Capitulo 4: Pecado
Eran las 9:37 de la noche y lupa no aparecía, Lucy peleaba con Lincold preguntándose dónde se encontraba su hija, Lincold no sabía que responder, no podía decirle a una de sus esposas que "Oye Lucy, lo que pasa es que Lupa me atrapó apunto de tener sexo con Leía y creo que eso la sorprendió, realmente lo lamento" Eso sería una sentencia de muerte para el peli blanco seguido de una buena sección de preguntas aleatorias y vergonzosas que solo lo hundiria al fondo del barril. Luna hizo unos carteles para ponerlos en todo el vecindario con la esperanza que alguien reconociera a la niña y le indicara dónde se escondía, Lana le pidió a sus animales que usarán su olfato para rastrear el olor de Lupa, los animales ya estaban viejos, su olfato no era como antes y le costaría un poco encontrar a la adolescente.
Lisa llamo a Lily a ver si lupa había tomado un autobús para ir a la casa de su tía lejana, Lily fue directa y dijo que la peli blanco no estaba, pero que podían llamar a sus padres, Lisa puso una cara de preocupación, no era un secreto para nadie que Lynn padre no se llevaba bien con sus hijas sobretodo con su único hijo varón quien fue que embarazó a sus propias hermanas y a su vez sin saberlo hizo que su propio padre cayera en la decepción absoluta al enterarse de la verdad. Todo se descubrió cuando Lynn noto un patrón interesante en los niños y era que la mayoría padecían una condición especial, algo que le parecía raro al señor Loud ya que sus hijas son chicas sanas sin ninguna enfermedad o síndrome preocupante, otra cosa era la falta de una figura paterna para sus nietos, cada vez que Lynn padre preguntaba quién era el padre del bebé sus hijas le aplicaban una que otras excusa otras más convincentes que algunas. La última hija que tuvo la dicha que conocer a su abuelo fue Lacy Loud, ella estuvo en los brazos de su abuelo el día de su nacimiento y dentro de dos meses nacería otra miembro de la familia que sería Lupa Loud, Lynn padre ya estaba hartó que sus hijas le ocultaran cosas así que en secreto tomo pedazos de cabello de sus nietos, en el caso de Lacy un poco de saliva y fue a un laboratorio a descubrir finalmente quienes eran los bastardos que embarazaron y dejaron a sus maravillosas hijas.
Un grave error.
Paso un día y Lynn recibió una llamada que le indicaba que devia ir al laboratorio en la tarde para que le dieran personalmente el resultado, Lynn sin perder el tiempo tomo a camionzilla y fue a dicho lugar a descubrir la verdad. Eran las 2:00 PM y el doctor llamo a Lynn, el hombre sentía que algo raro pasaba por la cara sería del médico y como fue recibido por la enfermera no le ayudo en nada. Un presentimiento preocupante llegó a Lynn padre que hizo que cruzará las piernas para controlarse.
- Señor Loud, le quiero hacer una pregunta ¿Usted por casualidad tiene un hijo llamado Lincold?- Pregunto el médico.
- Si, es el único hijo que tengo y es mi orgullo, no es por presumir, pero mi hijo actualmente es un dibujante de comic profesional- Dijo Lynn orgulloso.
La e enfermera y el médico se vieron por unos segundos.
- No se como decirle esto, mejor velo por usted mismo- El médico le dió la carpeta a Lynn.
Lynn vio la carpeta tomándola en sus manos y abriéndola, al leer los resultados toda su estima al que era su único hijo se esfumó al igual que el cariño que le tenía a sus hijas.
- Es imposible ¿Es una broma de mal gusto?- Pregunto Lynn.
