CAPÍTULO EXTRA-LA BODA
La mayoría de las mujeres soñamos con el día de nuestra boda. Yo solía pensar en este día por mi vestido o la decoración, incluso por el lugar, pero en mis pensamientos jamás estaba el novio porque no creía que llegaría a conocer a alguien con quien quisiera compartir toda mi vida. Cuando conocí a Derek pensé que no habría nada mejor que eso que teníamos, que no podía aspirar a más, pero por suerte conocí a Ian y entendí que no hay que conformarnos, que merecemos el mismo amor que damos. Y ahora estoy aquí de pie frente al espejo y no puedo creer lo que veo. Estoy con mi vestido de novia, a punto de salir y caminar hacia Ian, estoy a unos pasos de decirle frente a todos cuanto lo amo.
Debo confesar que estuve a punto de cancelar la boda, no porque me arrepienta, es solo que no vi necesario jurarnos amor frente a otras personas, solo me basta con que él sepa cuanto lo amo. Pero Ian dijo que quería verme vestida de novia, que quizás después me podría llegar arrepentir si nos llegamos a casar sin una ceremonia con nuestra familia. Y tenía razón, me siento muy emocionada por esto, es un sueño que no sabía que tenía.
—¡Por Dios! —escucho a Annie gritar— Eres la novia más hermosa que he visto.
Sophie a su lado me mira con una enorme sonrisa mientras disimuladamente le pega en el brazo a Annie.
—Eso dolió Sophie, además tú ya tuviste tu momento.
Contengo la respiración un momento cuando veo el reloj y me doy cuenta que falta muy poco tiempo. No entiendo porque estoy tan nerviosa.
—Realmente es la novia más hermosa —dice Elizabeth mientras también entra en la habitación.
No sé si seré realmente la más hermosa, pero si me siento la novia más feliz y creo que eso es mucho más importante.
—Sabes al principio creí que celebrar la boda aquí era mala idea, pero veo que hicieron un excelente trabajo —les dice Annie a mis hermanas.
Estamos celebrando la boda en el jardín de la casa de campo que era de la madre de Ian, la misma casa donde murió De Luca. Sophie dijo que era una buena forma de dejar atrás los malos recuerdos, enterrarlos y dejar que los buenos florezcan. Ian al principio se negó, pero al final aceptó. Se mandó a redecorar toda la casa, en realidad parece que la hubieran derribado y construido una nueva. Pero me alegro dejar que la boda fuera aquí, así tengo la boda en el bosque que siempre soñé.
Sophie y Elizabeth se acercan a mí. Elizabeth saca una pequeña pulsera de oro blanco de una caja y la pone en mi mano derecha.
—Algo nuevo —me dice mientras me da un beso en ambas mejillas.
Es hermosa y delicada, me encanta.
—Algo azul —me dice Annie mientras mueve una liga azul entre sus dedos y se agacha para subirla por mi pierna.
Hago un enorme esfuerzo para contener las lágrimas.
—Sólo nos falta algo prestado —murmura dice Sophie.
Niego con la cabeza mientras les enseño mis aretes.
—Eran de mi madre, los tomé prestados.
Quisiera que ella estuviera aquí en este momento, pero también sé que donde quiera que esté ella, me está cuidando.
Vuelvo a mirar el reloj y siento que el corsé del vestido me quede más apretado. Me cuesta respirar. Estoy muy nerviosa.
—Emma, como tu dama de honor —empieza a decir Sophie.
La puerta se abre de forma dramática y entra David con el cabello revuelto, luce muy agitado y veo que levanta un pequeño ramo de gardenias y camelias entre sus manos.
—Lo encontré —nos dice casi en un susurro.
David entra y cierra la puerta, le da el ramo a Annie y se acomoda el cabello.
—Te recuerdo que su damo de honor soy yo —le dice David a Sophie—. Supéralo.
Miro a David mientras extiendo mis brazos y él camina hasta mí y me abraza muy fuerte.
—Te ves fantástica, la novia más hermosa, te adoro tanto Emma.
Respiro hondo para no llorar, no puedo dañar mi maquillaje o todos en esta habitación se van a enojar conmigo.
