Cap.- 10
Al llegar a su departamento noto un extraño sobre en la entrada, no había ninguna lechuza cerca.
Tomo el sobre, notando su nombre escrito en el.
Ya en su sofá lo abrió, para su sorpresa y desagrado era de Lavender ¿Qué quería?
"Hermione;
Quiero que sepas que estoy embarazada de Ronald, por este bebé no se te vaya a ocurrir interponerte entre nosotros.
Lavender."
La joven bruja no podía creer semejante acto de parte de Lavender, esa carta y esa noticia eran algo que venían sobrando a su vida, no le interesaba.
E inmediatamente se deshizo de ella, arrojándola.
El fuerte sentimiento de amor que sentía por Severus era suficiente como para que esa carta amargara su noche.
En la noche y en la oscuridad Snape recordaba lo besos y carisias de Hermione y su aroma aun fresco en su cama.
Al día siguiente temprano en la mañana unos pasos en la sala alertaron a Severus ¿Hermione?
Era demasiado temprano, ella debería estar en su trabajo, busco su varita entre los pliegues de su túnica.
"-Severus.... ¿Hola?...-"
Para alivio suyo era la inconfundible voz de Harry Potter.
A tientas salió de su habitación.
-Ya voy Harry...-
Avisó, le alegraba saber de Harry, sintiéndose muy animado llego un momento después a la sala, habló.
-¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Hasta cuándo pensabas decirme que irías a hacer tu servicio como Auror? Lo imagine después de que vino Hermione-
-Lo siento Severus, no te deje del todo solo y a eso venía a ver como estabas e informarte de mí paradero, también porque Hermione ya no te cuidará un tiempo, espero no lo hayan pasado muy mal.-
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Hermione está bien? Yo... maldita sea Harry llévame con ella...-
-Tranquilo Severus ella está bien, regrese junto con Ron, ellos se van a casar-
-¿Qué?....-
Dijo débilmente el murciélago de las mazmorras sosteniéndose de la pared, no podía creerlo.
-¿Estás seguro Harry? Eso no puede ser...-
Mientras tanto Hermione era sorprendida en su trabajo por Ron.
-¿Qué haces aquí Ronald? No tengo nada que hablar contigo, por favor retírate.-
-Todo es una mentira de Lavender, ella te escribió esa carta donde daba por terminado nuestro compromiso y me mintió a mí diciendo que tenías a alguien más y que eras tú quien daba por terminada nuestra relación, encontré las verdaderas cartas entre sus cosas.-
Hermione no daba crédito a lo que escuchaba ¿Y el embarazo? A eso se debía esa carta de lavender, alejarla más de Ron.
-¿Y qué hay del embarazo?-
Indago la joven bruja.
-¿Lo sabes?-
-Sí Lavender me lo hiso saber... ¿Es tuyo?-
No hubo respuesta de parte de Ron.
-Lavender está embarazada y dice que es mío.-
-¿Es tuyo sí o no?-
-Solo fue una vez... pero a quien amo es a ti Hermione, perdóname tú no puedes terminar nuestro compromiso solo me quieres a mí, no me iré hasta que nos casemos y solo seremos tu y yo.-
Unas profundas ganas de golpear a Ron nacieron dentro de Hermione pero cayó en cuenta de que no valía la pena.
-Eres increíble Ron, pero en algo no mintió Lavender, ya no te amo, hay alguien más y me casaré con él, te pediré que te vayas y por cierto felicidades por el bebé.-
Dijo Hermione cerrando la puerta de su oficina en la cara desencajada de Ron.
Un mal presentimiento se apodero de la joven bruja, temía que todo esto pudiera llegar a Severus y afectarlo.
En cuanto lo viera le contaría todo.
Harry ya se había ido dejando a Severus fuera de sí, Hermione había jugado con él, estaba con el mientras tenia a Weasley.
Estaba harto si tan solo su vista fuera lo suficientemente buena, hubiera visto la mentira en la mirada de Hermione, quería irse y no saber nada de aquella bruja.
Aunque eso lo matara de una vez por todas.
Esa terrible sensación en el pecho de Hermione la hizo dejarlo todo e ir a casa de Severus algo debía haberle sucedió, esperando que no fuera así llego lo más rápido que pudo.
Al entrar encontró todo desordenado, no se le veía por ningún lado, rápidamente subió esperando encontrarlo sano y salvo.
