✿Capítulo 11✿

Los ojos del menor se llenaron de lágrimas y una hermosa sonrisa adorno su rostro. Sin contenerse más se lanzó a los brazos de su profesor.

Yo también te amo Jin —se alejo lo suficiente para poder observar el rostro del mayor, el cual tenía una enorme sonrisa en sus labios.

SeokJin tomo en brazos a Yoongi y giro con él, mientras besaba dulcemente los labios del castaño.

Será un martirio tener que ocultarnos, pero tendremos que soportarlo mi niño —dijo el mayor mientras acariciaba las mejillas sonrosadas del menor—. A menos que tu no quie...

El menor colocó su dedo índice sobre los labios del mayor.

Podré soportarlo Jin, sólo, has la pregunta correctamente —se alejo de SeokJin y con una sonrisa en su rostro observó como las mejillas de su profesor adquirían un leve tono rosado.

Yoongi, tú ¿quieres ser mi novio?

Si —brinco a los brazos del mayor en cuanto esté terminó de formular aquellas palabras.

SeokJin lo abrazaba fuertemente dejando pequeños besos por todo el sonrojado rostro del menor, para después unir sus labios a los del menor, sellando el inicio de su relación con aquel dulce beso, lleno de esperanzas, sueños y sobre todo, amor.

Jimin se encontraba al borde de la desesperación, y esque desde aquel accidente que había tenido con el joven Kim, no podía sacarse de la mente lo bien que se había sentido tener el peso de aquel chico sobre él.

Jimin negó energéticamente, tratando de eliminar aquellos pensamientos de su cabeza, y es que eso era algo impensable, ¿como podía un profesor pensar en tener algo con su alumno?, Ciertamente no estaba pensando con su cabeza, o al menos no con la que debería.

Volvió a golpear su cabeza contra el escritorio, y es que a pesar de estar en la hora de descanso, el pelirrojo había preferido quedarse en el salón, no porque estuviera evitando toparse a cierto pelinegro de lindos hoyuelos, aunque... a quien engañaba, ciertamente era lo que estaba haciendo.

—¿Profesor Park? —Jimin pensó que estaba completamente loco por estar alucinando aquella voz—. Profesor Park, ¿puedo entrar?

Jimin levantó rápidamente su cabeza al darse cuenta que aquella voz no era parte de su imaginación.

Si, adelante joven Kim, dígame ¿en que puedo ayudarlo? —dijo acomodando su saco y sentándose recto en su silla.

Bueno vera, yo, yo no entendí lo que explicó la última clase, y quería saber si podría explicarmelo, para poder realizar la tarea que nos encargó —el menor miro nerviosamente al pelirrojo frente a él, y es que aquella era una asaña realmente valiente por parte del pelinegro.

Hay Kim, ¿en qué estaba pensando que no puso atención?

En usted —respondió el menor, regañandose mentalmente al darse cuenta de lo que habia dicho y dándose unos buenos zapes por no controlar su lengua.

Los ojos de Jimin se abrieron asombrados ante aquella confesión, observando las coloradas mejillas de su adorable alumno.

Jimin se puso de pie y se acercó a la puerta del salón, asomo su cabeza fuera de esta y al ver que no había nadie en el pasillo, cerro la puerta.

NamJoon se quedó estático en su lugar observando las acciones de su profesor y sintio un zoológico en su estómago al ver como este cerraba la puerta tras de sí.

Jimin camino hacia el joven que se encontraba nervioso mirando hacia el piso, y una vez que se encontró frente a este, puso sus dedos debajo de la barbilla del menor y levantó un poco el rostro de este logrando trabar su mirada con la del pelinegro.

Cuando NamJoon estaba por hablar Jimin se puso de puntillas y presiono sus labios contra los del menor.

Al principio, NamJoon se encontraba realmente sorprendido, pero pronto aquella sorpresa fue reemplazada por satisfacción. Envolvió sus brazos a la cintura de su profesor y lo pego completamente a su cuerpo, Jimin soltó un pequeño jadeo, permitiéndole así al menor explorar su cavidad bucal.