- No, usted nos trajo el ADN de sus nietos y casualmente sin querer trajo también en su suéter favorito un poco de cabello blanco, al principio creí que eran de uno de sus nietos y sin decirle nada, lo tome y ese día le pregunté si tenía un nieto con albinismo y me dijo de su hijo- Explico el médico - Odio decírselo, pero sus hijos están llevando acabo una relación poliamorosa e incestuosa a sus espaldas, no sé si su esposa está al pendiente de lo que ocurre-
Lynn no dijo nada, guardo la hoja en la carpeta y le agradeció al doctor por su buen trabajo, el hombre quería ocultarlo, pero en su cara se veía la decepción, Lynn fue a subirse en camionzilla para tranquilizarse, pasear un poco era una buena opción, pero le guste o no tendría que confrontar a sus hijos y exigir una explicación.
Obviamente Lynn al recibir su explicación, lanzó a la calle a sus hijos, no toleraba la horrible verdad que rodeaba el apellido Loud y no necesitaba mantener a unos incestuosos, las hijas menores, Lola, Lana y Lisa también se fueron con sus hermanos con la excusa que "La familia es primero" y ya se imaginarán el resultado. La única que quedó fue Lily que está jamás se junto con sus hermanos por miedo a acabar como ellos además que ya la pequeña estaba en una relación con su compañero de la universidad.
En la casa Loud:
Lynn se hallaba en su sillón viendo la televisión hasta que su esposa Rita llegó con un teléfono en su mano.
- Lynn... Es Lisa- Dijo Rita.
- ¿Lisa? ¿Que quiere ella?- Dijo Lynn si. Quitar la mirada de su televisor.
- Es nuestra nieta Lupa, ella escapó- Dijo Rita con notable preocupación.
- Dámelo - Dijo Lynn alzando suano a dónde Rita.
Rita le dió el teléfono a Lynn, el hombre se acomodó en su sillón esperando lo que diría la genio de la familia.
- Papá ¿Ahí no está Lupa?- Pregunto Lisa.
- Tristemente no está, apuesto que escapó por culpa de la rata que tiene por padre- Dijo Lynn con notable odio hacia Lincold.
- Papa, esto es serio, Lupa no está- Dijo Lisa molesta.
- Bien, también me unire a la busqueda- Dijo Lynn para luego tomar un suspiro- Adiós, hablamos más tardé- Cuelga el teléfono.
Lynn se levanta del sillón y fue a buscar sus llaves.
-¿Que vas hacer?- Pregunto Rita.
- Voy a buscar a Lupa, puedes venir si quieres- Dijo Lynn.
- Iré a buscar mi suéter- Dijo Rita para luego darse la vuelta e ir a su habitación.
Un rato pasó y Lynn y Rita fueron a camionzilla a arrancar para buscar a Lupa.
En el cementerio de Royald Woods:
Lupa fumaba encima en la estatua de un ángel, la peli blanco siempre le compraba a un joven de 19 años que vende en su propia tienda de pan, pero en secreto le da cigarrillos, bebidas alcohólica o drogas a los jóvenes que quieren "experimentar", pero ahora anhelaba que esos palitos de nicotina le provocarán un cáncer tan horrible que la termine matando en ese mismo lugar.
Ya cuando su primer cigarrillo termino, Lupa saco el segundo de su bolsillo trasero y lo prendió con un encendedor que el joven le dió por cortesía por ser su mejor clienta.
- Dijiste que dejarías de hacer eso-
Lupa vio hacia abajo, una sonrisa se formó en su rostro por ver qué aquella persona que le hablo era su hermanito Lemy.
-¿Que haces aquí?- Pregunto Lupa.
- Vine a buscarte, estaba muy preocupado por ti- Dijo Lemy mientras trataba de subir por la estatua.
- Veo que eres el único- Dijo Lupa mirando a Lemy.
- No, enrealidad, toda nuestra familia te está buscando incluso tu madre está interrogando a papá- Dijo Lemy sentándose en el otro hombro del ángel.
- Ya veo, igual me siento bien que entre todos hayas sido tu que me encontrarás - Dijo Lupa sonriendo.
