Capítulo 92
ALEX
Estaba distraído cuando llegaron Gabriela y Carlos, pero a pesar de que mi prometida tenía una sonrisa en su rostro, podía notar que estaba triste "Ana, ve a buscar tus cosas, vas con tus hermanos" Gabriela le dijo "¿Vendrás?" preguntó la niña con curiosidad, y Gabriela negó "No, será un día para hermanos, te recogeré mañana por la noche" Mi prometida respondió "Tú también tenías que estar allí" Dijo la niña haciendo un puchero "Estaré allí mañana, ahora debes pasar un día con tus hermanos. Lo pasarás bien con ellos, ya verás" aseguró y la pequeña asintió "Está bien"
Ana se levantó y siguió a Gabriela a la casa. Tanto Carlos como Marcos se despidieron de todos y se dirigieron al coche. Cuando Gabriela entró, no pude evitar sonreír y reír internamente. Tenía los tacones en una mano y unas sandalias en la otra, se sentó a mi lado y se las puso.
"Ya estabas tardando demasiado en quitarte los tacones. ¿No podrías dejártelos puestos?" preguntó Carlota, riendo, "No, me duelen los pies y odio los tacones" Gabriela dijo "Al menos duraste un rato con ellos"
"¿Un rato? Horas duré, me duelen los pies y si lo hice es porque la abuela me lo pidió" Mi prometida informó "Está bien, estaba claro" dijo Carlota, levantando las manos para calmar a Gabriela. "Entonces supongo que no querrás ir a dar un paseo" comenté y ella se volvió en mi dirección "Claro que quiero"
"Seksueel rodfier (Depredadora sexual" murmuró Kevin, e hizo que todos pasasen a centrar su mirada en él "Estúpido" replicó Gabriela, "¿De qué estás hablando, Kevin?" preguntó Lara "Kev-onzin, mam. (Tonterías de Kev, mamá)"
"Ja natuurlijk, want je wilt neef. (Sí, claro, lo que quieras, prima)" Gabriela cogió mi mano, y salimos del jardín, debo decir que medio me arrastró, y en cuanto nos alejamos de la entrada, le puse un brazo por los hombros, dándole un beso en la parte superior de la cabeza.
"¿Qué dijo Kevin que te molestó?" pregunté con curiosidad "Solo se estaba metiendo conmigo. En eso se basa nuestra relación" Admitió Gabriela con una sonrisa en su rostro. "Entonces, ¿es eso normal?" pregunté y Gabriela asintió. "Sí, él me molesta yo lo molesto, y así nos podemos pasar el día. Nunca nos molesta lo que decimos, sabemos que es broma"
"Si no, no tendrías esa relación" Comenté y ella asintió. "Es cierto, no lo aceptaría" dijo "¿Y cuál es la razón por la que llegaste triste antes con Carlos?" pregunté, tratando de averiguar qué había pasado. "Se va" Mi prometido dijo simplemente "¿A dónde?" pregunté confundido. "Al otro lado del país, para ayudar a su madre y alejarse de mí" reveló, y fruncí el ceño. "¿Qué?" murmuré "Lo sé"
"No dudo de la primera parte, pero no creo en la segunda. Os quiere y no creo que se vaya así de primeras" dije, completamente convencido "Sé que me quiere, pero su amor por mí hace que se mantenga alejado de sus hermanos" respondió con tristeza "¿Te dijo eso?" pregunté "Sí, y no me estaba mintiendo" Aseguró "No me lo esperaba"
"¿El qué?" Gabriela preguntó "Que se fuese" respondí "Lo sé" susurró y caminamos unos metros en silencio. "Pero no deberías preocuparte por él, volverá" Finalmente dije "Sé que volverá, pero me siento mal por ser una de las razones por las que se va"
"No lo hagas, estoy seguro de que lo dijo para que te sintieras mal preciosa. Volverá y será feliz, no te preocupes por él" dije conociendo a mi mejor amigo "Es como mi hermano y siempre me preocuparé por él. Lo único que quiero es que sea feliz" Mi prometido respondió "Y lo será, no te preocupes, merece ser feliz" respondí "Yo debería estar enfadada contigo"
"¿Por qué? ¿Qué hice?" pregunté, confundido y pensando en lo que podría haber hecho, o al menos la razón "Sabes que odio las sorpresas y vas ¿y me pides que me case delante de todo el mundo?" Gabriela preguntó "¿Entonces no estás feliz de casarte conmigo?"
"Claro que lo estoy, te amo y pasaremos el resto de nuestras vidas juntos, lo que no me gusta es que me hayas ocultado algo tan grande durante tantos meses. Eso explica por qué a veces estabas raro" señaló y asentí, porque no era la primera vez que me preguntaba qué me pasaba en las últimas semanas. "Porque quería pedírtelo, por eso estaba así, pero al menos aguanté y te lo pedí hoy"
"Bueno, debes saber que me gustó la sorpresa, no me lo esperaba, pero me gustó, no, me encantó" Gabriela corrigió "Me sorprendió cuando aceptaste casarte conmigo, pensé que no lo harías" admití. "Por lo que pienso sobre las bodas supongo" dijo y asentí. "Tu respuesta me daba miedo"
"Creo que era obvio que aceptaría casarme contigo, te amo desde el momento en que nuestras manos se tocaron en aquel pasillo Alex, y aunque sigo pensando que no es necesario casarse para demostrar cuánto amas a alguien, quiero casarme contigo" dijo con una gran sonrisa en su rostro "¿Por qué aceptaste si lo sigues pensando?" murmuré "Porque desde que me preguntaste qué pensaba al respecto y me dijiste lo que había pasado por tu cabeza, me lo imaginaba, en ese momento y en otros. Se puede decir que estaba entusiasmada con la idea y porque te amo, por eso acepté"
"¿Y qué has imaginado?" pregunté, ahora curioso. "No te lo diré ahora, pero tenemos que irnos con el resto antes de que mi primo vuelva a decir sus estupideces" comentó "Me gustaría saber qué cosas estúpidas son esas" admití y ella negó con una sonrisa en su rostro. "No quieres saberlo."
