Prov. Gaara

Cuando consigo abrir mis ojos puedo apreciar a TN mirarme con preocupación en los lugares donde me hirió ese Madara. Cuando levanto mi mirada de la herida, una vez curada, nuestras miradas se cruzaron y ella empezó a llorar apoyándose, a continuación, en mi pecho llorando descontrolada mente.

TN: tenia tanto miedo... no quería que pasara lo mismo que con el atentado en Suna- sollozo levemente.

Gaara: tranquila estoy bien- acaricié su cabeza con delicadeza mientras nos levantamos- tenemos que volver al campo de batalla- le dije en forma de susurro, ella solo asintió.

Tsunade: no quiero interrumpir a la feliz pareja pero, estamos en medio de una guerra, por el amor de lo justo, cuando vuelvan a su hogar podrán hacer todo lo que quieran- dijo de una manera tan burlesca que TN y yo empezamos a reírnos junto con los demás, incluso ella.

Raikague: tienes razón reina de las babosas- la rubia hizo ademan para atacarlo siendo controlados por los demás Kages- la pelea está a unos kilómetros... en marcha- y enseguida todos estábamos corriendo, a duras penas, al lugar de la batalla.

Mizukage: señorita A, ¿paso algo en la base de operaciones para que estés en el campo de batalla?- preguntó preocupado, y yo me acerque más a ella para prestar más atención.

TN: el Jubi lanzó una de sus bolas de chakra a donde estábamos- dijo con la mirada baja, todos estábamos escuchando atentamente- digamos que gracias a mi que pudimos salir sanos y salvos para no ser afectados por la bijudama, pero... dos de ellos me soltaron en el ultimo momento siendo consumidos por esta misma- dijo dejando escapar lágrimas de frustración, yo simplemente la abracé consolándola un poco.

Raikage: disculpa, pero... ¿sabes de qué aldea eran?- parecía no estar afectado, pero se que está completamente dolido.

TN: eran de la Hoja, más precisamente el líder estratega y el que se estaba comunicando con todos- explicó mientras no dejábamos de correr, estábamos muy cerca.

Tsunade: entiendo- solo dijo eso para que todos supiéramos que le dolía sus muertes muy dentro de su corazón, después de todo eran dos de los mejores ninjas de su aldea.

Una vez que llegamos al campo de batalla nos volvimos a separar para poder ayudar a mayor cantidad de ninjas. Los combates seguían y pareciera que nunca llegaríamos al final, una vez que derrotamos a Obito, Madara revivido haciendo que sus fuentes de chakra aumentaran considerablemente.

Cuando vi que a Naruto le sacaron a su biju, lo atrape en el aire y Sakura se acercó enseguida tratandolo, mientras nos alejó de estar a lado de Jubi para que no le pasara nada más grave; volvimos una vez que lo estabilizó Sakura con la ayuda del cuarto Hokage.

Cuando volvimos Madara se convirtió en el Jinchuriki, haciendo que el proceso se acelere considerablemente, busqué con mis ojos a TN cuando la vi me empecé a acercar, se encontraba curando a un ninja que perdió un brazo.

TN: ¿estás bien?- me preguntó, yo asentí. Me termine de acercar a ella y la abrazo, no se porque, pero siento que algo malo sucederá dentro de nada.

Gaara: quedémonos así un poco más- ella asintió correspondiendo el abrazo y acariciando mi cabello con mucha delicadeza, sus manos se serraban y se abrían permitiendo que mi cabello pase por sus dedos.

No llegamos a hacer nada más, necesitaba eso para tranquilizarme, pero, Madara estaba realizando la técnica Tsukuyomi Infinito haciendo que la tierra temblara y que la luna desapareciera. Lo único que me a gustado en toda esta batalla fue ver a Madara ser apuñalado por uno de sus aliados, pero al ver después de eso que lo poseyó para después convertirse en Kabuya me sentí nuevamente impotente y enojado.

Pero, no alcance a hacer nada más, de pronto vi todo negro y un gran sueño causo que me relajara completamente. Antes de que cayera en este sueño repentino alcance a ver a TN en las mismas condiciones en las que me encontró... pero no tengo fuerzas para liberarnos a los dos, ni a mi; fue así como me quede dormido.

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Me encuentro en mi casa cuando tenía unos siete años, en la sala con todos mis familiares vivos, en pocas palabras mi padre y mi madre.

Padre: ¿así? ¿quieres ir a la academia?- preguntó mi padre, mientras mi madre y hermanos se encuentran al lado de ellos.

???: Gaara- me llamó una persona atrás mío, al voltear me encuentro con mi tío- vinieron a verlo unos amigos- me sonrió tierna mente mientras se apartaba un poco de la puerta dejando ver a mis dos mejores amigos.

Naruto: hola!- me alegro de escucharlo, se ve como de mi edad.

TN: ¿Qué quieres jugar hoy?- preguntó mi mejor amiga haciendo énfasis con sus brazos abriéndolos y cerrándolos.

Naruto: vamos afuera- dijo mientras los dos salen de la habitación corriendo mientras decías "la tienes".

Padre: Gaara- me llamo, me di la vuelta antes de salir de la habitación- no vuelvas muy tarde- me dice sonriéndome

Gaara: ¡no!- asiento y salgo corriendo los a ellos que e habían esperado al ver que me demoraba un poco y salimos a correr por el desierto disfrutando de nuestra compañía mutua.

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No se cuanto tiempo estuvimos en ese "sueño", pero una vez que estuve libre me acerqué a donde estaba TN y la ayudó a ponerse de pie, a lo lejos pude ver a los bijus saliendo de los escombros y dividiéndose a distintos puntos del mundo. Nos pudimos despedir, nuevamente, de nuestros bijus dejando que también se fueran a hacer su propia vida.

Tome la mano de TN y la acerque a mi cuerpo abrazándola por la cintura y oliendo con anhelo su cabello, ella pasa sus brazos por encima de mis hombros acariciando los míos y ocultando su rostro en mi cuello apegándose más a mi.

TN: ¿y... para cuándo la boda?- me pregunta en medio de susurro, me reí levemente. ¿Es que no puede esperar a que todo lo que hemos vivido en estos días pase a segundo plano?

Gaara: tan pronto como nos recuperemos de esta guerra y de cerciorarnos el bienestar de los aldeanos y ninjas- le dije de igual manera depositando, a la vez, un pequeño beso en su mejilla.

TN: estaré contando los días- dijo mientras se separaba de mi mostrando su gran sonrisa y besándome los labios con ternura.

Gaara: yo también- le correspondí pasando mis brazos por su cintura pegando su cuerpo al mío en un beso más demandante, pero, a la vez lleno de amor.