- Obvio que te iba a encontrar, este es tu lugar favorito- Dijo Lemy para después tocarle la nariz a Lupa.
Lemy noto que algo no iba bien, la nariz de la peli blanco estaba rota a tal punto de que un poco de sangre bajo de sus fosas nasales, Lupa no deseaba verse débil delante de su hermano menor, se limpio la nariz con delicadeza y volteo la cabeza mirando a otro lado para evitar ver al peli castaño. Lemy determinado se acercó a revisar a su hermana que se le notaba por sus cachetes rojos que tenía pena, la peli blanco se encontraba congelada, inmóvil ante la presencia de su considerado hermano. La chica sentía como las manos de Lemy tocaba su cara con cuidado revisando cada rincón de esta de arriba abajo, Lemy noto los raspones del rostro de la gótica que le indicaba que al correr se cayo tan fuerte que no solo la dejo con posibles dientes sueltos si no también grandes morados que dejaban a Lupa como salida de una pelea que el objetivo principal era romper la cara de tu oponente y sus rosados labios poseían marcas de dientes que se veían dolorosos e inflados.
El rockero saco de su bolso una crema para heridas que guardo por si su hermana se hallaba lastimada.
- Ni se te ocurra- Dijo Lupa apartando la cara.
- Este es necesario, te ayudará a aliviar el dolor- Dijo Lemy tomando un poco de la crema.
- No me des el típico discurso que esto es por mi bien y un largo blah blah blah, estás hablando con alguien que vivió toda su vida enferma- Dijo Lupa fastidiada.
- No eres la única que nació con problemas ni mucho menos la única que no tiene un medicamentos hasta yo que solamente te lo autismo también debo tomarme unas pastillas para las neuronas- Dijo Lemy tratando de convencer a Lupa.
- Ya lo se, vivo contigo- Dijo Lupa cruzada de brazos- Se que sueno como una malcriada, solo, es que, no estoy de humor, es todo- Dijo Lupa un poco más calmada.
- Si quieres podemos hablarlo, para eso te tengo a ti y tu a mi, no solo soy tu hermano también soy tu amigo- Dijo Lemy mientras se quitaba su pañuelo favorito y se lo ponía en la cabeza a Lupa.
La gótica dió una sonrisa de agradecimiento por la amabilidad y la comprensión de su hermano menor, no muchas personas lo admiten, pero aveces tener a lado una persona que está dispuesta a oír sus problemas es lo que necesitan para afrontar un mal día.
- Deacuerdo, lo haré por ti- Dijo Lupa de mala manera.
- Bien, no te mentire, esto puede arder un poco- Dijo Lemy listo para ponerle la crema a su hermana.
Lupa abrió sus ojos como platos a oír la palabra "ardor" La chica de cabellos blanco no necesitaba más dolor en su cara ya tenía suficiente con las marcas en su rostro. Lemy le coloco la crema poco a poco a la gótica que se hallaba relajada ya que la crema no ardía tanto hasta que llegó a los labios dónde el dolor era más agudo.
Lupa dió un pequeño saltó de dolor y se cubrió la boca con ambas manos, Lemy veía preocupado a su hermana incluso se sintió culpable por no ser más cuidadoso, Lupa notó eso y levantó su dedo gordo de su mano derecha indicándole a Lemy que todo está bien, Lemy sonrió y guardo la crema en su bolso.
-Y bueno ¿Alguna de nuestras tías sabe que estás aquí?- Pregunto Lupa.
- Pues.... No... Enrealidad me escapé- Dijo Lemy rascándose la barbilla.
- Sabes que esto te puede causar problemas ¿Verdad? Aunque tus intenciones sean buenas no cambia que tu madre Luna te vaya a castigar- Dijo Lupa.
- A mi que me importa lo que me diga esa mujer, ella nunca está conmigo- Dijo Lemy indignado.
