capítulo 17

Narra Valentín

No sé cuánto tiempo ha pasado pero seguí abrazando a Draculaura hasta que poco a poco se fue calmando. Al principio trató de alejarse pero después dejó de resistirse y correspondió el abrazo. Hacia tanto tiempo que no estábamos así que olvidé la sensación de su pequeño cuerpo entre mi brazos. Viendola llorar así la hace parecer aún más frágil, pero sé que no es así en absoluto. Aunque no lo parece se más sobre ella de lo que probablemente incluso sus amigas saben. Después de todo nos conocemos desde hace más de 200 años...

—y- ya puedes soltarme, ya me siento mejor.

Me separé de ella lentamente, sin decir nada.

—tú... no puedo permitirme sentir nada. No después cuando sé de lo que eres capaz por obtener el amor de otros monstruos.

—con que eso es lo que te preocupa. Sabes, después de que cayera en ese pozo horrible tuve tiempo para pensar en muchas cosas. Cuando perdí mis poderes me dí cuenta de lo cruel que había sido al arrebatar el amor de otros monstruos, sin importarme nada más que mi ambición.

—No te creo.

— ¿por qué?

— simplemente no te creo.

—entonces, si no puedo convencerte con mis palabras, entonces te lo demostraré con mis acciones.

Narra Draculaura

Y sin previo aviso se acercó a mí mientras yo retrocedí por la impresión, hasta topar con la pared detrás de mí.

—¿Que estás haciendo? ¿Tienes idea de lo incómodo que es para mí estar en esta posición? Estás tan cerca que no puedo verte la cara.

— no te preocupes, solo será un momento. Además no creas que yo estoy muy cómodo, tengo que agachar demasiado la cabeza— dice con una sonrisa burlona.

—tu, maldito largirucho... Pero, ¿para que necesitas agacharte?

— para hacer esto

Acto seguido, se puso a mi altura y susurró a mi oído: —quedate quieta.

Su voz se escuchaba más cerca de lo que creía. Apenas hay una tenue luz proveniente de la puerta por la que entramos por lo que casi no puedo disnguirlo pero sé que está demasiado cerca, tanto que casi roza mi piel, específicamente muy cuello. Espera, no irá a moderme verdad?!

Antes de que pudiera proceder, la puerta cerca de nosotros que creía cerrada se abrió súbitamente y detrás de ella se encontraba una Clawdeen claramente sorprendida.

Y no la culpo. Ahora que la puerta está abierta hay más luz por lo que puedo ver mejor y entiendo mejor el porqué de su expresión confundida. Valentín está prácticamente encima mío mientras yo estoy acorralada contra la pared.

No puedo dejar esto así, debo hacer algo.

—clawdeen sé que esto se ve mal pero tengo una explicación, no te vayas sin que te lo diga por favor. Y en cuanto a ti, ¿cuando piensas moverte?— digo volviendo mi mirada hacia el vampiro que tengo enfrente.

Aunque Valentín se enderezó cuando cuando escuchó la puerta abrirse, aun está muy cerca, con un brazo a cada lado de mí, acorralándome. Parece que estaba distraído pero al menos me escuchó y se apartó.

¿Que es lo que planeaba hacer? No es como si estuvieramos en un lugar privado para actuar así de repente. Aún así no es momento de preocuparme por eso.

Clawdeen sigue en su misma posición, cautelosa, sin decir nada. Me acerque a ella despacio, como si el más mínimo ruido pudiera alterarla.

—Clawdeen, mírame. Solo estábamos hablando, no hacíamos nada raro. Sé que parece extraño pero yo lo traje aquí porque necesitaba decirle algo que pasó antes, solo eso.

Ella se quedó callada. Tanto que me preocupó que no me hubiera oído. Después de unos momentos finalmente habló:

—¿como pudiste? Tu sabes lo mucho que mi hermano te ama y también sabes que desprecia a Valentín por lo que te hizo, pensé que tú lo hacías también.

— bueno, es cierto que aún le guardo rencor por lo qué pasó pero he tratado de perdonarlo porque quiero dejar el pasado atrás, sin sentirme mal por como se dieron las cosas.

Mientras, es susodicho se hace notar diciendo: — Ejem, me da la impresión de que estoy de más aquí, no creo que deba estar escuchando esto así que me voy para que puedan hablar.

— si, es lo mejor que puedes hacer. Parece que incluso tú te das cuenta cuando alguien no te quiere cerca— exclama Clawdeen cortante.

Yo no dije nada. Sé que cuando Clawdeen se enoja no mide sus palabras pero creo que no había necesidad de ponerse tan a la defensiva. Aún así, no tengo el valor para decirle algo arriesgándome a que crea que defiendo a Valentín y se moleste más.

Cuando nos quedamos solas, yo sigo callada. No sé por dónde empezar y temo que si no escojo bien más palabras su humor empeorará.

