por la que había salido el mayor hacia algunos segundos.

—Posiblemente sólo sean ideas mías, pero algo en el comportamiento de esos dos no me cuadra —decía con los labios apretados debido al enojo—, así que sea lo que sea que esté sucediendo entre SeokJin y ese niño, lo voy a averiguar.

Jimin no podía estrujar ni despedazar más aquella servilleta porque definitivamente estaba hecha jirones.

Su mirada se mantenía sobre aquel chico pelinegro que sonreía junto a Min y sus otros amigos, pero eso no era lo que molestaba al pelirrojo, no, lo que realmente lo estaba molestando, al punto que llegó a despedazar a una pobre e indefensa servilleta, era que sobre los hombros de NamJoon se encontraba el brazo de Jackson, y eso no era todo, el motivo de la risa y risitas que soltaba el pelinegro eran debido a que Wang se encontraba susurrando cosas a su oído.

—Jimin, ¿estas bien? —pregunto Jin al ver como su amigo respiraba con dificultad.

—S-si —dijo con los labios apretado y la mandíbula tensa.

—Yo no lo creo asi —fruncio el ceño el mayor, giro un poco su tronco y miro hacia donde la mirada de Jimin se encontraba clavada—. ¿Cuál de todos los que se encuentran en esa mesa es el que tiene la desdicha de estar siendo fusilado por tu mirada? —pregunto el mayor, volviendo su vista a su amigo.

—¿Eh? —Por primera vez en aproximadamente veinte minutos, Jimin apartó la mirada de aquella parejita, claro que Jin no sabía exactamente cuánto tiempo llevaba su amigo mirando hacia aquella mesa—. ¿Qué has dicho?

—Te pregunté ¿a quién estas asesinando con la mirada?

—A nadie —torció el gesto y apartó su vista posandola en la máquina expendedora.

—Jimin, te conozco lo suficiente como para saber que estás mintiendo y sobre todo, que esa mirada que lanzabas hacia la mesa de Min, no era exactamente amigable.

—Es algo sin importancia —respondió el menor, mirando a su amigo—. Por cierto, ¿a qué santo debo agradecer el tenerte frente a mi?

—No comiences con tus cosas —Jin apartó su mirada y obtuvo aquello como pretexto para mirar hacia la mesa de Yoongi.

—Deberías ser menos obvio —murmuro Jimin mientras metía una papa frita a su boca.

—¿De qué hablas? —Jin apartó la mirada está vez.

—Jin, te conozco lo suficiente como para saber que estás mintiendo y sobre todo, que esa mirada que lanzabas hacia la mesa de Min, no era exactamente amigable. —cito exactamente las mismas palabras que Jin había utilizado con él.

Jin sólo guardo silencio y miro a Jimin con los ojos entrecerrados.

—Astuto —elevo una ceja.

—Si tu hablas, yo lo haré. Asi de simple.

—Es complicado, Jimin —dijo el mayor eludiendo la mirada de su amigo.

—Mi situación también es complicada, Jin. Demasiado complicada, creo que incluso un poco más que la tuya.

—Puede ser. —asintió el mayor—. ¿Habrá alguna posibilidad de mejorar nuestra situación?

—La verdad —Jimin miro de nuevo hacia donde NamJoon se encontraba sonriendo, haciéndolo sentir ese revoltijo en el estómago que solo sentía al ver al pelinegro—, lo dudo.

El timbre inundó los pasillos de la institución y cada alumno dentro de la cafetería se puso de pie y comenzó a abandonar el lugar. Tanto Jimin como Jin se pusieron de pie y caminaron hacia la salida.

Jimin colocó su mano sobre el hombro de su amigo.

—Te veo después —dijo antes de emprender su carrera.

Corrió entre el montón de estudiantes y en cuanto logro identificar aquella cabellera rápidamente aceleró hasta que logró detener el avance del menor.

—Necesito hablar contigo —fue lo único que dijo.

NamJoon se sorprendió ante aquello y cuando estaba por responder sintió como era jalado por su profesor.

—¿De que quiere hablar? —pregunto el menor en cuanto estuvo completamente a solas con su profesor, evitando en todo momento hacer contacto visual con este.

—Creí que había dejado en claro que no quería a Wang cerca de ti.
—dijo Jimin mirando seriamente al menor—. Al menos, no con esa clase de cercanía.

—No estabamos haciendo nada —respondió el menor con nerviosismo—. A-ademas, yo también le deje en claro que usted no es quien para darme órdenes.

—Soy tu profesor —elevo la voz.

—¡Exacto! —grito en respuesta el menor—. Usted es mi profesor, no mi novio. Y como profesor, no puede obligarme a cortar mi relación con Jackson.

—¿T-tu qué? —dio un paso al frente, acercándose al menor, quien por instinto dió un paso atrás—. ¿Acaso Wang y tú tienen algo?

—É-él es mi amigo, sólo eso —dijo rápidamente al ver el rostro enfadado de su profesor.

—Un amigo no te va a abrazar, hablar o a mirar como Jackson lo hace.

—N-no tenemos nada mas que una amistad —el menor observó con nerviosismo como el cuerpo de su profesor se pegaba al suyo—. A-ademas, n-no tengo por-porque darle explicaciones a usted.

—Tienes razón, no tienes porque darme explicaciones, pero igual lo estás haciendo. —acaricio la mejilla del menor—. Y ambos sabemos el porque lo haces.

—Si, por tonto. Porque me dejó llevar por sus coqueteos y sus seducciones, pero al final de cuentas, siempre termina cortando mis ilusiones y dejándome claro que usted y yo solos somos alumno y maestro.

Jimin trago en seco ante la veracidad de aquellas palabras. Él sabía perfectamente que lo que hacía estaba mal, pero no podía evitarlo, aunque eso lastimar al chico frente a él.

—Ahora, si ya terminó con su jugarreta del día, me retiro.

Y sin más, el menor abandono el aula, dejando a Jimin con una gran culpa carcomiendo su alma.

Y al fin actualice ¡Aplausos! 👏🏻👏🏻😂

¿Qué les pareció?, Espero les haya gustado porque la verdad, tarde un buen en editar el capítulo ya que cambie básicamente todo lo que tenía anteriormente escrito.

Las amo mucho ❤️

Pd: les debo los besitos en esta ocasión porque ando enfermita 🙁 cuídense mucho, coman bien y si hace frío abríguense o terminarán como yo :') hasta la siguiente actualización ❤️

✿Kim☆Palomita✿