- Je, me hiciste recordar a Loan, ella también tiene serios problemas con su madre.... Aveces me da lastima nuestra hermana mayor por todo lo que tuvo que pasar por culpa de la tía Lori, se nota que su educación fue un infierno a comparación de las demás- Lupa miro al cielo- Lacy y Liby no se quedan atrás, Lacy vive debajo de la sombra de la tía Lynna que la obliga hacer diferente tipos de deportes aún sabiendo que ella tiene problemas respiratorios y Liby es torturada por Luan porque es su principal víctima en el día de las bromas causándole traumas serios, no puede oír un cojín ruidoso sin que ella se ponga alerta y temblando de miedo... Admito que el único que me cae bien de la primera generación Loud es el abuelo Lynn Loud, el y yo compartimos un odio y a la vez cariño por esta familia que no es fácil explicar con palabras-
- No entiendo porque nuestras madres y tías son así, quisiera irme de ese lugar como lo hizo Liena y Lyra, tengo un plan muy elaborado, primero me haré un canal de Youtube, segundo, subiré mis canciones obviamente ocultando mi identidad para que nadie me reconozca, tercero, voy a ir a fiestas, cumpleaños, todo lugar que me permitan entrar con mi música para ganar un extra y ahorrarlo en mi alcancía, cuarto divulgare mi talento usando las redes sociales para que lleguen a más personas- Lemy noto que Lupa lo veía fijamente- Okey, no es un plan muy "elaborado" pero algo es algo-
- No te miro por eso, almenos tu tienes una idea de lo que quieres hacer con tu vida, a diferencia de mi, mi enfermedad no me permite ir muy lejos, siempre vengo aquí porque creo que voy a morir, mi corazón no aguanta mucho al igual que mis pulmones y me enfermo con facilidad. Estoy consciente de mi condición y se que es estúpido que fume y tome, pero debes entendernos, son una de las pocas cosas que me hace sentir viva además de los comic e historias que hago en secreto- Dijo Lupa acomodándose un poco.
- Puedes usar la fotocopiadora para hacer varias copias de tu comic y repartirlo en el colegio y lo de tus historias, puede subirla a páginas de escrituras en internet- Dijo Lemy tomando las manos congeladas de Lupa.
- Puede ser... Lemy ¿Puedo contarte algo?- Pregunto Lupa.
- Claro que puedes, sabes que cuentas conmigo para lo que sea- Respondió Lemy.
- La razón por la que escapé, fue por qué encontré a nuestro padre apunto de tener sexo con Leía... Me afectó mucho porque... Estoy enamorada de el- Dijo Lupa apenada.
-Pero es nuestro padre- Dijo Lemy sorprendido.
-!Lose¡ !Lose¡ !No me digas lo que ya se¡ Soy un error, una maldita perra que se enamoró de alguien prohibido... Se que me odias y no quieres volverte a juntar conmigo- Dijo Lupa llorando.
- No, no, no, Lupa eres mi hermana y yo no te odió, ven, dame un abrazo- Lemy se acercó a Lupa a abrazarla.
Ambos hermanos se fundieron en un abrazo lleno de cariño, Lemy no juzgaba a Lupa porque está consciente de la clase de familia con la que vive y es de esperarse que haya miembros que quieran tener algo más con otro integrante, esto afecto a Lupa por ser la más débil del grupo y el único que estuvo con ella fue Lincold nisiquiera Lucy que es su madre tuvo la descendencia de estar junto a su pequeña ya que su trabajó como poetista y escritora de libros de terror es más importante que la salud y la felicidad de su hija. Aveces era un milagro que Lucy mostrará algo de preocupación por la peli blanco, las nulas veces que estuvo con ella le daba sus medicinas recetadas por el médico y psicólogo, Clyde.
Clyde apesar de ser un psicólogo jamás pudo hacerle una evaluación psicológica a cada uno de los niños, adolescente y adultos de la nueva generación Loud porque sus padres no le permitian dar el primer paso, solo le pedían que por favor cumpliera su trabajo como doctor en atender los problemas físicos de sus hijos.