"Por supuesto" Insistí "Pues yo no te lo diré, al menos la última que tiene" Gabriela aseguró con una sonrisa en su rostro "A veces pienso que eres una mala persona, preciosa" Bromeé "Lo sabes" Se acercó a mí, se puso un poco de puntillas y me besó. Envolví mis manos alrededor de sus caderas y la acerqué más a mí. No nos separamos hasta que nos quedamos sin aire, pero dejamos nuestras frentes juntas y me perdí en sus ojos.
"Adoro tus ojos" susurré "Los míos no son nada especial, me encantan los tuyos. Sobre todo, porque en ellos se ve lo que piensas" Mi prometida comentó y levanté una ceja. "¿Cómo?" pregunté "Porque se oscurecen o se aclaran dependiendo de tu estado de ánimo, ahora los tienes oscuros"
"¿Y qué quiere decir?" pregunté "Quieres tener sexo ahora mismo, pero que sabes que no pasará" musitó con una sonrisa sexi plantada en el rostro "No puedes pedirme que no piense en hacerte el amor, te ves sexy, amor, con tus curvas, esas piernas que me vuelven loco" Comencé a pasar mis manos por sus piernas y hacia arriba, lentamente para disfrutar, hasta que puso sus manos sobre las mías, entrelazó nuestros dedos y las puso entre nosotros antes de que llegase a su trasero.
"Vámonos antes de hacer algo que no queremos" susurró, acariciando soltando las manos y pasandolas a mi nuca "Pero yo quiero" dije "No con Kev cerca y menos. No quiero darle más motivos para que se meta conmigo" Gabriela respondió "Está bien, vamos" Comenzamos a caminar hacia la casa de los abuelos de Gabriela, o al menos esa era la intención hasta que Gabriela se para, se sienta y se quita las sandalias.
"¿Qué te pasa, preciosa?" pregunté "No puedo caminar más, me duelen los pies por los tacones de mierda" protestó y no pude evitar reírme. "Cuando lleguemos a la casa de tus abuelos, te daré un masaje, y otro en mi casa esta noche, si aceptas quedarte allí, por supuesto" dije rápidamente "Creo que todo eso es genial, pero no puedo caminar más, en serio"
"No hay problema" Me agaché a su lado, puse una mano detrás de sus rodillas, otra detrás de su espalda y la cogí en brazos. "Gracias amor" dijo dándome un beso en la mejilla "Sabes que aprovecharé cualquier cosa para tenerte entre mis brazos"
"Eres un caballero amor, por eso te amo" Comentó Gabriela y me reí a carcajadas. "Pensé que era porque soy guapo" respondí y mi prometida asintió. "Más razones que esa" Me dijo al oído "Y ahora por favor vamos a casa de mis abuelos para que me des ese masaje"
"Marchando" Con empecé a caminar de nuevo en dirección a la casa de sus abuelos, y no tardamos mucho en entrar en el huerto. La dejé con cuidado en uno de los bancos, me senté a su lado, tomé uno de sus pies para ponérselo en mi pierna y darle un masaje, mientras ella hablaba con el resto "Oh, mierda... Sigue y ni se te ocurra parar" gimió mi prometida y mi sonrisa se ensanchó mientras el rostro de Kevin cambió a uno que no tenía muy claro que quería decir.
"Het lijkt wel het orgasme van je leven, Gabriela. (Parece el orgasmo de tu vida, Gabriela)" dijo en tono burlón su primo "Je bent dom, en vergelijk een massage niet met een orgasme dat deze man je kan geven. (Eres estúpido, y no compares un masaje con un orgasmo que este hombre puede darte)" mi prometida le respondió "¡¡¡Gabriela!!", exclamó gran parte de la mesa.
Debo decir que salté un poco en el momento en que le regañaron, no entendía por qué lo hacían. No puedo imaginar de lo que hablaban y mi curiosidad aumentaba. "Het spijt me mam, maar het is de waarheid. (Lo siento mamá, pero es la verdad)" dijo "Dus... (Entonces...)"
"Ja mam, dat ben ik niet. (Sí mamá, no lo soy)" respondió "Op welk moment... (En qué momento...)" murmuró mi suegra que parecía confundida "Oh, blijf niet rondlopen, want ik ga je geen detalles geven over mijn seksleven met Alex, mom. (Oh, no vayas allí porque no te voy a dar detalles de mi vida sexual con Alex, mamá).
"Ik kan de verandering die je hebt aangebracht sinds je bij deze man bent, niet geloven. (No puedo creer el cambio que has hecho desde que estás con este hombre)" comentó Kevin. "No digas estupideces Kev y ni si te ocurra empezar con el tema de seksueel roofdier"
"Kev, acabas de llegar hoy y ya la estás molestando" Dijo Angela con una sonrisa en su rostro. "Sabes que es como somos, abuela" comentó "Bueno, deja de molestarla" La mujer pidió "Vaaale" Pude ver la sonrisa de victoria en el rostro de Gabriela y la expresión en el rostro de su primo. "Sabes que esto no se quedará así, ¿verdad?" preguntó Kevin, levantando una ceja. "Ya lo veremos, querido primo."
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