Para su sorpresa estaba en el salón donde preparaba pociones, lo encontró bebiendo iracundo aquella poción que lo hacía ver mejor.
-Maldita sea, eres la última persona que quiero ver en mi vida, vete y déjame, no vuelvas nunca, maldigo el día en el que entraste por esa puerta.-
Grito Severus, arrojando la botella al piso, haciendo que se partiera en miles de pedazos.
Asustando a Hermione que comenzó a llorar.
-¿Qué paso Severus?-
Dijo entre lágrimas.
-¡Lo sé todo, Weasley y tú se casarán, Harry me lo dijo!-
-¡No me casaré con Ronald él y yo no tenemos nada!-
-¡Mientes! No quiero verte nunca más, me haces daño...-
Severus no pudo más y le dio la espalda a la joven bruja.
-¡Usa la legeremancia en mí y ve que no te miento!-
-Vete....-
Dijo Severus afligido, cerrando la conversación.
A Hermione se le partía el corazón de que Severus no le creyera, y la imaginara capaz de traicionarlo, entre lágrimas salió del lugar.
Aunque no quisiera desde la ventana pudo ver como Hermione se alejaba hasta casi perderse de vista, notó que detrás de ella un hombre comenzó a seguirla con malas intenciones.
Severus salió del salón rápidamente escuchando un grito, era de Hermione.
Salió a la calle sin importarle que era la primera vez que lo hacía después de mucho tiempo, gracias a la poción que había bebido veía lo suficiente.
Llego a donde provenía el grito de la joven bruja y la encontró siendo atacada por aquel asqueroso hombre, con todas las fuerzas de su ser Severus arremetió contra él.
Lo golpeo siendo golpeado de vuelta, aquellos golpes no parecían afectarle solo quería que Hermione estuviera a salvo.
Un último golpe noqueo a aquel hombre, Severus busco a Hermione, y ella estaba tendida en el suelo se había desmayado.
Preocupado la tomo entre sus brazos y la llevo a casa.
Se debatía entre llamar a un médico muggle, mágico, lo que fuera mientras Hermione pudiera estar bien, al recostarla en la cama y ver que aún no reaccionaba no pudo más.
Una enorme tristeza se apodero de él y entre sollozos, se sinceró suplicando.
-Hermione reacciona por favor perdóname mentía cuando dije todas esas tonterías, daría todo, mi vida porque estés bien no me importa si amas a Weasley, nada, solo tú, ¡tú! que estés bien, porque te amo, te amo con toda el alma.-
Una caricia en su rostro lo saco de su pena.
-Gracias por salvarme Severus...-
-Perdóname...-
Desahogo el murciélago de las mazmorras abrazando a la joven bruja entre lágrimas.
-Te Amo Severus Snape.-
Respondió dulcemente correspondiendo aquel abrazo.
-Te amo te adoro Hermione Granger-
.....
6 meses después.
-Severus... ¿A dónde me llevas?-
Dijo entre risas la joven bruja, con los ojos cubiertos por su esposo, deteniéndose Severus quitaba las manos del rostro de su esposa.
-Listo... ¡sorpresa!-
Al abrir los ojos Hermione se sorprendió al ver aquella habitación arreglada perfectamente para recibir a su bebé, Severus besó el vientre abultado de Hermione.
-Es para ti mi vida.-
-Es hermoso, pero aún faltan tiempo para que nazca nuestro bebé.-
-Si... pero ya no puedo esperar para que esté con nosotros...-
Dijo el pocionista abrazando cariñosamente a su ahora esposa.
Se casaron inmediatamente después de aquel incidente, casi nadie se enteró de aquello, y se fueron, Comprando una casa, Snape tenía una fortuna en galeones que nunca había gastado, y podía había encontrado una forma de ganarse la vida vendiendo pociones, su vista aun no mejoraba pero se valía de sus demás sentidos además de que su esposa lo ayudaba en todo momento, fue cuando se enteró que estaba esperando un bebé de Severus.
Planeaban retomar la comunicación con Harry para pedirle que fuera el padrino de su hijo.
Fin.
¡Gracias a todos por leer este fic y pedir tanto su continuación, no imagine que pudiera gustar tanto, en realidad no creí terminarlo pero me alegro de haberlo hecho, con todo mi cariño para ustedes!
atentamente
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