Narra Ayano

Escuche una voz conocida en la puerta por lo que me acerque y al ver el pelo negro y ojos de igual color note que era Taro.

De inmediato me escondí para que no me viera.

Sentí que mi corazón latía muy rápido, mis piernas no paraban de temblar y lentamente estaba cayendo en el miedo.

¿Y si me descubre?

¿Y si piensa mal de esta situación?

Yo tenia que dejar de pensar en esas cosas, yo ya había dejado de quererlo...

¿Verdad?

Sin querer pase a votar un vaso, intente agarrarlo pero no pude y cayo al suelo...

Rayos!!

-¿Con quien estas Osma? -. Escuche que pregunto Taro, mi corazón se detuvo, él ya sabia que había alguien aquí.

-N-nadie!! -. Se escuchaba nervioso Osma.

-Entonces no te importara que pase -. Me asuste y mire a todos lados intentando buscar un lugar en donde esconderme.

-N-no... Taro!! Espera!! No puedes pasar!! -. Se escuchaba que intentaba detenerlo en la entrada.

-¿Porque?!! -. Dijo Taro enojado por el comportamiento extraño de su amigo.

-Porque esta el desorden!! -. Grito Osma, mire alrededor no estaba para nada desordenado, por lo que empecé a botar cosas que no hacían ruido para evitar que me descubriera.

-No me importa Osma, ¿somos chicos no? -. Dijo, yo aun buscaba un lugar en donde esconderme.

Abrí la ventana, estábamos en un departamento a varios pisos de altura.

Mire al edificio de enfrente era mas bajo y si corría podría saltar al otro edificio.

Estaba desesperada y el tiempo me jugaba en contra.

Esconderse no era una opción pues me descubrirían de todos modos.

Tome vuelo y...

........

Narra Osma

Taro intentaba miles de veces entrar, parecía que sabia que había alguien dentro.

-Espera Taro!!... -. Era muy escurridizo, logro entrar y corrió rápidamente en mi departamento.

-Wooow Osma!!-. Grito de dentro.

Yo corrí para enfrentarlo.

-Puedo explicarlo!! -. Dije al llegar donde estaba él.

-Porque tanto alboroto Osma, no esta tan desordenado -. Me dijo y yo mire alrededor, Ayano no mostraba señales de vida y mi departamento era un desastre.

-Si... -. Dije dudoso -Es que estaba buscando... -. Intente cubrir "Mi desorden" tomando diferentes cosas y levantándolas del suelo, pero escuche un pequeño maullido.

-Miau~... -. Mire de donde venia y de trataba de un pequeño gato negro.

-Que lindo gato!! -. Dijo Taro intentando acercarse, pero él de inmediato corrió y se escondió -¿Estabas buscándolo? -.

-*No jamas lo había visto en mi vida, no se como llego aquí, ya que yo estaba con Ayano apunto de ver una película de terror, donde ella se asustaría y yo la abrazaría, después nos daríamos besos y nos casamos, tendremos tres hijos, un hermoso gato naranja igual a Garfield y seriamos muy felices para siempre, pero todo eso lo arruinaste con tu presencia *-. Eso quería decirle pero solo era un pensamiento que cruzo tan rápido como un rayo.

-S-si...-. Dije simplemente, así tal vez se vaya y Ayano salga de su escondite.

-Yo... Venia por Ayano -. Escuche que dijo Taro.

-¿Ayano? -. Pregunte como un idiota.

-Taeko me dijo que ella saldría contigo hoy -. Siempre tan habladora esa Taeko.

Claro esa es su segunda cualidad que no me gusta de ella, antes de que es muy enamoradiza, se enamora de un chico y después que deja de sentir interés se enamora de otro, al contrario de Taro que no se enamora de nadie y cuando se enamora la pierde...

-Oh si!! pero sera mas tarde -. Dije.