Annie camina hasta la puerta y Grace, la organizadora de la boda, le dice que ya es el momento. Annie, Sophie y Elizabeth como mis damas salen primero y David me da un último abrazo antes de ir con ellas. Camino hasta la puerta y veo a Alex esperándome con una sonrisa triste.
—¿Qué pasa hermano? —le digo mientras tomo su brazo y empezamos a caminar por el pasillo. un fotógrafo nos espera en la escalera y empieza a tomar fotos mientras bajamos.
—Es solo que no puedo creer que te vayas a casar. Eres mi hermanita, sólo deseo que seas muy feliz Emma, te lo mereces.
Me da un beso en mi frente y se gira a verme cuando llegamos al último escalón.
—¿Estás lista?
Grace nos da algunas indicaciones y yo me siento cada vez más nerviosa, siento que me voy a desmayar en cualquier momento. Me sujeto con fuerza del brazo de Alex.
—Sí —respondo.
Empezamos a caminar hasta la puerta y escucho el murmullo de las personas. Nos paramos y algunas chicas acomodan mi velo mientras empieza a sonar turning page a piano. La primera vez que escuché esa música supe que sería la música con la que caminaría hacia el altar.
—Es el momento —nos dice Grace.
Mis damas caminan hasta el altar y yo no puedo seguir viendo porque me siento muy nerviosa. Cierro los ojos un momento mientras camino al son de la música y cuando los abro veo a Ian, ahí de pie a unos pasos de mí, me sonríe y todos mis miedos se evaporan, desaparecen con solo ver a Ian. Yo también sonrío mientras anhelo poder llegar hasta él.
—Cuida de ella —le dice Alex a Ian mientras le entrega mi mano, Ian no lo ve, solo tiene ojos para mí.
Cuando tomo la mano de Ian entra la mía siento que estoy bien, que estaremos bien, que pase lo que pase ahora en nuestras vidas siempre podremos contar el uno con el otro.
El ministro empieza hablar y yo a penas y lo puedo escuchar, no lo escucho en absoluto, solo puedo pensar en lo feliz que me siento ahora.
Cuando llega el momento de los votos Ian me mira a los ojos y toma mis dos manos entre las suyas. Escucho como me jura lealtad y amor incondicional, como habla sobre los obstáculos que hemos superado y sobre cuanto amor nos tenemos. Mi mano tiembla un poco mientras él pone el anillo en mi dedo. Yo respiro hondo antes de decir mis votos y poner el anillo en el dedo de Ian.
—Yo los declaro marido y mujer —dice el ministro—. Puede besar a la novia.
Ian toma mi rostro entre sus manos y me besa. Me pierdo un momento entre sus labios, he deseado estar entre sus brazos todo el día y ahora que por fin estoy con él no quiero separarme.
—Te amo, mi hermosa esposa —me dice Ian al oído mientras caminamos hacia nuestros familiares y amigos que nos lanzan arroz y pétalos de flores, según ellos, para la buena suerte.
Varias personas me abrazan y me felicitan, yo busco a Ian entre todas esas personas, pero no lo puedo encontrar. Sonrío a quienes se acercan para felicitarme y les doy las gracias por sus buenos deseos.
Chillo de felicidad cuando veo a Lía venir con Aurora, mi hermosa sobrina.
—Mi amor hermoso, tía Emma te ha extraño mucho —le digo mientras la tomó entre mis brazos y le acaricio su cabecita.
Aurora siempre que me ve se emociona mucho.
—Te quiero tanto —le digo mientras beso sus cachetes.
Lía se ríe y niega con la cabeza, ella dice que consiento demasiado a Aurora y no se equivoca.
Converso un momento más con Lía antes que Grace me interrumpa y me lleve hasta la mesa de los novios. Ian me espera ahí y puedo ver la emoción en sus ojos cuando me ve.
—Te ves hermosa —me dice mientras yo me siento—, y me muero por quitarte ese vestido.
Me río y niego con la cabeza.
Grace me dice que alguien nos quiere decir unas palabras. Sonrío al ver a David caminar hasta la mitad de la pista y tomar el micrófono que le da Grace.