Los hermanos ya cuando terminaron de abrazarse bajaron de la estatua tomados de la mano, Lemy conocía bien a su hermana que de seguro no quería profundizar con el tema de su padre y Leía y sus lágrimas eran prueba de ello, Lo mejor es volver a casa para que ambos jueguen videojuegos y se relajen comiendo unos sandwiches de mantequilla de maní y chocolate acompañado con un buen vaso de leche fría.
En la casa Loud:
Varias de las hermanas salieron en busca del ahora desaparecido Lemy Loud, Lizy fue acompañar a su madre para ayudarla con los animales, la niña heredó un especie de talento especial con ellos al igual que su madre, Loan también quiso ayudar en la buscada aunque para ser sincera no le importa Lupa porque conocía bien esa niña y sabía que podía cuidarse por si sola, pero Lemy era otro tema, el rockero jamás salió de noche de su casa no mucho menos solo por eso Loan usando la poca tranquilidad que le queda formó un equipó con Liby y Luan para buscar en el parque. Lacy y Lynn también salieron en busca de los desaparecidos adolescente, pero la triste verdad es que esto era la escusa de Lynn para poner correr a Lacy varios kilómetros sin que la pobre chica se de cuenta.
Lisa con ayuda del olfato de su hija mutante Lulu también se unió a la búsqueda al exterior dejando solo a Lincold y Leía, el peli blanco impacientemente esperaba en frente al telefono alguna llama, cualquier cosa que le diera una señal que dos de sus hijos están bien, se maldecia así mismo por haber caído en sus instintos primitivos, su maldita curiosidad le costó la perdida de su pequeña albina que de seguro está sufriendo en medio de esta curiosidad mezclado con el frío atroz.
Leía oculta en las escaleras veía a su padre preocupado con la vista fija en el teléfono, la niña deseaba calmar a su papi por eso, bajo las escaleras y de puntillas se acercó detrás del peli blanco abrazándolo, Lincoln dió un saltito de la impresión y se volteo a ver quién era calmandose al notar que es Leia.
- Papi... Pensé que podíamos...-
- No Leía, tus hermanos están desaparecidos, no tengo la cabeza para ésto- Dijo Lincold serio.
- Por favor papi, solo un rapidin para que te relajes- Dijo Leía algo ofendida.
- No se... Fue por eso que tu hermana escapó, además, no está bien, soy tu padre- Dijo Lincold mirando al suelo.
- Vamos papi, solo cinco minutos- Susurro Leia acariciándole el pelo a Lincold.
Lincold no sabía que hacer ante los encantos de su pequeña de rizos dorados, sabía que debía quedarse viendo el teléfono por si una llamada importante sobre el caso de Lupa y Lemy llegará a sonar, además ¿Que pasaría si una de sus esposas llega y lo ve en el acto con Leía? Pensó hasta que le dolió la cabeza, todo se esfumó cuando sus labios se juntaron con los de Leía, Lincold se levantó de su asiento y cargo a la rubia como una princesa llevándola a la habitación de arriba.
Lincold coloco a Leía encima de su gran cama desordenada llena de almohadas de diferentes tamaños, las sábanas aunque no sean de seda relucian de una manera que resaltaban la figura de la preadolescente que aún no se daba cuenta de lo que se había metido por culpa de su lujuria y falta de conocimiento en el tema porque pensaba que solamente le volverían a meter los dedos en su entrada y todo terminaría, pero el pene erecto de Lincold decía otra cosa, Leía al darse cuenta se asustó por ver por primera vez algo cómo "eso" la chica se iba a levantar y preguntar que era lo que sobresalía del pantalón del albino si no fuera que Lincold la tomara de los hombros volviendola a acostar boca arriba. La joven cerro las piernas asustada por lo que se avecinaba, Lincold tomo las bragas color rosa con imágenes de flores blancas y fresas quitándoselas dejando en visto la "feminidad" de la rubia que no dudo dos veces en taparsela con ambas manos, el peli blanco desabrochó su pantalón y bajo el cierre de este.