-Respóndeme con sinceridad Osma -. Me miro serio y yo le di la misma seriedad -¿te gusta Ayano? -. Me sonroje, no podía evitar sentir cosas por ella, y ella era la única persona que podía revolver mis pensamientos y volverme loco, además del hecho de que tengo aventuras nunca conocidas por otros humanos, donde la pelea te pillaba desprevenido en cualquier momento y donde pelear junto a ella es tan... Inexplicable, simplemente me siento.

-S-si me gusta... -.

-Lo sabia -.

-Pero... Te juro que yo no quería romper nuestra promesa... es que cuando la conocí no sabia que era ella... Me dijo que su nombre era Yan-chan y se comportaba diferente a como la describirse, no era tan linda y tierna como me lo imagine -. Intentaba dar excusas, lo que no quitaba que me había enamorado de la chica a la que planeaba unir con mi mejor amigo y también que ahora quiero que ella lo olvide.

-Bueno... Yo... No me molesta que te guste... Pero en verdad no me rendiré... No importa lo que tenga que hacer -. Dijo Taro, muy seguro de sus palabras.

-Estoy seguro que lo harás -. Lo anime, aun así seguía siendo mi amigo y yo mas que nadie sabia lo serio que podía llegar a ser a veces.

Nos despedimos y salio de casa, de inmediato en cuanto sentí que se alejo los suficiente comencé a buscar a Ayano.

¿Quien sabe donde se había escondido?

Busque por todos los lugares y no la encontraba.

El viento movió mi cabello, mire la ventana abierta.

¿Acaso salto?

Corrí hasta la ventana, mire hacia abajo y no había señales de ella por ningún lado.

El timbre sonó y creí que era Taro, pero al abrir la puerta y encontrarme a Ayano, me sorprendí.

En sus manos tenia una pequeña maseta con un pequeño árbol.

Era de cerezo.

-¿Ayano? ¿Donde estabas? -. Ella parecía abrazar al cerezo.

-Afuera!! -. Casi grito, podía notar que estaba sonrojada.

-¿Pero como? En la puerta estaba Taro -. Quería mas respuestas, porque era imposible que ella hubiera aprendido a tele transportarse.

-Salte al otro edificio -. Dijo, alejándose de mi y llendose a sentar.

Había confirmado mis sospechas, la mire de arriba a abajo esperando no ver algún rasguño o herida, la cuales gracias a dios no tenia.

Dejo la planta sobre la mesa y parecía incomoda, al sentarse, su pelo estaba bastante desordenado, estaba algo preocupado por ella.

-¿Estas bien? -. Pregunte.

Ella solo se movía y no me contestaba.

-T-Tengo un gran problema... Osma -. Me dijo, sus ojos me miraban, tan cristalinos, parecía estar aguantando algo.

-¿Que es lo que pasa? -. Le pregunte, agachandome llegando hasta su altura y mirándola a los ojos, ella estaba muy roja y parecía que soltaba pequeñas lágrimas.

Toque su frente, tal vez había pescado un resfriado.

-Ya no puedo aguantar!! -. Grito, asustando me.

-Ayano!! -. Ella salto encima de mi, caímos en la alfombra, por un momento estaba aturdido y me sobaba la cabeza, pero sentí que Ayano se frotaba contra mi.

-¿Ayano?-. Pregunte, ella levanto su cabeza de mi pecho y sus ojos no eran normales, eran de gato, casi idénticos a los que tenia en el otro mundo.

Una mirada tal lasciva, que podía confundirte tanto como para dejarte llevar.

De repente de su cabeza salieron un par de orejas de gato y después de un momento podía sentir como una cola rosaba mis piernas.

-Pero que!! -.

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Neko!! Neko!!

Quería que mis capítulos fueran mas suculentos por lo que una Yandere no dejaría mucho que desear.

¿Pero si se volvía una neko?

Estaría en celo y aria mis capítulos mas suculentos.

Esperen con ansias el próximo.

No olvides....

Votar, Comentar y Disfrutar...

Bye Bye.