Antes de que se diese cuenta la joven bruja ya estaba enfrente de la puerta de aquella habitación que se parecía al salón de pociones de Hogwarts, el silencio a pesar de otras ocasiones era peculiarmente pesado en el lugar y eso hizo preocupar a Hermione que llamo a la puerta rompiendo con la incómoda paz del lugar.

Espero unos segundos la voz de su antiguo profesor de pociones invitándola a pasar o algún sonido, pero nada....

Sin pensárselo mucho la castaña abrió la puerta y entro en el momento en el que se daba la puesta de sol, así que aún se veía dentro de la habitación, pero la figura de Severus no estaba como era de pensarse.

Solo había algo que contrarrestaba con lo ordenado del lugar una botella derramada con algún tipo de poción.

El líquido había logrado llegar al piso dejando un pequeño charco de color lila, entonces Hermione pensó.

"Si Snape no ve ¿Cómo sigue preparando las pociones?"

Ante ese pensamiento la bruja se acercó para levantar aquella botella que si bien no estaba llena era obvio que alguien había bebido de ella.

El color del líquido ya de cerca seguía siendo extraño aun para una poción, parecía que era el resultado de sin fin de intentos y experimentos

Hermione tomo un poco entre sus dedos y prosiguió a oler el extraño brebaje para descifrar de qué clase de poción se trataba

El aroma era dulce pronto comenzaron a manifestarse otras fragancias más marcadas olía a menta escoba y.... libros viejos.

Aquello era una poción parecida a la Amortentia

Pensó Hermione

¿Y si Severus la había bebido?

¿Y si aquello fuera una rara explicación de su comportamiento para con ella?

¿Y más importante donde estaba él?

Rápidamente salió de la habitación tratando se escuchar algo en alguna de las habitaciones

Se detuvo en seco tratando de ubicar a su exprofesor de pociones en aquella solitaria casa, del fondo logro distinguir respiraciones entre cortadas.

La castaña avanzo lento hasta aquella puerta negra y a cada paso que daba más se aclaraba aquella respiración que era de Severus, llamo a la puerta pero no hubo respuesta.

Extrañada pego el oído a la puerta y tras unos segundos de duda logro escuchar un quejido, rápidamente Hermione giró el picaporte y empujo la puerta hacia dentro de la habitación que estaba completamente a oscuras.

-....Severus........ Soy Jean ¿Severus?...-

Llamo Hermione mientras avanzaba en aquella oscuridad, de su abrigo la bruja saco su varita he invoco el hechizo "Lumus".

Iluminada la habitación pudo distinguir que al fondo había una cama y un bulto encima de ella, Severus.

Él Estaba encima de las cobijas, en posición fetal vestido con sus túnicas respiraba por la boca con dificultad.

Hermione se inclinó hacia él en la cama, toco con suavidad la frente sudorosa del pocionista.

-Severus.... Estas ardiendo en fiebre...-

Dijo Hermione en un susurro que le hiso entender que Snape no la escuchaba.

A pesar de la diferencia de tamaños la joven bruja tomo a Severus tratando de acomodarlo para que pudiera respirar mejor, abrazándolo.

Nunca durante sus años en Hogwarts imagino terminar en una situación así con su profesor de pociones "el murciélago de las mazmorras" aquel que muchas veces le hiso comentarios duros e hirientes aquel profesor que al no fuera Slytherin temía y que incluso ella llego a sentir que lo odiaba.

Él la había besado dos veces y ahora estaba en sus brazos enfermo y totalmente indefenso, su semblante siempre duro ahora reflejaba una serenidad casi pacífica.

Habiendo logrado recostarlo bocarriba Hermione se dispuso a bajarle la fiebre a Severus y algo que hacía que él hirviera en fiebre eran sus pesadas y negras túnicas que pesaban demasiado y Hermione no se explicaba como las usaba en casa.

-Severus.....tus túnicas no te están ayudando....así que voy a tratar de....-

Hablo pausadamente la castaña mientras desabrochaba el cuello de la túnica de Snape, las manos de Hermione temblaban.

Miro fijamente el rostro de su exprofesor, su cabello estaba desarreglado delgados mechones caían sobre su frente impregnados de sudor y había un ligero rubor causado por la fiebre que contrarrestaba con la tez pálida común en Snape y fue ahí cuando Hermione lo miro con otros ojos.

-"Por Merlín, Snape si tal solo no hubieses sido tan cruel, no hubiera dejado de..."-

Pensó para si la castaña deteniéndose en el desabrochar de la túnica de su exprofesor para quitar con ligereza uno de los mechones de la frente de Snape.

-... ¡Aaaahhh!...-

Grito Hermione.

Snape había despertado y tomaba con fuerza el brazo de "Jean".

-¿Qué haces?.....-

Jadeo con la garganta seca el murciélago de las mazmorras, soltando la mano de la joven bruja.

-....Ardes en fiebre.....trato de ayudarte, Harry...-

-Losé Harry te lo pidió....ven ayúdame de verdad.-

Ordeno Severus.

-¿Qué bebiste? Vi aquella pócima lila.....-

En ese instante mientras la joven chica hablaba, Severus tomo de nuevo el brazo de la castaña y la jalo hacia el mientras contesto a lo que Hermione le había preguntado.

-Yo sufro de efectos secundarios, te necesito....-

Al terminar la frase la voz de Severus cesó, Hermione soltó la varita quedándose ambos a oscuras solo se distinguía las respiraciones de ambos besándose.

El pecho de Hermione latía con fuerza sintió que el calor de Severus la envolvía, su piel siempre pálida y fría ahora estaba cálida demasiado cálida.

Los labios de Severus se comían los labios de Hermione que solo lo abrazaba, él, a diferencia de otras ocasiones no la acariciaba y así como continuaron besándose la respiración de Severus se normalizo quedándose dormido en los brazos de Hermione que se quedó así con el hasta que amaneció...