- ¿Papi? Esto... Se supone que solo íbamos a continuar lo de esta tarde, ya sabes, lo de poner tus dedos ahí abajo y ya...- Trato de explicar Leía.
- No te hagas la inocente Leía ¿Acaso pensante que el sexo era solo meter los dedos, lamer pechos y ya? Je, debo cambiar esa manera de pensar tuya antes que cometas un error- Dijo Lincold mientras se quitaba los pantalones quedándose en ropa interior.
Lincold se puso encima de Leía para comenzar a besarla poco a poco le quitó su sostén color rosado con imágenes de rosas rojas con encaje blanco, los pezones de Leía están erectos por el aliento caliente del hombre que se acercaba peligrosamente a su sensible pecho que ahora sufriría la sensación húmeda de una lengua pasando por ellos o eso sería si no fuera que Lincold mordió con fuerza uno de esto provocando un grito por parte de Leía, duro rato hasta dejarle una marca a la joven que en sus mejillas bajaban pequeñas lágrimas de arrepentimiento.
Lincold se bajó su ropa interior listo para penetrar a su hijita que trataba de moverse, pero el dolor combinado con el ardor no se lo permitía.
- Solo relájate - Susurro Lincold.
En el momento que la punta entró, Leía quedó sin habla al sentir aquello entrando en su ser, el dolor aumentaba más cuando Lincold más introducía su verga, un poco de sangre salió de la vagina de Leía. La rubia creía que iba a morir, las paredes vaginales se estiraban y su virginidad desaparecía al igual que su inocencia, la rubia se auto veía como una perra sucia que se merecía todo el dolor qué recorría por todo su vientre, ese amor que la determinaba se transformo en una serie de sentimientos encontrados que la torturaban, su corazón latía con una velocidad que aumentaba con cada embestida que daba Lincold.
Leía creía que esto no iba a empeorar hasta que sintió que algo caliente y pegajoso se embarraba dentro de ella mareandola por la asquerosa sensación que revolvía su barriga, Lincold saco su pene y no tardó en notar el rostro de Leía, una mezcla de tristeza y ascó que hizo que el peli blanco reflexionará por el pecado que cometió y el que nunca podrá escapar.
- Leía....Yo- Dijo Lincold mirando a los lados.
- Solo vete...- Dijo Leía al borde del llanto.
Lincold tomo su ropa interior y su pantalón y salió de la habitación arrepentido por su decisión, destruyó a su pequeña, esa relación de padre e hija se acabó de un momento a otro ¿Cómo la vería a la cara apartir de ahora? ¿Que debería hacer para arreglarlo? Lincold se puso la ropa interior y los pantalones y fue de vuelta a su puesto esperando la llamada del teléfono... Era lo único que podía hacer.
En el cuarto de Leía:
Leía salió de la habitación con su ropa interior en mano dirigiéndose a su cuarto a cambiarse. Apenas entró observo el contenedor de basura casi lleno de al lado de su habitación, Leía quitó los papeles arrugados y coloco en el fondo de la papelera su ropa interior para luego ser tapada por los papeles. Leía fue a su armario a buscar ropa para cubrir su cuerpo lleno de marcas, busco entre sus mejores vestidos hasta llegar a una bata vieja color turquesa casi desteñida, Leía la tomo entre sus dedos quedándose viéndola por unos segundos hasta que se la puso luego fue a ponerse unas bragas de líneas verdes, Leía no tuvo la decencia de limpiar el esperma que bajaba por sus piernas, no lo veía necesario. Leía se acostó en su cama cubriéndose por completo con sus sábanas de seda, sus almohadas de plumas le daban su soporte y su peluche de osito era su único apoyo en estos momentos oscuros y lo peor que todo ocurrió por culpa suya.
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