—Y bien? Ya se ha ido. Pensé que querías explicarte. ¿O no será acaso que no estaba ocurriendo otra cosa más que lo que ví y por eso no dices nada?

— ¿Exactamente qué crees haber visto? —contraataco. — Porque te aseguro que nada pasó y ya te lo dije, solo estábamos hablando con normalidad.

— ¿Ah sí? De seguro es muy normal que dos monstruos estén "hablando" solos en las catacumbas prácticamente uno encima del otro. ¡Puede que no tenga más de mil años como tú pero no soy tonta! sé lo que ví y no puedo creerlo todavía. Si tanto querías engañar a mi hermano pudiste al menos haberlo hecho con alguien más, pero de todos los monstruos tenía que ser él...

— ¿de verdad me crees capaz de hacer algo así? ¡Me tomas por alguien tan despreciable?! ¡Yo no engañé a nadie! y respecto a tu hermano, déjame decirte un par de cosas nada agradables sobre él...

Y casi como si lo hubiera invocado, escucho su inconfundible voz.

—¡ah! Clawdeen ahí estás. Estaba buscandote, no me dijiste a dónde ibas después de tu práctica y no quiero tener problemas otra vez por llegar tarde a casa. Veo que ya encontraste a Draculaura y siento interrumpirlas pero no creo que esté sea el lugar adecuado para tener su "charla".

Y tiene razón. Después de salir de las catacumbas nos quedamos en el extremo del pasillo que dirige hacia la entrada, mientras varios monstruos se nos han quedado viendo raro desde el otro lado del corredor.

Dado que ya es tarde para volver al gimnasio a disculparnos con Cleo por la práctica de hoy, los tres salimos de la escuela para continuar nuestra discusión. La verdad no tengo ganas de discutir con mi mejor amiga por un mal entendido y creo que ella tampoco quiere continuar porque tarda para volver a hablar.

—O-oye Draculaura, siento haber sido tan brusca allá dentro pero de verdad me molestó mucho verte con él. Eso solo que no quiero que vuelva a hacerte daño y sabes bien de que es capaz. No es seguro que estés a solas con él.

—vaya, suenas como mi difunta madre ¿sabes? — le suelto con clara molestia en mi tono— Agradezco tu preocupación pero no soy una criaturita, sé cuidarme sola.

— pues ya viste lo qué pasó la última vez cuando yo ni las demás quisimos involucrarnos en tus decisiones. Y para cuando lo hicimos, ya te había hechizado.

—oigan creo que no estoy entendiendo de que hablan. Pasó algo antes de que llegara ¿cierto?—interrumpe Clawd fingiendo que no sabe nada.

Nos quedamos en silencio. No tengo que darle explicaciones, sigo molesta por como me trató antes. Clawdeen solo me mira, como esperando a que yo le expliqué a Clawd. Y eso me lo recordó: ella no sabe que rompimos.

Ahora que se nos bajaron los humos cuando Clawd nos encontró en el pasillo, yo también me siento apenada por mi reacción.

Pero antes de que pueda decir más nada Clawd habla otra vez:

—Oye Clawdeen sé que es tu amiga pero también es mi novia y creo que estás siendo muy dura con ella. No sé que pasó allá dentro pero ¿que les parece si vamos a tomar algo y nos despejamos un rato? 

¡¿Perdón?! ¿Cómo que su novia? ¿Acaso va engañar a Clawdeen fingiendo que no terminó conmigo? No, eso no sé lo pienso permitir...

—Bien, solo por esta vez aceptaré salir con ustedes— exclama Clawdeen— La verdad es que me hace falta relajarme, dejemos esto por hoy ¿Si, Draculaura? Vamos a distraernos un poco como dice Clawd.

¿Y ahora que monstruo-bicho la mordió? Ella nunca está de acuerdo con su hermano y siempre evita salir con nosotros dos a solas, porque supuestamente no le gusta hacer de mal tercio y somos muy empalagosos para su gusto.

Por un momento me pongo a dudar si Valentín no la habrá hechizado sin que me diera cuenta pero una mano, mejor dicho garra, en mi muñeca me interrumpe.

—vamos murcielaguita, tu también necesitas relajarte. No nos dejarás plantados, ¿cierto?— me susurra Clawd.

Es su manera de decir que le siga la corriente, porque sabe que no quiero enfrenterme a Clawdeen, no todavía.

¿Cómo puede mentir de manera tan descarada? Siempre he sabido que sabe mentir mejor que yo, pero nunca lo tuve tan claro como ahora. Verlo actuar así hace que me pregunte en qué más me habrá mentido.

En vista de la situación y para evitar más tensiones, lo mejor que puedo hacer es aceptar.

—claro mi lobito. Estuve todo el día deseando estar contigo— contesto con una sonrisa.

Dos pueden jugar este juego.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top