—Emma, eres una de las personas más importantes que hay en mi vida, realmente no sé qué sería de mí sin ti, sin tus locuras. Siempre me he preocupado por ti y jamás creí que existiera alguien que te merezca, pero cuando conociste a Ian empecé a creer que quizás él podría llegar a merecerte y ahora sé que es así. Me siento profundamente feliz y tranquilo al saber que estás junto a alguien que te ama tanto como mereces y más de lo que piensas. Espero querida amiga que tu felicidad se multiplique todos los días, te adoro con mi vida. Por los recién casados.
Dice mi mejor amigo mientras levanta su copa.
Sólo quiero pararme ir abrazarlo, pero veo a Annie tomar el micrófono.
—Yo sabía antes que ellos cuanto se amaban porque bastaba con ver como se miraban entre sí, yo he sido testigo de este amor y me siento feliz al saber que al final del día mi hermano tiene alguien que va a darle la mano cuando este caído y a celebrar sus logros, alguien que lo ama y que está dispuesta a todo por él. Esta noche quiero brindar por ustedes dos, Emma me siento realmente feliz que ahora seas parte de mi familia, pero yo te he considerado mi hermana desde hace mucho tiempo. Salud.
Annie grita de emoción, yo no puede evitar reírse al final y pienso que esos serán todos los discursos, pero para mí grata sorpresa veo a Sophie caminar hasta Annie y pedirle el micrófono.
—Y para cerrar con broche de oro, yo —dice mi hermana—. Este discurso es de parte de todos tus hermanos, Alex no lo pudo dar porque está a punto de llorar y Elizabeth ya está llorando. Emma, la primera vez que supimos sobre ti hubo varias emociones en nosotros, no estábamos felices y debo reconocer que yo no te quise hasta hace solo unos años —ella se ríe y escucho que tanto Elizabet como Alex la regañan entre los invitados—, pero Elizabeth y Alex a penas te vieron te quisieron, han cuidado de ti y eres su bebé, los he visto cuidar de ti por todo este tiempo, reír contigo y darte su hombro para que llores. No tienes idea lo feliz que estamos al poder compartir este día contigo, al llamarte hermana y quiero decirte que agradezco que llegaras a nuestras vidas, agradezco que seas mi hermana. Te queremos mucho, hermanita, te deseamos lo mejor en este día y quiero decirte que no hay rencor porque te cases con mi ex esposo —me guiña un ojo—, de todas formas, él y yo nunca nos quisimos, pero es un gran hombre y un idiota afortunado por tenerte. Espero que la vida los recompense por todas las lágrimas que han derramado, les deseo toda la felicidad del mundo. Salud, aunque yo no puedo beber.
Dice mientras se acaricia el vientre.
Me siento realmente muy afortunada en este momento y agradezco que Ian me convenciera con seguir adelante con los planes de la boda. Jamás podré olvidar lo feliz que me siento ahora. Realmente no puedo dejar de sonreír.
Empieza a sonar Je vais T'aimer, la música que elegimos para que suene en nuestro primer baile como esposos. Fue difícil elegir, pero nos decidimos por esta porque fue la música que sonó cuando estuvimos en nuestra primera cita como novios.
—Estamos casados, ahora soy una señora casada, tu esposa —le digo a Ian mientras me da una vuelta.
Ian me da un suave beso en mi mejilla.
—Mi esposa, mi familia, mi todo.
Familia, siempre quise mi propia familia, una que nadie me pueda quitar, que nadie pueda señalar y al fin la tengo.
—Cuando crees que debemos contarles que empezamos el trámite de adopción —me dice Ian con una enorme sonrisa.
La idea de la adopción fue suya, pero yo no podría estar más feliz por eso. Hace dos meses empezamos los trámites.
—Pronto, cuando ya sepamos si seremos padres.
—Ella nos va a elegir, no habrá mejores padres que nosotros.
Hay una chica que está embarazada y va a dar a su hijo en adopción, la conoceremos mañana, antes de irnos de Luna de miel. Si ella nos elige en seis meses podríamos tener un hijo para completar nuestra felicidad.
—Siento que toda mi existencia se reduce a la noche que te conocí, que empecé a vivir cuando vi tus ojos azules como el cielo. Eres mi soplo de vida —me dice Ian mientras me besa.
Sí, quizás no sea la novia más hermosa del mundo, pero definitivamente soy la novia más feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top