Ambos se olvidaron completamente de todo a su alrededor. Olvidando donde se encontraban, quienes eran y lo terrible que sería si alguien los veía en aquella situación. Pero ahí, probando los labios ajenos, nada importaba, sólo existían ellos dos.

El estruendoso sonido del timbre hizo a ambos chicos alejarse del otro de golpe. Jimin observó a NamJoon y sin decir nada se giró sobre sus talones y salió del salón, dejando al pelinegro confundido.

De camino a la prefectura, Jimin no dejaba de pensar en lo ocurrido, los pasillos cada vez estaban más solos y el simplemente podía sentir que todas las miradas (inexistentes) se encontraban sobre él. Jimin incluso podía jurar que lo que acababa de suceder en aquel salón estaba grabado en su frente.

Negando con la cabeza y jurando que jamás volvería a repetirse aquello, Jimin se sorprendió al sentir una mano rodear su antebrazo y jalarlo hacia quien sabe donde.

SeokJin sabía que aquello estaba mal, sabía que no debía de haber comenzado aquello, que debía de controlarse, pero... ¿qué diablos podía hacer para mantener sus ojos alejados de aquellos mechones castaños, de aquellos finos labios que había tenido la oportunidad de probar tantas veces en tan poco tiempo?

Era imposible, realmente imposible, y sabía que uno que otro de sus alumnos se daría cuenta de aquellas miradas constantes que le daba al castaño, pero él no podía controlarse, no después de haber besado al pequeño castañito, no después de haber sostenido aquel pequeño cuerpo entre sus brazos.

Yoongi por otro lado, mantenía la cabeza gacha, para evitar que sus compañeros notarán la enorme sonrisa que estaba plantada en sus labios. Aquella enorme sonrisa que se había dibujado en sus delgados labios desde que había hablado con su profesor. Yoongi nunca sonreía y aquella sonrisa definitivamente lo haría ver extraño ante los demás, y lo que Yoongi menos quería era que empezarán a hablar de él.

El timbre sono indicando el inicio del descanso, todos los alumnos comenzaron a guardar sus materiales y a abandonar el aula, Yoongi se tardó más de lo normal en guardar sus materiales y la razón era obvia, quería estar a solas con su mayor.

Una vez que el salón se encontró completamente solitario, SeokJin se encargó de cerrar la puerta, estaba por girarse cuando sintió unos delgados brazos envolverlo por la parte de atrás. Giro lentamente sin deshacerse del abrazo y acuno con sus manos el rostro del menor.

Esta es la mejor decision que pude haber tomado —dijo con una enorme sonrisa, se giro y sin poder contenerse beso tiernamente los labios del menor.

Sin soltar a Yoongi, entrelazó sus manos con las del castaño y lo dirigió hacia la silla que se encontraba tras su escritorio, tomo asiento y jalo al menor para que esté quedará sentado en sus piernas.

Yoongi se abrazo al cuello del mayor y escondió su sonrojado rostro en el cuello del más alto. Mientras tanto, SeokJin abrazaba posesivamente la cintura del más bajito formando círculos con su pulgar en la cintura de este.

Yoongi sentía un revoltijo en su estómago y comenzó a dejar besitos en el cuello de su mayor, sonriendo al ver como la manzana de Adán de su mayor se movía y emitía una ronca risa de satisfacción.

Y así se quedaron ambos en aquel salón, abrazados el uno al otro, disfrutando de su cercanía y compartiendo muchos besos llenos de amor.

Con un suspiro tuvieron que separarse un poco al escuchar el estruendoso timbre indicar el fin del receso.

Yoongi se levantó de golpe del regazo de su profesor al escuchar un fuerte azoton a algunas aulas de donde se encontraban y suspiro aliviado en cuanto vio como el profesor Park se alejaba a paso veloz de los salones sin voltear hacia el aula de matemáticas.

¡¡Y aquí estamos de regreso!!

Pequeñitos cambios y esto terminó más largo de lo que estaba, espero sigan disfrutando de la historia y trataré (sólo trataré) de publicar los capítulos que me faltan rápidamente.

Las amo mucho, les mandó muchos besitos 😘😘😘

✿Kim☆Palomita✿

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